—Buenas noches, Clarisse. ¿Cómo estuvo tu día? —saludó Liza una vez la vio entrar.—Hola, Liza. Bastante bien la verdad. ¿Recuerdas el proyecto que te comenté hace unos días? —la morena asintió—. Pues, resulta que Ariah es la clienta para la que he estado trabajando sin saberlo.—Imagina cómo habría resultado si se habrían conocido en el momento que creías que el señor Soren te estaba siendo infiel con ella —comentó, divertida.—Ay, que vergüenza. No me lo recuerdes, por favor —pidió entre risas—. Hoy almorzamos, invitó a todo el equipo y finiquitamos algunas cositas para el evento.—¿Y lograron acabarlo todo?—Así es. Ahora sólo queda que llegue el día del evento y esperar, no, rogar para que nada termine mal en esa noche.—Dudo que algo cómo eso pase considerando que te has esforzado mucho para que todo resulte excelente y también porque pediste algunas de mis recetas para ese evento —dijo muy orgullosa la ama de llaves.Clarisse se carcajeó ante eso.—Tú deliciosa comida debía esta
Se removió en la cama cuando sintió movimiento cerca de ella, así que abrió los ojos lentamente al creer que se trataba de Soren, pero en realidad era Cisco.No tenía claro en qué momento se quedó dormida, pero al ver el reloj se dio cuenta que pasaron dos horas. Estiró los brazos y piernas para alejar la pereza, justo antes de ponerse de pie y salir de la habitación con el perro siguiéndola.Bajó hasta la planta baja, parecía que el personal ya se había ido a dormir y Soren todavía no regresaba a casa. Se preguntó si ya vendría en camino o sí aún seguía en la oficina. No era la primera vez que lo hacía en las últimas semanas, debía ocuparse de las tareas de Jeremy mientras estaba en Canadá.Pasó por el comedor y al no encontrar nada de comer, pasó directamente a la cocina. Allí encontró algunos platillos que Liza preparó para la cena, así que colocó todo en una bandeja y fue hacia el jardín para comer.—¿Tú qué opinas al respeto?Clarisse se detuvo en seco cuando escuchó a unos hombr
Estaban a nada para el evento y Clarisse estaba feliz de que ya simplemente esperaban la confirmación de los invitados, los cuales en su mayoría asistirían. Tubo tiempo para ir por un atuendo nuevo para esa noche, así cómo para su nueva misión, averiguar todo lo que pudiera sobre los Oversax.Aunque no era una tarea verdaderamente fácil.Prácticamente no había nada sobre esa familia, ningún registro en línea más allá de aquella foto que consiguió hace tiempo de Soren y que tenía guardada en su laptop. Estas personas no parecían existir en el internet y se supone que ahí está la información de todo lo que pueda haber en el mundo.—¿Encontraste algo? —quiso saber Lorna, quien la miraba desde la cocina mientras bebía un batido de frutos rojos.Por supuesto que la pelinegra les comentó a sus amigos sobre la conversación que escuchó de aquellos guardas o agentes o guardaespaldas o lo que sean.Galen y Lorna también empezaron a hacerse varias preguntas, pero claramente no tenían respuestas
—Eso fue muy arriesgados —comentó Daliah parada ante la ventana que daba a la piscina y le permitía ver cómo los escoltas sacaban a James del agua—. Pudo morir.—No lo hizo y nos dijo todo lo que deseábamos saber —expuso su hermano con un tono neutral. No se arrepentía de la táctica que tuvo que usar para que James hablara finalmente de todo—. Planificaré con el FBI un golpe a la propiedad de Audrey antes de que pueda moverse.—Suena a que pedirás permiso.Soren rodeó los ojos.—No es así, pero voy a necesitar utilizar sus recursos, ya que ella estará esperando que yo vaya solo porque en primera instancia es lo que haría para asegurarme de que todo resulte bien.—Iré contigo. Sólo retrásalo un par de días.—No, debemos organizarnos antes de que sea muy tarde y si tú no puedes…—Es por la beneficencia de mamá, Brion —lo interrumpió y la miró un poco aturdido—. Esta semana será la beneficencia, así que esperaba que tú asistieras. Recuerdo que de niños esperábamos con entusiasmo esta fec
—Oye, ¿ocurre algo? —preguntó el pelinegro. Posó una mano sobre su pierna mientras mantenía la mirada en el camino.Clarisse mostró una rápida sonrisa tratando de no darle importancia a sus múltiples pensamientos sobre aquella conversación que escuchó o del hecho de que básicamente no había información de su novio.—Sí, todo está bien —aseguró, aunque a Soren no le pareció que las cosas realmente estuvieran bien.—Antes de ir a casa pasaremos por la tienda. Le dije a Liza que haría las compras.—Es la primera vez que te escuchó hablar de eso. Siempre creí que alguno de ellos se encargaba de las compras —expuso la pelinegra.—Así es, sin embargo, hoy quisiera hacer algo bastante rutinario contigo.—¿Una cita en el supermercado? —preguntó, riendo.Soren mostró una sonrisa ladina bastante coqueta.—Por supuesto. Siempre vamos a restaurantes o no salimos por mi trabajo.—Está bien. Yo comprendo que puedes estar muy ocupado a veces y es que yo también lo he estado estos días con lo del eve
El día llegó y Soren no tenía idea de cómo hace que Clarisse, Galen y Lorna no asistieran al evento que organizaron. Sería un problema para él cuando Ariah fuera presentada en realidad cómo Daliah de Velghary, aunque su hermana dijo que utilizó su nombre falso para esta fiesta. También aseguró que no habría invitados que estuviesen relacionados con la familia real, pero era casi imposible saber quién trabajaba para ellos.—Por favor, lleva esto al auto, Owen —pidió la pelinegra, apuntando a una maleta que estaba junto a la cama.—De inmediato, Clarisse.El trigueño tomó el equipaje y antes de salir de la habitación le guiño un ojo a Liza, la cual iba entrando y es esforzó por ignorarlo.—He visto eso —comentó Clarisse, divertida.—Sí, yo también vi al mastodonte pasar por la puerta si golpearse su gran cabezota —respondió, satíricamente.—No actúes, mujer. Todos sabemos que Owen gusta de ti y…, a ti no te parece nada mal, ¿verdad?—No sé de que hablas. Cambiando de tema. Señor, Patric
El hotel se veía simplemente esplendido.Todos los presentes estaban maravillados ante la belleza de la decoración, el tema del evento era un cuento de invierno, por lo que las bases de la decoración eran la nieve, los cristales de hielo y luces blancas. Simplemente parecía un bosque invernal, e incluso la vestimenta de los invitados estaba inspirada en la temática.—Clarisse, que bueno que llegaste. Necesitamos ayuda con unas revisiones finales —musitó Galen al verla llegar—. Oh, vaya. Que hermosa te ves, mujer. Estoy pensando que no debimos divorciarnos.Ella rio ante el chiste de su mejor amigo.—Muchas gracias. Tú no te ves nada mal en ese elegante traje blanco —le alagó.—El color blanco me luce mucho. Sé que soy sexy.—Ay, por Dios. No comiences, oxigenado —le regaño Lorna que llegó por detrás—. Tú te vez divina, amiga. Pero esta cosa se ve cómo un mal chiste.—Debes saber de lo que hablas, ya que tienes que vivir con esa cara —esgrimió el rubio.—¿Tengo que sentirme mal por eso
—Buenas noches, soy Madeline Rossette, la gerente general del Hotel Grand Montés y en nombre de su propietaria, la señorita Ariah Oversax. Queremos darles la bienvenida a la gala de beneficencia —pronunció la asistente de la princesa con aquel porte elegante que es muy característico de los ingleses—. Nos complace su presencia esta noche, tenemos artisitas de diversas categorías, políticos y más personas que quieren convertirse en agentes de cambio. Personas que buscan hacer una diferencia con un aporte económico para los menos beneficiados en el mundo. Este año los fondos reunidos serán para los damnificados a causa de las diversas tormentas que han pasado por los continentes —los presentes aplaudieron y comentaron lo felices que estaban de ayudar—. Así que, sin más preámbulos, sigan disfrutando de esta velada. Madeline bajo y la banda retomó la canción. Soren se movió entre la multitud hasta que alcanzó a su hermana. —¿Qué ha pasado? Creí que tu darías el discurso. —Así iba a ser