Capitulo 07

Luego de ver cómo Francisco salía de la habitación dejándome sola para que pudiese leer el documento que me había entregado me senté en la cama.

Quería leer todo con detenimiento para poder saber qué es lo que realmente estaba firmando, después de todo no podía confiarme totalmente de él nos habíamos visto una vez.

Y aquel contrato mencionaba que no podía mencionar absolutamente nada de lo que habláramos él y yo, no podía estar con nadie más durante estos tres años y medio de matrimonio mínimo que tenía que durar nuestra relación, una vez que él y yo estuviésemos legalmente separado la custodia de nuestro hijo sería compartida, y finalmente una vez que nuestra relación terminara me iba a dar cierta cantidad de dinero para que pudiera empezar.

Me sentía cómoda con aquellas cláusulas y especificaciones porque sentía que ambos saldríamos beneficiados yo lo ayudaría mi hijo tendría un buen futuro y una vez que todo esto terminara yo no quedaría en la calle.

Me sentía bastante extraño haciendo este tipo de tratos pero supongo que era lo que tenía que hacer.

Firmé y volví a colocar todo dentro del sobre para dejarlo encima del escritorio, tomé mi maleta y me dirigí hasta el clóset para poder acomodar absolutamente todo pero mi sorpresa es que el clóset ya estaba lleno de ropa me acerqué para poder verla, cada una de las prendas tenía su etiqueta no podía evitar mirar los precios y eran excesivos creo que jamás había tenido algo tan costoso.

Así me vestiría de ahora en adelante?

Escuché como la puerta de la habitación era abierta así que me dirigí nuevamente hacia la habitación dejando la maleta en el clóset, no me sorprendió al ver que era la señora que me había recibido tenía una charola de plata en sus manos y encima de ella estaban los alimentos que había traído para mí

— Espero que disfrutes de la comida mi niña, si necesitas algo más puedes marcar el número 8 que es directamente a la cocina— Me señaló el teléfono fijo que estaba en mi mesa de noche. Yo asentí — La doctora ya llegó, pero el señor quiere que coma y luego pueda bajar así ella coloca todo para revisarla

Asentí y le sonreí, ella solo se fue.

Me sentía sobreestimulada eran tantas cosas que jamás había experimentado y que realmente me parecían extrañas como por ejemplo no bajar y pedir o buscar sino llamar para que te lo suban.

Comí en silencio y una vez termine dejé la bandeja en mi mesa de noche.

Salí de aquella habitación tratando de buscar el despacho de Francisco o No saber ni dónde estaba si tiene que bajar o algo así intenté dirigirme a la cocina para poder preguntarle a la señora que me había abierto que aún Por cierto ni siquiera me había tomado la molestia preguntarle su nombre.

— está perdida señorita?— Preguntó una joven

— Disculpa es que estoy buscando el despacho de Francisco — le dije un tanto avergonzada

— No pasa nada mi nombre es Mariana y soy la hija de Luciana que es la señora que la he estado recibiendo— asentí con la cabeza sintiendo alivio al saber el nombre de la señora que me abrió Luciana

— tú también trabajas aquí?— le pregunté

— yo soy la asistente personal del Señor Francisco

— Oh!— no sabía que Francisco tenía un asistente personal pero me cae muy bien— es un gusto conocerte entonces

— venga la llevaré hacia el despacho del señor

No sé por qué su actitud cambió de forma radical confundiéndome completamente para decidir no decir nada y simplemente seguirla hasta donde ella me estaba guiando

— gracias— le dije una vez que me dejó frente a una puerta pero no sé si escuchó puesto que prácticamente corrió del lugar.

Porque su actitud había cambiado de esa manera?

Acaso yo había dicho algo fuera de lugar?

Decidí no seguir pensando en eso y simplemente toqué la puerta esperando que me dieran permiso entrar

No tardar escuchar un adelante Así que tomé la manilla y me adentré a aquella habitación, no me sorprendí al ver un par de máquina ginecológicas, y lo que parecía ser una pantalla.

Ahí sentados frente a un escritorio estaba Francisco y una mujer con una bata blanca la cual Supongo es la doctora que va a atenderme

— Buen día lamentó la molestia

— Ven mi amor te estábamos esperando— debo admitir que aquello me tomó por sorpresa realmente no supe qué cara coloqué y espero no haberme visto tan sorprendida pero como Francisco estaba tratandome, rápidamente entendí que desde ya íbamos a comenzar a dar la imagen de que realmente éramos una pareja enamorada— Ella es la doctora María Francia es la ginecóloga de la familia realmente había sido su madre y ha pasado como de generación en generación

Ahora todo tenía mucho más sentido

— un placer conocer la doctora y qué alegría que sea usted quien vaya a atender mi embarazo

— el placer es mío sobre todo que ahora llegar a mi turno de atender al próximo en la sucesión

Todo esto parecía tan irreal.— toma— me tendió una bata la cual tomé rápidamente— te he colocado un pequeño vestidor para que te puedas cambiar y te subas a la camilla para poder revisar que todo esté bien Francisco me comentó que te hiciste una prueba casera pero si sabes que hay una posibilidad de que realmente no estés embarazada?— Es que yo me cayó como balde de agua fría realmente jamás pensé que la prueba podría darme un falso positivo

Supongo que si no estaba embarazada este trato no iba a ir a ningún lado y si era sincero no sabía cómo eso me hacía sentir no el hecho de que el trato no siguiera sino él no estar embarazada.

— si le confieso algo doctora realmente espero que no haya sido un falso positivo porque estoy ansiosa por ser madre y estoy tan ilusionada con este bebé— ella me regaló una sonrisa miré a Francisco quien también sonreía leve pero lo hacía era la primera vez que veía una sonrisa en su rostro y tenía que admitir que eso lo hacía ver muchísimo más atractivo ante mis ojos al menos

Cuando nadie dijo nada simplemente me dirigí hasta el pequeño cambiador que la doctora había improvisado para mí una vez que me coloqué aquella bata me dirigí hasta la camilla y me a comode ahí, mi corazón latía de forma desenfrenada mientras ella colocaba un gel en mi vientre y comenzaba a esparcirlo con un pequeño aparato

Francisco se colocó a mi lado y estiró su mano Así que coloqué la mía encima de él

Sentía que sus ojos querían decirme algo que su boca no podía expresar porque estaba la doctora presente

— oh!

Oh?!

Qué significa eso?

No estoy embarazada?

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