El vehículo entró a toda velocidad por el estacionamiento privado, se detuvo en seco junto al elevador y corrieron hacia el interior de este. Pasaron los segundos y las puertas se abrieron. Lo primero que vieron fue el piso siendo vaciado por completo, los enfermeros llevaban a los pacientes hacia otras áreas por órdenes de la directiva.Iban de un lado a otro, el bullicio era tremendo y les costó poder identificar un rostro. Fueron hacia el equipo de seguridad que resguardaba una zona con demasiado recelo.―¡Rubén! ―llamó el moreno al alcanzarlos―. ¿Qué está pasando? Peter recibió una llamada y…Se acercó y le susurró en el oído.―No puedo dar muchos detalles. Será mejor que entres, la princesa Daliah te explicará todo lo que ocurre.Fueron guiados por el pelirrojo hasta el interior de una sala privada, ahí se encontraba parte de la familia real. Daliah estaba sentada en la sala de espera con una taza de café entre las manos. El cabello, que siempre lo llevaba perfectamente arreglado
―Vamos, debemos sacar todo esto lo antes posible.El personal del FBI trabajaba en perfecta sincronía para mover los escombros y la basura que quedó esparcida en la recamara. En realidad, tenían que deshacerse de todo allí porque de lo contrario no podrían pasar a la siguiente parte.Mientras unos escogían los escombros, otros se encargaban de limpiar la sangre en el baño. Era un charco carmesí muy grande, algunas partes ya se habían secado y costaba sacarlas, pero tenía lo necesario para dejar todo pulcramente.―Señor, traigo noticas del estado de su alteza real ―informó una mujer que entró con un teléfono en la mano―. Su alteza, la princesa Seniah está al teléfono. El príncipe Brion se encuentra fuera de peligro.El hombre tomó el aparato y sonrió aliviado.―Es un gusto recibir esa noticia, gracias ―le dijo a su subordinada―. Princesa Seniah, ¿cuál es el estado de su alteza real?―La cirugía fue un éxito y estamos esperando que Brion despierte. El doctor dijo que perdió mucha sangre
La bruma que lo cubría era demasiado pesada y gruesa, su cuerpo entero deseaba seguir allí sumido, sin embargo, él insistió en surgir. Se abrió paso a través de esa sensación de pesadumbre cómo le fue posible, hasta que finalmente pudo ver una luz destellando en lo alto.No recordaba nada, pero no podía seguir en ese estado. Necesitaba salir de esa oscuridad que ansiaba mantenerlo en el fondo. Costaba, pero seguía empujando su consciencia hasta esa luz que pulsaba sobre él cómo una estrella lejana. Escuchó algo también, era constante, agudo y seguía el ritmo de los latidos de aquella luz.«¿Qué es eso y porque me resulta tan molesto?», se preguntó.Siguió subiendo.Estaba cada vez más cerca.Más sensaciones despertaron en su cuerpo.Sintió la garganta seca, cómo si no hubiera bebido ni una gota de agua en semanas. Un cosquilleo lo recorrió desde la punta de los dedos en los píes hasta la frente, erizándole la piel por completo.La oscuridad se pegó a él, quería mantenerlo en ese lugar
Por alguna razón esa mañana Clarisse no se sentía en las mejores condiciones, sin embargo, estaba acreditándole su malestar a los síntomas del embarazo. Y por supuesto, estaba el hecho de que no tuvo otra opción más que ir ella misma a entregar un informe hasta las oficinas de su actual cliente.Espera realmente no tener que ir ella, pero no tuvo otra opción. Galen y Pat estaba resfriados, por lo que Lorna estaba realmente ocupada cuidando de ese par. Y Tessa se estaba ocupando de un seminario para el personal general de la empresa, lo cual explica porqué razón nadie más pudo encargarse de esa labor.A pesar de eso, ella estaba feliz de poder salir del apartamento. Habían estado encerrados en casa, trabajando virtualmente y ni siquiera quisieron llevar a Pat a la escuela. Ninguno quería arriesgarse ahora que la familia real tenía un ojo sobre ellos, ahora que los querían por alguna estúpida razón.Básicamente ellos se podrían convertir en un puto daño colateral sólo poque pelean por l
El recibidor era esplendido y la verdad no lo había notado la última vez que estuvo ahí. Debía admitir que ciertamente Brion tenía un gusto impecable para la decoración, o posiblemente eligió a un bueno diseñador de interiores, cómo sea, era de revista.No tenía idea de cómo terminó en ese sitio. No planeó por ninguna razón estar ahí, pero cuando lo notó ya estaba entrando en el lugar.Sin embargo, ya estaba ahí.Camino en silencio, no quería llamar la atención de ninguna persona y, en especial, menos del cuerpo de seguridad. Desafortunadamente no logró su cometido porque algunas enfermeras estaban viéndola de una forma muy rara.¿Se veía tan sospechosa?Es por ello que se acercó hacia la recepción.―Hola, lamento las molestias. Quisiera una consulta general ―pidió con una sonrisa amable.―Bienvenida, por supuesto. Permítame sus datos, por favor ―le entregó la identificación y luego de unos segundos le entregó una planilla―. Coloque su información, luego me la entrega y tendrá que esp
―Alteza, la princesa Carmina ha solicitado su presencia inmediata en su despacho ―avisó Madeline desde la puerta.La chica de ojos color miel alzó la vista desde su laptop y la cerró.―¿Ha dicho el motivo de su llamado?―No, señorita.―Que extraño… No recuerdo que tengamos programada alguna reunión para hoy y muy agenda está libre, así que no puede ser que haya olvidado algo importante… ―lo meditó por un momento y luego se puso de pie―. Dile que he salido. Necesito ir a ver cómo está Brion.―Me temo que eso no será posible, alteza.―¿Y por qué no?―La princesa dio la orden de que no la dejaran salir del castillo.―¡¿Qué?! ¡¿Por qué ha hecho eso?!―Desconozco sus razones ―Daliah se movió de un lado a otro, pesando en qué motivo tendría Carmina para hacer eso. Por su parte, Madeline tenía sus sospechas y quería exponerlas, pero no estaba tan segura, no quería problemas, pero algo la motivo a abrir la boca―. Pero si me lo pregunta, princesa Daliah. Me parece que usted no ha sido discreta
Carmina lucía confiada, de hecho, se regodeaba con aquella victoria, mientras que Daliah simplemente estaba en pánico dentro de su cabeza. Su cerebro le demandaba huir y preservar su vida antes de que fuese demasiado tarde. Se sentía cómo una maldita rata acorralada en una pequeña trampa.Retrocedió sutilmente, no quería precipitarse y causar que Carmina considere su respuesta física cómo un acto inapropiado. Sujeto el arma debajo de su abrigo capa y mantuvo sus ojos fijos en cada movimiento que realizaba su tía. Apenas podría escuchar con los fuertes latidos de su corazón, necesitaba mantener el control o quedaría expuesta ante ella.―¿Soren Oversax? No reconozco ese nombre…―¿Y por qué tendrías que reconocerlo? ―soltó una risilla cómo una campanilla y agitó el cabello en el aire―. No hay manera de que supieras que tu hermano estuvo escondiéndose en esa ciudad los últimos años, ¿quién podría imaginarlo?―Seattle está fuera de nuestro alcance político. Si lo piensas bien, fue bastante
Carmina observó a su sobrina salir de su despacho y cuando estuvo completamente sola sus labios se alzaron en una retorcida sonrisa. Ese maldito juego era mucho más divertido de lo que se le pudo haber ocurrido, ¿quién lo hubiera dicho? De saber que disfrutaría tanto el meterse en la mente de Daliah para usarla cómo un títere, lo habría hecho desde mucho antes.Tomó asiento nuevamente detrás de su escritorio. La puerta se volvió a abrir, pero esta vez era Otto el que ingresó.―Déjenla ir, pero que no se escapa de su vista.―Cómo ordene, mi princesa ―aceptó, reverenciándola. Se dio la vuelta para salir, pero Carmina habló regresó a su posición inicial.―Mi esposo, ¿cómo se encuentra esta mañana?―Pronto podrá mostrarse ante el pueblo.―¿Y mi hermana? ¿Dónde está Verona?―La princesa Verona se encuentra en la biblioteca junto con los Garra Violeta.―Ash, ¿sigue con esa idea? Le dije que no era buena idea enfocarse en ese estúpido plan ahora que tenemos información útil ―respiró profundo