Donovan Bristol
—¡Dayana Cuidado! —escuche ese grito del otro lado de la línea y luego un disparo que provoca que mi corazón se acelere.
—¡Dayana! —Grito, pero no recibo respuesta, se escucha ruido del otro lado y luego la llamada se corta.
—Señor Bristol ¿está todo bien? —la reunión está en medio de un receso y todo me miran sorprendido, Alexandro se acerca.
—¿Qué sucede? —interroga.
—Creo que ha pasado algo malo, escuche a Asher gritarle a Dayana que tenga cuidado y la llamada se cortó, —lo miro alarmado.
Dayana Berlusconi —Te agradezco enormemente por salvarme la vida, —lo abrazo con cuidado de no lastimarlo, me devuelve el afecto. —Lo mismo digo, —susurra. Hoy después de tres días de lo sucedido decidimos hacer una pequeña parrillada en la terraza, no le molestará a nadie porque es la parte superior del edificio, ya estamos en el día dos de marzo y supongo que ya tengo tres meses de embarazo, se me hace algo complicado ajustar las semanas que dice Yngrid, pero no importa. Ahora mismo me importa mi pequeño vientre abultado, pero es lindo saber el motivo de porque esta así, se suponía que a los dos meses debía estar un poco crecido y resulta que este peque
Asher Jones La noticia de una mujer embarazada es algo que nunca pensé que podría soportar y cuando decidí por primera vez con alguien nunca imagine que sucedería algo como esto, pero quiero a Alexandro, lo amo y en estos meses juntos toda ha ido de maravilla hasta ahora. Hablar con Dayana me ha ayudado a recapacitar de lo que quiero hacer y la decisión que he tomado es la ideal es lo que supongo, ya que pretendo luchar por lo que hemos construido y no dejar que nadie lo destruya de un día para otro. Observo mi reflejo en espejo del ascensor y de nuevo quedo satisfecho con lo que he logrado. Hace varios meses me mude con Alexandro, pero después del conflicto me marche a casa de mi madre y toda mi ropa está en su apartamento todavía, supongo que muy en el fondo sentía que yo iba a regresar y por eso nunca fui a buscar
Dayana Berlusconi Señalo a la chica encargada de la decoración interior de la casa el tapiz que me gustaría para la habitación, ya no será como la del apartamento que lleva en su totalidad una fachada de solterón, pero igual me gustaría conservar el aspecto moderno que recubre la alcoba. —Es muy buena opción señora Bristol, —anuncia con una sonrisa, es de un color piel que será combinado con una pintura blanca, Donovan dejo todo en mis manos y pues espero le guste, no falta mucho para que nos mudemos a la casa y algunas de nuestras cosas ya se encuentra allá. —Supongo que quedara perfecta con la decoración de los sofás, —comento y asiente. —Sí, el color es similar a la tela que los cubre, —me informa. &nb
Dayana Berlusconi —Debes comer algo, —señala la bandeja, suspiro. —Hazlo por ese bebé que cargas allí, —comenta.—¿No tienes vergüenza? ¿Cómo puedes secuestrar a una mujer embarazada? —cuestiono.—He secuestrado peores cosas que una chica embarazada, —alza sus hombros restándole importancia.—Eres una persona desconsiderada ¿Dónde está tu humanidad? —pregunto.—Mi humanidad está en mi casa, con mi mujer y mis dos hijas que esperan que llegue con vida, —me sorprende y parece notarlo—. También tengo una familia, y por eso no permití que ese imbécil te tocara, suficiente tienes con estar secuestrada y otra carga emocional podría provocarte un aborto espontáneo.—Ahora resulta que eres doctor, —mascullo y sus cejas se alza.<
Dayana BerlusconiPensé que las cosas mejorarían al llegar a Venecia, pero durante el camino tuve un sagrado que me ha dejado muy preocupada, no sé qué puedo hacer y el dolor ahora es en mi espalda.—Bebé, por favor, no me dejes, —pido acariciando mi vientre, no han obligado a bañarnos y colocarnos ropas muy desnudas, espero mi turno para subir al escenario y esperar por ser comprada como una simple vaca.—Tu turno, —suelto la mano de Amelia, camina hasta el escenario y puedo ver a todos esos hombres y mujeres ofrecer dinero por ella hasta que su comprador es un viejo puedo ver que la chica tiembla y la llevan a otro lado donde seguro su comprador la recibirá.Me toca subir al escenario, levantar mi cabeza al frente para que todos me vean, no libero mi mano de mi vientre y espero que esto pase pronto. Necesito ir a un hospital y según madame, tal vez mi compra
Alexandro BianchiniDespués de un mes de búsqueda no quedo de otra que hacer lo que se tenía que hacer, no existe más noticias de su desaparición y los homenajes a su nombre no tardaron en aparecer siendo Donovan Bristol un difunto empresario que muere en mano de delincuentes junto a su esposa, no sé cómo sentirme y tampoco me hago la idea de que mi hermano está muerto, es inaceptable. Por qué la vida se empeña en destruir de esta manera a personas maravillosas, suspiro observando su lápida y sabiendo que su cuerpo no se encuentra allí, no puedo descansar pensando que mi mejor amigo puede estar malherido, secuestrado y por más que espero la llamada de sus secuestradores no recibo absolutamente nada y eso mata mis esperanzas de que esté vivo, no duermo, no me paro de ir a las autoridades que
OmniscienteSeis meses después… Nada cambio, Dayana entro en labor de parto a las tres de la mañana dando a luz un pequeño de siete libras, sano y sin duda hermoso. Su llanto fue fuerte y enseguida se prendió del pecho de su madre que lo recibió con lágrimas en sus ojos, feliz por primera vez después de todo ese tiempo en esa mansión. —Dylan, —ese es el nombre que recibe su hijo, y el cual significa rayo de esperanza, ya que es todo para ella desde ahora y por quien luchara hasta el día de su muerte. Por otro lado en otra parte de ese mismo continente, el padre de ese pequeño rayo de esperanza abre sus ojos por el fuerte llanto que escucho dentr
Donovan BristolEl primer ms después de despertar ha sido el más molesto de todos, no poder casi valerme por mi mismo es complicado y tener un enfermero siguiéndome a todos lados es molesto, no puedo tener enfermera porque puedo caerme y esta no poseería fuerza suficiente para evitar que caiga al suelo. —Puedes por lo menos quedarte fuera mientras me ducho, —suelto molesto, el chico hace una mueca. —Señor Bristol, si se llega a caer y golpear mi vida corre riego, —anuncia con miedo, mi padre tiene muchas cosas que contarme y me mantiene alejado de todo, no me permite ni siquiera llamar a Alexandro y eso me molesta. —No necesito que me vigiles mientras me lavo las pelotas, ya te