—Emir… es extraño… es como si alguien quisiera mostrarnos pruebas… pero a la vez, alejarnos de lo verdadero.
Said observó la computadora estando de acuerdo con Bakari, mientras el auto se movía rumbo al palacio.
—Lo es… creo que estamos cerca. Debemos hacer todo lo contrario a lo que estas muestras nos indican. Es alguien interno del palacio, Bakari, ahora estoy convencido de eso…
—También estoy seguro, pero quiero decirle que es inteligente. No hemos dado con sus cuentas, ni con nada concerniente a su familia. Él tiene conejillos de india, los utiliza para dar todos sus pasos. El armamento ilegal que se vendió a los Katies viene de estas mismas cuentas fantasmas que a la larga resultan ser hombres, que contratan para desechar.
—Bien… vamos en buena dirección… ahora informa a la comunidad beduina. Ellos más que nun
En el momento en que ambos entraron al auto, y que el montón de guardias se fueran con rapidez a los demás carros, Lia se pegó al asiento, mientras intentó controlar su respiración.Su esposo parecía un huracán que decía demolición, y con solo notar las venas en su cuello sacadas de su propia piel, supo que algo muy malo había ocurrido para que se encontrara de esta manera.Y por supuesto, que la involucraba a ella.Pero… ¿Por qué estaba enojado con ella?, ¿Qué había hecho?—Muévanse… vayan por donde sea… pero no llegaremos a ninguna parte aun —indicó Said a su chofer mientras otro acompañante indicaba algo en árabe por su auricular.Sus ojos negros y devastadores se pusieron en todo su cuerpo, detallando la forma de su vestimenta. Lia había elegi
Aunque la emoción por ver a su hermana estaba haciendo que el corazón de Lia palpitara con fuerza, sentía una especie de aprensión, y sobre todo zozobra con respecto a su matrimonio.Siempre estuvo convencida de que, cuando diera la noticia a Anne sobre Said, ambos estarían sentados frente a ella con las manos entrelazadas, y con una sonrisa en el rostro imposible de desaparecer, y con esto comprobarle a su hermana que no había cometido un error.Y esto de hecho, le había dado esa valentía de enfrentar la verdad que le había ocultado a la única persona que hacía parte de su familia. Pero ahora, girando su cabeza, con Said sentado al lado de ella, mientras el avión estaba sobre las nubes, no estaba muy segura de su situación ahora.Sí, estaban haciendo el amor todo el tiempo, se tocaban la mayoría del día, y sí, &e
—Señora Abdullah… ella la acompañará al laboratorio donde le tomaran varias muestras… será solo unos minutos, y la traerán de vuelta con su esposoLia giró hacia Said quien dejó la tableta encima de la mesa, y se levantó ofreciéndole la mano para que ella se levantara después de la indicación del médico. Ellatomó su mano para colocarse frente a él totalmente nerviosa, pero no por el hecho de que sacarían muestras de su sangre, sino por todo el acto que se estaba ejecutando en el momento y lo que vendría posteriormente para ella…«¿Sería adecuado decirle a Said cuando estuvieran solos que ahora no se sentía segura de esto?»—No tengas miedo… —Él le tomó la barbilla para alzarla haciendo que los demás dejaran de existir—. Estar&e
—No puedo dejar de temblar… —Said salió de sus pensamientos cuando escuchó a Lia hablar a su lado.Estaban en medio de un trancón en pleno centro de New York, mientras quitó su mirada de las avenidas para posicionar los ojos en su mujer.—No tienes por qué estarlo… estoy contigo… no importa lo que diga tu hermana, nada va a hacer que te separes de mí.Lia arrugó el ceño mientras negó.—No tienes por qué pensar así de mi hermana. Es seguro que se enojará, pero ella es mi única familia y a quien admiro mucho.Said asintió aportando su mano.—Solo no me gusta que estés nerviosa por alguien más. Estoy preocupado por tu salud… no quiero que sientas tensión en estos momentos después de lo que viviste ayer.Lia sonrió y luego abrazó su brazo enter
Lia se detuvo en la discusión de su hermana cuando escuchó un golpe seco, como si algo se hubiese roto.Giró su cabeza de inmediato a la zona de la terraza, y su cuerpo entró en una evidente tensión cuando detalló a Said en una postura extraña.—Esto es… incomprensible Lia… no puedes enamorarte de alguien en unos días… ¡Tú te has vuelto loca! —Anne siguió la retahíla, pero ella había perdido el norte viendo como el rostro de su esposo se veía tan tenso que parecía que se le iban a salir las venas.Y se preocupó mucho.«¿Qué estaba ocurriendo?»Pudo evidenciar que varios de sus hombres llegaron a él para comprobar su estado, y su impresión pasó a una preocupación mayor.—Espera, hermana… creo que debo ir a la ter
—Señora Abdullah… —Lia levantó la mirada hacia el hombre que se posicionó delante de ella, y secó rápidamente las lágrimas que no había dejado de derramar por lo menos en los diez minutos que pasaron.Estaba devastada, con el corazón hecho una pasa y una decepción que no dejaba que su garganta se acoplara a la realidad.Era evidente que Said estaba completamente ciego. Estaba nublado por la ira y su entendimiento entenebrecido. Ahora ni siquiera sabía de dónde había sacado la idea de que ella lo engañaba con su primo Nasser. No sabía qué pensar, ni siquiera entendía por qué esos videos estaban recortados para que aparecieran escenas solo con ellos dos.Nasser se había convertido en una persona a la que estaba llegando a apreciar con el tiempo. Era todo un caballero, muy respetuoso, atento y sobre todo preocupad
Los ojos de Lia comenzaron a parpadear suavemente, mientras un intenso dolor en su cabeza, hizo que hiciera un gesto de desagrado.Tenía un sabor extraño en la boca, y su garganta le exigió agua con prontitud.—Señora Abdullah… ¿Cómo se siente? —cuando enfocó mejor, pudo ver que había un hombre de pie frente a ella, que pasaba la vista a su reloj de muñeca y luego la llevaba hacia otra dirección.Lia siguió su mirada en silencio, solo para notar a Said sentado muy cerca de ella, mirándola con evidente preocupación en sus ojos.Sin embargo, en cuando posó sus propios ojos en la oscuridad de él, su semblante volvió a ser del mismo hombre despiadado, del que contempló la última vez antes de quedar inconsciente.Ella se sentó de un solo brinco. Se encontraba en el avión privado que Said usaba par
Said se detuvo en unos pasos cuando entró a su oficina, mientras vio como Bakari se posicionó cerca sin preguntarle si lo dejaba solo o no.Sin embargo, su concentración ahora no recaía si Bakari se enteraba del asunto, ya imaginaba que podía sospechar de algo con la encomienda que pidió para él. Así que lo único que podía contemplar ahora, era a su primo cuando entró a la oficina sin tener ningún peso en sus hombros y como si no tuviera nada que temer frente a él.O cuentas que dar…—Aquí estoy… ¿Es necesario que se quede Bakari? —Said se giró hacia Bakari, pero este se negó a irse o dejarlo solo.—No puedo dejarlo solo, señor… no después de lo que pasó.El emir rio irónicamente por lo bajo, ante la situación, pero luego posicionó la mirada n