Se sentía cómo un animal que era exhibido en un zoológico. Todos los ojos estaban sobre él a pesar de que el hablaron había sido Macon, quien con la mirada rogaba por perdón. Definitivamente tendría una discusión con su primo sobre mantener la boca cerrada. Parecía que se le olvidó todo el entrenamiento sangriento por el que pasó para saber comportarse.El resto de los presentes esperaban una explicación. Annabeth y Serena no soltarían el tema por más que los otros intentasen desviar la conversación. Sabían que si su primo pedía algo era por lo importante que podría ser, y que fuese precisamente al FBI que se lo pidiera, era una señal.―Perdemos el tiempo ―insistió Oliver―. Mejor sigamos con…―No hasta que Brion o Macon confiesen.―Yo los conozco ―dijo Daliah de repente.―¿Tú? ―dudó Annabeth―. ¿Y por qué fueron con Brion y no contigo? No tiene sentido.―Escucharon lo que dijo Brion durante las entrevistas. Fue porque el niño se perdió en la multitud y él lo encontró, pero yo soy quién
El silencio en la biblioteca a veces podía llegar a ser molesto, o eso es lo que Daliah solía decir siempre, pero para él era perfecto. La calma de ese lugar le recordaba a su madre, muchos de los ejemplares que estaban en las repisas eran de libros que en algún momento leyó con ella cuando era niño.Su madre, lady Geraldine, fue la mujer más humilde, bondadosa y oble que pudiera conocer. Amaba compartir con los ciudadanos cómo si fuese una de ellos, cómo si hubiera nacido en las mismas condiciones, sin un legado familiar, si cumplir expectativas y sin preocuparse por nada más que disfrutar del momento.Ayudaba a todos los que no tenían cómo cuidar de sí mismos y se aseguró de hacerlo todo con las mejores intenciones, sin esperar nada a cambio. Y, aún así, el reino entero y otras ciudades del mundo la amaban por todo el bien que siempre trataba de hacer.Lady Geraldine, la futura reina de Velghary era un símbolo para el cambio, la esperanza y el amor. Cada vez que llegaba a un lugar e
―¡Al fin algo de luz solar directamente en mi rostro! ―celebró el príncipe Macon al bajar del auto―. Realmente esto es algo que necesitaba con locura. Pero, aún no entiendo porqué de repente cambiaste de decisión y nos trajiste hasta acá.Brion se puso los lentes antes de salir y se acomodó el gorro.―Pensé que algo de aire fresco podría ayudar ―dijo sin más.―Nunca fuiste alguien muy flexible.―Las personas cambian, Macon. Tú más que nadie debería saberlo, después de todo luces más cómo un Darren que un Macon.El castaño se quedó ahí parado sin entender las palabras de su primo y el resto avanzó hacia la edificación.―¡Espera! ¡¿Qué se supone que significa eso?! ―exclamo, siguiéndoles los pasos―. ¿Es una especia de clave para algo más o qué?―No es un mensaje en código ―lo miró a los ojos con calma y amabilidad en sus pupilas―. Per ya no eres el mismo que tocó a mi puerta fingiendo ser un viejo amigo para atacarme por la espalda. Tampoco eres tan despreocupado, te interesas por asunt
Los latidos de su corazón llegaron a ser tan ensordecedores que le era imposible oír algo más. La visión se le tornaba borrosa, le era difícil poder enfocarla correctamente en las palabras que estaban impresas ahí. Un nudo enorme se formó en su garganta, el oxigeno casi no llegaba a sus pulmones y debido a eso podía sentir que sus músculos se entumecían.Estaba seguro de que la mujer frente a él seguía hablando, sin embargo, él no reaccionaba de ninguna manera. Se había convertido en un ser de piedra y todo por el papel que estaba entre sus manos.«¿Desde cuándo?»«Tres meses»«No tenía sentido»«Claro que sí»«Estaban ebrios»«No era una garantía de que eso fuese cierto»«No, no, no, no. No tenía nada se sentido»Ellos tuvieron un encuentro en la cafetería y Clarisse lucía normal, no había cambio en su cuerpo, tampoco parecía que ocultara algo. No podía ser verdad, no debía ser cierto.Clarisse no podría estarlo.«Las pruebas están ahí» ―repitió la voz en su cabeza― «No intentes nega
―¡¿Alguno podría decirme donde está Brion?! ―gritó la princesa Daliah al entrar en la mansión y siguió repitiéndolo hasta que se encontró con Seniah y Macon―. ¿Dónde está Brion? Lo he buscado desde hace dos días. No responde mis mensajes, ni mis llamadas. Y sé que no está en el castillo.―Ha estado encerrado en su recamara desde exactamente dos días ―contestó su primo. La mirada la tenía puesta en el jardín mientras sostenía entre sus manos una taza de té recién preparado―. ¿No se te ocurrió preguntar antes?―Estamos hablando de mi hermano. El mismo que desaparece de la nada por sus planes secretos ―refunfuñó la otra―. ¿Por qué se encerró ahí? ¿Hubo algún problema?―Te diré lo mismo que le dije a Annabeth y Thierry cuando preguntaron eso: Valoro mi vida, si quieres saber lo que ocurre, ve a preguntarle tú.―Eres un patán, ¿sabías?―Sí, linda. Todos lo sabemos, ahora ve a sacar a tu hermano de ese lugar.Daliah torció los labios y arrugó la nariz ante la actitud de su primo, pero igual
El vehículo entró a toda velocidad por el estacionamiento privado, se detuvo en seco junto al elevador y corrieron hacia el interior de este. Pasaron los segundos y las puertas se abrieron. Lo primero que vieron fue el piso siendo vaciado por completo, los enfermeros llevaban a los pacientes hacia otras áreas por órdenes de la directiva.Iban de un lado a otro, el bullicio era tremendo y les costó poder identificar un rostro. Fueron hacia el equipo de seguridad que resguardaba una zona con demasiado recelo.―¡Rubén! ―llamó el moreno al alcanzarlos―. ¿Qué está pasando? Peter recibió una llamada y…Se acercó y le susurró en el oído.―No puedo dar muchos detalles. Será mejor que entres, la princesa Daliah te explicará todo lo que ocurre.Fueron guiados por el pelirrojo hasta el interior de una sala privada, ahí se encontraba parte de la familia real. Daliah estaba sentada en la sala de espera con una taza de café entre las manos. El cabello, que siempre lo llevaba perfectamente arreglado
―Vamos, debemos sacar todo esto lo antes posible.El personal del FBI trabajaba en perfecta sincronía para mover los escombros y la basura que quedó esparcida en la recamara. En realidad, tenían que deshacerse de todo allí porque de lo contrario no podrían pasar a la siguiente parte.Mientras unos escogían los escombros, otros se encargaban de limpiar la sangre en el baño. Era un charco carmesí muy grande, algunas partes ya se habían secado y costaba sacarlas, pero tenía lo necesario para dejar todo pulcramente.―Señor, traigo noticas del estado de su alteza real ―informó una mujer que entró con un teléfono en la mano―. Su alteza, la princesa Seniah está al teléfono. El príncipe Brion se encuentra fuera de peligro.El hombre tomó el aparato y sonrió aliviado.―Es un gusto recibir esa noticia, gracias ―le dijo a su subordinada―. Princesa Seniah, ¿cuál es el estado de su alteza real?―La cirugía fue un éxito y estamos esperando que Brion despierte. El doctor dijo que perdió mucha sangre
La bruma que lo cubría era demasiado pesada y gruesa, su cuerpo entero deseaba seguir allí sumido, sin embargo, él insistió en surgir. Se abrió paso a través de esa sensación de pesadumbre cómo le fue posible, hasta que finalmente pudo ver una luz destellando en lo alto.No recordaba nada, pero no podía seguir en ese estado. Necesitaba salir de esa oscuridad que ansiaba mantenerlo en el fondo. Costaba, pero seguía empujando su consciencia hasta esa luz que pulsaba sobre él cómo una estrella lejana. Escuchó algo también, era constante, agudo y seguía el ritmo de los latidos de aquella luz.«¿Qué es eso y porque me resulta tan molesto?», se preguntó.Siguió subiendo.Estaba cada vez más cerca.Más sensaciones despertaron en su cuerpo.Sintió la garganta seca, cómo si no hubiera bebido ni una gota de agua en semanas. Un cosquilleo lo recorrió desde la punta de los dedos en los píes hasta la frente, erizándole la piel por completo.La oscuridad se pegó a él, quería mantenerlo en ese lugar