Capítulo40
—¡Papá, no quiero terminar en la calle!—Miguel se sentó en el suelo y comenzó a llorar.

—¡Entonces ve y pídeles perdón a la señorita y a su amigo! ¡O toda la familia terminaremos en la calle!

—¡Sí, claro que sí!

—Señorita Zambrano, sé que me equivoqué, no debí ser tan arrogante. Por favor, perdóneme...—Miguel, al darse cuenta de su error, se arrodilló frente a Ximena y Faustino, pidiendo perdón sin parar, incluso se abofeteó.

—¿Qué está pasando?—Federico y los aldeanos se sorprendieron al ver el cambio de actitud de Miguel.

Antes era tan arrogante, pero ahora estaba arrodillado y suplicando. No lo entendían.

¡Faustino escuchó claramente! ¡Ximena era la nueva directora de Biovida! ¡Era una persona muy importante! Ayer, casi se había acostado con ella... Al pensar en esto, Faustino se sintió muy satisfecho.

—Ahora que te arrepientes, ¿no crees que es demasiado tarde?

—¿Dónde quedó tu arrogancia de antes?—Ximena miró a Miguel con frialdad.

—Señorita Zambrano, me arrodillo ante Faustino y
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