Lo que parece ser un día normal en Corporación Montenegro se convierte en el inicio del dolor de cabeza y de ¿corazón? más grande para el desinteresado presidente Maximiliano Montenegro.

El paso apresurado de su mano derecha lo deja muy claro cuando a pasos agigantados casi corriendo llega hasta la puerta de la oficina de presidencia para informar lo que a su parecer puede ser una hecatombe.

Erick rápidamente toca la puerta con lo que recibe el pase por parte de Maximiliano que como siempre está totalmente absorto en su trabajo.

-       ¿Qué pasa Erick?, te dije que no me molestaras en toda la mañana, debo terminar este diseño. – Le recuerda Maximiliano sin siquiera levantar la cabeza de su computadora.

 

-       Lo recuerdo señor, es solo que la información que traigo puede ser muy importante. – Menciona Erick nervioso, pues es completamente consciente de que es más que importante.

 

-       Pues habla rápido entonces, que estoy ocupado. – Responde Maximiliano desinteresado, mientras sus pensamientos solo se centran en el nuevo gran proyecto que está a punto de ganar.

 

Erick puede notar que no tiene ni la más mínima atención de su jefe así que simplemente suelta la noticia.

 

-       La señora dejo la mansión el día de hoy. – Informa lentamente logrando captar la atención de Maximiliano, quien aun así no entiende lo que Erick le quiere decir con eso por lo que inmediatamente refuta

 

-       ¿A qué te refieres con que dejo la mansión?, es lo normal, tiene que salir a trabajar. Erick, ¿de verdad me estas interrumpiendo para esa tontería?, ¿acaso Sofia quería que me dijeras eso por algo en particular? – Pregunta incrédulo de que lo molesten por algo tan tonto.

 

-       No señor, creo que no me hice entender, la señora se mudó el día de hoy, dejo ordenes sobre el manejo de la casa y de sus cosas y se marchó con una maleta y algunas cosas, dijo que lo demás podían disponerlo como mejor les pareciera. – Explica claramente Erick esta vez para que su jefe entienda la situación.

 

-       ¿Qué? – Exclama Maximiliano ahora si dejando de lado su computadora para mirar a Erik que siente que en cualquier momento la mirada de su jefe lo puede atravesar entero.

 

-       Así es señor, no se lo dije inmediatamente porque usted estaba ocupado, además no tenía la información completa, pero la señora Martha su ama de llaves me acabo de confirmar la situación. – Expone Erick despacio.

 

-       ¿Dónde está ahora? – Es lo primero que pregunta Maximiliano al intentar comprender las palabras de su asistente, de pronto una oleada de tensión se apodero de su ser, aunque en ese momento aun no entiende de que se trata, en los próximos días averiguara que significan ese y otros sentimientos de los cuales hasta ahora no tenía ni idea que existían.

 

-       Se… señor, la verdad es que aún no lo sé. – Responde tembloroso Erick, pues apenas hace un momento envió personas a buscar a la señora.

 

-       ¿Cómo no lo sabes?, pregúntale a su seguridad. – Ordena Maximiliano como si fuera lo obvio, pero justamente ahí está el problema por lo que Erick tiene que recordarle la situación.

 

-       Señor, la seguridad de la señora no tiene nada que ver con nosotros, no sé si lo recuerda, pero usted dijo que ella contrataría su propia seguridad ya que a usted jamás le ha importado ni la seguridad, ni el paradero de la señora. – Dice Erick recordando las palabras de su jefe de hace casi 2 años.

 

-       ¿Qué rayos? – Exclama Maximiliano recordando que efectivamente él dijo algo como eso, pero fue por la conversación que tuvo la noche anterior con su esposa. Pero volviendo al momento ordena rápidamente. – Ve inmediatamente a averiguar donde esta, quiero la información para ayer, así que más vale que te apresures.

 

-       Si señor de inmediato. – Responde rápidamente Erick para irse a cumplir con las ordenes de su jefe.