Por su parte Maximiliano esta embargado de muchos sentimientos que hacía años había decidido enterrar en lo más profundo de su ser, pero que ahora si como de una tormenta se tratara nuevamente atacaban con más fuerza y sin saber bien cómo manejarlos solo pudo llamar a su mejor amigo.
- Vaya amigo, ¿a qué debo el honor de tu llamada a esta hora? – Responde con una sonrisa Rafael, pues siempre es así risueño, animado y cariñoso. - ¿Te apetece una copa? – Pregunta Maximiliano tranquilo, aun cuando un remolino de emociones lo embargan en ese momento. - Claro amigo, en el lugar de siempre. – Responde Rafael, pues puede sentir que algo no está bien con su amigo, ya era muy raro que lo llamara tan tarde, además su tono era algo preocupante, Maximiliano siempre era muy parco y sus emociones normalmente eran tranquilas al igual que su tono, así que determina que algo le debió pasar y una sospecha pasa por su mente, nadie más tiene el poder de descontrolar las emociones de Maximiliano Montenegro que ella Sofia Villareal. Unas horas después, Maximiliano y Rafael están sentados en la barra de un elegante bar, tomando una copa, la expresión de Maximiliano es indescifrable, hasta para Rafael que es su mejor amigo. - ¿Todo bien? – Se atreve a preguntar Rafael después de varias copas. - Sinceramente no lo se. – Responde Maximiliano pensativo. - Me quieres contar, tal vez te pueda ser de ayuda. – Sugiere Rafael. - Sabes el porqué de mi matrimonio no es así. – Dice de pronto Maximiliano después de un largo silencio. - Claro que sí, tu abuelo te lo pidió como favor, además querías ayudar a Sofia. – Responde Rafael con tacto, como lo temía todo se trataba de Sofia. - Así es, esa era mi intención, por lo que realmente no tenía que preocuparme por un matrimonio por contrato, ¿no es así?, ella también lo dejo claro justo después de la boda, cada uno seguiría con su vida normal. – Recuerda Maximiliano, cambiando su tono por algo de disgusto, pero recomponiéndose rápidamente. - Cierto. – Reconoce Rafael. - Entonces, ¿por qué ahora que pasaron los dos años, y como Sofia misma lo dice seré libre, no estoy tranquilo y no me siento libre?, al contrario, un gran peso se ha instalado en mi corazón desde esta mañana cuando Erick me dijo que Sofia se había de la casa matrimonial. Esa noticia si sorprendió a Rafel, no creyó que la situación fuera tan grave, ¿Sofia se había ido?, ¿Por qué?, pero rápidamente comprendió las palabras de su amigo, claro el terminó de dos años había pasado, era hora de despedirse y Sofia había tomado la iniciativa tal cual como cuando se casaron y dejo clara la situación. No era de sorprenderse así era Sofia determinada, cuando tomaba una decisión era firme. Por lo que está preocupado, lamenta que Maximiliano no haya comprendido a tiempo y que haya tenido que esperar a que nuevamente sea Sofia quien toma las riendas. - Max, amigo mío, la respuesta a esa pregunta solo una persona en el mundo te la puede dar y ese eres tú mismo, así que te aconsejo que lo pienses bien, no puedes cometer los mismos errores del pasado, hablando se entiende da gente, ¿sabías? – Le sonríe Rafael, de verdad quiere que Maximiliano haga las cosas bien y el aún tiene dudas de lo sucedido en aquel entonces y lo ideal sería aclarar las cosas ahora. - Quizás tengas razón. – Afirma Maximiliano pidiendo una copa más, Rafael siempre ha sido un buen amigo, en aquel entonces fue el también quien le aconsejo que debía hablar con Sofia, pero no le hizo caso, después cuando surgió lo del matrimonio nuevamente Rafael hablo con el diciéndole que conversara con Sofia, pero otra vez no escucho, así que sabe que llego el momento de escuchar a su sabio amigo. Los dos tomaron unas copas más y se fueron, pues Maximiliano recibiría la visita de Sofia en la mañana y debía pensar muy bien lo que tenía que decirle. Por lo que paso su noche en blanco y no era el único Sofia también estuvo toda la noche dando vueltas en su cama, sin saber que le esperaba de esa conversación con Maximiliano. Sería un adiós definitivo o ¿no?Un nuevo día llego y con ello un sinfín de emociones para muchas personas, especialmente para Sofia y Maximiliano que se levantaron muy temprano, este día no era uno cualquiera, pues se determinarían muchas cosas o eso es lo que ellos creen, pero el universo tenía otros planes.- Amiga si sabes que es sábado, ¿Por qué te levantaste tan temprano? – Pregunta una somnolienta Valentina que no puede entender cómo es que Sofia que le encanta dormir hasta muy tarde, esta levantada a las 6 de la mañana haciendo ruido por toda la casa. - Bueno quería hacer un poco de ejercicio para empezar el día. – Explica Sofia que efectivamente lleva ropa deportiva, pero esa excusa no se la pasa Valentina que la conoce muy bien, aun así, decide salvaguardar la dignidad de su amiga y darle un empujón. - Ah, ya veo, de todas formas, creo que no es momento de hacer ejercicio lo mejor será que te prepares para ir a la que aún es tu casa para h
- ¿Has podido averiguar algo nuevo? – Pregunta Lorena cruzando su pierna elegante mientras toma un café en un hermoso lugar, con la mirada fija en su acompañante.- No, la verdad que no, solo rumores, pero nada confirmado, Sofia sigue siendo la vicepresidente de Corporación Montenegro y no hay nadie que confirme que los haya visto discutir o tratarse mal. – Responde con frustración Saul- Eso no significa nada, aun no entiendo cómo es que terminaron casándose cuando habíamos logrado romper su vínculo y alejarlos completamente. – Recuerda con absoluta molestia Lorena, su magnífico plan había funcionado muy bien, pero no sabe cómo es que al final el resultado fue completamente inesperado.- Es verdad, yo aun no elimino del todo la posibilidad de que haya sido por negocios, desde su matrimonio los Montenegro han podido intervenir en Industrial Villareal y respaldar a Sofia, sin importar que ella aún no ha tomado su lugar en la empresa. – Expone Saul, lo que deja p
Antes de que Sofia y Maximiliano puedan procesar la noticia, la voz de Sebastián llega a sus oídos.- ¿Cómo están mis queridos nietos? – Saluda alegre el abuelo entrando al estudio, con total confianza como si de su casa se tratara y ¿Por qué no hacerlo? Si, de todas formas, nadie lo detendría.- Abuelo, no esperábamos tu visita el día de hoy. – Dice Maximiliano agradeciendo al cielo en su corazón, nunca había estado tan contento de que su abuelo lo visitara, aunque lo quiere mucho, él siempre ha sido muy independiente, además de algo frio e indiferente tanto así que sus padres viven en el extranjero desde hace unos años y el solo los visita cuando tiene algún viaje de negocios, nada es más importante para Maximiliano que su trabajo, bueno por ahora.- Abuelo Sebastián, ¿Cómo estás?, me alegra mucho verlo, ¿Por qué no nos avisaste que venías? – Se apresura a saludar Sofia, levantándose para recibirlo y guiarlo al mueble que está dentro del estudio, Sebastián siempre
- ¿Puedes parar de reírte? – Pregunta un exasperado Maximiliano que ha estado escuchando como Rafael se ha estado riendo de el por más de media hora.- Perdón amigo, pero es que, dime a ti, ¿Quién te entiende? – Se trata de excusar Rafael, mientras intenta con todas sus fuerzas contener la risa que le produce escuchar lo que le cuenta Maximiliano a su parecer todo eso es muy divertido, es de no creer el señor Sebastián.Maximiliano solo niega ante los intentos fallidos de su amigo por no seguir riéndose, pero a decir verdad es que él tampoco se entiende, de verdad que por un momento estuvo muy agradecido por la repentina y justa llegada de su abuelo a la mansión, sin embargo, después de decirles el asunto importante que lo llevo allí, ya no supo cómo reaccionar, lo peor de todo es que aun en contra de su razonamiento, esa noticia lo hizo feliz.- En fin, Max no fuiste tu quien me dijo antes que aun cuando ya ibas a ser libre de ese matrimonio y de toda responsabilida
Por su parte Sofia está en su oficina, desde que llego esta solo ahí sentada mirando a la nada, aún no termina recuperarse de todas las emociones del fin de semana, esto hasta que su teléfono suena sacándola de su ensoñación.Al revisar es Valentina quien llama, por lo que se apresura a responder.- Si, hola. – Habla Sofia.- ¿Ya te recuperaste? – Pregunta Valentina, pues no supera la escena del sábado, cuando Sofia volvió de su encuentro con Maximiliano. Sofia parecía completamente fuera de si estaba pálida y ella no supo cuando tiempo estuvo viendo como Sofia camina de un lado para otro, luego se sentaba, volvía a levantarse, iba a la cocina se servía un vaso de agua, luego caminaba a la habitación sacaba su maleta, al segundo se arrepentía y la volvía a guardar, para volver al inicio y repetir el proceso un sinfín de veces. Al final Valentina se vio en la obligación de detenerla, para cuestionar su estado.Flashback- Me vas a decir, ¿Qué fue lo que paso?, ¿Cómo e
- Señor Sebastián, está muy feliz esta mañana, que sus nietos vengan a pasar un tiempo con usted lo tiene muy contento. – Señala Ana, quien es la ama de llaves de la antigua mansión Montenegro que lleva más de 30 años trabajando en esa casa, desde que vivía la difunta esposa de Sebastián.- Así es mi querida Ana, ¿ya está todo listo para recibirlos? – Pregunta un emocionado Sebastián.- Si señor, la habitación y todo está listo, pero ¿Cómo hizo para convencerlos?, por lo general ellos están muy ocupados. – Cuestiona Ana que los conoce a ambos desde que nacieron, ella mejor que nadie sabe cómo es su relación, además que el hecho de que Maximiliano no es de vivir con alguien más.Lo curioso de todo es que Sebastián al escuchar esa pregunta solo pudo soltar una gran carcajada que intrigó a Ana, porque no entiende que tiene de graciosos su pregunta, lo que ella no sabe es que para Sebastián fue realmente divertido verlos, pues él estaba preparado para utilizar cualquier
La mañana paso más rápido de lo que Sofia esperaba, aun cuando le costó mucho concentrarse, tenía mucho trabajo pendiente ya que se había tomado el día libre el viernes, así que debía ponerse al día.Ella seguía completamente absorta en su trabajo por lo que ni siquiera escucho el toque en su puerta, solo se percató cuando escucho una voz.- Vicepresidenta, ¿necesita algo más?, ¿quiere que le pida el almuerzo? – Pregunta Natalia, quien es la mano derecha de Sofia, no quería interrumpirla pues sabe mejor que nadie que tiene muchos pendientes, sin embargo, es algo tarde y ella aún no ha almorzado por lo que Natalia se preocupó.Al escuchar a Natalia, Sofia mira su reloj dándose cuenta que ya son casi las dos de la tarde, con razón su asistente se ofreció a pedir su almuerzo piensa.- Te lo agradezco Natalia, ¿tú ya comiste? – Pregunta Sofia pues cuando ella se queda en la oficina generalmente Natalia también lo hace.- Estaba a punto de salir para hacerlo. – Responde N
- Es cierto, perdóname no pude asistir a su boda, estaba afuera por negocios, aunque creo que hubiera sido un poco incomodo debido a nuestra historia. – Menciona Lorena, para luego poner expresión avergonzada como si no quisiera decir lo que dijo. – Lo siento, a veces digo cosas de más, ¿para qué hablar del tema?, obviamente éramos más jóvenes ahora el pasado es pasado, ¿no es así? – Consulta Lorena amable.Sofia solo sonríe respondiendo a su falsa amabilidad sabiendo que no podrá librarse de ella tan fácil.- Por supuesto, el pasado es pasado, ni siquiera vale la pena mencionarlo. – Dice Sofia manteniendo su sonrisa tan así que está segura que en cualquier momento le van a doler los labios por tanta hipocresía.- Pero querida veo que vas de salida, así que no te quito más tiempo, pasare a saludar a Maximiliano. – Anuncia Lorena divertida. Esas palabras sin que Sofia lo quiera, logran tocar una fibra en ella que pensaba ya había controlado, pero al parecer estaba mu