Era una completa locura, era simplemente muy arriesgado pensar en que un completo desconocido estuviera ofreciendo su ayuda para llevar a cabo la misión que una vez se propuso.Soren escuchaba lo que su hermana le contaba sobre su charla con Oliver Clermont la otra noche, mientras trataba de especular qué otro motivo tendría ese hombre para pedir asociarse con ellos, más allá del hecho de no querer casarse con Daliah.Después de todo, ¿quién se negaría a convertirse en rey?—¿Qué piensas al respecto? —quiso saber su hermana menor.El hombre de ojos ocres parpadeó un par de veces y se aclaró la garganta.—Sinceramente estoy intentando descifrar que otras motivaciones posee Oliver Clermont. ¿Tal vez ama a alguien más?—Podría ser…—Sería bueno tener esa información, porque realmente desconocemos quién es este hombre con el que te han comprometido —mencionó Soren—. ¿A ti que te parece él?—Creo que es un pesado y un peligro potencial. Sabe de ti absolutamente todo, y eso puede usarlo en
Las semanas pasaron unas tras otra sin piedad por las personas a las que afectaban. Soren y Daliah constantemente trabajaban en hacer que James hablara sin resultado alguno. La casa en la que lo tenían estaba vigilada día y noche por agentes del FBI para asegurarse de que sea imposible que se lo lleven. Jax por otra parte, investigaba la localización de Audrey utilizando a todos sus contactos, cobrando a algunos favores y prometiendo unos cuantos más.En el caso de Clarisse y sus amigos, pues estaban bastante felices de poder hacer un viaje navideño a un destino aún secreto, aunque la única pista que recibieron es que debían llevar ropa abrigada. Pero esa pista no era muy de utilidad considerando que Soren podría incluso llevarlos al Polo Norte.Un poco exagerada esa idea, pero del pelinegro podrían esperar cualquier cosa.Jeremy y Patrice habían volado a Canadá para darle los últimos retoques a la nueva cede, así cómo también encargarse de la contratación del nuevo equipo de esa ofic
—Buenas noches, Clarisse. ¿Cómo estuvo tu día? —saludó Liza una vez la vio entrar.—Hola, Liza. Bastante bien la verdad. ¿Recuerdas el proyecto que te comenté hace unos días? —la morena asintió—. Pues, resulta que Ariah es la clienta para la que he estado trabajando sin saberlo.—Imagina cómo habría resultado si se habrían conocido en el momento que creías que el señor Soren te estaba siendo infiel con ella —comentó, divertida.—Ay, que vergüenza. No me lo recuerdes, por favor —pidió entre risas—. Hoy almorzamos, invitó a todo el equipo y finiquitamos algunas cositas para el evento.—¿Y lograron acabarlo todo?—Así es. Ahora sólo queda que llegue el día del evento y esperar, no, rogar para que nada termine mal en esa noche.—Dudo que algo cómo eso pase considerando que te has esforzado mucho para que todo resulte excelente y también porque pediste algunas de mis recetas para ese evento —dijo muy orgullosa la ama de llaves.Clarisse se carcajeó ante eso.—Tú deliciosa comida debía esta
Se removió en la cama cuando sintió movimiento cerca de ella, así que abrió los ojos lentamente al creer que se trataba de Soren, pero en realidad era Cisco.No tenía claro en qué momento se quedó dormida, pero al ver el reloj se dio cuenta que pasaron dos horas. Estiró los brazos y piernas para alejar la pereza, justo antes de ponerse de pie y salir de la habitación con el perro siguiéndola.Bajó hasta la planta baja, parecía que el personal ya se había ido a dormir y Soren todavía no regresaba a casa. Se preguntó si ya vendría en camino o sí aún seguía en la oficina. No era la primera vez que lo hacía en las últimas semanas, debía ocuparse de las tareas de Jeremy mientras estaba en Canadá.Pasó por el comedor y al no encontrar nada de comer, pasó directamente a la cocina. Allí encontró algunos platillos que Liza preparó para la cena, así que colocó todo en una bandeja y fue hacia el jardín para comer.—¿Tú qué opinas al respeto?Clarisse se detuvo en seco cuando escuchó a unos hombr
Estaban a nada para el evento y Clarisse estaba feliz de que ya simplemente esperaban la confirmación de los invitados, los cuales en su mayoría asistirían. Tubo tiempo para ir por un atuendo nuevo para esa noche, así cómo para su nueva misión, averiguar todo lo que pudiera sobre los Oversax.Aunque no era una tarea verdaderamente fácil.Prácticamente no había nada sobre esa familia, ningún registro en línea más allá de aquella foto que consiguió hace tiempo de Soren y que tenía guardada en su laptop. Estas personas no parecían existir en el internet y se supone que ahí está la información de todo lo que pueda haber en el mundo.—¿Encontraste algo? —quiso saber Lorna, quien la miraba desde la cocina mientras bebía un batido de frutos rojos.Por supuesto que la pelinegra les comentó a sus amigos sobre la conversación que escuchó de aquellos guardas o agentes o guardaespaldas o lo que sean.Galen y Lorna también empezaron a hacerse varias preguntas, pero claramente no tenían respuestas
—Eso fue muy arriesgados —comentó Daliah parada ante la ventana que daba a la piscina y le permitía ver cómo los escoltas sacaban a James del agua—. Pudo morir.—No lo hizo y nos dijo todo lo que deseábamos saber —expuso su hermano con un tono neutral. No se arrepentía de la táctica que tuvo que usar para que James hablara finalmente de todo—. Planificaré con el FBI un golpe a la propiedad de Audrey antes de que pueda moverse.—Suena a que pedirás permiso.Soren rodeó los ojos.—No es así, pero voy a necesitar utilizar sus recursos, ya que ella estará esperando que yo vaya solo porque en primera instancia es lo que haría para asegurarme de que todo resulte bien.—Iré contigo. Sólo retrásalo un par de días.—No, debemos organizarnos antes de que sea muy tarde y si tú no puedes…—Es por la beneficencia de mamá, Brion —lo interrumpió y la miró un poco aturdido—. Esta semana será la beneficencia, así que esperaba que tú asistieras. Recuerdo que de niños esperábamos con entusiasmo esta fec
—Oye, ¿ocurre algo? —preguntó el pelinegro. Posó una mano sobre su pierna mientras mantenía la mirada en el camino.Clarisse mostró una rápida sonrisa tratando de no darle importancia a sus múltiples pensamientos sobre aquella conversación que escuchó o del hecho de que básicamente no había información de su novio.—Sí, todo está bien —aseguró, aunque a Soren no le pareció que las cosas realmente estuvieran bien.—Antes de ir a casa pasaremos por la tienda. Le dije a Liza que haría las compras.—Es la primera vez que te escuchó hablar de eso. Siempre creí que alguno de ellos se encargaba de las compras —expuso la pelinegra.—Así es, sin embargo, hoy quisiera hacer algo bastante rutinario contigo.—¿Una cita en el supermercado? —preguntó, riendo.Soren mostró una sonrisa ladina bastante coqueta.—Por supuesto. Siempre vamos a restaurantes o no salimos por mi trabajo.—Está bien. Yo comprendo que puedes estar muy ocupado a veces y es que yo también lo he estado estos días con lo del eve
El día llegó y Soren no tenía idea de cómo hace que Clarisse, Galen y Lorna no asistieran al evento que organizaron. Sería un problema para él cuando Ariah fuera presentada en realidad cómo Daliah de Velghary, aunque su hermana dijo que utilizó su nombre falso para esta fiesta. También aseguró que no habría invitados que estuviesen relacionados con la familia real, pero era casi imposible saber quién trabajaba para ellos.—Por favor, lleva esto al auto, Owen —pidió la pelinegra, apuntando a una maleta que estaba junto a la cama.—De inmediato, Clarisse.El trigueño tomó el equipaje y antes de salir de la habitación le guiño un ojo a Liza, la cual iba entrando y es esforzó por ignorarlo.—He visto eso —comentó Clarisse, divertida.—Sí, yo también vi al mastodonte pasar por la puerta si golpearse su gran cabezota —respondió, satíricamente.—No actúes, mujer. Todos sabemos que Owen gusta de ti y…, a ti no te parece nada mal, ¿verdad?—No sé de que hablas. Cambiando de tema. Señor, Patric