Tomé un taxi hasta la casa de Francisco no estaba muy segura como iba hacer mi vida de ahora en adelante pero seguro que cualquier cosa era mejor que seguir con esa vida que llevaba.
Toqué la puerta, una mujer uniformada me abrio, le sonrie — Buen día, disculpe estoy buscando a... — Usted debe ser la Srita Alanis— Me interrumpió, asentí con la cabeza, ella me regaló una pequeña sonrisa y se apartó aún lado para que yo pudiera pasar, me adentré en aquella enorme casa— El señor mando a preparar una recamara para usted, la estábamos esperando, no sabíamos a qué hora llegaria— Me agradaba está mujer parecía agarrar confianza muy rápido. — El no está en este momento?— Pregunte — No señorita, tenía unas cosas que hacer pero dejo órdenes estrictas de hacerla sentir como en casa, seguro llega en cualquier momento — Muchas gracias Ella me hizo seña para que la siguiera así que eso hice, comencé a seguirla y mientras lo hacía no pude evitar mirar toda la casa, realmente era preciosa, digna de un duque ¿Cómo es que termine con el? habían estatuas las cuales parecían ser de oro, habían muchas cosas de cristales, todo se veía sumamente elegante Subimos las escaleras de mármol hasta llegar a una puerta la cual pude ver cómo abría, ella fue la primera en adentrarse aquella habitación y luego la seguí no pude evitar sorprenderme ante aquella hermosa vista, era una enorme habitación, sus paredes era de color beige tenía dos puertas adicionales la cual asumía era el clóset y el baño una pequeña peinadora su respectiva silla y habían muchas cosas encima de ella por ejemplo dos hermosos ramos de flores color blanco lo pude evitar acercarme para tomar la pequeña nota que había en una de ellas. Bienvenida a tu nuevo hogar espero disfrutes de él - Francisco No pude evitar sonreír ante aquel hermoso gesto que estaba teniendo Francisco conmigo de darme la bienvenida a pesar de que no se encontraba en este momento en su casa. Creo que jamás me había sentido también recibida en un lugar como me estoy sintiendo en este momento, entendía que todo esto se trataba del bebé que llevaba dentro de mí y que nada de esto tenía que ver con nosotros, pero una parte de mí tenía una pequeña ilusión después de todo nosotros habíamos creado juntos a este bebé. Eliminé aquellos pensamientos tontos de mi cabeza no quería arruinar las cosas no quería comenzar a tener sentimientos por él no quería que lo poco que estaba creando pudiese destruirse. Tenía que entender que el trato que había aceptado era solamente en bienestar a mi bebé porque quería lo mejor para él. — todo está muy bonito— le dije a la señora que me había traído hasta aquí mientras me acercaba a la cama y me sentaba en ella — el señor lo ha planificado todo para que tú puedas estar cómoda ¿Tienes hambre puedo traerte algo de comer? más tarde también me gustaría enseñarte la casa para que no te vayas a perder en ella después Asentí con la cabeza Aquella mujer salió de la habitación dejándome completamente sola admirando todo los lujos. Me sentía feliz pensando que mi bebé podía crecer en un lugar como este iba a intentar que naciera en un lugar sano y por eso realmente no podía enamorarme de su padre. Llevé una mano a mi vida entre mientras lo acariciaba lentamente Perdóname por no poder darte una familia estable pero lo que sí puedo darte es una familia sana. La puerta se abrió esperaba ver a aquella mujer pero en su lugar me encontré a Francisco, vestía diferente y como lo había visto temprano esta vez tenía un traje tenía que admitir que se veía muy elegante y atractivo quizás eso es lo que siempre me llamó la atención de él lo diferente que era lo que solía conocer. — pensé que llegarías más tarde, me alegra que ya estés aquí— asentí con la cabeza sin saber qué decirle realmente— en menos de 5 días tenemos que estar camino a Gran Bretaña por ello necesito que en estos días nos casemos pero antes tienes que firmar un contrato de confidencialidad no puedes decirle nada el trato que tú y yo tenemos ni mucho menos que este bebé es producto de una noche. Los nervios se apoderaron de mí al pensar que viajaría de mi país pero creo que es ser una buena noticia alejarme de todo lo que conocía y todo lo que me había hecho mal. — no tengo pasaporte — Fue lo único que salió de mi boca — No te preocupes por eso ya estoy tramitando tu pasaporte ahora te voy a dejar estos documentos— me extendió un sobre el cual tomé— quiero que lo leas con mucho cuidado y me digas si te parece de no ser así Bueno podemos cambiar algunas cláusulas Saqué las hojas del sobre — y cuando nos casaríamos?— pregunte. — mañana mismo, más tarde vendrá una doctora se encargará de chequear que todo esté en orden con tu embarazo luego vendrán de una boutique a enseñarte un par de vestidos escoge el que quieras Entendía por qué la premura, debíamos irnos y supongo que debíamos estar cansados antes de hacerlo. — Está bien — antes de irnos también me gustaría que tomaras unas clases de etiqueta — debo admitir que aquello me ofendía un poco qué insinuaba con eso que no tenía modales sé que había crecido en un lugar bastante pobre pero había aprendido etiquetas sabía cómo comportarme en ciertos lugares quizás no era suficiente para el señor duque — Se como comportarme! No voy avergonzarte — Dije molesta, una parte de mí claro que entendí él porque lo estaba diciendo después de todo Él sabía dónde provenía, también sabía dónde me había criado y eso no era un lugar en donde las personas tuviesen la mejor educación pero al mismo tiempo no podía evitar sentirme ofendida porque aunque me había quedado de esa manera había intentado siempre aprender más pero claro eso era algo que él desconocía por completo no podía olvidar que nosotros éramos dos extraños tratando de aprender a criar a un niño y tener beneficios en el camino — no estoy diciendo que me vayas a avergonzar ni mucho menos solo que la etiqueta allá es algo totalmente diferente a la de que Estados Unidos recuerda que son dos culturas totalmente diferentes — Se que miente, pero no creo que sea un buen comienzo si le discuto ahoraLuego de ver cómo Francisco salía de la habitación dejándome sola para que pudiese leer el documento que me había entregado me senté en la cama. Quería leer todo con detenimiento para poder saber qué es lo que realmente estaba firmando, después de todo no podía confiarme totalmente de él nos habíamos visto una vez. Y aquel contrato mencionaba que no podía mencionar absolutamente nada de lo que habláramos él y yo, no podía estar con nadie más durante estos tres años y medio de matrimonio mínimo que tenía que durar nuestra relación, una vez que él y yo estuviésemos legalmente separado la custodia de nuestro hijo sería compartida, y finalmente una vez que nuestra relación terminara me iba a dar cierta cantidad de dinero para que pudiera empezar. Me sentía cómoda con aquellas cláusulas y especificaciones porque sentía que ambos saldríamos beneficiados yo lo ayudaría mi hijo tendría un buen futuro y una vez que todo esto terminara yo no quedaría en la calle. Me sentía bastante
Tenía que admitir que sentía mis manos temblar, cerré los ojos por un segundo respirando totalmente perfume inhalando todo el aire que mis pulmones pudieran agarrar y luego soltarlo de golpe tratando de relajarme y calmarme. — todo está bien con mi prometida doctora?— preguntó a Francisco y no sé por qué cada palabra que salía de sus labios me aceleraban aún más y no de manera negativa — Algo está mal? — No Francisco nada de eso, de hecho les tengo una muy buena noticia felicidades porque están embarazados Oh por Dios! Realmente no sabía cuánto quería tener este bebé Hasta que supe que había una posibilidad que no lo tuviera dentro de mí. Me sentía con una felicidad extrema por dentro a la vez con muchos nervios porque ahora estaba 100% segura de que un bebé crecía dentro de mí y sentía esa responsabilidad de que tenía que darle lo mejor que pudiera darle y no importa lo que tuvieras que hacer para que él fuese inmensamente feliz y no viviera pero en la cuarta parte de lo que
Francisco Montes La puerta se abrió apenas Alanis salió del despacho y una furiosa Mariana entro, sus ojos estaban rojos al igual que su nariz, lo que me hizo identificar que había estado llorando todo el día, sus labios estaban humedecidos.Quería decir que me sentía mal por ella pero la realidad era que no le había avisado desde el día uno que ella y yo no podríamos ser nada más, no podría justificar ante mi familia como es que había terminado con una chica como ella la cual era hija de mi ama de llaves Quizás en las historias de niños era muy lindo y atractivo ver a la hija de la ama de llaves con el duque pero en la vida real esto no era así, con Alanís podría justificarlo diciendo que era una chica estudiosa que había salido desde abajo. Además la belleza de la que sería mi futura esposa y madre de mi hijo era impresionante esos hermosos ojos grises esa piel blanca y ese cabello negro azabache tenía una belleza que hipnotizaba cualquiera.— Como eres capaz de hacerme esto?!— G
El día había llegado, estaba nerviosa jamás me había imaginado casada con alguien como Francisco. Respiré profundo un par de veces antes de salir de la habitación. Para mi buena suerte sería algo bastante íntimo solo Francisco y yo firmando una especie de contrato y ya porque el verdadero teatro sería una vez que llegáramos a Gran Bretaña. El hecho de que hoy fuera a firmar ese documento se sentía todo muchísimo más real. Salí de la habitación bajé las escaleras con cuidado y caminé directamente hacia el despacho de Francisco puesto que ahí sería la firma nos habíamos tomado un par de fotos temprano para el recuerdo había dicho él delante del fotógrafo pero los dos sabíamos que era para poder demostrar que era cierto y que había sido real más allá del legal. Una vez frente a aquel despacho no hace falta que tocara la puerta puesto que esta se abrió apenas llegué, una Mariana con los ojos algo rojos y con una sonrisa fingida me recibió. — bienvenida señorita espero que a pa
Días después — Estamos apunto de aterrizar— Me dijo la azafata.Mire a Francisco pero este solo estaba tecleando algunas cosas en la computadora que había traído. Mis nervios cada vez aumentaban aún más No sabía qué hacer ni qué decir ahora que estaba en este país. Había pasado cinco días desde que nos casamos no habíamos hablado mucho desde entonces pero me había mantenido bastante ocupada, tal y como Francisco lo dijo contrató a unas personas para que se encargaran de enseñarme los modales y las reglas de las personas de alta sociedad aquí en Gran Bretaña. Había sido difícil adaptarme un poco me habían explicado algunas costumbres y cómo tenía que saludar. Jamás pensé que conocería un duque mucho menos que yo sería una duquesa si Francisco logra va a tener el título mi hijo sería un duque y yo sería una duquesa. Me sentía nerviosa — todo estará bien— miré a mi lado y pude ver como Francisco me miraba fijamente no sabía cómo descifrar sus expresiones para poder saber más o men
Mira entre mis manos la prueba de embarazo, podía ver como mis manos temblaban, el miedo se apoderaba de mi cuerpo cada vez más, por un segundo pensé en que no debía traer este bebé al mundo No sabía cómo iba a reaccionar su padre y si realmente iba a entender que este bebé es de él, sabía que mis padres iban a reaccionar muy mal.Dónde vivirías si ellos me echan de casa? Cómo podría mantenerlo con mi sueldo? Dónde lo dejaría mientras trabajo? Cómo podría tenerlo en esa casa? No quería que viviera todo lo que yo vivía diariamente. Respiré profundo tratando de tomar valor y luego toqué la puerta frente a mí un par de veces esperando que alguien saliera a abrirme. Para mi buena suerte un hombre con un traje negro y mirada intimidante abrió la puerta, los latidos de mi corazón comenzaron a ser aún más fuerte. — sí?— preguntó.El hombre parecía no tener ninguna emoción.— Buen día vengo a buscar a Francisco— le dije sonando bastante tímida y cohibidaÉl me miró de arriba abajo par
— Alanis!— El grito de mi padre mi hizo sobresaltarme.Los pasos comenzaron a escucharse mientras mi piel se erizaba sabiendo que lo que vendría no era nada bueno. La puerta de la cocina se abrió estrepitosamente golpeando la pared, mi padre se dejó ver sus ojos estaban rojos y sus manos estaban apretados en puños. —discúlpame padre yo no te quise despertar—susurré. Él se acercó a mí y tomó mi brazo.—Lo hiciste —el agarre cada vez se hacía más fuerte me quejo del dolor pero él no paraba de mirarme directamente los ojos mientras seguía apretando aún más su agarre —Y sabes muy bien Alanís que eso tiene consecuencias graves Podía percibir el olor alcohol salir de sus labios. Arrastraba las palabras una clara señal de lo muy ebrio que estaba. — no quieres comer?—traté rápidamente de cambiar la conversación intentando distraerlo—puedo hacerte un sándwich si deseas Y fue ahí donde sentí la primera bofetada en mi mejilla que me hizo girar el rostro, solté todo el aire que no sabía ha
Una vez que salimos de la cafetería quedé impresionada con el inmenso carro que había justo ahí. Cómo es que no me di cuenta cuando entré? Supongo que venía tan apurada que no presté atención a nada a mi alrededor. Él abrió la puerta del copiloto para mí así que me subí, no pude evitar mirar todo con mucho asombro no estaba acostumbrada a este tipo de lujos. Lo vi subirse a su asiento de piloto. No dije nada no sabía qué decir supongo que ya había dicho todo ayer. — quiero que te hagas una prueba de paternidad para saber si el bebé es mío— abrí la boca para hablar pero él siguió hablando—entiendo que digas que eras virgen cuando estuvimos juntos pero quiero que entiendas que quiero hacerme responsable de ese bebé pero solo si es mío y quiero estar 100% seguro — ya no importa decidí que no lo puedo tener El frunció el ceño— si es mi bebé No lo vas a abortar — tú no entiendes!— dije molesta — Claro que no entiendo! No entiendo como una madre quiere deshacerse de su hijo! Desh