Capitulo treinta y cuatro

Mientras Ethan y Ylva ayudaban a Elena en la cocina, la puerta de la casa se abrió, y los hermanos de la joven acababan de llegar. Al verla, una oleada de alegría y sorpresa iluminó sus rostros.

—¡Ylva! —gritó su hermano mayor, corriendo hacia ella.

En un instante, Federico la alcanzó y, sin dudarlo, la levantó del suelo, girándola en el aire. Los dos rieron juntos mientras él le daba vueltas y plantaba besos en su rostro, mostrando la intensidad de su alegría por verla nuevamente.

—¡Te extrañé tanto, loca!—dijo Federico, sin dejar de sonreír.

Ylva rio, disfrutando del momento, sintiéndose rodeada del amor de su hermano. Antes de que pudiera responder, su hermana menor, corrió hacia ellos y se unió al abrazo.

—¡Ylva! ¡No puedo creer que estés aquí! —exclamó Elsie, abrazándola con fuerza.

Los tres hermanos se abrazaron con fuerza, sintiéndose unidos después de tanto tiempo separados. Las risas y lágrimas de felicidad se mezclaban en el aire, creando un momento de pura alegría y conexi
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