El camino hacia el evento en el museo no estaba siendo nada placentero, la tensión en el aire era tan pesada que a los pasajeros le costaba respirar. Patrice tomó su cuarta copa de champaña, tenía la sensación de que iba a explotar por culpa de ese ambiente tan asfixiante. Miró a Clarisse, quien no paraba de jugar con sus dedos por lo nerviosa que estaba y la entendía muy bien, también fue muy difícil para ella cuando se presentó ante el público cómo amiga del príncipe, aunque ella estaba a punto de develarse cómo la madre de sus descendientes. Por ende, su situación era mucho mayor porque podría ser amada u odiada por las personas cuando sepan quién es y lo que representa en la historia del país.Brion por su parte estaba perdido en el camino, sus ojos no se habían apartado de la ventada desde que arrancaron y es que ni siquiera lo había visto parpadear, él sólo divagaba en sus pensamientos. Antes de subir a la limusina había dado la orden de que los escoltas no se separaran de ellos
—Si esto no es un desafío abierto, entonces no sé qué es —murmuró Carmina, sin apartar la vista de ellos—. No le basta con todo lo que nos ha desafiado en privado, ahora también lo está haciendo en público al traer a esa mujerzuela y presumirla.—Era de esperarse —dijo Zadriel, su voz amargó el aire—. No podíamos esperar que nuestra platica durante la cena tuviese un resultado diferente. Sabíamos que vendría, pero no que traería tal zoológico con él.—Brion siempre ha sido impredecible, pero esta vez es peor. Ha vuelto con algo que no teníamos en cuenta: la simpatía del pueblo —contestó Verona, apretando los labios—. Pero aún es temprano para preocuparnos demasiado. Nada está perdido cuando nosotros tenemos los medios para destruir su imagen, y esta puede ser la noche en la que logremos eso o al menos deshagamos algo del poder que ha ganado últimamente.Dentro del museo, Brion se movía con calma, mientras sostenía a Clarisse a su lado. Ella, sintiéndose como si estuviera en el ojo de
Zadriel ya no pudo permanecer en su lugar, sus ojos fulgurantes de furia contenida. Había subestimado a Brion, y ahora, en un solo movimiento, él había expuesto su autoridad y había dejado en claro que las viejas alianzas ya no lo limitaban. Brion se preparó para decir algo más, sin embargo, Zadriel lo retuvo del brazo y lo miró fijamente.—Tu pequeño acto es conmovedor, sin duda. —su voz sonaba calmada, pero su mirada era de acero—. Aunque espero que hayas considerado todas las implicaciones, querido sobrino. A veces, la verdad es un arma de doble filo.—Estoy muy consciente de eso, duque —replicó Brion con calma—. Pero la verdad también es una herramienta poderosa para la venganza. Y eso es lo que me trae aquí —se zafó de sus garras y sonriente miró al público, ignorando la ardiente mirada de Zadriel—. Queridos invitados, a lo largo de mi vida he cometido errores y he dudado, pero estoy acá ahora para enmendarlo y no estoy solo. Mi familia y yo, y todos los que apoyan mi reinado, es
No era el mejor lugar para tener aquella conversación y tampoco es que hubiera mucho que hablar, pero eso no significaba que la condesa estaba dispuesta a dar por terminada esa charla.—¡¿Y está si es la vida que deseas?! ¡¿Junto a esta…?! —miró con tanto asco y odio a Clarisse que habría sido mucho menos dolorosa una puñalada en un ojo. Todos estaban observando, atentos a lo que estaba ocurriendo, era imposible de creerlo—. Mírate, Brion. ¿Te parece que tiene sentido que estés con alguien de su nivel?—Arlette, para ya. Estás humillándote a ti misma.—¡¿Yo me estoy humillando?! Eso es un gran descaro considerando que te atreviste a romper nuestro compromiso y no te bastó con eso, decidiste aparecer con esta mujerzuela que ha de llevar dentro un bastardo de…No logró terminar de hablar, Clarisse ya no pudo contenerse más y reaccionó con una fuerte bofetada que dejó impactados a todos. La condesa se sostuvo el rostro, sintiendo el ardor en la mejilla derecha y todo lo que podía sentir
Oliver se apresuró a llegar hasta donde Daliah, que se encontraba hablando con un grupo de personas sobre lo que acababan de presenciar. Muchos tenían dudas al respecto, pero más que nada querían saber qué rayos significaba esa división familiar para el reino entero y sus ciudadanos, otros no estaban nada felices con lo que parecían una declaración de guerra contra la princesa. Existían tantos puntos de vista que era tremendamente abrumador.—Disculpen, necesito hablar con mi prometida.Los invitados lo miraron angustiados.—Oh, señor Clermont, lamento mucho que tenga que estar pasando por una situación cómo está. De seguro sus padres han de estar tan impactados cómo nosotros e incluso muy molestos —dijo una mujer regordeta con un vestido que parecía hecho de plumas—. Estoy segura de que usted y la princesa Daliah han de estar muy decepcionados.El rubio le dio una mirada a su pareja.—Oh, señora Melvin, esto ha sido verdaderamente inesperado. Pero la familia real está haciendo lo pos
El aire frío golpeando su rostro e invadiendo sus pulmones era justo lo que necesitaba para calmar todas esas emociones molestas que tuvo recientemente, era lo poco que podría escapar considerando que del otro lado de la puerta de la azotea estaba Elián con cuatro sujetos más.—Clarisse, ¿estás bien? —le preguntó Jeremy al entrar.Su amiga rezongó y agitó el cabello en el aire.—No, no lo estoy. Estoy muy molesta y quiero golpear a alguien.—Entonces no es el mejor momento para hablar, ¿verdad? —la chica le lanzó una mirada feroz—. De acuerdo, todo esto ha sido peor de lo que imaginábamos, ¿qué necesitas que haga?—Sácame de esta fiesta y podré ser feliz.—Eso no sería posible y lo sabes muy bien considerando todo el alboroto y también con la gran seguridad que Brion dispuso para ti. Así que por el momento puedo ayudarte con hablando y siendo un apoyo para que te puedas desahogar —hizo una pausa, esperando que ella diera el primer paso, pero no fue así—. Ya hemos hablado de esto, Clar
Clarisse lo observó, su corazón dividido entre la incredulidad y un deseo desesperado de creerle, así como también de correr a abrazarlo y hundirse entre sus fuertes brazos o darle una tremenda bofetada. Brion le generaba tantas emociones que chocaban unas contra otras, volviendo un lio enorme su mente y cuando creía que todo comenzaba a aclararse, pasaban cosas como estas.El príncipe heredero notó la vacilación en los ojos de su exnovia, y él se sintió inquieto porque a fin de cuentas ella tenía razón en estar enojada con él y con el resto de personas que estaban ahí, también tenía derecho a estar decepcionada porque, aunque él le advirtió que sería difícil, prometió no dejarla sola. Sin embargo, sentía que le había fallado enormemente al no defenderla cómo era debido. Sí, se enfrentó a su familia delante de cientos de personas, dejando en claro la división que había y reveló que sería padre, pero ella igualmente fue herida.Lo que importaba era protegerla y no consiguió hacerlo.Er
En aquella mañana de otoño, familiares y amigos se encontraban reunidos en una iglesia que había sido decorada con flores y listones de color celeste y plata.Los invitados ya estaban en sus asientos, mientras que Jax, el novio, frotaba sus manos con nerviosismo sobre sus pantalones y sus acompañantes estaban allí junto a él, sonrientes y orgullosos por el gran paso que daría.La marcha nupcial captó la atención de todos los presentes que de inmediato se pusieron en pie y miraron hacia las puertas que, al abrirse, mostraron un panorama muy diferente al esperado.Clarisse, quien debía lucir como una hermosa princesa vestida de blanco, entró portando un vestido de coctel ceñido al cuerpo de color rojo escarlata, dejando a todos confundidos.Su cabello azabache estaba recogido elaboradamente en un peinado y sus ojos azules resaltaban con el delineado. En una de sus manos llevaba un portatrajes y en la otra una pequeña caja de terciopelo.Los miembros de la orquesta dejaron de tocar, así