Eran las tres de la mañana cuando Said encendió otro puro entre sus dedos y exhaló el aire en dirección del cuerpo de Lia, que lo tenía a su lado, completamente dormido.
Ella estaba completamente desnuda mientras él detallaba su forma de manera calculada.
Por más que la miraba una y otra vez, no tenía suficiente para poder meterse en su cabeza, de que a pesar de que estaba aquí con él, tenía un hijo de otro hombre dentro de su vientre.
Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas, que restregó sin dejarlas salir.
Su vida estaba arruinada. Se había enamorado de la mujer equivocada y ahora ella lo estaba haciendo prisionero de este sentimiento.
Su rabia cada día se hacía más pesada, más difícil, más dolorosa.
Ver la cara de Nasser, que de alguna manera lo hacía sentir u
—Nasser… mi hermano, y mi segundo invitado especial… gracias por venir… —la voz completamente irónica de Said, llegó a los oídos de Lia solo para que se girara nuevamente hacía él, que, sin soltar su mano, alzaba una copa hacia todos.Lia estaba tan agitada, tan comprimida en este momento que por un instante se sintió demasiado débil para soportar tanta tensión, y la situación que se estaba desenvolviendo frente a sus ojos.—No… no se sienten todavía —dictaminó el Emir dejando la copa a un lado, mientras su rostro se tornó serio—. Era imposible pasar un día más sin festejar. Y ya que se unen dos eventos importantes para mí, quiero anunciar los dos al mismo tiempo.Lia observó a Roshem, que, de un momento a otro cambió su extrema felicidad por un rostro confuso.—Mi bella espo
—No pensé que esa mujer quería estar embarazada tan rápido, padre… ¿Y ahora? Yo voy a ser la segunda en todo… tampoco daré a Said el heredero…Khalifa botó el humo de su boca, mientras vio como su hija caminaba enfurruñada de un lado a otro.—No sabemos si sea un varón… o si… llegue a nacer siquiera.Roshem se giró de golpe con los ojos abiertos, mientras caminó de forma lenta hacia su padre.—¿Qué quieres decir?El hombre alzó los hombros para luego aspirar otro poco del puro entre sus dedos.—¿No has observado la reacción de esa muchacha?, hay algo muy raro entre ellos, hay un malestar en mi sobrino que nos puede dar ventajas.—Por supuesto, él está vuelto loco pensando que su mujer le es infiel con mi hermano. ¿Crees que piensa qu
Lia caminó de un lado para el otro por toda la habitación mientras sus dientes mordían su labio inferior intentando apaciguar sus nervios.Pasó la mano por su vientre y luego aspiró el aire tratando de agudizar sus sentidos. Ya eran más de las once de la noche, y Nasser posiblemente había enviado algo de lo que prometió con alguna persona.Esperaba que Said no viniera, ni ahora ni nunca, hasta que ella abandonara este palacio, en definitiva.Desesperada ante la incertidumbre, le hizo caso a los latidos de su corazón, y totalmente descalza, comenzó a caminar rumbo a la puerta de la habitación, para así salir, y esperar por un rato afuera de la misma.Pero justo cuando ella estaba intentando llegar a la puerta, estas se abrieron haciendo que se detuviera en seco y su cuerpo comenzara a temblar entero.Said estaba de pie frente a ella, pero esta vez no se veía n
Fragmentando…Esa era la palabra que podía describir su estado ante la información que recibió.Su mano dejó la garganta del hombre, mientras esté aterrizó en el suelo como un saco de arena. Su agitación lo hizo casi parecer ahogado, con tanta falta de aire, que intentó con desespero quitarse los botones que apretaron su garganta.—¿Cómo? —su pregunta fue demasiado baja, y Bakari solo dio unas indicaciones a sus hombres para después sacar al Emir del galpón.—Apenas estoy recibiendo la información… señor…Y en medio del camino, el Emir se giró y apretó la chaqueta de Bakari, cerrando el puño en su pecho y halándolo hacia él.—¿Cómo salió? ¿Quién pudo ayudarla?Él pudo ver cómo Bakari intentó deci
Habían pasado dos días infernales…Dos, que le parecieron una eternidad por la espera y la incertidumbre, donde Said ni siquiera había probado un bocado decente.Se estaba haciendo una búsqueda exhaustiva para localizar a Lia. Los datos habían arrojado que ella había viajado a Londres, pero aun y con todo su poder, su dinero, y todo lo que representaba ser el jefe de una nación, a estas horas del día, que eran las 4 de la tarde, no había dado con algún rastro de ella.—Su amiga Milla Jones dijo que sí había llegado a Inglaterra y se encontró con su hermana Anne James… pero no sabe de ellas desde ayer por la mañana… ella alega que viajaron sin informar nada…Said pasó la palma por su frente quitando el sudor, asintiendo hacia Bakari, y a la vez observando que un equipo de militares estaba esperando para que sal
—Sí… efectivamente tiene nueve semanas, entrando a la décima… —el médico informó pasando el aparato por el vientre de Lia, mientras Anne negaba con los ojos llenos de lágrimas.—¿Todo está bien? —Lia preguntó mirando a la pantalla un poco nerviosa entre tanto el hombre sonrió y afirmó con la cabeza.—Está perfecto, incluso está completamente formado en su estructura… no quiero adelantarme, pero puedo asegurarle en un 80 % que es un varón…Lia pasó un trago duro ante la noticia mientras escuchaba los latidos que hacían eco por toda la habitación cuando el médico les enseñó su ritmo cardiaco.Ella podía latir a ese mismo ritmo rápido y lleno de vida, su estómago estaba encogido, mientras sus entrañas solo vibraban ante el nuevo
Otro golpe incisivo hizo estruendo en los oídos de Lia, y ella solo pudo notar que la situación se había salido de control cuando muchos vidrios diminutos, cayeron por su cuerpo, y parte de su brazo.—¡He dicho que salgan! —el grito la aturdió mientras los gritos de Anne solo hicieron que girara, al mismo tiempo que su cuerpo fue sacado abruptamente del auto.Todo estaba sucediendo extremadamente rápido, y ella estaba siendo demasiado lenta para reaccionar.—¡No! ¡Lia! —Anne gritó con desesperación, mientras un hombre la sujetó del cuello con su enorme brazo y se movió como si tuviera prisa.—¡Esperen! —ella forzó su voz ante el alboroto—. ¡Anne! ¡Tranquilízate!Lia pudo ver como Anne manoteó, dio patadas largas haciendo que el hombre que la estaba sosteniendo, solo perdiera
—¡¡¡HABLA YA!!! —El grito de Said retumbó por todo el salón, mientras las lágrimas de Roshem bajaban incansablemente por sus mejillas.Los dedos del Emir solo presionaban con fuerza su boca, mientras ella solo negaba todo el tiempo intentando decir cualquier cosa que la pudiera salvar de esta situación.—Yo… no lo sé… lo juro… el… el último día que vi a mi padre, fue en esa clínica con mi hermano… lo juro.—No creo en ti… —el jeque empujó su cara para que de inmediato ella cayera en el sofá que estaba a su espalda y comenzara a temblar como una hoja—. Escúchame… haré algo contigo, Roshem… te lo juro…—Said… —ella intentó realizar el último intento, pero los pies del Emir se detuvieron a la mitad del salón