Alicia:El día fijado había llegado. No quería levantarme de la cama, como, si quedándome en ella, pudiera evitar lo que se venía.Siempre fui una prisionera, no conozco la libertad, desde muy temprana edad, alguien me ha tenido cautiva, solo los primeros años de mi vida los viví de forma libre, pero cada vez los recuerdo menos y se van sumiendo como en una niebla de ensueños más que recuerdos.A pesar de estar a acostumbrada, ésta vez era diferente, seguiría siendo cautiva, ahora de un nuevo dueño, pero éste tenía un documento que lo convertía en legal.Tenía tres opciones en la vida; la primera, era escapar de aquella prisión, la segunda, quitarme la vida y la tercera, aceptar mi vida tal cual era.La primera era sencillamente imposible, no solo por la guardia que siempre me custodiaba, sino que, con ésta gente, no hay lugar en el mundo donde me pueda esconder sin que me encuentren, menos estando sola y sin dinero. La segunda, no podía ni pensarlo, pues era muy cobarde, demasiado va
Alicia *recuerdos*:Aquel hombre lleno de tatuajes que había venido a hablar con mi papá, me generaba miedo. Estaba sentado en la sala, esperando para ser atendido, mientras jugaba con la cucharita dentro de su taza con café. Yo le espiaba detrás de las gruesas y oscuras cortinas del ventanal. Pues cuando él llegó yo estaba es esta sala y no tuve mejor idea, en lugar de irme para mi habitación, que esconderme detrás de la pesada tela. Me aterraba, pero al mismo tiempo me llenaba de curiosidad. Yo apenas tenía siete años y nunca había visto un hombre así, solo en las películas que a veces mirábamos con mi primo Marco, quien era un par de años mayor y pasaba mucho en casa debido a que sus padres viajaban mucho.Pero volviendo a aquel hombre, ese que tanto miedo me inspiraba, su duro rostro y su expresión tan seria, hacía que mis piernas temblaran; pero no fue hasta que se levantó y caminó hacia en ventanal que tenía la cortina que me ocultaba, que mi corazón palpitó con tal fuerza que
Alicia *recuerdos*:Como era de esperarse, ni bien el hombre abandonó el gran salón, corrí al despacho de mi padres, ¡sí, a ese lugar que me había dicho que no fuera!En ese momento no entendía bien que era lo que sucedía. Ahora sí…Mi padre había sido asesinado en su despacho. Su cuerpo yacía sentado en la silla, pero su cabeza sobre el escritorio nadando en un mar de sangre.Corrí hacia él y comencé a sacudirlo.- ¡Papi despierta, papi…!Pero mi padre no despertaba. Comencé a gritar mientras lloraba desconsoladamente. De pronto mi Nana irrumpió en la habitación, perecía no sorprenderse por la escena. Me tomó en brazos y me llevó a mi dormitorio. Mientras me cargaba, observé el suelo y noté marcas, de pisadas ensangrentadas, que atravesaban el salón.Esa imagen me acompañaría por mucho tiempoCuando me dejó en el dormitorio, ya se encontraba allí un hombre con aspecto aún más duro que el de los tatuajes, aunque ahora sabía que se llamaba Luka.- Imagino que ya habrá arreglado todo l
Narrador *recuerdos*:Alicia había sido llevada muy lejos de allí. Primero en coche, durante más de dos horas, hasta el aeropuerto y allí en un jet privado hasta su destino, a 4 horas.Ella estaba aterrada, su padre había acabado de morir, aunque ella aún no lo sabía con certeza y su Nana querida había quedado muy atrás.Durante el viaje se durmió varias veces, pero por lapsos muy cortos, ya que el sueño la vencía y el miedo no la dejaba en paz.En el jet, la habían acomodado en el último asiento, cerca de la puerta de ingreso y, el hombre que se sentó junto a ella, no la dejaba levantar a menos que fuera para ir al baño, donde la acompañaba hasta puerta y la esperaba en el pasillo para volverla a su asiento al terminar.En uno de los primeros asientos viajaba Luka, el hombre de los tatuajes que ella tanto temía. Él, de vez en cuando, volteaba la cabeza para observarla, entonces ella cerraba sus ojos apretándolos bien, para hacerse la dormida. Luka sabía que no lo estaba en realidad,
Alicia *recuerdos*:No tengo muchos recuerdos de mi niñez, sobre todo de los primeros años. Solo algunas imágenes sueltas que parecen no tener sentido. Alguien mató a quien creía ser mi padre, pues luego también me enteré que no lo era, él había matado a mi verdadero padre y raptado a mi madre junto conmigo. La pobre debe haber sufrido mucho, primero le matan al marido, luego la raptan con su hija, y por último la asesinan a ella también cuando intenta escapar de su cautiverio. Tampoco la recuerdo mucho, solo sus ojos con una cálida mirada.Me he criado en la soledad absoluta. Si buen fui a al mejor colegio, no tenía permitido tener amigos, ni hablar de ir a sus casa o que vinieran a la mía, ni siquiera para estudiar.Mi captor, el hombre de los tatuajes, así me gustaba decirle, aunque sabía perfectamente que se llamaba Luka, había estado pendiente de mi vida todos estos años, pero nunca había vuelto a verlo, ni siquiera hablar con él. Pero recordaba bien su cara, y sobre todo su perf
Luka *recuerdos*:Habían pasado ya varias semanas desde la conversación con el viejo, pero aun así, no podía salir de mi asombro.- Renzo se ha vuelto loco el viejo, mira que querer que me case con su nieta- No Luka, no está tan loco. Solo debes pensar un minuto como lo hace él, y verás que, no sólo tiene lógica, sino que es lo más conveniente para todas las partes- Pero…- Pero nada amigo. Si tanto te disgusta la idea porque no vas a hablar con ella, a ver si entre los dos pueden convencer a Don Paolo de que desista de la idea- ¿Verla?- Si, verla- No, sencillamente no puedo- ¿Por qué no puedes Luka?- Lo he estado evitando todos estos años.- Bueno, ya estaría siendo hora de que la veas cara a cara y no desde lejos como siempre lo haces- Es que no podría mirarla a los ojos. ¿No lo entiendes?- ¿Entender que cosa?- Que soy el causante de todos sus males, que ha estado cautiva por mi culpa. Debe odiarme y no lo soportaría- Creo que eso es algo que tendrás que empezar a tratar
Luka *recuerdos*: Luego de unos días de estar internado en estado grave, y de haber venido de una larga lucha contra su enfermedad, Don Paolo Gentile De María había fallecido. El viejo se había ido feliz, pues recuperó a su nieta perdida, y pese a que jamás le llamó abuelo, la tuvo cerca y pudo verla crecer. Ahora tocaba el funeral y luego la apertura del testamento.Yo sabía perfectamente en que consistía dicho documento, pues había estado presente cuando le hizo las últimas modificaciones, ellas incluían los negocios que serían de su nieta, lo que serían míos y, por supuesto, el arreglo matrimonial entre ambos.Se me consultó si Alicia debía presentarse en al funeral y dije que no, que mejor se mantuviera lejos, pues muchos enemigos externos asistirían, además de los internos, pues cuando muere el jefe de una familia de la mafia, todos están ansiosos por saber que les toca y como se distribuirán los cargos. Así que ponerla a ella en la mira de todos exponiéndola en el funeral, no m
Luka *recuerdos*:Maldita la reunión con los franceses, si había algo de lo que tenía ganas esa mañana, era de seguir durmiendo, ¡pero no, tenía esa importante reunión!Como era de esperarse mi humor era de los peores en los últimos años- Luka que cara traes- ¿Qué esperabas Renzo?, pasé una noche de mier*da- No solo tú- Me importa un rábano los demás, yo me siento fatal y tengo que reunirme con esta gente para cerrar un negocio- También puede matarlos, como hacías antes- No me des buenas ideas – me reíLa vedad su comentario me hizo gracia, si bien era cierto, antes era lo que más hacía, ya iban a hacer unos cinco años que no me dedicaba a esa parte del negocio.Como bien le dije, mi noche había estado fatal, no recordaba bien lo sucedido, sabía que bebí más de lo acostumbrado- Para esos están los buenos amigos- Hablando de buenos amigos, ¿qué hice anoche?- ¿A parte de beber hasta lo que no debías?- Exacto- ¿En verdad no recuerdas nada?- Tengo muchas lagunas y los recuerdo