Tres días después…—En una noticia sorprendente, Eliam Jhonson, hijo del fallecido empresario y multimillonario Eliezer Jhonson, ha aparecido a pesar de haber sido declarado muerto hace más de veinte años en un trágico accidente. La sorprendente historia le ha dado la vuelta al mundo, pues después de que un alto juez en New York abalara todas las evidencias que el propio Eliezer adjuntó en un testamento póstumo, y que diversas pruebas de ADN fueran realizadas por el gobierno para confirmar la identidad, Eliam Jhonson ha recuperado su verdadero nombre y todos sus derechos, se dice que el hombre había vivido todos estos años en México bajo el nombre Héctor Gonzales, el CEO de Atzhiri Corp., pues había perdido la memoria. Además, también se ha revelado que Elianna Jhonson, nunca fue hija de la antigua CEO de Jhonson Corporation y lo es de Eliam Jhonson, Elena Jhonson está envuelta en un escándalo tras el descubrimiento que la implica como la directa responsable junto a su aun esposo Maxi
—Veo que no te has olvidado de tu hermana mayor…oh, es cierto, ni siquiera somos parientes…tu, Elianna, vendrás conmigo sin oponer resistencia, de lo contrario, matare a esta mujer junto a su pequeña hijita… ¿Vas a permitirlo? —Elianna pudo ver que Elara estaba realmente dispuesta a hacer lo que había dicho.—Por favor, Elara, baja esa arma…yo, iré contigo, pero por favor, no lastimes a nadie. —Elara sonrió. — Elianna, mi tonta, tonta y sentimental hermana menor…oh, es cierto, no lo eres… — tomándola con fuerza del brazo, apunto con su arma directamente en el vientre de la castaña. —Si disparo aquí, es probable que no mueras, pero sí que lo hará el bastardo que crece en tu vientre, así que anda, caminaras conmigo hasta tu auto, y luego iremos a los muelles, ¿Te queda claro? —Con lágrimas de horror en sus ojos verdes, Elianna asintió. Saliendo rápido y sin ser vistas, en solo unos minutos llegaron al estacionamiento, para luego subir al auto de la castaña que Elara arranco a toda pr
Tres años después…—¡Eliezer, Carlisle!, ¡Bajen a desayunar! —Caleb dejaba un beso en los labios de su amada esposa que mostraba una hermosa pancita de embarazo.—Vaya, hoy superaste el récord anterior, es la quinta vez que los llamas para que bajen por su desayuno, me pregunto si mañana superaras el récord de hoy — dijo entre risas el rubio que se acomodaba la corbata.Elianna frunció el entrecejo.—No sabía que llevabas cuentas de esto, quizás, la próxima vez deberías ser tu quien los llame, ese par de diablillos no hacen caso a los sirvientes, y ahora tampoco a mí, cuando te lo hagan, veras que no es tan divertido como lo haces ver…al menos espero que Celia, mi pequeña hermosa que pronto llega, no me haga sacar canas verdes junto a ellos. — se quejó.Caleb soltó una risotada. — Oh ya lo veras, si hereda tú mismo carácter, entre los tres de sacaran canas verdes, rojas, azules…de todos los colores, y los pobres niños de su colegio, tendrán que cuidar que no los rosee con gas pimient
—Hermana, ¡Me voy a casar! ¡Con el heredero Auritz! —Una sonrisa rota, eso era todo lo que aquella hermosa mujer de cabellos castaños e intensos ojos verdes de esmeralda, podría demostrar como única emoción en aquel momento.—Mamá, mira mi anillo, es de los mejores diamantes, Cedric no ha escatimado en gastos para darme a mí solo lo mejor —Tocando aquel sencillo anillo en su mano, anillo que le habían dado como una promesa de amor eterno, la mujer sentía su alma destrozarse en miles de pedazos al ver que su propia hermana, aquella que durante aquellos años en que esperó y esperó por el hombre que amaba y había sido su única amiga, su única confidente, presumía el costoso anillo de compromiso que aquel hombre al que ella amaba, le dio para pedirle que fuese su esposa aun sabiendo que ella había estado esperando por él.—¡Felicidades! Sin duda será una digna esposa para Cedric Auritz, aunque es una lástima, dicen que Cedric era originalmente el novio de la señorita Elianna, pero al fi
El agua fría recorría su cuerpo, haciéndola temblar levemente. La cafetera hacia aquel molesto sonido, avisando que el café estaba listo. El sol se colaba levemente por la ventana el baño, anunciando el comienzo de un nuevo día…uno más que tendría que sobrevivir. Terminando su ducha matutina, Elianna se vestía; su hermana había convocado a una junta de accionistas sobre algunas decisiones que había que tomarse ahora que se casaría y, tambien, sobre el futuro de la compañía que su padre había dejado.Caminando a la sala, el televisor encendido le provocaba una dolorosa punzada en el corazón que ya tenía bastante herido.“La joven empresaria y multimillonaria Elara Jhonson, ha anunciado formalmente su compromiso con el heredero Cedric Auritz, quien…”La voz de la periodista, se apagaba junto al televisor, y mirando sus tostadas calientes, se preparó una taza de café sin leche. No tenía apetito, ¿Cómo podría tenerlo después de tan cruel canallada que su hermana y ex novio le habían hecho
La selva de concreto pintaba sus calles con la luz amarillenta de las viejas lámparas. Hacia un poco de frio, pero, quizás, al calor de aquel café no se sentía tanto. Mirar aquellos ojos no era sencillo, pues estos eran idénticos a los de Cedric. Caleb Auritz la miraba de manera extraña; le había invitado aquel café diciendo que tenia una propuesta interesante para ella, sin embargo, apenas y había dicho dos monosílabos y se había quedado en silencio; parecía estar meditando para sus adentros. —Disculpe, señor Auritz, pero no ha dicho que es esa propuesta que tiene para mí — dijo con un deje de curiosidad. Caleb miró a aquella joven. Seguía tal cual la recordaba de antaño; tímida, solitaria, aunque en aquellos años, Elianna Jhonson habría hecho cualquier cosa por su hermano. Pronto, se haría público el testamento de su padre, y el necesitaba cumplir con aquella única condición que le habían impuesto. Mirando fijamente a aquella mujer, sonrió. —Dentro de unos meses, se hará público
El ambiente en aquel lugar se sentía tan pesado, que era difícil respirar. Cedric no lograba apartar su vista de Elianna Jhonson mientras se preguntaba si siempre había sido así de bella.—Me encanta tu nuevo estilo, querida, creo que te sienta bastante bien, aunque siempre me has parecido muy hermosa — decía la señora Auritz con sinceridad.Elianna sonrió. La señora Auritz siempre había sido muy amable con ella…aunque Cedric jamás la presento formalmente como su novia. Aquella velada del compromiso de su hermana, ella no había comprendido su reacción, entonces supo que su amado EX, jamás le dijo a su madre que ellos estaban saliendo. Cedric era despreciable.—Gracias, decidí retocarme el cabello, ya me había cansado de parecer oficinista —Elara miraba con odio a su hermana menor ¿Cómo se había atrevido a asistir a aquel desayuno vestida de esa manera? Llevaba un precioso vestido negro que jamás antes le había visto, ¿Acaso le estaba de luto por su boda? Era tanta la rabia que sentía
—Esto es perfecto, desde aquí, Afrodita Corp comienza sus operaciones —Aquel espacio era enorme, de grandes y llamativos ventanales coloridos, que le daban al sitio una chispa de elegancia y distinción que pocos lugares podrían tener.—Bien muchachos, quiero esté lugar completamente reluciente, que no quede siquiera una brizna de polvo — ordenaba Elianna con una enorme sonrisa grabada en su rostro.Pronto, un generoso número de personas, habían entrado junto a herramientas de limpieza, pintura y demás, para comenzar a darle vida a aquel lugar. Mirando con satisfacción, la hermosa castaña se sentía orgullosa de sí misma; había utilizado casi cada dólar de sus cuentas bancarias para aquel proyecto. El sitio era perfecto; justo en el corazón de New York, en donde competiría directamente no solo con las marcas más prestigiosas, si no tambien, con Jhonson Corporation, la empresa fundada por su abuelo, y que ahora se hallaba totalmente en las manos de Elara, su hermana mayor.Sus cuentas t