VICTORIA
Veo como el hombre abre mucho los ojos sin esperar a que esa respuesta llegara a él. En su asombro baja la guardia, dejando que Ben tome ventaja, clavándole los colmillos hasta el fondo, haciéndolo gritar de dolor mientras lo suelta. Estiro mi mano a Ben y lo coloco detrás de mí, observando como el hombre lucha contra las venas negras que se van esparciendo desde la mordida. —Es una lástima que no podrás advertirle a mi padre, pero después me encargaré de él. Comienzo a alejarme con Ben abrazado a mi mano, oigo las maldiciones que me lanza, pero poco me importan viniendo de un cadáver. Entro de nuevo al auto y doy marcha, hasta llegar a otro estacionamiento y recoger otro carro en lo que este es eliminado. Ben se monta sobre mí enrollando sus piernitas en mi costado, hasta que su pelaje negro comienza a cubrirlo todo. Acaricio suavemente el pelaje del pequeño lobo asustado, esta es su forma de protección cuando su lado humano está sufriendo mucho. Sus garras se clavan en mi piel haciéndola sangrar, pero no me importa. A pesar de que él contiene un potente veneno tanto en sus garras como en sus colmillos, a mí nunca me ha afectado. —Gael, mi pequeño lobo, todo está bien, no llores, estás conmigo. Siento mis ojos pesados de tanto conducir, pero necesito alejarme lo más que puedo. Llego hasta la guarida de Santi, que ya nos espera, parado en la entrada. Apago el motor y cierro los ojos por un segundo, antes de abrir la puerta y sostener a la bola de pelos oscura sobre mí. —¿Victoria, cómo estás? —Cansada y Ben, bueno... anda en su protección. Él estira la mano acariciando su pelaje solo para ser recibido con un gruñido furioso, pero tierno. —Parece que no anda de humor, sígueme. ***** LUCIEN Observo detenidamente cada maldit0 informe sobre mi escritorio, todos con resultados negativos. Paso mi mano revolviendo mi cabello, tirando todo al suelo de la frustración. Han pasado cinco maldit0s años y nadie sabe nada de mi cachorro, es como si simplemente se hubiese esfumado en el aire. —"¿Errick, has logrado contactarlo?" —"Lo he intentado, muchas veces, pero nunca hay respuesta, solo un profundo silencio" Solo cierro los ojos, parándome frente a la ventana, dejando que la luz de la luna me cubra con su manto. Escucho la puerta abrirse y no me volteo para ver a mi Beta, ya sé que tiene más malas noticias. —Lucien, parece que... bueno... es posible que ahora si tengamos una esperanza. Abro mis ojos y volteo a verlo, dejando que mi dominio Alfa salga para tomar el suyo y manipularlo a mi antojo. —Logramos infiltrar a un hombre dentro de la organización de los cazadores, hace dos días mandaron a cuatro hombres a esta dirección. Tomo la tablet y observo la dirección, la casa, los cuerpos muertos, las garras en las paredes y el suelo. Frunzo el ceño mirando esto. —¿Había lobos en esto? —No señor. ¡Esto no puede ser!, si no había lobos como llegaron esas garras ahí. —Continúa. —Ellos trataron de revisar las cámaras de toda la ciudad y todo fue manipulado, parece que quien tiene a su hijo no es ni de los cazadores ni de los rebeldes. —Además, según sus hombres y sus aliados, es posible que esa persona siga en la ciudad, están preparando algo grande, algo para terminar con... Lo callé de un rugido, sea quien sea esa persona, me las pagará con sangre por haberme quitado lo único que me queda por aferrarme a este miserable mundo. —Prepara a los hombres, iremos hasta allá, no dejaré que ellos pongan sus manos en mi hijo, y si alguien falla Axiel... En eso la puerta se abre de golpe y entra mi hermana junto con esa anciana que odio. —"Ella nos advirtió de lo que pasaría, fuiste tú quien no la escuchó" —"Cállate Errick" —Yo iré contigo, es mi sobrino y por supuesto que lo quiero a mi lado. —¿Y ella? —Muchacho grosero, yo iré porque es necesario y no harás nada contra eso. Solo suspiro con molestia antes de pasar por sus lados y salir, llego a la habitación y comienzo a recoger unas cuantas prendas. Esta vez te recuperaré mi cachorro, prometo que todo lo malo que viviste pasará, estaremos juntos como siempre debió ser. Miro la foto de mi compañera embarazada, mi lobo la odia por no protegerlo, se supone que era nuestra Reina, tenía la capacidad suficiente, pero no sé que pasó en esas cuatro paredes. Al día siguiente tomamos un jet privado hasta esa ciudad pobre, no sé cómo ni en qué condiciones esté mi cachorro. Son cinco años lejos de los suyos, de su manada, su desarrollo pudo haberse visto afectado. —Rey Alfa, es un gusto tenerlo con nosotros, ya tenemos un área privada solo para ustedes, la seguridad está al máximo. —¿Algo más? —Sí, hace unos días también llegaron lobos de Dementu, parece que todos ya saben de qué su cachorro está aquí. Aprieto los puños sintiendo la rabia en mi interior, Errick acechando en mi mente con sus colmillos afuera. Ambos sentimos lo mismo. Llegamos a una sala donde otros más nos esperan, Alfas aliados a mí, que están dispuestos a ayudarme, pero siempre a cambio de algo. —Rey Alfa, ya tenemos todo preparado, hombres a su disposición, carros y todo lo necesario. —También hemos estado rastreando los movimientos de los cazadores, Black llegó aquí hace un par de días cuando hubo un alboroto en las calles. —¿Eso a qué fue? —Parece que los hombres de Black lograron atrapar al cachorro, pero la persona que lo tenía; los asesinos delante de todos y se lo llevó. Solo me rio con ironía escuchando todo esto, los demás en la sala se callan al sentir mi aura salir, doblegándolos ante mí. —Los asesinó a plena luz del día, en la calle, ¿y no hay testigos? Si esa persona hizo eso, delante de tantas personas, no me imagino por los horrores que debe estar pasando mi hijo.VICTORIA —¡¡¡¡Maaaamiiii!!!!, tienes que probar este helado mami, está delicioso. —Ben, ese ya es el cuarto que te comes hoy, debes comer vegetales también. Solo me recibe un gruñido después de eso. Odia los vegetales, pero ama los dulces y sobre todo la carne. Eso se debe a su parte lobo. Tampoco es como que sepa mucho de eso, sé muy poco de los cachorros lobos y cuando intentaba preguntar, me acusaban de depredadora. Ya no sé si reírme o sentir vergüenza recordando eso. Lo dejo en la cocina comiéndose su helado y me dirijo a la habitación para ordenar algunas cosas hasta que paso por la habitación de Santi. Me recuesto sobre el marco de la puerta mirando los cuerpos desnudos y sudorosos de Santi y de su nueva novia. Los gemidos son suaves y al menos se los agradezco por tener "algo" de "respeto" por Ben. El choque de sus pieles se hace cada vez más fuertes y rápidos. Las manos de Santi se aferran con fuerza a las caderas de la chica, sus senos se balancean de a
VICTORIA Observo como Ben se come su desayuno, jugo de naranja, frutas y por supuesto, carne Yo me acomodo la chaqueta de cuero y los guantes. Me aseguro de que mis armas estén cargadas antes de guardarlas en la funda que se sostiene en mi cadera. —Ben, amor, regreso más tarde. Lo veo venir hacia mí y me da un abrazo, pero sé lo que hace, está colocando una protección en mí. No sé cómo lo hace, pero siempre logra que salga menos herida cuando me enfrento a cosas muy peligrosas. —Regresa conmigo. —Siempre mi pequeño garras. Le doy un beso en la frente antes de alejarme. Repaso detenidamente la información que logró conseguir Santi. Hoy el Rey va a estar reunido con otros Alfas en un almacén a las afueras de la ciudad. Esta es mi oportunidad para saber lo que planea, para saber qué tiene que ver Ben con él. Estaciono el carro a una distancia segura del lugar y me encamino por los edificios abandonados de este lugar. Observo detenidamente los lugares donde hay c
VICTORIA Observo detenidamente a Ben mientras juega con Santi al básquet. Esa sensación de que él se irá se ha acentuado más cada día en mi pecho desde que supe quién era su padre. Tuvimos que mudarnos del lugar, destruir toda la evidencia para que no nos localizaran, pero no logramos salir de la ciudad. Hay hombres de todos lados por todos lados. Miro el cielo gris sobre nosotros, pensando en lo siguiente que haré, pero no tengo alternativa. Suspiro y doy vuelta, entrando al cuarto de Santi. Prendo la computadora y abro varias direcciones IP de diferentes lugares para que no den con la señal verdadera. Envío un mensaje claro, una reunión en el muelle hoy por la noche, debo comenzar a enfrentar a mis enemigos. Debo saber quién es su padre, como actúa, si realmente lo quiere a su lado y de ser así, tendré que dejarlo ir para que esté seguro. A mi lado ya no lo está, puedo sentir que no está seguro conmigo, que ya no podré protegerlo. Perdón Ben, te amo, pero tu segu
NARRADOR Lucien miraba fijamente a la mujer frente a él. Su hermoso cabello negro suelto, dejando ver las hermosas puntas platinadas que le daban un brillo único. Su piel tan suave y tersa, esos labios carnosos que lo llamaban para que los devorara mientras se perdía en aquella oscuridad de sus ojos. Su hermosa figura, aunque pequeña, hecha solo para él, tan frágil y perfecta que podría quebrarla si la sostenía. —"Mía"— gruñó Errick en su mente, con sus ojos dorados, brillando, acechando en la mente de Lucien, extasiado de conocer a su nueva compañera que ahora era más fuerte. Lucien solo apretó los puños de rabia y apartó la mirada, tratando de ignorar el vínculo que lo empujaba a tomarla entre sus brazos. —Victoria, tú... solo entrégame al niño, prometo que estará bien. Un rugido furioso salió del otro extremo queriendo lanzarse sobre él, acabando con todo esto, pero brazos detrás de él lo sostenían. —¿Sabes quién es él, Victoria? —Por supuesto, el Rey de
VICTORIA Cruzaba por calles angostas y comencé a ir en contra vía solo para evitar que me alcanzaran. Muchos, sin importar estar en una ciudad humana, se convertían en lobos. Un aullido se escuchó a lo lejos y no estaba segura de si era aliado o enemigo. —Es mi papá, él ya viene. Miré a Ben que solo veía a través de la ventana, esperando por él. Varios carros comenzaron a acercarse peligrosamente a nosotros, hasta que de la nada, un enorme lobo negro apareció estrellándose contra ellos. Sus ojos dorados, mirando como nos alejábamos de él, lanzando otro aullido al cielo. Lobos comenzaron a aparecer de todos lados, no podía reconocer quién era quién. —Ellos mami, ellos son los protectores que vienen de mi papá. Volteé a mi izquierda para observarlos, sus miradas iban del frente al otro lado de nosotros, donde los lobos rebeldes esperaban su momento para atacar. Al frente, vienen varios carros dispuestos a cerrarnos el paso, pero yo no estaba dispuesta a ced
VICTORIA Abro los ojos con lentitud para darme cuenta de que estoy en una habitación de hospital, miro el goteo de mi intravenosa como si fuera algo interesante. Mi corazón comienza a doler al darme cuenta de que Ben ya no está a mi lado. La soledad comienza a golpearme fuerte y por primera vez en mucho tiempo, vuelvo a sentirme perdida y sin rumbo. —Ya estás despierta, eso es bueno. Volteo a ver a la pequeña anciana que entra y solo me sonríe. —¿Quién es usted? —No importa quién soy, lo importante es que estás bien, no te preocupes por Ben... —Está bien, ahora váyase. No sabía quién era o lo que quería, pero sabía lo que estaba haciendo. Quería que hablara de Ben para sacarme información. —Ahora entiendo por qué la Diosa los emparejó, son el uno para el otro... Siguió refunfuñando incoherencias alejándose, hasta que salió. Después de ese día no volví a verla. ***** Han pasado dos meses desde que Ben se fue de mi lado y para mí, ha sido una eternidad. Sal
LUCIEN Llegamos al pequeño aeropuerto de la manada original, bajo y ayudo a mi hermana a bajar los escalones. Me niego a tocarla a ella, así que puede bajar por sí sola, pero, en cambio, veo como los demás parecen pelear por ofrecerle su mano. Errick deja escapar un rugido furioso que se filtra a través de mí, deteniéndolos en el acto. Ella me mira por un instante con una mirada de total desprecio y solo ahí dibujo una sonrisa. Eso sí, es perfecto, que nos odie y sienta repugnancia, será más fácil cuando tenga que rechazarla. Observo como mi Beta viene corriendo a nosotros. —Lucien, que bueno que llegaste, hoy... bueno... Ben lastimó a otras dos doncellas que están graves en el hospital. Solo suspiré y me apresuré a llegar con él, al abrir la puerta de su habitación lo miro de nuevo enrollado entre el diario, gruñendo de forma amenazante. Observo como ella avanza sin nada de miedo mientras los jadeos de horror suenan a mi espalda. —Pequeño garras, todo está bien a
VICTORIA Camino de la mano de Ben por los pasillos desolados de esta mansión. Aquí al menos no hay peligro para él, pero no puedo decir lo mismo de mí. —Disculpe, el Alfa, quiere verla y Ben irá a su primera clase de lobos. Lo vi emocionado y corrió alado de la doncella antes de desaparecer de mi vista. Llegué frente a la puerta de la oficina del salvaje y toqué con toda la delicadeza posible. —Adelante. Sonó su voz fuerte y varonil del otro lado. La abrí y solo me quedé ahí parada contemplándolo. Sus fuertes brazos esculpidos haciéndose notar con cada movimiento que hacía, su rostro serio mirando con mucha concentración los papeles frente a él. Su cabello rubio peinado perfectamente hacia atrás con algunas hebras rebeldes que caían en su frente. En definitiva, él era un hombre grande, pero era un salvaje, lo atractivo no le quitará eso. —¿Ya terminaste de detallarme a tu antojo o quieres que me pare frente a ti para que puedas incluso fantasear más? —Talvez