Ashton
Entro mirando a mi alrededor con recelo y un poco distraído con la oscuridad del lugar, donde pequeñas luces de colores me permiten ver a los demás como si fuesen siluetas. Busco un asiento apartado de las personas que me conocen y me recuesto. Las sillas acolchadas son cómodas y pese a los murmullos de las personas emocionadas, se sentiría bien dormirse aquí.
Luces proyectan al frente donde solo se muestran unas gigantes cortinas de color vino; una mujer rubia y muy delgada, vestida con mallas y un moño en el medio de la cabeza se para en frente con un micrófono. Se presenta como la señorita Lassarre y a juzgar por su acento debe ser francesa.
Los aplausos y alaridos de familiares golpean mis oídos y me arrepiento de estar aquí. No entiendo por qué rayos vine, pero me siento ridículo ahora mismo. Saco el pequeño peluche rosa que compré
Lágrimas acarician mi piel, corren desde mis ojos hasta el final de mi mentón; un cosquilleo junto a una leve picazón me provoca el querer rascarme las mejillas. Froto mis manos sobre estas, sintiendo el alivio repartirse en toda el área.Se supone que hoy debería ser un día lindo, puesto que es el cumpleaños de Ashton; yo hasta le compré una linda chaqueta negra como a él le gusta e hice un álbum de fotos de los dos. El escozor en los ojos provoca que frote mi mano sobre este, hipeo por el llanto y me recuesto en la cama.Ashton debe estar enojado, siempre es así cuando llega su cumpleaños. Recuerdo que él suele alejarse más de lo regular, no obstante, yo lo persigo para subirle el ánimo. Una vez, en su cumpleaños número trece, la señora Morris le preparó una fiesta. El resultado sorprendió a todos debido a que cuando él vi
Me acerco espantado y asustado, asimismo mi corazón late con agitación. Toco su pecho ensangrentado y miro mis manos temblorosas.—¡Lo mataste! —La voz de mi madre molesta mis oídos. Tengo tanto miedo. Miro mis manos y están rojas, pintadas de aquel líquido que mancha la camisa azul cielo de mi padre.—¡Nooo! —Me incorporo de golpe, torturado por aquella pesadilla. Mi pecho sube y baja mientras mi cuerpo tiembla; pienso en Melinda y lloro. No podemos estar juntos, ella no se merece a un monstruo como yo.***MelindaCamino junto a Sandra mirando alrededor de este extraño vecindario que por alguna extraña razón se me hace conocido. Nos toca hacer una tarea grupal por lo que hemos quedado en vernos en casa de Karen.—Siento que he estado aquí antes. —
¿Amo a Ashton? O… Es un capricho… ¿Lo amo?Estoy acostada en mi cama, mis lágrimas ruedan por mis mejillas. Ver a Ed muerto fue horrible. Saber que Ron ya no existe es irreal.Hoy como todos los días, vengo de la estación donde se encuentra Ashton quien se niega a verme. Para peores de males, mis padres me prohibieron ir, por lo tanto ya Kim no me acompañará más porque ellos se lo impidieron y como soy menor de edad no me dejan entrar por mi cuenta. Entonces, esta fue mi última visita.Duele mucho no estar junto a él cuando más lo requiere. Ashton… ¿Por qué me alejas? Me necesitas tanto como yo a ti, ¿no entiendes que juntos somos mejores?Me siento debajo del árbol donde enterré a Ed, estar aquí me hace sentir cerca de Ashton. He ido a la casa de los Morris y rogado para que quite
AshtonDos años antes de la graduación:Escucho gritos y salto de la cama; camino por el oscuro pasillo, abro la puerta y me espanto. Lágrimas ruedan por mis mejillas al ser consciente de que mi madre se está haciendo daño.Despierto exaltado y con sudores fríos. Estos dos años han sido difíciles; no obstante, he recuperado casi todos esos recuerdos que suprimí de a poco. Me abrazo a mí mismo y miro la fotografía que posa sobre la mesa. Tomo el portarretrato en mis manos y acaricio el rostro reflejado. La amo tanto que duele, pero ella no se merece a alguien como yo, tal vez algún día podamos estar juntos, tal vez.***—Hola, Ashton. —Natalie me saluda frotando mi hombro derecho, razón por la que respiro agitado por la incomodidad. Aunque he trabajado con mi
"¿Jugamos?"***Toma el desafío y camina lo desconocido. Atrévete y muévete. No te dejes vencer por las dificultades, no te hundas en tus debilidades. Cree en ti y en tu capacidad, no te dejes pisotear.Puertas se cierran, pero otras se abren. Se pierde, pero también se gana y si nunca lo intentas, ¿cómo llegarás a la meta?Sal del confort y lánzate al infinito, sé diferente y explota tu capacidad, ya es hora de volar. Atrévete, muévete, desafíate.🏆Historia ganadora del 1er lugar en la categoría romance de #desafíate2020ra🥇***Hoy es un lindo día, estoy muy feliz porque la señorita Lassarre me dijo que soy talentosa y que cuando sea grande seré una gran bailarina. Hasta me regaló un grandioso g
Dos años después... Estoy muy feliz porque pronto será mi cumpleaños número diez. Mi mami me ha dado las invitaciones de los Morris y, como soy la encargada de entregarlas, voy trotando hacia allá. Toco el timbre y Kimberly abre la puerta. Ella es hermana de Ron y ya es grande. Va a la escuela con nosotros, pero tiene amigos adultos y muy guapos. Ya quiero crecer y tener quince como ella, así mis botoncitos se convertirán en grandes melones y tendré un novio lindo.—Hola, Melinda. —Kimberly me saluda con una gran sonrisa; ella es muy amable y me agrada.—El próximo sábado será mi cumpleaños, ¿vas a venir? —le pregunto muy contenta, puesto que si ella va es probable que invite a su amigo lindo. Si eso sucede, entonces lo sacaré a bailar conmigo y… ¿Quién sabe? Tal vez me d&e
—¡Feliz cumpleaños! —La señora Morris me abraza con euforia.—¡Gracias! Lindo regalo. —Sonrío muy feliz, abrazando la cajita color rosa.—¡Feliz cumpleaños! —Ron y Kim espetan al unísono.—Gracias —respondo con vergüenza y miro al freak—. ¿No me dirás feliz cumpleaños?—Arg... —gruñe como perrito—. Feliz cumpleaños... —Baja la mirada al suelo.—Gracias. —Le abrazo.—¡Oye! —Me espanto cuando el tonto me empuja.—¡Ashton! —La señora Morris lo reprende con preocupación y reclamo en su mirada—. No se trata así a una niña. Pídele disculpas.—Arg... —Vuelve a gruñir fastidiado—. P-Perd&
¡Ah! ¡Es tarde! ¿Por qué me acosté en la madrugada si sabía que hoy tenía un examen? Arg... Pero es que esa serie me enganchó y simplemente no podía dejar de verla.Corro en busca de alguien que me lleve porque obviamente el autobús me dejó. Llevo afán y el aire me falta, a mitad de cuadra busco desesperada y allí está mi salvación. Me extraña que sea Ashton quien esté parqueado frente a los Morris y no Ron.—Sube... —Su voz ronca me detiene de hablar. Este chico es tan mal educado, por lo menos debe saludar.—¡Buenos días, Ashton! Me parece extraño que estés tan tarde aquí si siempre llegas temprano.—Ron se fue antes de la hora acostumbrada a la universidad hoy, así que él no te podrá llevar. Deberías ser más puntual y responsabl