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Capítulo 6. Antes de caer al infierno.

Angus.

-” Pero ¿Por qué siempre nos metes en tus líos, Rod Roy?”- me quejé, aunque yo ya sabía que era como hablar con una pared, ese ególatra CEO, era incapaz de ver más allá de su nariz.

Quizás justo por eso nos llevábamos también los dos, teníamos caracteres parecidos, dominantes, serios, seguros de nosotros mismos, éramos exigentes, protectores con lo nuestros, algo intensos, y definitivamente siempre sabíamos lo que queríamos, e íbamos a por ello, sin importar quien se pusiera por delante.

-” No, lo entiendo, porque quieres hacerle esto a tu hermana, y con Finlay Alacintye, nada menos, ese hombre es un pez gordo, es como tú, pero con humor, y más rico.”- dijo Lean burlándose del gran CEO del Grupo Miller, algo que sólo los años de amistad, y algunos golpes, a su debido momento, había cultivado.

Lean Murdock era un guaperas abogado de veintitrés años, que, junto a su padre, y otros socios, llevaba el famoso bufete de abogados de Murdock associated, en realidad llevaba muchos grandes conglomerados, entre los que estaban el grupo Miller, y las empresas de mi familia, el grupo Blake, pero sobre todo mi empresa principal y de la que yo era su CEO, Campbell Corp. Aunque era un buen abogado, tenía un gran fallo para mi entender que compartir con mi otro mejor amigo Gavin Conway, los dos eran los hombres más mujeriegos y bromistas que he conocido en mi vida, era algo muy normal que esos dos se metieran en problemas, sobre todo de faldas, y tuviéramos que, tanto Roy, como yo, sacarlos de ellos. 

Gavin Conway, prácticamente creció con los Miller como uno más, se vino a vivir con su abuelo, el antiguo mayordomo de los Miller, James, que falleció hace dos años, y el difunto bisabuelo Miller, le dio la misma oportunidad que a sus bisnietos, y pronto descubrieron que era una persona dada a las artes, tanto a la interpretación, como al música, a sus veintipocos años, es un famoso actor de Hollywood, cantante y modelo, que como ya he comentado, comparte el defecto de Lean, algo que para un famoso como él, es extraño, y peligroso, algo que su agente, sufre a sobre manera.

-” Ella se lo buscó primero, yo sólo le facilito que la consiga, esa niñata es un cabezota.”- dijo haciendo que yo lo mirara sorprendido intentado descubrir si el gran CEO había bebido algo, que estaba borracho, en realidad.

-” Y desde cuando Rod Roy, tú permites que un hombre se acerque a tu hermana, si Ailan no te llega a engañar, ni hubiera podido acercarse a Patel.”- le pregunté usando el mote que usan los Miller, y entre nuestro grupo de amigos.

-” Desde que se dieron de puñetazos los dos, y de tantos golpes que recibieron ambos, hasta se hicieron amigos.”- dijo Gavin muerto de risa.

Decididamente en estos años entre Nueva York y Escocia, me había perdido mucho, y esto era parte de lo que me había perdido, llevar dos compañías era algo muy agotador, pero hasta este nivel de no reconocer a mi mejor amigo, al Rod Roy que yo conocía, era imposible, definitivamente las mujeres lo fastidiaban todo, que el serio CEO Miller encontrara a la mujer que amaba, lo había trastornado. 

-” Y desde que, también, ese eficiente y seguro CEO, me va a quitarme de encima, a cierta pesada e incordiarte hermana, que le encanta volverme loco con sus locuras.”- me dijo Roy mirándome por encima del borde de mi copa, mientras sonreía de forma peligrosa, y reconociendo que, ese maldito, en el fondo no había cambiado. 

En cierta forma lo envidié, al mismo tiempo que me enfado, que el pudiera librase tan rápido, y de forma tan eficiente, de uno de sus grandes problemas, y para mí, lo más pesado de pertenecer a una de estas dos familias, a mí me quedaban muchos años de carga, con la enana, rebelde, y desquiciada de Connelly, hasta que encontrar al estúpido merecedor hombre que fuera tan idiota de enamorarse de esa niña problemática.

Mi mirada de odio al maldito CEO fue más que justificada, aunque ante esos términos, desde luego, me alegraba que se libré, mi mejor amigo, de su carga, faltaría más, solidaridad masculina.

Roy en ese momento señaló con su mentón, hacia la puerta, y los tres dirigimos nuestra mirada, hacia donde él había hecho el movimiento. Por un momento, la mirada de un enorme gigante, muy atractivo, coincidió con la de Roy, y él comenzó a acercarse a nosotros. 

-” ¿Miller?”- dijo escuetamente cuando estuvo a nuestro lado. 

-” ¿Alacintye?, veo que te has decidido.”- le dijo el CEO Miller. 

-” Nunca dije que no lo haría. ¿Murdock?”- dijo el liberador de la carga de Rod Roy, dándole la mano de paso a Lean, pronto comenzaron las presentaciones, donde se establecido una extraña fraternidad, incluso Finlay nos presentó a sus amigos.

-” ¿Cómo estas Alacintye?, Te presento a Gavin Conway, actor y cantante reconocido, y a Angus Blake, CEO Campbell Company.”- le dijo Lean. 

- “Se quien es Gavin, y Murray también, aparte del encuentro que tuvimos para hacer “ejercicios”, ambos han trabajado juntos, pero no conocía a Angus Blake, pero si conozco a su abuelo, era amigo de mi padre. Encantado de conocerlo señor Blake, es un placer.”- dijo saludándole, dándole la mano. 

- “¿No me digas que tú eres el hijo del señor G, digo, el señor Alacintye?, mi abuelo y tu padre fueron muy buenos amigos, antes de la muerte del señor G, mi abuelo también es escoces.”- le dije a Finlay Alacintye, reconociendo esos ojos que había visto anteriormente en el mejor amigo de mi abuelo, al que yo de pequeño llamaba el señor G.

Cuando me iba a responder Finlay, con una sonrisa, un revuelo en la entrada del salón hizo que todos nos giráramos. En la puerta cuatro mujeres vestidas para arrastrar a un hombre al infierno robaban la atención de todos, incluido nosotros. Cada una iba vestida con un vestido diferente, al cual más espectacular, y más delirante, fue así como mi infierno personal, se abrió para no cerrase jamás.

De golpe una pesadilla, que no sólo me afectó a mí, una pesadilla nada prevista, comenzaría en ese momento, una pesadilla que sólo fue el inicio de lo que, pronto, me haría descubrir algunas verdades, que me costaría reconocer, pero que volverían a mi vida planificada, segura, y perfecta del revés, la peor de las pesadillas.

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