- Maldición... trata de contactar con David o Nicholas, ya deben estar en Londres... que nos envíe un auto, avión, helicóptero, un platillo volador... lo que sea.
Repetí mi maldición internamente una vez más. La reunión anual de los mejores cirujanos del planeta estaba a punto de comenzar en unas pocas horas. Sería la primera vez que una mujer daría la conferencia de apertura mostrando los avances de la nanotecnología en los reemplazos de miembros corporales en la primera infancia.
Llevábamos siete años investigando y especializándonos en niños de uno a tres años. Sabíamos que nuestro proyecto funcionaba, ya que habíamos visto cómo mejoraba la calidad de vida de muchos niños. Necesitábamos financiación para seguir adelante, pero debido a este incidente con un borracho, estábamos a punto de perder una gran oportunidad. "Bueno, será otra vez", pensé para mí misma, consciente de que estas oportunidades son únicas en la vida. Mis ojos se llenaron de lágrimas y respiré profundamente.
- Dile al Dr. Ricks...- comencé a decir, cuando mi hermoso desconocido habló, recordándome su presencia.
- Si lo desean, podemos llevarla- interrumpió con esa voz suave y ronca que resultaba casi hipnótica- nos dirigimos a Londres. De todos modos, ya estamos retrasados, así que da igual.
Me giré rápidamente para mirarlo, su expresión seguía igual. Su rostro mostraba una indiferencia que rozaba el aburrimiento. Sus últimas palabras sonaban acusatorias. Sentí el calor subir por mi piel, pero esta vez era enojo. No entendía por qué estaba tan enojada. Quizás su rechazo había calado profundamente en mí. Notaba cómo él se mantenía tranquilo cuando sentía mi cuerpo volverse contra mí ante su proximidad.
- Pero Misha - dijo Mica, pero inmediatamente se calló al ver mi expresión.
- Oye, ustedes van a Londres, por lo que escuché, nosotros vamos hacia allá - insistió levantando las cejas - no seas terca, no entiendo cuál es tu problema.
- Mire, señor... - respondí acentuando la última palabra, haciéndole ver que aún desconocía su identidad.
- Como quieras- contestó interrumpiéndome y dándose vuelta para volver a la ambulancia.
- Bastardo - susurré - Mica, comunícate con David.
- Estoy en eso, pero no contesta - dijo - maldición.
De reojo volví a mirar a los dos hombres. Noté cómo el arrogante trataba a su compañero, tal vez eran pareja. La vergüenza me invadió al pensar en lo tonta que había sido. Parecían discutir, el moreno gesticulaba señalándonos. Bajó de la ambulancia y se acercó. Hoy definitivamente no era mi día.
- No se preocupen - interrumpí, tratando de sonreír mientras Mica abría y cerraba la boca - recuerda hacerte las radiografías para descartar problemas futuros.
- Así lo haré - respondió con su mirada perdida detrás de mí. Oh! Miraba a Mica con mucho interés y mi compañera tampoco disimulaba el suyo. Entonces parecería ser que no eran pareja después de todo. La llamé con la mano para que se acercara.
- Me gustaría presentarle a la Dra. Kross, Micaela Kross - dije mientras intercambiaban saludos.
- Es un placer - susurró - soy Anonn Kongkaeo.
-El placer es totalmente mío - contestó Mica ruborizada casi jadeando.
- Me gustaría devolverle el favor llevándolas a su destino - dijo tomando mi mano acariciándola con el pulgar sin despegar los ojos de Mica.
- Como ya le mencioné a tu amigo "cómo se llame", no queremos demorarlos más - respondí poniendo énfasis en la última palabra, aún con rencor viéndolo negar con la cabeza en el lugar mientras su compañero bufaba - pero gracias de todos modos - terminé intentando esbozar una sonrisa.
- Pero... no es así - murmuró - él no quiso...
- Ella dijo que no, An - interrumpió el mal educado de su amigo - déjalas, ya nos retrasaron lo suficiente.
- ¿Perdón? - reaccioné gritando - ¿usted no se dio cuenta de que fuimos embestidas al igual que ustedes? ¿Qué demonios le pasa?
- Él no quiso decir... - intervino Anonn intentando salvar la cara de su amigo - discúlpelo.
- Vamos, Misha - dijo Mica con desdén lanzándole una mirada venenosa - terminemos de acomodar nuestras cosas y dejemos de causarles problemas a los caballeros.
- Iré a hablar con la policía primero - respondí sin mirarlo - un gusto conocerte, Anonn, no puedo decir lo mismo de usted, Sr.
- Un gusto conocerte, Annon, ojalá hubiera sido en otras circunstancias - escuché decir a Mica mientras me iba. No alcancé a oír la respuesta de él.
Estaba furiosa con ese individuo que me culpaba del accidente. Me sentí herida de alguna manera, ya que había cuidado a su amigo, lo mínimo que podía hacer era ser amable. Sentí un dolor en el pecho y las lágrimas a punto de caer.
Me acerqué al oficial para confirmar el relato de Mica sobre lo sucedido y preguntar si podían llevarnos a un pueblo cercano para tomar un autobús, un uber, cualquier cosa que nos llevara a Londres. Le expliqué nuestra situación mientras las lágrimas recorrían mi rostro. Los eventos de ese día empezaban a pasarme factura.
El sargento Nashville era un hombre de unos sesenta años, se notaba que le gustaba mantenerse en forma. Su mirada dura de color café, sus pómulos marcados y las canas en su cabello solo resaltaban sus facciones rígidas. Era evidente que había sido un hombre guapo en su juventud.
Su seriedad cambió a medida que me escuchaba y sus ojos reflejaron pánico al ver caer la primera lágrima. Inmediatamente propuso llevarnos a Birmingham, donde su hermano trabajaba en una tienda de alquiler de autos.
Agradecida, lo abracé con entusiasmo mientras saltaba de alegría. Vi cómo el alivio invadía su ser. Regresé rápidamente por Mica para compartir la buena noticia. Comenzamos a cargar nuestras pertenencias en el maletero del coche policial. Noté que Annon y su amigo discutían, pero decidí que ya había perdido demasiado tiempo con ellos.
Ante nosotras se presentaba una oportunidad única y no iba a dejarla escapar por un hombre grosero con ojos hermosos y rasgados, aunque fueran los más bellos que había visto en mi vida.
- ¿Por qué diablos eres así? – “An lo reñía por tercera vez hoy" pensé mientras suspiraba. Lo que iba a ser un viaje de esparcimiento terminó convirtiéndose en una pesadilla. Hacía tres semanas recorríamos las carreteras inglesas llenándonos de paisajes que luego An plasmaría en decenas de dibujos. Nos conocíamos desde niños, habíamos asistido a la misma escuela en Bangkok. Nos hicimos amigos con el tiempo y más adelante hermanos. Hacía más de cinco años que trabajábamos juntos. Anonn era un talentoso artista, un pintor natural, había nacido con un don. En ocasiones pasaba días encerrado sin hablar con nadie, solo comía porque me encargaba de llevarle alimentos. Pero al salir de nuevo, los colores de sus nuevos óleos iluminaban la habitación. Sus cuadros empezaron a ganar reconocimiento hace dos años, figuras destacadas del mundo artístico elogiaban constantemente los avances y la exquisitez de los diseños que presentaba. Sus pinturas se volvían cada vez más famosas, lo que dificul
Me acerqué lentamente sin haberme recuperado por completo hasta que me encontré con una escena increíble y me di cuenta de dos cosas. La primera era que la mujer que nos había ayudado no había llegado en ambulancia, sino que era una de las responsables del accidente. La segunda era que me encontraba en medio de una pelea entre una mujer más pequeña y un hombre mucho más grande y pesado que ellas.La mujer pequeña era el opuesto de la doctora. Con su melena rubia recogida en un moño y su cuerpo enfundado en un remerón que le llegaba cerca de las rodillas, que la hacía ver aún más pequeña. Seguí avanzando y me sorprendí cuando, momentos después, Misha derribó al gigante al suelo. "Misha", repetí solo para mi. Su nombre sonaba extraño, exótico, al igual que ella. Aquella mujer me había puesto nervioso y excitado en segundos, y no me gustaba.Aceleré el paso cuando el hombre se levantó lleno de enojo. ¿Qué habrían hecho las dos mujeres para molestarlo tanto? Me coloqué en medio, éramos m
Malasia, abril 2022- Esto debe ser una broma - exclamé al ver la gran mancha de vino tinto en mi vestido blanco Prada, que estrenaba esta noche.Al mirar hacia arriba, me encontré con dos pozos oscuros que fruncían el ceño devolviéndome una expresión sorprendida. Lo observé detenidamente y me di cuenta de que era él. El extraño del año pasado. El hombre sin nombre. Había pasado días tratando de olvidar el incidente, pero meses después, aún recordaba la profundidad de su mirada, la rectitud de su postura y el dolor en el pecho por su rechazo.Y ahora, después de un año, a pocos minutos de recibir un reconocimiento por nuestro arduo trabajo, él había arruinado mi vestido.Su rostro mostraba sorpresa, estupor y vergüenza mientras sus ojos iban de mi vestido a su copa derramada. Sin embargo, nada me preparó para cuando nuestros ojos se encontraron. En un instante vi cómo fruncía el ceño, endurecía la mandíbula y cuadraba los hombros al mirarme con la misma actitud indiferente de la últim
- Misha te estoy hablando- expresó Mica agarrándome del brazo. - Sí Mica, era él en el salón, parece que su única razón de existir es arruinar mi vida- traté de infundir en mi voz un enojo que no sentía. - Ojalá haya venido con su amigo- susurró ella ilusionada. Mica se había quedado impactada con Annon desde el accidente. Trató de localizarlo después de nuestro regreso de Inglaterra. Primero intentó contactarlo a través de los documentos del seguro, solo para descubrir que no había registros de ellos. Todas las pistas llevaban a un bufete de abogados que evitaba las preguntas y nunca daba respuestas claras. Luego lo buscó intensamente en las redes sociales, pero el nombre Annon arrojaba múltiples resultados y ninguno correspondía a él. Este enfoque también resultó inútil. Solo una cosa era cierta, estos hombres eran un enigma. Del amigo ni siquiera sabíamos el nombre, por lo que era imposible rastrear su origen. Después de dos meses, Mica se quedó sin ideas y se dio por vencida.
Se retiró mirándome fijamente. Sonreí y comenzamos a acercarnos de nuevo, pero fue entonces cuando escuché a una mujer gritar muy cerca de nosotros.- Khalam, Khalam cariño, ¿dónde estás? - nos separamos en el momento en el que ella abría la puerta del baño encontrándonos de frente - aquí estás, me dejaste solita - balbuceaba haciendo un falso puchero.En ese instante me percaté de varias cosas. En primer lugar, que la mujer era hermosa, con su cabello negro como la noche perfectamente arreglado, y el vestido verde musgo que se adhería a su cuerpo como una segunda piel. No parecía tener más de veinte años. En segundo lugar, se notaba que había tomado demasiado, balbuceaba cosas sin sentido y su andar era inestable. En tercer lugar, por la expresión sorprendida del hombre misterioso y la forma en que se alejó de mí, supe que era Khalam.Así que ese era su nombre. Después de haber imaginado cientos de nombres, finalmente conocía su identidad. Sin embargo, confirmaba lo que había pensado
¿Qué demonios sucedió? – se preguntaba Khalam al ver salir a las dos mujeres.El anfitrión de la velada, el Dr. Helf, era amigo de mi madre y el médico personal de An. Durante años había estado a cargo de su tratamiento y se encargaba de ajustar su medicación según fuera necesario. Nos había invitado a la gala porque Annon había sido designado heredero del Grupo SOL, convirtiéndose en inversionista y necesitando así conocer los posibles proyectos. Lo que él desconocía era que la responsabilidad de dicha tarea siempre recaía en mí. Mis decisiones eran las que An simplemente firmaba para liberarse y seguir con su pasión por la pintura.Y vaya sorpresa cuando al entrar me encontré con el rostro de perfil de aquella mujer. "Misha", recordaba su nombre, así como sus ojos y su cuerpo. No la había olvidado en todos estos meses. Con ese vestido blanco parecía una diosa y mis manos ansiaban tocarla. Ella no me había visto, así que pude observarla sin levantar sospechas. El maquillaje sutil y e
Bangkok, enero 2023- Dime de nuevo ¿Por qué estamos yendo a ese lugar?- pregunté por milésima vez con desgano.Desde hacía días Mica insistía con la fiesta del Grupo SOL. Si bien se habían transformado en uno de nuestros principales inversionistas, no solíamos asistir a los cumpleaños de sus CEO.Tras la premiación en Malasia, conocimos empresas valiosas que deseaban patrocinarnos. Sin embargo, elegimos aquellas que compartían nuestra visión de mejorar la calidad de vida de los niños, en lugar de solo buscar beneficios económicos.El GRUPO SOL se puso en contacto dos días después del evento. Tenía una reunión programada con un vendedor de insumos en Alemania, por lo que Mica llevó a cabo la negociación. A mi regreso me esperaban buenas noticias. Ellos habían aceptado cada una de nuestra
- Misha, ¿Qué estás haciendo aquí afuera? - preguntó Mica al colocarse a mi lado. - Mica, ¿Por qué tenías tantas ganas de venir hoy? - pregunté con voz firme. - ¿Qué quieres decir? - respondió con inseguridad. - Mira allí abajo- señalé a las personas que acababan de descender de la limusina, evaluando su reacción - observa quiénes bajaron del coche. - Oh - susurró con sorpresa fingida, acomodándose el pelo, como solía hacer cuando estaba nerviosa. En ese momento supe que me había mentido. Sabía que ellos vendrían esta noche. La conocía desde hacía demasiados años, pero no comprendía ¿cómo se enteró de su presencia esta noche? ¿Por qué me lo había ocultado? -Tienes dos minutos para explicarte antes de que me vaya- dije dejando salir el enojo en mi voz. Ella me conocía bien, se jactaba de ser una de las personas que más me conocía en el mundo. Le debía mi vida literalmente. Mica me había rescatado esa horrible noche años atrás. Sabía en qué momento vulnerable me encontraba. Es por