Donovan Bristol
Como era de esperar la fiesta de despedida de soltero fue organizada por mi querido Alexandro y que no se note mi sarcasmo, es un descarado al contratar striper, me quiero largar, pero debo aguantarme todo esto porque, ya luego no se calla mi mejor amigo, espero Dayana la esté pasando mejor aunque por lo que me comento solo estará con tres amigas de la universidad las cuales invito para que sean sus madrinas de boda.
Nuestra boda era en dos días y ese tiempo la pasaremos separados, ella en casa de su madre y yo en mi apartamento, no entiendo todo esto, pero respeto su decisión y contaré las horas para volver a verla nuevamente y esta vez la miraré vestida de blanco cuando esté haciendo su entrada en el altar, no puedo negar que la ansiedad me tiene alterado y solo espero tenerla a mi lado para sentirme mejor.
 
Dayana Berlusconi Sin duda Donovan es y será el mejor esposo, me consiente mientras permanecemos en Ámsterdam y no puedo hablar de una noche de bodas por motivos de que no hubo tal cosa, resulta que este pequeño guisante en mi vientre me provocó sentirme pésima al llegar a su casa, creo que el viaje en avión y luego en auto me dejo exhausta y por vergonzoso que pueda sonar deje a Bristol excitado y termine dormida a medida que me iba desnudando para unirnos como marido y mujer por primera vez. Gracioso ¿no? Pero mi querido esposo fue condescendiente, se encargó de cubrirme con las colchas para luego dormir a mi lado abrazando mi cuerpo desnudo, pero a la mañana siguiente me encargue de cumplir y unirnos como marido y mujer, me complació y me hizo el amor de manera increíble, ya luego tuvo su charla matutina co
Dayana Berlusconi—Donovan era un niño muy travieso, no puedo olvidar el día que uno de mis becerros lo persiguió por toda la finca mientras gritaba que se lo quería comer, socorro, —no puede evitar carcajearme mientras que mi esposo sonríe ante la historia de sus momentos de niñez—. Lo peor de todo fue ver la cara de terror de Henry, no podía creer lo que veía y salió corriendo a socorrer al chico, —esto último lo dice algo melancólico. —Fueron muy buenos momentos, —anuncia Donovan dejando salir un suspiro. —¿Cuéntenme de ustedes? Porque odio leer las revistas de chisme. —Estamos de luna de miel en mi ca
Donovan Bristol—¡Dayana Cuidado! —escuche ese grito del otro lado de la línea y luego un disparo que provoca que mi corazón se acelere. —¡Dayana! —Grito, pero no recibo respuesta, se escucha ruido del otro lado y luego la llamada se corta. —Señor Bristol ¿está todo bien? —la reunión está en medio de un receso y todo me miran sorprendido, Alexandro se acerca. —¿Qué sucede? —interroga. —Creo que ha pasado algo malo, escuche a Asher gritarle a Dayana que tenga cuidado y la llamada se cortó, —lo miro alarmado.
Dayana Berlusconi —Te agradezco enormemente por salvarme la vida, —lo abrazo con cuidado de no lastimarlo, me devuelve el afecto. —Lo mismo digo, —susurra. Hoy después de tres días de lo sucedido decidimos hacer una pequeña parrillada en la terraza, no le molestará a nadie porque es la parte superior del edificio, ya estamos en el día dos de marzo y supongo que ya tengo tres meses de embarazo, se me hace algo complicado ajustar las semanas que dice Yngrid, pero no importa. Ahora mismo me importa mi pequeño vientre abultado, pero es lindo saber el motivo de porque esta así, se suponía que a los dos meses debía estar un poco crecido y resulta que este peque
Asher Jones La noticia de una mujer embarazada es algo que nunca pensé que podría soportar y cuando decidí por primera vez con alguien nunca imagine que sucedería algo como esto, pero quiero a Alexandro, lo amo y en estos meses juntos toda ha ido de maravilla hasta ahora. Hablar con Dayana me ha ayudado a recapacitar de lo que quiero hacer y la decisión que he tomado es la ideal es lo que supongo, ya que pretendo luchar por lo que hemos construido y no dejar que nadie lo destruya de un día para otro. Observo mi reflejo en espejo del ascensor y de nuevo quedo satisfecho con lo que he logrado. Hace varios meses me mude con Alexandro, pero después del conflicto me marche a casa de mi madre y toda mi ropa está en su apartamento todavía, supongo que muy en el fondo sentía que yo iba a regresar y por eso nunca fui a buscar
Dayana Berlusconi Señalo a la chica encargada de la decoración interior de la casa el tapiz que me gustaría para la habitación, ya no será como la del apartamento que lleva en su totalidad una fachada de solterón, pero igual me gustaría conservar el aspecto moderno que recubre la alcoba. —Es muy buena opción señora Bristol, —anuncia con una sonrisa, es de un color piel que será combinado con una pintura blanca, Donovan dejo todo en mis manos y pues espero le guste, no falta mucho para que nos mudemos a la casa y algunas de nuestras cosas ya se encuentra allá. —Supongo que quedara perfecta con la decoración de los sofás, —comento y asiente. —Sí, el color es similar a la tela que los cubre, —me informa. &nb
Dayana Berlusconi —Debes comer algo, —señala la bandeja, suspiro. —Hazlo por ese bebé que cargas allí, —comenta.—¿No tienes vergüenza? ¿Cómo puedes secuestrar a una mujer embarazada? —cuestiono.—He secuestrado peores cosas que una chica embarazada, —alza sus hombros restándole importancia.—Eres una persona desconsiderada ¿Dónde está tu humanidad? —pregunto.—Mi humanidad está en mi casa, con mi mujer y mis dos hijas que esperan que llegue con vida, —me sorprende y parece notarlo—. También tengo una familia, y por eso no permití que ese imbécil te tocara, suficiente tienes con estar secuestrada y otra carga emocional podría provocarte un aborto espontáneo.—Ahora resulta que eres doctor, —mascullo y sus cejas se alza.<
Dayana BerlusconiPensé que las cosas mejorarían al llegar a Venecia, pero durante el camino tuve un sagrado que me ha dejado muy preocupada, no sé qué puedo hacer y el dolor ahora es en mi espalda.—Bebé, por favor, no me dejes, —pido acariciando mi vientre, no han obligado a bañarnos y colocarnos ropas muy desnudas, espero mi turno para subir al escenario y esperar por ser comprada como una simple vaca.—Tu turno, —suelto la mano de Amelia, camina hasta el escenario y puedo ver a todos esos hombres y mujeres ofrecer dinero por ella hasta que su comprador es un viejo puedo ver que la chica tiembla y la llevan a otro lado donde seguro su comprador la recibirá.Me toca subir al escenario, levantar mi cabeza al frente para que todos me vean, no libero mi mano de mi vientre y espero que esto pase pronto. Necesito ir a un hospital y según madame, tal vez mi compra