LYRAPor un segundo creía que era el fastidioso de Verak persiguiéndome, pero ni siquiera pude reaccionar cuando fui rodeada por unos fuertes brazos.—¡Lyra! —la voz ansiosa de Drakkar resonó sobre mi cabeza, su corazón palpitaba con fuerza contra mi oído.—Drakkar…—¿¡Por qué saliste sola de la manada y viniste tan lejos?! ¡Es peligroso!—se separó tomándome de los hombros, sus ojos ansiosos, podía sentir su preocupación.—Yo, solo vine a bañarme…—Debiste esperarme, pensé… yo pensé… —sus pupilas erráticas, la sombra de las runas comenzaban a arrastrarse por su piel mientras luchaba por el control.“El cosito pensó que nos escaparíamos sin él.” Aztoria entendió también los sentimientos de Drakkar. “Mi muñeco bello, sin ti no voy a ningún sitio, cariño.”—Drakkar, no me iba a escapar, me dijiste que irías a cazar…Volvió a abrazarme, sumiéndome en sus pectorales, sus manos me rodeaban la cabeza y la espalda tan fuerte que estaba en los límites del dolor, pero mi alma se sentía muy dulc
LYRA Me abalancé a jalarlo, pero ya el cuerpo enorme y ágil había dado un salto atrás. —Drakkar, qué susto —lo revisé, su piel enrojecida, pero sin quemaduras. —Lyra, ¿así está bien? —me dijo, mirando los cuatro moldes, cocinándose a fuego lento. —Debemos esperar a mañana, creo que sí —le respondí suspirando, y de verdad, esperaba que funcionara esta fundición rudimentaria. Al otro día, marcharíamos por la peligrosa jungla hasta esa manada a unos días de distancia. Lo peor de todo es que Drakkar y yo no teníamos nada para intercambiar, pero si estas armas funcionaban, cazar en el camino sería pan comido. Dormimos apenas unas horas y al otro día, levantándonos más temprano que el sol, corrimos de regreso a la cueva para ver si la fundición había funcionado. ***** —¡Ay no! —suspiré desilusionada al retirar el primer molde. De nuevo, Drakkar usó ese tronco a modo de pala. —Se fracturó un lado, lo tallé demasiado fino —frunció el ceño, culpándose porque la Gaia se escurri
NARRADORALa mañana avanzaba y la fila de hombres lobo se movía sigilosa y con prisas por la selva.Alertas en todo momento y pendientes a los ataques de depredadores.Afortunadamente, no hubo grandes incidentes, solo salir corriendo de un pequeño grupo que los persiguió, pero se acercaban todos a salvo a la primera parada de descanso.—Después de esos grandes árboles, hay un lago que es bastante seguro, los troncos no dejan pasar a grandes bestias —el guerrero experimentado le comentaba a Verak.Detrás de ellos, los demás caminaban más relajados. —Oye, mira a Drakkar como lleva a su hembra, ¿por qué no haces lo mismo conmigo?Lyra espiaba con algo de diversión la conversación de una mujer con su macho.—Ella es una loba delicada, pero mira tus pies, eres capaz de partir las piedras con esas costras.—¡Pero serás…!—Pft —Lyra se tapó la boca para no reírse a carcajadas, pero el resto de los hombres no fueron tan gentiles y estallaron en burlas.Las pocas hembras restantes sonreían co
NARRADORA—¡Wao, qué hermoso! —la vista del lago era espectacular, rodeado de montañas y un bosque espeso.Era un sitio bastante agradable y tranquilo.Algunos se arrojaron sobre la hierba, cansados de desandar el día entero, y otros fueron a buscar agua fresca para sus gargantas.Drakkar bajó su preciada carga de la espalda, sentándola sobre una piedra.—Lyra, ¿te duelen las piernas? —le preguntó, mirando angustiado a algunas partes donde su piel se había enrojecido por el sol.Lyra estaba más dulce que la miel, si ella solo se había tirado como una perezosa sobre los músculos de su mate.—No, estoy bien. ¿Y tú? ¿Peso mucho? —extendió su mano para acariciarle la barba y Drakkar negó cerrando los ojos y disfrutando del roce de sus dedos.Desde lejos parecían justo lo que eran, dos personas con sentimientos muy profundos entre ellos.—¡Drakkar, vamos a cazar, vimos cerca unos Stalodontes! —los guerreros estaban bien entusiasmados y las mujeres ya abrían las fogatas para hacer los asado
NARRADORAEl olor a carne asada y chamuscada ya se elevaba con el humo en el ambiente.Los hombres lobo se unían en grupos alrededor de los fuegos.Cuando Lyra vio a Nana, la chica desvió los ojos de forma antinatural.La Alfa suspiró pensando en que había mujeres que no tenían ni una pizca de dignidad.Como sea, eso no era su problema. Ahora debía alimentar a su hombre.*****Una hora después…—Te dije que esa mujer era solo belleza, pero tenía el coco vacío —algunas hembras cuchicheaban, atentas desde el inicio a todas las cosas raras que habían hecho Lyra y Drakkar.Envolver un bulto de hojas con barro cercano al lago, luego cavar huecos y meter todo, con más tierra y brasas prendidas por encima.¿Qué tipo de ritual era ese? Obvio que no era para comer.—Pobre Drakkar, debe estar pasando hambre con una mujer tan inútil.Nana se alegraba secretamente por las críticas a Lyra.A su lado, Verak hablaba con los guerreros, pero su atención siempre estaba puesta en el cabello platinado qu
VALERIA — ¿Estás… estás segura Esther? – le pregunto con la voz quebrada. Mi corazón late apresurado, lleno de felicidad. — Muy segura Luna. Está embarazada. — ¿Por qué no he podido olerlo o su padre? – le pregunto preocupada. — Es muy reciente, quizás por eso, dele más días y debería percibir sus feromonas. Me responde y asiento, con los ojos nublados por las lágrimas. Soy la Luna de manada “Bosque de Otoño”. Hace tres años me casé con el hombre que amo con locura, a pesar de no ser mates destinados, mi Alfa Dorian. He dado todo por ser la Luna perfecta, el pilar al que pueda apoyarse, sin embargo, una sombra opaca mi matrimonio y era el tema del heredero. Nunca había podido salir embarazada y admito que no comparto mucho la cama con Dorian, pero sé que sus obligaciones de Alfa lo tienes demasiado ocupado y estresado. — Por favor, no le digas a nadie en la manada. Deseo sorprender a mi esposo. — Pierda cuidado Luna, no diré nada. ¡Felicidades! – me sonríe y le devuelvo la
VALERIA Me muerde con saña en el muslo y me arrastra debajo de su cuerpo, controlándome sin piedad. Intento resistirme, pedir ayuda, mis manos sobre mi vientre tratando de defender a mi cachorro, pero sus garras, como armas mortales, perforan mi piel, destrozando todo mi pequeño cuerpo vulnerable. Tengo que subir los brazos por instinto, cuando sus garras afiladas se dirigen a mi rostro y grito en agonía debido a una profunda herida que atraviesa mi mejilla desde mi frente. Al dejar descubierta mi barriga, él arremetió contra nuestro hijo. — ¡¡¡NOOOO, el cachorro no, por favor Dorian, MI HIJO NO…!!! Las lágrimas salían sin cesar de mis ojos mientras le suplicaba, pero sus caninos devoraban mi carne y sus garras buscaban en las profundidades de mis entrañas a sangre fría, queriendo sacar la vida que llevaba dentro. No sé cuánto tiempo duró esta agonía, sollozaba implorándole mientras pude hablar. El dolor en todo mi cuerpo era insoportable, pero más mi alma, que sangraba destroz
VALERIA Escucho gritos estridentes, cristales que se rompen, un rugido animal, gruñidos de Alfa, forcejeo y pelea. Algo caliente me salpica la cara y los brazos, mis garras destrozan y mis caninos desgarran. No puedo detenerme, no puedo, la rabia me consume por dentro y grita liberación. No sé qué hago, no tengo consciencia de mí misma, solo sé, que cuando recupero el control de mi cuerpo lo primero que miro son mis manos llenas de sangre. Estoy de rodillas en el suelo, a mi alrededor todo se ve en rojo, destrozos y partes de lo que alguna vez fue un poderoso Alfa, de Dorian. ¿Qué hecho? ¡¿Qué he hecho por la Diosa?! Miro la cabeza arrancada a un metro de mí. Los ojos mieles aún me miran con pánico y siento como las arcadas suben por mi garganta. Vomito a un lado sin poderlo evitar, asqueada por toda esta escena llena de muerte y violencia. ¿Yo hice todo esto? Aquí no hay nadie más. Miro a mi alrededor, no sé a dónde fue Sophia, solo sé que alguien fue arrojado por la venta