La pequeña fiesta seria en casa de Vicenzo, era amplia sobre todo el jardín de atrás, todos los invitados eran amigos de los socios de él, mi personalidad era distinta, antisocial, tuve solo una amiga y se mudó al extranjero saliendo de la universidad.Me sentia extraña en este lugar rodeada de gente que no conocía. Todos nos saludaban y felicitaban, las esposas de los socios comentaban que hermoso era mi vestido, y así fue como poco a poco empecé a integrarme a mi propia fiesta.—Muchas felicidades a la novia, —escuche la voz de una mujer conocida detrás de míMe gire confundida tal vez mis deseos me empujaban a esperar una buena sorpresa, al ver a la hermosa detective afroamericana salte de alegría y lance un grito. —¡Loraine!, —salte para abrazarla, a un lado suyo con una caja de regalo, enorme estaba Amery. Alce los brazos y lo atrape con ellos.—Muchas felicidades Helen te deseo lo mejor —él se inclinó me abrazo con una sola mano y froto con cariño mi espalda. —Te vez radiante,
Envuelto solo en papel blanco y un espantoso moño rojo, ese extraño paquete puso tenso a todos.Le pedí a mi padre que llevara a Peter a dar un paseo, al menos que se alejaría un par de cuadras, por la seguridad de ambos, Amery le acompañaría, esto parecía ser un ataque para volver a arrebatarme a Peter. Él me pido que fuera con ellos, mi corazón estaba dividido, necesitaba estar con Peter asegurarme yo misma que el estaría bien, pero Vicenzo no deseaba apartarse de ese maldito obsequio. Y necesitaba saber que el estuviera bien.—Vamos papá yo estaré bien, necesito que protejas a Peter —le insistía en que debía marcharse, esperábamos en que esto no provocaría una explosión muy grande.—Helen no debes arriesgarte, ni Vicenzo. Peter necesita a ambos, deberían llamar a equipos capacitados…—No sucederá nada, pero necesito que Peter este lejos… ¿debemos despedir a los invitados?—Lo mejor es no alármalos… —Sugirió Amery, —primero descubramos la complejidad de la bomba.—Yo mismo lo hare
Matías y Loraine seguían analizando el reloj, detrás de ella estaba Drago observándola de arriba abajo. Ambos me observaron y aseguraron que no habia peligro.Tome el reloj para observarlo, la maquinaria suiza y bronces españoles. Observe la esfera en porcelana de buen calidad a simple vista, mostraba una escena campestre en el centro detrás de las manecillas, la numeración era de estilo romana, debajo un péndulo de varilla con lenteja regulable. En el frente cristal con adornos arabescos y amorcillos en color dorado, eran como guías de flores. En la parte superior de la madera sostenía una pequeña escultura en bronce de un ángel tocando instrumento de cuerdaVicenzo me abrazo, me tomo de la barbilla y levanto mi rostro para que lo mirara los ojos.—Al fin todo acabo. —él estaba confiado en eso. y me trasmita es confianza.Recordaba la actitud de Stefano, no daba la pinta de ser realmente un hombre malo. Ni siquiera pudo dispararme cuando tuvo la oportunidad.—Eso creo.—Tomemos un t
Loraine pido que pusiera música de verdad así que se salió con la suya. La fiesta se animó bastante, Amery bailo toda la tarde con ella mientras que Drago se quedó observando a su esposa sentad en una mesa solo, me provocaba pena, pero por algún motivo él estaba completamente renuente a dar su brazo a torcer con la mujer que amaba.La noche cubrió nuestro hogar, los invitados se habían marchado ya, solo quedamos Vicenzo y yo. Mi padre dormía en la habitación de Peter, ese pequeño guerrero no descansaba nunca, tenía una energía inagotable, cuando la noche nos cubría ese pequeño caía rendido. Era tan hermoso verlo dormir, lo lleve a su cuna, cerré la ventana para que el frio no le provocara un resfriado. Observe abajo, la vigilancia, más hombres que custodiaban la casa de Vicenzo.—vamos papá ve a descansar— con lentitud se levantó del sofá, pedí que le prepararan la habitación de huéspedes, esa noche dormiría y era muy probable que eso sucediera muy seguido.Al menos las mucamas ya m
Disfrutó de un amanecer sentada en esta banca en un parque, como hace tiempo no lo hacía, el confinamiento no es bueno para mí, menos para Peter, la razón de mi vida, hace un año que me instale en esta pequeña ciudad lejos de las grandes urbes, solo Dios sabe cuán difícil me fue empezar desde cero sola sin un centavo en la bolsa y llena de miedo. Hasta que el medico me dijo que no estaba realmente sola y que tenía aproximadamente seis semanas de embarazo. Esa fue la mejor noticia que pude recibir.Mientras tengo ese recuerdo veo venir un auto lujoso, corre por mi cuerpo un nerviosismo que me provoca una taquicardia. Agacho la cabeza, cubro mis ojos con unas gafas y mi cabello con una pañoleta. Luzco como una mujer demente que se ha escapado de prisión o que se ha robado a un niño, me siento como si hubiera hecho lo segundo. El auto pasa de largo, me levanto tomo mi bolsa y me marcho de la tranquilidad que me provoca ese lugar, sé que Peter necesita salir de vez en cuando del pequeño a
Prepare la comida, sabía que ese día estaría pronto en casa porque su jefe tendría un coctel al que no tendría que ir y al que me aseguro que no desea asistir así que imagine que llegara para pasar la tarde juntos. Él tenía fuertes problemas de carácter así que como su esposa debía ayudarlo. Esperándolo me quedé dormida cuando desperté era oscuro casi las doce y el juego de llaves sonaba con fuerza en la puerta. No podía abrir, fui quite los cerrojos y abrí la puerta, arrastraba su saco y la camisa llena de besos y mojada de licor. No sé si me rompí por que aun sentía algo por el o solo porque me pateo el orgullo. —¿Qué? —me pregunto con brutalidad cuando vio mi rostro de enfado. —tengo el derecho de divertirme … Pero ya estaba rayando en el límite, no estaba lista para soportar más, a menos que el me asegurara que intentaría cambiar, el amor que tenia se había acabo. —Creo que debemos hablar esto no está funcionando —se detuvo en el tercer escalón antes de seguir su camino a la h
Camino por toda la casa, me ha dejado sola y he podido recorrerla sin ninguna dificultad, he encontrado a unas mucamas pero nadie se ha atrevido a detenerme, nadie me preguntaba quién era o que hacía ahí, llego al segundo piso y escucho en una habitación que tiene la puerta abierta a mi bebe llorando, está dentro de una tina, es claro tiene miedo una extraña lo está bañando.—¿Qué le estás haciendo? —me acerco y le quito las manos de encima, lo saco de la tina y lo protejo con mi cuerpo tomo una toalla y lo cubro. —juro que si lo lastimaste me las pagaras. Ya está mi amor aquí esta mami... —de inmediato se calma al escuchar mi voz. Juro que esta mujer no me da nada de buena espina. —Señora soy una profesional no me atrevería…—Si, yo no sé quién rayos eres tú. —busco su ropa pero no la veo en ningún lado —¿Dónde está su ropa?—El señor Sanlúcar ha ordenado que la botemos a la basura. —me hace enfurecer con esa sonrisa de prepotencia, me mira por encima de los hombros ¡Dios esa ropa m
¿Dónde está?Me levanté, su mirada sobre mi proyectaba fuego, quise huir, solo fue solo un momento, En seguida su rostro se llenó de asombro yo sería clara y marcar un límite, él se puso de pie y me tomo la mano de nuevo, pero no lo sentí violento, al contrario fue compasivo.—¡Nunca imagine que aceptaras tan fácil! ¡cielos deseo no sentir esto que siento! Me estremezco con su toque como la primera veces que me hizo el amor, me pide cargar a Peter y no tengo más remedio que aceptar que lo haga, lo coloco en sus brazos con cuidado para no despertarlo. Me estiro ya estaba cansada de cargarlo, le sonrió por que se ha dado cuenta. No puedo dejar de notar que es más sereno y no tan impulsivo y arrebatado. No me ha levantado la voz ni me insultado o mirado de alguna forma desagradable. —A esto me refiero con que no quiero malos términos. No seas tan arrebatada, entiende que yo también tengo derechos, sabes que tengo el poder de quitarte la custodia completamente así que hazme el favor