—Señora Abdullah… —Lia levantó la mirada hacia el hombre que se posicionó delante de ella, y secó rápidamente las lágrimas que no había dejado de derramar por lo menos en los diez minutos que pasaron.
Estaba devastada, con el corazón hecho una pasa y una decepción que no dejaba que su garganta se acoplara a la realidad.
Era evidente que Said estaba completamente ciego. Estaba nublado por la ira y su entendimiento entenebrecido. Ahora ni siquiera sabía de dónde había sacado la idea de que ella lo engañaba con su primo Nasser. No sabía qué pensar, ni siquiera entendía por qué esos videos estaban recortados para que aparecieran escenas solo con ellos dos.
Nasser se había convertido en una persona a la que estaba llegando a apreciar con el tiempo. Era todo un caballero, muy respetuoso, atento y sobre todo preocupad
Los ojos de Lia comenzaron a parpadear suavemente, mientras un intenso dolor en su cabeza, hizo que hiciera un gesto de desagrado.Tenía un sabor extraño en la boca, y su garganta le exigió agua con prontitud.—Señora Abdullah… ¿Cómo se siente? —cuando enfocó mejor, pudo ver que había un hombre de pie frente a ella, que pasaba la vista a su reloj de muñeca y luego la llevaba hacia otra dirección.Lia siguió su mirada en silencio, solo para notar a Said sentado muy cerca de ella, mirándola con evidente preocupación en sus ojos.Sin embargo, en cuando posó sus propios ojos en la oscuridad de él, su semblante volvió a ser del mismo hombre despiadado, del que contempló la última vez antes de quedar inconsciente.Ella se sentó de un solo brinco. Se encontraba en el avión privado que Said usaba par
Said se detuvo en unos pasos cuando entró a su oficina, mientras vio como Bakari se posicionó cerca sin preguntarle si lo dejaba solo o no.Sin embargo, su concentración ahora no recaía si Bakari se enteraba del asunto, ya imaginaba que podía sospechar de algo con la encomienda que pidió para él. Así que lo único que podía contemplar ahora, era a su primo cuando entró a la oficina sin tener ningún peso en sus hombros y como si no tuviera nada que temer frente a él.O cuentas que dar…—Aquí estoy… ¿Es necesario que se quede Bakari? —Said se giró hacia Bakari, pero este se negó a irse o dejarlo solo.—No puedo dejarlo solo, señor… no después de lo que pasó.El emir rio irónicamente por lo bajo, ante la situación, pero luego posicionó la mirada n
—Venía aquí con Said cuando apenas éramos unos niños… es un lugar hermoso como lo ves… pero solitario…Lia se giró hacia todas partes. La oscuridad hacía que detallara menos el lugar, pero era fabuloso incluso bajo la luz de la luna.Había un arco de piedra, árboles, muchas flores, y caminos de piedra que conducían a una fuente que por lo que veía, no tenía agua. Parecía un poco abandonado, pero incluso eso lo hacía parecer más real y hermoso.—Lia… —ella se giró ante la voz gruesa y un poco agitada de Nasser—. ¿Qué ha pasado para que Said haya llegado a este punto?Ella negó tratando de pasar un trago y respetando la distancia que ambos tenían en el momento.—No lo puedo entender aun… Said vio unos videos. Unos donde aparecemos tú y yo en diferen
Eran las tres de la mañana cuando Said encendió otro puro entre sus dedos y exhaló el aire en dirección del cuerpo de Lia, que lo tenía a su lado, completamente dormido.Ella estaba completamente desnuda mientras él detallaba su forma de manera calculada.Por más que la miraba una y otra vez, no tenía suficiente para poder meterse en su cabeza, de que a pesar de que estaba aquí con él, tenía un hijo de otro hombre dentro de su vientre.Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas, que restregó sin dejarlas salir.Su vida estaba arruinada. Se había enamorado de la mujer equivocada y ahora ella lo estaba haciendo prisionero de este sentimiento.Su rabia cada día se hacía más pesada, más difícil, más dolorosa. Ver la cara de Nasser, que de alguna manera lo hacía sentir u
—Nasser… mi hermano, y mi segundo invitado especial… gracias por venir… —la voz completamente irónica de Said, llegó a los oídos de Lia solo para que se girara nuevamente hacía él, que, sin soltar su mano, alzaba una copa hacia todos.Lia estaba tan agitada, tan comprimida en este momento que por un instante se sintió demasiado débil para soportar tanta tensión, y la situación que se estaba desenvolviendo frente a sus ojos.—No… no se sienten todavía —dictaminó el Emir dejando la copa a un lado, mientras su rostro se tornó serio—. Era imposible pasar un día más sin festejar. Y ya que se unen dos eventos importantes para mí, quiero anunciar los dos al mismo tiempo.Lia observó a Roshem, que, de un momento a otro cambió su extrema felicidad por un rostro confuso.—Mi bella espo
—No pensé que esa mujer quería estar embarazada tan rápido, padre… ¿Y ahora? Yo voy a ser la segunda en todo… tampoco daré a Said el heredero…Khalifa botó el humo de su boca, mientras vio como su hija caminaba enfurruñada de un lado a otro.—No sabemos si sea un varón… o si… llegue a nacer siquiera.Roshem se giró de golpe con los ojos abiertos, mientras caminó de forma lenta hacia su padre.—¿Qué quieres decir?El hombre alzó los hombros para luego aspirar otro poco del puro entre sus dedos.—¿No has observado la reacción de esa muchacha?, hay algo muy raro entre ellos, hay un malestar en mi sobrino que nos puede dar ventajas.—Por supuesto, él está vuelto loco pensando que su mujer le es infiel con mi hermano. ¿Crees que piensa qu
Lia caminó de un lado para el otro por toda la habitación mientras sus dientes mordían su labio inferior intentando apaciguar sus nervios.Pasó la mano por su vientre y luego aspiró el aire tratando de agudizar sus sentidos. Ya eran más de las once de la noche, y Nasser posiblemente había enviado algo de lo que prometió con alguna persona.Esperaba que Said no viniera, ni ahora ni nunca, hasta que ella abandonara este palacio, en definitiva.Desesperada ante la incertidumbre, le hizo caso a los latidos de su corazón, y totalmente descalza, comenzó a caminar rumbo a la puerta de la habitación, para así salir, y esperar por un rato afuera de la misma.Pero justo cuando ella estaba intentando llegar a la puerta, estas se abrieron haciendo que se detuviera en seco y su cuerpo comenzara a temblar entero.Said estaba de pie frente a ella, pero esta vez no se veía n
Fragmentando…Esa era la palabra que podía describir su estado ante la información que recibió.Su mano dejó la garganta del hombre, mientras esté aterrizó en el suelo como un saco de arena. Su agitación lo hizo casi parecer ahogado, con tanta falta de aire, que intentó con desespero quitarse los botones que apretaron su garganta.—¿Cómo? —su pregunta fue demasiado baja, y Bakari solo dio unas indicaciones a sus hombres para después sacar al Emir del galpón.—Apenas estoy recibiendo la información… señor…Y en medio del camino, el Emir se giró y apretó la chaqueta de Bakari, cerrando el puño en su pecho y halándolo hacia él.—¿Cómo salió? ¿Quién pudo ayudarla?Él pudo ver cómo Bakari intentó deci