Sofia se ha quedado muda con las palabras de Maximiliano, ¿marido?, de verdad de su boca salió esa palabra, ella sinceramente no lo puede creer, así que haciendo uso de todo su valor plantea sus razones claramente.
- Señor Montenegro, al parecer por estar tan absorto en sus asuntos no se percató de que el tiempo pactado en el contrato expiro, así las cosa ya no soy la señora Montenegro, ni usted tampoco mi marido, entiendo que esto era lo que usted más ha deseado en estos dos años, ahora es libre, ya no tendrá que luchar contra su familia, ni renunciar a su amado puesto, es libre señor Montenegro. – Expone tranquilamente Sofia con una sonrisa pesada, pero también con un peso menos de encima, ahora se siente ligera pies ya no está amarrando a alguien a su lado. Cada palabra de Sofia impactaba directo en el pecho de Maximiliano, quien de verdad no se había percatado que los dos años ya pasaron, quizás porque en realidad para el su matrimonio no importaba en lo más mínimo o por el contrario porque ese tiempo pactado no era relevante para él, justo en ese momento no supo que decir, Sofia tenía toda la razón en cada una de sus palabras, pero él no lo quería admitir, además él también tenía sus razones, sin embargo sabiendo que era una batalla que no podía ganar jugo con otra estrategia. - Hablemos en persona, esto es un tema serio, te espero en casa mañana, buenas noches. – Dictamino Maximiliano para colgar. Sofia se quedó muda y Valentina que estaba escuchando todo también, pero para ella las cosas eran un poco más claras, Valentina los conoce a los dos desde niños, aunque no entiende bien que fue lo que paso, pero debió ser hace unos 8 años cuando de un momento para otro Maximiliano se alejó completamente de Sofia y desde entonces cada que ella se acercaba era un desplante lo que recibía de su parte, lo que hizo que poco a poco Sofia de desilusionará y terminara alejándose de él también. - ¿Pero que rayos le está pasando a este idiota? – Grita de pronto Sofia asuntando a su amiga por lo repentino de la acción. - Sofí cálmate. – Dice Valentina intentando utilizar las palabras correctas, pues, aunque a Sofia no le guste en realidad siente que Maximiliano tiene algo de razón y ella debe llevar a entender a su querida amiga. – De hecho, creo que el tonto no está del todo mal, pues es cierto que el matrimonio y el divorció son un tema serio y deberían hablarlo en persona. – Dice Valentina lentamente, viendo como la expresión de Sofia se convierte en ira total. - ¿Qué?, me estás diciendo que después de dos años de matrimonio donde me ignoro olímpicamente, ahora me debo sentar con él para tener una plática sobre nuestro divorcio que ya estaba más que acordado. – Casi está gritando Sofia mientras camina de un lado para el otro, manoteando. Valentina entiende perfectamente lo que su amiga está diciendo, pero siendo objetivos ella hizo lo mismo con su actual esposo, es posible que si se hiciera un concurso de quien ignoro más a quien seguro hasta podrían empatar. - Amiga tienes toda la razón sí. – Dice Valentina conciliadora. – Pero tú tampoco es como que te acercaste a él. – Agrega rápidamente. - Valentina, dime ahora eres mi amiga o de él, ¿Por qué ahora lo están defendiendo? – Cuestiona Sofia ofendida. - Amiga no lo defiendo, es solo que como tu abogada y mejor amiga debo ser objetiva. – Dice Valentina con calma. – Ven siéntate. – Le hace un lado en el mueble donde está sentada, haciendo que de mala gana Sofia se siente a su lado. – Linda créeme yo soy la primera en estar feliz que tu salgas de ese lugar porque sé que no eres feliz y pensé que definitivamente Maximiliano te veía como parte de la decoración y no le importabas para nada, pero hoy me ha dejado claro que no es así, por lo menos te da el respeto suficiente para querer que hablen cara a cara de la situación y eso me parece lo correcto. Sofia se recuesta sopesando las palabras de su amiga y es verdad que tienen algo de razón, pero ella no quiere verlo, ¿Qué pasa si su determinación mengua después de hablar con él?, ella no quiere que eso suceda, ella solo quiere cerrar los ojos y hacer como que nada de eso sucedió, ¿Por qué hacerlo más complicado? Valentina puede ver la nube de pensamientos, sentimientos y emociones que atacan a su amiga en ese momento por eso le da su mejor consejo. - Sofí, te entiendo de verdad, pero creo que lo mejor es que cierres el ciclo bien y lo mejor para hacerlo es que hables con Maximiliano, así dejaran todo claro y ya asunto olvidado, amiga. – Dice Valentina, aunque en realidad ella no está segura de ello.Por su parte Maximiliano esta embargado de muchos sentimientos que hacía años había decidido enterrar en lo más profundo de su ser, pero que ahora si como de una tormenta se tratara nuevamente atacaban con más fuerza y sin saber bien cómo manejarlos solo pudo llamar a su mejor amigo.- Vaya amigo, ¿a qué debo el honor de tu llamada a esta hora? – Responde con una sonrisa Rafael, pues siempre es así risueño, animado y cariñoso. - ¿Te apetece una copa? – Pregunta Maximiliano tranquilo, aun cuando un remolino de emociones lo embargan en ese momento. - Claro amigo, en el lugar de siempre. – Responde Rafael, pues puede sentir que algo no está bien con su amigo, ya era muy raro que lo llamara tan tarde, además su tono era algo preocupante, Maximiliano siempre era muy parco y sus emociones normalmente eran tranquilas al igual que su tono, así que determina que algo le debió pasar y una sospecha pasa por su mente, nadie más
Un nuevo día llego y con ello un sinfín de emociones para muchas personas, especialmente para Sofia y Maximiliano que se levantaron muy temprano, este día no era uno cualquiera, pues se determinarían muchas cosas o eso es lo que ellos creen, pero el universo tenía otros planes.- Amiga si sabes que es sábado, ¿Por qué te levantaste tan temprano? – Pregunta una somnolienta Valentina que no puede entender cómo es que Sofia que le encanta dormir hasta muy tarde, esta levantada a las 6 de la mañana haciendo ruido por toda la casa. - Bueno quería hacer un poco de ejercicio para empezar el día. – Explica Sofia que efectivamente lleva ropa deportiva, pero esa excusa no se la pasa Valentina que la conoce muy bien, aun así, decide salvaguardar la dignidad de su amiga y darle un empujón. - Ah, ya veo, de todas formas, creo que no es momento de hacer ejercicio lo mejor será que te prepares para ir a la que aún es tu casa para h
- ¿Has podido averiguar algo nuevo? – Pregunta Lorena cruzando su pierna elegante mientras toma un café en un hermoso lugar, con la mirada fija en su acompañante.- No, la verdad que no, solo rumores, pero nada confirmado, Sofia sigue siendo la vicepresidente de Corporación Montenegro y no hay nadie que confirme que los haya visto discutir o tratarse mal. – Responde con frustración Saul- Eso no significa nada, aun no entiendo cómo es que terminaron casándose cuando habíamos logrado romper su vínculo y alejarlos completamente. – Recuerda con absoluta molestia Lorena, su magnífico plan había funcionado muy bien, pero no sabe cómo es que al final el resultado fue completamente inesperado.- Es verdad, yo aun no elimino del todo la posibilidad de que haya sido por negocios, desde su matrimonio los Montenegro han podido intervenir en Industrial Villareal y respaldar a Sofia, sin importar que ella aún no ha tomado su lugar en la empresa. – Expone Saul, lo que deja p
Antes de que Sofia y Maximiliano puedan procesar la noticia, la voz de Sebastián llega a sus oídos.- ¿Cómo están mis queridos nietos? – Saluda alegre el abuelo entrando al estudio, con total confianza como si de su casa se tratara y ¿Por qué no hacerlo? Si, de todas formas, nadie lo detendría.- Abuelo, no esperábamos tu visita el día de hoy. – Dice Maximiliano agradeciendo al cielo en su corazón, nunca había estado tan contento de que su abuelo lo visitara, aunque lo quiere mucho, él siempre ha sido muy independiente, además de algo frio e indiferente tanto así que sus padres viven en el extranjero desde hace unos años y el solo los visita cuando tiene algún viaje de negocios, nada es más importante para Maximiliano que su trabajo, bueno por ahora.- Abuelo Sebastián, ¿Cómo estás?, me alegra mucho verlo, ¿Por qué no nos avisaste que venías? – Se apresura a saludar Sofia, levantándose para recibirlo y guiarlo al mueble que está dentro del estudio, Sebastián siempre
- ¿Puedes parar de reírte? – Pregunta un exasperado Maximiliano que ha estado escuchando como Rafael se ha estado riendo de el por más de media hora.- Perdón amigo, pero es que, dime a ti, ¿Quién te entiende? – Se trata de excusar Rafael, mientras intenta con todas sus fuerzas contener la risa que le produce escuchar lo que le cuenta Maximiliano a su parecer todo eso es muy divertido, es de no creer el señor Sebastián.Maximiliano solo niega ante los intentos fallidos de su amigo por no seguir riéndose, pero a decir verdad es que él tampoco se entiende, de verdad que por un momento estuvo muy agradecido por la repentina y justa llegada de su abuelo a la mansión, sin embargo, después de decirles el asunto importante que lo llevo allí, ya no supo cómo reaccionar, lo peor de todo es que aun en contra de su razonamiento, esa noticia lo hizo feliz.- En fin, Max no fuiste tu quien me dijo antes que aun cuando ya ibas a ser libre de ese matrimonio y de toda responsabilida
Por su parte Sofia está en su oficina, desde que llego esta solo ahí sentada mirando a la nada, aún no termina recuperarse de todas las emociones del fin de semana, esto hasta que su teléfono suena sacándola de su ensoñación.Al revisar es Valentina quien llama, por lo que se apresura a responder.- Si, hola. – Habla Sofia.- ¿Ya te recuperaste? – Pregunta Valentina, pues no supera la escena del sábado, cuando Sofia volvió de su encuentro con Maximiliano. Sofia parecía completamente fuera de si estaba pálida y ella no supo cuando tiempo estuvo viendo como Sofia camina de un lado para otro, luego se sentaba, volvía a levantarse, iba a la cocina se servía un vaso de agua, luego caminaba a la habitación sacaba su maleta, al segundo se arrepentía y la volvía a guardar, para volver al inicio y repetir el proceso un sinfín de veces. Al final Valentina se vio en la obligación de detenerla, para cuestionar su estado.Flashback- Me vas a decir, ¿Qué fue lo que paso?, ¿Cómo e
- Señor Sebastián, está muy feliz esta mañana, que sus nietos vengan a pasar un tiempo con usted lo tiene muy contento. – Señala Ana, quien es la ama de llaves de la antigua mansión Montenegro que lleva más de 30 años trabajando en esa casa, desde que vivía la difunta esposa de Sebastián.- Así es mi querida Ana, ¿ya está todo listo para recibirlos? – Pregunta un emocionado Sebastián.- Si señor, la habitación y todo está listo, pero ¿Cómo hizo para convencerlos?, por lo general ellos están muy ocupados. – Cuestiona Ana que los conoce a ambos desde que nacieron, ella mejor que nadie sabe cómo es su relación, además que el hecho de que Maximiliano no es de vivir con alguien más.Lo curioso de todo es que Sebastián al escuchar esa pregunta solo pudo soltar una gran carcajada que intrigó a Ana, porque no entiende que tiene de graciosos su pregunta, lo que ella no sabe es que para Sebastián fue realmente divertido verlos, pues él estaba preparado para utilizar cualquier
La mañana paso más rápido de lo que Sofia esperaba, aun cuando le costó mucho concentrarse, tenía mucho trabajo pendiente ya que se había tomado el día libre el viernes, así que debía ponerse al día.Ella seguía completamente absorta en su trabajo por lo que ni siquiera escucho el toque en su puerta, solo se percató cuando escucho una voz.- Vicepresidenta, ¿necesita algo más?, ¿quiere que le pida el almuerzo? – Pregunta Natalia, quien es la mano derecha de Sofia, no quería interrumpirla pues sabe mejor que nadie que tiene muchos pendientes, sin embargo, es algo tarde y ella aún no ha almorzado por lo que Natalia se preocupó.Al escuchar a Natalia, Sofia mira su reloj dándose cuenta que ya son casi las dos de la tarde, con razón su asistente se ofreció a pedir su almuerzo piensa.- Te lo agradezco Natalia, ¿tú ya comiste? – Pregunta Sofia pues cuando ella se queda en la oficina generalmente Natalia también lo hace.- Estaba a punto de salir para hacerlo. – Responde N