"La venganza es un plato que se come frío y aún así me vengaré de ti". - fueron las palabras que alguien dijo.
LIRA CLARK La noche cae sobre Domino's Vale, envolviendo el pueblo con su manto oscuro y misterioso. Lira, una joven pelirroja de corazón sencillo, se encontraba en su modesto piso, preparando una cena especial para celebrar el cumpleaños de Sebastian Blackwood, el poderoso hombre lleno de secretos que ha conquistado su corazón.Mientras ponía los platos sobre la mesa, sintió que una mezcla de ansiedad y amor se desbordaba en su pecho. Quería hacer de esa noche una ocasión inolvidable para Sebastian, aun conociendo las barreras que los separaban.Cuando sonó el timbre, Lira se apresuró a abrir la puerta, revelando a un Sebastián con expresión inescrutable."Feliz cumpleaños, mi amor", dijo sonriendo cálidamente. "Lo he preparado todo con gran esmero para ti".Sebastian miró alrededor del piso, examinando cada detalle cuidadosamente planeado por la pelirroja. Aunque su expresión no revelaba mucha emoción, esbozó una sonrisa forzada para no decepcionarla."Gracias, Lira. Es muy amable de tu parte", respondió, con voz algo distante.Lira sintió una punzada de decepción, pero decidió no dejar que eso la desanimara. Se acercó a Sebastian, envolviéndole en un cariñoso abrazo y un apasionado beso."Espero que disfrutes de todo. Quiero hacer de este aniversario un momento especial para los dos", dijo, con una voz llena de afecto.Sebastian correspondió al abrazo, aunque sus rasgos permanecieron inescrutables. Sabía que no debía involucrarse tanto con Lira, pero era difícil resistirse al encanto genuino que emanaba.Mientras estaban sentados a la mesa, la chica sirvió la cena, compartiendo pequeñas historias y risitas ignoradas por él. Ella intentaba aportar ligereza al momento, pero había una tensión palpable entre ellos, un conocimiento silencioso de que aquella relación estaba prohibida.Lira apartó la mirada por un momento, antes de reunir el valor para revelar su secreto. Sabía que estaba arriesgándolo todo al abrir su corazón de aquella manera, pero sentía que había llegado el momento de ser sincera con él."Sebastián, hay algo que necesito decirte", comenzó, con la voz cargada de nerviosismo.Enarcó una ceja, mostrando curiosidad. "¿Qué pasa, Lira? Qué me estás ocultando".Ella sintió que su tensión aumentaba ante la fría reacción de Sebastián. Podía ver la preocupación en su mirada y estaba decidida a alegrar un poco aquella velada."Sebastian, sé que todo esto es inesperado, pero tengo un regalo que te alegrará la noche", dijo Lira, con un toque de esperanza en la voz.Sebastián la miró, conteniendo aún su frustración. "Lira, yo... No sé si estoy preparado para afrontar más sorpresas esta noche. Todo esto es demasiado para mí".Una punzada de tristeza la invadió, pero decidió no rendirse. Quería demostrarle que, a pesar de todas las adversidades, podían encontrar la alegría juntos.Cuando la cena llegaba a su fin, la pelirroja trajo a la mesa una tarta con velas encendidas en su superficie. Colocó una caja de regalo con un lazo perfectamente atado junto a la tarta, con una expresión esperanzada en el rostro."Sebastian, me gustaría cantarte el 'Cumpleaños Feliz' y luego podrás abrir el regalo. Estoy segura de que te gustará", dijo Lira con una tímida sonrisa.Pero antes de que pudiera empezar la canción, Sebastián la interrumpió bruscamente. Su expresión era de furia contenida."¿Qué locura es esta, Lira? Tienes que estar bromeando", dijo, empujando la caja de regalo y cayendo al suelo. "No tengo tiempo para juegos ni sorpresas en este momento".Las palabras de Sebastian golpearon a Lira como una puñalada en el corazón. Sintió que se le saltaban las lágrimas, pero se obligó a mantener la compostura."Sebastian, por favor, tienes que abrir el regalo. Yo... quería compartir algo importante contigo", suplicó Lira, con voz temblorosa.Él lanzó una mirada fría a la caja de regalo en el suelo. "Te dije que no jugaras conmigo, Lira. No me interesan las sorpresas ni los secretos".La decepción inundó su rostro, pero no podía dejar que la ira de Sebastián la derrumbara por completo. Respiró hondo y se levantó de la mesa."Sebastian, yo... esperaba que esta noche pudiera ser especial para nosotros. Entiendo que estés asustado y confundido, pero no puedo cambiar la verdad. Sólo quería compartir algo importante contigo, algo que puede unirnos aún más", habló Lira, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con caer.El hombre permaneció en silencio, con los ojos fijos en el suelo. Sabía que había llegado a un límite emocional y que la ira estaba dominando su pensamiento."Sebastián, por favor, dale una oportunidad a nuestro amor", susurró ella, con la voz amargada. "Sólo quería..." Lira sintió que se le hundía el corazón cuando Sebastián despreció sus palabras, negándole cualquier posibilidad de aceptar la sorpresa que con tanto cariño había preparado. Rápidamente se agachó, recogiendo la caja de regalo que yacía en el suelo, deshaciendo el lazo mientras las lágrimas corrían por su rostro.Sebastian, impaciente, se acercó a una de las ventanas, desviando la mirada hacia los coches que pasaban por la calle. Su irritación era evidente en su rostro tenso.Con manos temblorosas, Lira abrió la caja y mostró a Sebastián el zapatito de bebé que había comprado con tanto amor. Esperaba que le llegara al corazón y le hiciera recapacitar.Sebastián se volvió bruscamente hacia Lira, con una expresión de incredulidad estampada en el rostro. "¿Qué clase de gilipollez es esta, chica? ¿Crees que me vas a engañar con esto? Déjate de tonterías y dime que todo es mentira".Lira sollozó, sintiendo que su mundo se desmoronaba ante la frialdad de Sebastián. Luchó por encontrar las palabras adecuadas y su voz tembló al decir: "No, Sebastián, no es mentira. Estoy embarazada y espero un hijo tuyo".Su respuesta fue cortante, un golpe directo a su ya debilitado corazón. "No quiero ese hijo, Lira. No puedo ni quiero asumir esa responsabilidad".La pelirroja se desesperó ante el cruel rechazo de Sebastian. Las lágrimas caían sin control mientras luchaba por respirar. En medio del caos emocional, bajó corriendo las escaleras, dejando atrás su edificio.Desorientada y perdida, corrió por las calles, mezclando sus lágrimas con la lluvia que empezaba a caer. Su corazón roto le dolía física y emocionalmente. Sus pensamientos estaban borrosos, pero siguió corriendo, desesperada por encontrar un refugio.Fue entonces cuando, en medio de su angustia, Lira sintió que algo golpeaba su frágil cuerpo y perdió el equilibrio, cayendo violentamente al asfalto. Un dolor punzante recorrió su cuerpo mientras luchaba por abrir los ojos. Su visión borrosa reveló una figura misteriosa, alguien que se acercaba a ella.Lira intentó hablar, pero las palabras le fallaron mientras miraba fijamente a aquel hombre desconocido. Y antes de que pudiera comprender del todo lo que estaba ocurriendo, perdió el conocimiento, sumiéndose en un profundo desmayo.Cuando te veasSebastian Blackwood caminaba con paso decidido por el opulento pasillo de la sede de su empresa. La rutina de un multimillonario nunca le concedía momentos de descanso, pero se sentía en control de cada detalle. Cuando llegó al ascensor privado, pulsó el botón y esperó pacientemente a que se abrieran las puertas.Al entrar en el ascensor, sus ojos se fijaron en una figura inesperada. Una chica pelirroja y con gafas, evidentemente tímida, sostenía una caja en las manos. Sebastian frunció el ceño, sorprendido por la presencia de la desconocida en su ascensor privado.Al mirarla, se dio cuenta de que la chica estaba visiblemente triste. Su mirada parecía perdida y su rostro mostraba una expresión abatida. La curiosidad se despertó en el interior de Sebastian, que no pudo ignorar el aura melancólica que rodeaba a la joven.Meditó por un momento si debía interrogarla sobre su presencia allí, pero una repentina bondad se apoderó de su corazón y su aroma era una mezcla de vida
El primer besoLira miró a Sebastián con una mezcla de sorpresa y felicidad cuando escuchó su petición de convertirse en su asistente personal. Sabía que esta oportunidad no sólo le permitiría estar más cerca de él, sino que también le abriría las puertas a un futuro prometedor en su carrera.Con una sonrisa radiante, aceptó la propuesta, sintiendo que su corazón se aceleraba ante la perspectiva de trabajar al lado del hombre que la encandilaba. Pasaron los días y la rutina de trabajo se estableció, con la pelirroja realizando sus tareas con eficiencia y dedicación.Mientras trabajaban juntos, Lira y Sebastian desarrollaron una dinámica especial. Con cada encuentro, con cada proyecto que compartían, la conexión entre ellos se hacía más fuerte. Con el tiempo, la atracción que existía entre ellos se hizo innegable, y cada mirada y cada sonrisa que intercambiaban tenían un significado profundo.Tras una intensa reunión, todos los demás empleados abandonaron la sala, dejándolos solos. El
No puedo quedarme con ellaSebastian entró en su lujoso despacho de Industrias Blackwood y encontró a su hermano pequeño, Adrian, sentado en su sillón con una sonrisa traviesa en la cara."Ah, hermano querido, he oido rumores interesantes sobre ti y la encantadora chica pelirroja. Parece que estás dejando la oficina patas arriba".Sebastian frunció el ceño, irritado por los comentarios y las posturas juguetonas de Adrian."Adrian, basta ya. Estos comentarios no tienen base alguna, y cualquiera que esté difundiendo estos chismes será severamente reprendido y posiblemente despedido."Adrián, al notar la seriedad en el tono de voz de su hermano, cambió rápidamente de expresión."Lo siento, Sebastián", pero hizo alguna payasada más y su hermano se puso furioso.Sebastián suspiró, tratando de controlar su ira."Sé que te gusta hacer bromas, Adrian, pero esta situación no tiene gracia. Es importante mantener la reputación de la empresa y desmentir los chismes infundados.Adrián agachó la ca
En busca de venganzaLucius Nightshade, propietario de Noctis Essence, estaba inmerso en una importante reunión de negocios cuando su teléfono móvil vibró insistentemente. Desvió brevemente su atención del asunto que estaba tratando y consultó el mensaje. Una foto mostraba a Sebastian Blackwood, acompañado de una misteriosa mujer pelirroja, entrando en un edificio del suburbio de Domino's Vale.Aunque Lucius se encontraba en medio de una reunión crucial, su curiosidad se despertó de inmediato. La intrigante imagen y la presencia de Sebastian Blackwood -un nombre que resonaba en su mente- despertaron su interés. Sentía una conexión indescriptible con la figura pelirroja, una sensación que no podía ignorar.Mientras los demás participantes en la reunión seguían discutiendo asuntos relacionados con los negocios, la mente de Lucius divagaba, preguntándose quién era aquella mujer y cuál era su relación con Sebastian Blackwood. Sentía una inquietud en su interior, un deseo ardiente de desen
¿No sabes quién es?Selena dejó escapar una risa irónica al ver que el hombre que tenía delante no respondía. "Lucius Nightshade, después de todos estos años, ¿has perdido por completo el olfato para los seres sobrenaturales? Esa mujer que yace en tu cama es algo que no había visto en mucho tiempo. Esta especie sobrenatural fue aniquilada hace cientos de años, pero pensé que la reconocerías. Ya que no lo hiciste, mírala. El color de su pelo, ¿no te recuerda a alguien?".Los ojos de Lucius se abrieron de par en par, comprendiendo por fin la magnitud del descubrimiento. "¿Una banshee? Pero yo creía que se habían extinguido hace siglos. ¿Cómo es que sigue viva?"Selena sacudió la cabeza, aún incrédula. "Parece que al menos una sobrevivió. Puede que ayudara, a una o a otra. Las banshees eran temidas y perseguidas, sobre todo en la época de la caza de brujas, junto con mis antepasados de Salem. Creía que ya no existían".Lucius miró a la banshee que yacía en su cama, lleno de curiosidad y
Un Banshee"No, no creo en lo sobrenatural" responde Lira a la pregunta de la mujer que tiene delante.Selena miró a Lira a los ojos con una sonrisa serena. Comprendía la resistencia de la chica a creer en lo sobrenatural, pero estaba decidida a mostrarle una perspectiva diferente. Lira no tenía ni idea de que ella también formaba parte de ese mundo. Un mundo en el que los humanos no viven, y mucho menos saben de su existencia. Selena comenzó a hablar suavemente sobre el poder trascendental de la naturaleza y cómo los elementos naturales pueden envolvernos en un mundo mágico de maravillas."Lira, entiendo que tengas tus dudas, pero piensa en cómo la naturaleza nos envuelve a cada instante. Mira los majestuosos árboles que se extienden hacia el cielo, los ríos que fluyen en armonía y los vastos océanos que albergan innumerables formas de vida. Estos son los elementos naturales que nos rodean, y en ellos reside una magia inexplicable".Mientras hablaba, Selena gesticulaba con las manos,
Reunión épicaLucius sintió que una mezcla de excitación y determinación recorría su cuerpo cuando su secretaria pronunció el nombre que había estado esperando: Sebastian Blackwood estaba en la empresa. Era el momento que tanto había esperado, el comienzo de su ansiada venganza.Lucius echó mano a su teléfono, que era su salvación en aquel momento, mientras Lira le hacía preguntas que no quería responder. Llevaba tanto tiempo queriendo enfrentarse a Sebastián y no quería que nadie a su alrededor se interpusiera en sus planes. Rápidamente, dejó a Lira y a Selena en su habitación, y caminó por los pasillos del castillo y sonrió, sabía que había hecho lo correcto al traer a esa mujer a su casa. La pelirroja que también lo había hechizado. Tenía una banshee en sus manos, y lo que más le complacía era saber que además de robarle el amor de su vida a Sebastian la tenía para siempre. Quería correr hasta allí, usar su habilidad sobrenatural, pero no podía dejar ningún resquicio, así que cogi
Secretos reveladosSebastian Blackwood estaba furioso, el calor de la ira burbujeaba por sus venas mientras Adrian lo arrastraba fuera de la imponente sede de la empresa Noctis Essence. La acalorada discusión con Lucius Nightshade no había hecho más que confirmar sus peores temores: Lira, su amada, estaba ahora en las garras del inescrupuloso Lucius.La adrenalina latía en su pecho, y Sebastian apenas podía contener la rabia que amenazaba con desbordarse. Antes de que tuvieran siquiera la oportunidad de subir al coche y trazar un plan para rescatar a Lira, apareció una figura inesperada. Morgana, la chica del pub, de mirada penetrante, salió en su coche completamente negro, bajó la ventanilla y llamó a los hermanos para que subieran."Venga subid al coche, necesito hablar con vosotros"Con recelo, Sebastian y Adrian aceptaron la oferta de Morgana, entrando en el coche. La tensión en el ambiente era palpable, pero la promesa de seguridad en el pub que ella poseía, les hizo subir, ya qu