Un nuevo día llego y con ello un sinfín de emociones para muchas personas, especialmente para Sofia y Maximiliano que se levantaron muy temprano, este día no era uno cualquiera, pues se determinarían muchas cosas o eso es lo que ellos creen, pero el universo tenía otros planes.

-       Amiga si sabes que es sábado, ¿Por qué te levantaste tan temprano? – Pregunta una somnolienta Valentina que no puede entender cómo es que Sofia que le encanta dormir hasta muy tarde, esta levantada a las 6 de la mañana haciendo ruido por toda la casa.

 

-       Bueno quería hacer un poco de ejercicio para empezar el día. – Explica Sofia que efectivamente lleva ropa deportiva, pero esa excusa no se la pasa Valentina que la conoce muy bien, aun así, decide salvaguardar la dignidad de su amiga y darle un empujón.

 

-       Ah, ya veo, de todas formas, creo que no es momento de hacer ejercicio lo mejor será que te prepares para ir a la que aún es tu casa para hablar con Maximiliano, entre más rápido lo hagas mejor, ¿no es así? – Comenta Valentina sin mucho interés, mirando hacia otro lado.

 

-       ¿Tu crees?, bueno la verdad es que no quiero ir, pero creo que tienes razón, cuanto antes mejor, así que me iré a preparar, ya vuelvo. – Dice Sofia para irse rápidamente a su habitación y prepararse para salir.

 

Valentina por su parte solo puede sonreír y negar con la cabeza, de verdad que Sofia actúa como si lo hiciera por ella, cualquiera le creería que no quiere salir corriendo a ver a su todavía esposo.

Por su parte Maximiliano ya está desayunando, él siempre se levanta muy temprano, aun cuando es sábado, pues normalmente va a la oficina o al club, pero este día es diferente ya que debe esperar a Sofia y como no se le ocurrió la brillante idea de confirmar una hora, tendrá que esperar hasta que ella decida ir.

Pero él sabe perfectamente que Sofia no suele madrugar los fines de semana, así que supone no será sino hasta la tarde que ella llegue, por lo que sin más que hacer decide irse a su estudio a trabajar mientras pasa el tiempo, aunque para su parecer ese día está pasando demasiado lento pues ve el reloj y apenas son las 7 de la mañana y el esta levantado desde las 5.

-       Sofí espera, desayuna antes de irte. – La detiene Valentina pues ella ya iba en la puerta, claro sin ningún afán, ni ganas de ir.

 

-       No me tardare, desayunare cuando vuelva. – Dice Sofia, pero Valentina la mira como diciendo que lo mejor es que se siente y coma.

 

-       Fue tan buena amiga de prepararte desayuno, aun cuando es extremadamente temprano, para enviarte a la batalla bien alimentada y así es como me agradeces. – Dice Valentina seria.

 

-       Está bien, desayuno antes de salir, muchas gracias mi querida y linda amiga. – Sonríe Sofia sentándose junto a su amiga en la mesa.

 

Valentina decide hablar con Sofia sobre temas triviales como su trabajo y los casos en los que está trabajando últimamente, esto con el fin de distraerla y pueda disfrutar su desayuno, pues se ha percatado de lo ansiosa y nerviosa que esta desde que se levantó y casi puede apostar a que no durmió nada la noche anterior.

-       Muy bien amiga, ahora que me termine el delicioso desayuno que me preparaste, me voy. – Dice Sofia, ahora se siente un poco más segura, mientras hablaba con Valentina se terminó de decir a sí misma que pase lo que pase en esa conversación con Maximiliano ella no va a cambiar sus planes así que no pasa nada, esa visita no es más que un protocolo.

 

-       Mucha suerte. – La despide Valentina, deseando de corazón que esos dos puedan ser honestos con ellos mismos y con el otro, pues luego puede ser muy tarde.

 

Por su parte Maximiliano se la ha pasado revisando el reloj cada cinco minutos o menos realmente no sabe, lo que si es cierto es que no se ha concentrado en nada, su mente está en todas partes y en ninguna, aun cuando fue el quien cito a Sofia, no sabe exactamente que debe decirle cuando ella llegue, pero antes de que tomara una decisión sobre ello, Martha toca la puerta del estudio para informar que Sofia había llegado.