—Hermana, ¡Me voy a casar! ¡Con el heredero Auritz! —
Una sonrisa rota, eso era todo lo que aquella hermosa mujer de cabellos castaños e intensos ojos verdes de esmeralda, podría demostrar como única emoción en aquel momento.
—Mamá, mira mi anillo, es de los mejores diamantes, Cedric no ha escatimado en gastos para darme a mí solo lo mejor —
Tocando aquel sencillo anillo en su mano, anillo que le habían dado como una promesa de amor eterno, la mujer sentía su alma destrozarse en miles de pedazos al ver que su propia hermana, aquella que durante aquellos años en que esperó y esperó por el hombre que amaba y había sido su única amiga, su única confidente, presumía el costoso anillo de compromiso que aquel hombre al que ella amaba, le dio para pedirle que fuese su esposa aun sabiendo que ella había estado esperando por él.
—¡Felicidades! Sin duda será una digna esposa para Cedric Auritz, aunque es una lástima, dicen que Cedric era originalmente el novio de la señorita Elianna, pero al final, prefirió a su hermana mayor, debe de ser muy humillante y vergonzoso —
Todos se burlaban de ella, y todos felicitaban a su hermana mayor, Elara Jhonson, quien parecía disfrutar de aquella situación que le estaba destrozando el alma en pedazos, y que, con burla y desprecio, la miraba celebrando su triunfo, aferrada del brazo de ese maldito, que tan solo por interés, había roto aquel juramento de amor eterno que ellos habían hecho seis años atrás. Lagrimas se acumularon en sus hermosos ojos verdes, y sin poder soportarlo más, Elianna Jhonson salía de aquel sitio en donde todos sus sueños, ilusiones y esperanzas, habían caído completamente destrozadas en el suelo.
Seis años había esperado por Cedric Auritz, seis años en que no había visto a nadie más, en que no se había interesado en nadie más. Siempre fiel, y eternamente enamorada, había mantenido intacto aquel juramento que habían hecho después de la muerte de su padre. ¿Por qué Cedric y Elara le hacían esto? ¿Por qué la habían traicionado los dos seres que ella más amaba en el mundo?
Yendo tras ella, Cedric se separó durante un momento de su hermosa prometida, y quien le haría ganar tanto dinero que su hermano, Caleb, jamás podría volver a mirarlo hacia abajo. Alcanzándola en el balcón, observo a la patética figura de su ahora ex novia, de quien se había enamorado, pero que no tenía lo que necesitaba para ser digna de él.
—Elianna, lo lamento, pero sé que vas a comprenderlo —
Girándose, Elianna miró a Cedric, aquel hombre de ojos azules y cabello rubio, no mostraba remordimiento alguno por lo que había hecho. Ella lo sabía, Cedric no era realmente el heredero de los Auritz, ese título, pertenecía a su hermano gemelo, Caleb, a quien Cedric odiaba desde hacia muchos años, por ello, es que la había cruelmente reemplazado por Elara; su hermana era la mayor, y por ende la heredera del imperio comercial Jhonson que su padre había dejado establecido como uno de los más importantes y multimillonarios antes de morir.
—¿Por qué me has hecho esto? Cumplí mi promesa y esperé por ti, tal y como me lo pediste, entonces, ¿Por qué? — cuestiono herida.
—Eso es porque nos hemos enamorado, hermanita, ¿Cómo puedes ser tan egoísta y tan solo pensar en ti? Cedric me ama a mí, y seré yo su única y amada esposa, tú nunca has estado ni estarás a mi nivel, así que será mejor que regreses a la fiesta y pongas buena cara, tus sentimientos son irrelevantes ante mi felicidad, después de todo, siempre me gusta lo que a mi querida hermanita le gusta —
Herida y enfurecida ante aquellas palabras, Elianna arrojó el contenido de su copa sobre el costoso vestido rojo de su hermana mayor, quien, indignada, se quejaba y limpiaba.
—Por supuesto que no estamos al mismo nivel, ¡Yo jamás te haría daño! ¿Cómo pudiste hacerme esto si sabias que yo lo amaba tanto? Pero saben algo, quédense juntos, ¡Hagan lo que quieran! Quédate con él, hermana, si es lo que deseas —
Sacándose aquel anillo de promesa que una vez Cedric le había dado, Elianna lo miro a los ojos.
—Aquí se rompe nuestro juramento, Cedric, nunca fuiste digno de mí, y yo, no necesito a un amor falso ni una promesa falsa, así que, te regreso esto —
Acercándose a ella, Cedric tomo la mano de Elianna, aquella en donde le había colocado aquel anillo de promesa. Sacando de su mano aquella sortija con crueldad, el rubio miró a la castaña directamente a los ojos.
—Ya no necesitas esto, es verdad, así que lo tomare de vuelta, Elianna, me casare con tu hermana porque ella es mejor que tú, y sé que ella será la digna esposa que yo merezco, pero sé que no serás capaz de olvidarte de mí, porque yo soy el único hombre al que amaras toda tu vida, así que, es una lástima que no pueda mantener mi promesa, gracias por esperarme, pero eso, ya no importa —
Arrojando aquel anillo de promesa por el borde de aquel balcón, Cedric y Elara regresaban a la celebración de su compromiso, dejando a una muy herida y rota Elianna, derramando lagrimas amargas ante el dolor de su traición.
Tomando su bolso, la hermosa castaña salía tan rápido como le fuera posible de aquel edificio. Lo había visto, la sonrisa cruel de Elara burlándose de su dolor, así como la mirada de satisfacción en los ojos de Cedric. Ambos sabían que le habían hecho mucho daño, pero a ninguno le importaba. Su propia hermana le había quitado el amor del hombre al que ella amaba, y ese hombre, le había demostrado que realmente nunca la había amado.
—Malditos sean los dos, malditos traidores, les hare pagar caro el precio de su traición —
Corriendo escaleras abajo, finalmente salía del edificio, sin embargo, su larga carrera había dañado seriamente su tacón, y tropezando, violentamente caía sobre el duro asfalto. Su rodilla había comenzado a sangrar, su zapato estaba roto, y su alma, completamente hecha pedazos. Quedándose por un momento allí, humillada, traicionada, y herida, Elianna se abrazó a si misma mientras las lágrimas brotaban con mayor fuerza aún.
—Levántese del suelo, señorita, una dama no debe de mostrar nunca su sufrimiento en público —
—Déjeme sola, y no finja preocuparse por una desconocida —
—Está usted herida, su rodilla está sangrando mucho, y es posible que tenga alguna luxación, la he visto bajas corriendo a toda prisa con esos tacones tan altos, al menos, permítame revisarla y luego, prometo marcharme, permítame ser, un caballero — decía con voz grave y varonil, aquel desconocido.
Un pañuelo azul zafiro, le era ofrecido, y alzando su vista a su benefactor, quien repentinamente la cargo en sus brazos, los ojos verdes de Elianna se encontraron con aquellos azules, diferentes a los de Cedric, y tan hermosos como los zafiros. El cabello rubio, una bien recortada barba, aquellos rasgos tan familiares, no podía estar equivocada.
—¿Tu eres? —
—Caleb, señorita Jhonson, mi nombre es Caleb Auritz —
En el bolsillo de aquel hombre, yacía aquel anillo de promesa que había sido arrojado desde las alturas. Elianna, sin saber que decir, observaba al hermano gemelo del hombre que la había traicionado mientras este, amablemente, le vendaba la rodilla herida dentro de aquella oficina.
—¿Quiere vengarse señorita Jhonson? ¿Desea vengarse de lo que mi hermano, le ha hecho? —
El agua fría recorría su cuerpo, haciéndola temblar levemente. La cafetera hacia aquel molesto sonido, avisando que el café estaba listo. El sol se colaba levemente por la ventana el baño, anunciando el comienzo de un nuevo día…uno más que tendría que sobrevivir. Terminando su ducha matutina, Elianna se vestía; su hermana había convocado a una junta de accionistas sobre algunas decisiones que había que tomarse ahora que se casaría y, tambien, sobre el futuro de la compañía que su padre había dejado.Caminando a la sala, el televisor encendido le provocaba una dolorosa punzada en el corazón que ya tenía bastante herido.“La joven empresaria y multimillonaria Elara Jhonson, ha anunciado formalmente su compromiso con el heredero Cedric Auritz, quien…”La voz de la periodista, se apagaba junto al televisor, y mirando sus tostadas calientes, se preparó una taza de café sin leche. No tenía apetito, ¿Cómo podría tenerlo después de tan cruel canallada que su hermana y ex novio le habían hecho
La selva de concreto pintaba sus calles con la luz amarillenta de las viejas lámparas. Hacia un poco de frio, pero, quizás, al calor de aquel café no se sentía tanto. Mirar aquellos ojos no era sencillo, pues estos eran idénticos a los de Cedric. Caleb Auritz la miraba de manera extraña; le había invitado aquel café diciendo que tenia una propuesta interesante para ella, sin embargo, apenas y había dicho dos monosílabos y se había quedado en silencio; parecía estar meditando para sus adentros. —Disculpe, señor Auritz, pero no ha dicho que es esa propuesta que tiene para mí — dijo con un deje de curiosidad. Caleb miró a aquella joven. Seguía tal cual la recordaba de antaño; tímida, solitaria, aunque en aquellos años, Elianna Jhonson habría hecho cualquier cosa por su hermano. Pronto, se haría público el testamento de su padre, y el necesitaba cumplir con aquella única condición que le habían impuesto. Mirando fijamente a aquella mujer, sonrió. —Dentro de unos meses, se hará público
El ambiente en aquel lugar se sentía tan pesado, que era difícil respirar. Cedric no lograba apartar su vista de Elianna Jhonson mientras se preguntaba si siempre había sido así de bella.—Me encanta tu nuevo estilo, querida, creo que te sienta bastante bien, aunque siempre me has parecido muy hermosa — decía la señora Auritz con sinceridad.Elianna sonrió. La señora Auritz siempre había sido muy amable con ella…aunque Cedric jamás la presento formalmente como su novia. Aquella velada del compromiso de su hermana, ella no había comprendido su reacción, entonces supo que su amado EX, jamás le dijo a su madre que ellos estaban saliendo. Cedric era despreciable.—Gracias, decidí retocarme el cabello, ya me había cansado de parecer oficinista —Elara miraba con odio a su hermana menor ¿Cómo se había atrevido a asistir a aquel desayuno vestida de esa manera? Llevaba un precioso vestido negro que jamás antes le había visto, ¿Acaso le estaba de luto por su boda? Era tanta la rabia que sentía
—Esto es perfecto, desde aquí, Afrodita Corp comienza sus operaciones —Aquel espacio era enorme, de grandes y llamativos ventanales coloridos, que le daban al sitio una chispa de elegancia y distinción que pocos lugares podrían tener.—Bien muchachos, quiero esté lugar completamente reluciente, que no quede siquiera una brizna de polvo — ordenaba Elianna con una enorme sonrisa grabada en su rostro.Pronto, un generoso número de personas, habían entrado junto a herramientas de limpieza, pintura y demás, para comenzar a darle vida a aquel lugar. Mirando con satisfacción, la hermosa castaña se sentía orgullosa de sí misma; había utilizado casi cada dólar de sus cuentas bancarias para aquel proyecto. El sitio era perfecto; justo en el corazón de New York, en donde competiría directamente no solo con las marcas más prestigiosas, si no tambien, con Jhonson Corporation, la empresa fundada por su abuelo, y que ahora se hallaba totalmente en las manos de Elara, su hermana mayor.Sus cuentas t
El viento mecía con suavidad las blancas cortinas de la enorme ventana de su departamento. Aquella zona era preciosa, con una agradable vista a Central Park, y a los edificios mas lujosos de la ciudad. Su mente, sin embargo, no disfrutaba ni de la vista ni del agradable viento de la mañana, pues se hallaba inmersa en sus muchos pensamientos.“Bien, Elianna, desde este momento date por enterada de que te he ofrecido en compromiso matrimonial con Caleb Auritz, quien amablemente ha pedido tu mano en matrimonio...y ni siquiera pienses en negarte; sabes muy bien que solo yo sé en dónde y bajó que resguardo se encuentra el testamento secreto de tu abuelo, y si te niegas a casarte con Caleb Auritz, te juro por la memoria de mi padre que romperé mi promesa y lo sacare antes de la fecha estipulada, y frente a tus ojos, lo haré completamente añicos, ¿Te queda claro? Haré que la última voluntad de tu querido abuelo, ¡No sea cumplida!”Las palabras de su madre resonaban en su mente una y otra vez
Los rostros de Elara y Cedric se habían deformado en una mueca de sorpresa y furia. Y entonces, Elianna, sonrió.—¿C-Compromiso? ¿Qué rayos significa esto Elianna? —Elianna miró el furioso rostro de su hermana mayor y disfruto de aquello enormemente. Había entrado con toda la intención de encarar a Caleb Auritz, pero no podía negar que era demasiado gratificante el ver los consternados rostros de Elara y Cedric.—Es justo como lo escuchas, hermana, hoy celebramos mi compromiso de manera privada, pero daremos una gran fiesta para celebrarlo en sociedad como debe de ser…espero que esto no te cause ningún inconveniente — respondió sonriendo.Por ahora, seguiría el juego, pero luego le haría saber a Caleb Auritz lo que pensaba de él.—Eres una…—Silencio, por favor, pasemos a sentarnos al gran comedor, allí tengo otro anuncio importante que darles — dijo la señora Auritz sintiéndose incomoda por la mala relación entre las hermanas.Caleb, cortésmente llevaba a Elianna de su brazo para gr
El viento entraba gentilmente por el ventanal de su balcón aquella noche, y la hermosa castaña de ojos verdes se dejaba caer sobre la cama. Había sido un día largo y extraordinario, que había logrado dejarla completamente agotada tanto físicamente, como mentalmente. Extendiendo su mano, Elianna miraba aquel anillo en su dedo, era sin duda alguna una joya hermosa y real que se ajustaba perfectamente a su dedo anular, ¿En qué momento aquel hombre había adivinado la medida exacta de su dedo? Quizás, solo había sido un golpe de suerte, y aquel anillo en su mano era la cadena que ahora la ataba a Caleb Auritz, quien de alguna manera había convencido a su madre de forzarla a casarse con él.Había sido divertido, ciertamente, el ver los rostros de Elara y de Cedric llenos de sorpresa, rabia y confusión; no les había caído nada en gracia el saberla comprometida con el gemelo de ese traidor cobarde, y había terminado aceptando aquel inesperado compromiso en gran parte debido a ello, sin embarg
Aquella mañana el olor del café era particularmente delicioso; los panes tostados con mantequilla eran fascinantes, y el viento entraba fresco por su ventanal meciendo gentilmente sus cortinas. El ronroneo de su gato la reconfortaba, y con la vista en su laptop, Elianna miraba todos aquellos absurdos comentarios que la gente hacía de ella en el blog de su hermana mayor.“¿Eh? ¿En serio se ha comprometido con el hermano gemelo de su prometido? ¡Es terrible que lo anuncie después de tu compromiso! ¡Todos vimos lo celosa que estaba en tu fiesta! ¡Seguro lo hace para desquitarse! ¡Te tiene demasiada envidia! ¡Pobre de ti Elara! ¡Con una hermana así de venenosa y envidiosa es mejor no tenerla! ¡No se alegró por ti y ahora quiere robarse la atención! ¡Que mal se ve Elianna Jhonson al comprometerse a propósito para hacer sentir mal a su hermana! ¡Es tan despreciable que realmente cree que es mejor que Elara, pero todos sabemos que no es más que un patito feo que siempre ha envidiado a su her