Me encontraba esperando a mi visitante inesperado mientras mis dedos tamborileaban sobre la madera de mi escritorio en la editorial. El lugar tenía un aspecto antiguo y era de esperarse considerando que el edificio tenía varias décadas de antigüedad, aunque los conductos de los servicios habían sido actualizados para que cumplieran con las debidas reglas, el estilo original se había mantenido intacto y era algo que me agradaba, este estilo les daba a los escritore cierta confianza y acercamiento con el equipo. Diferente a lo que haría un edificio blanco, moderno y demasiado pulcro.Pero, lo importante aquí era mi visita inesperada. Se suponía que no recibía a nadie sin citas previas y mi personal lo sabía, pero aun así el guardia de seguridad en la entrada se había tomado la molestia de llamarme para informarme que alguien sin cita anticipada estaba esperando para poder reunirse conmigo, lo que me aseguraba que era alguien importante.No mucho tiempo después la puerta de mi oficina se
Cinco años antes.Decir que eras bailarina en un club nocturno era sinónimo de prostituta aparentemente.La mayoría de las personas creían que por tal razón vendías tu cuerpo, que dejabas que cualquiera te tocará y te rebajabas a cualquier tipo de hombre solo por dinero.Pero no era así, en los tres años que tenía trabajando como bailarina en el Middle Night, nunca había vendido mi cuerpo a nadie, nunca había permitido que ningún hombre se sobre pasara conmigo.Hasta ese momento en el que me veía obligada a por primera vez en mi vida tener que ve
Actualidad—El baile es sencillo, Dalia. Solo debes acoplar los movimientos de la primera coreografía que creamos y en la marcha le cambiaremos un par de cosas, si no la recuerdas, me dices para mostrarte antes de empezar —las palabras de Analís fueron lentas mientras se sostenía del tubo de metal en tanto me observaba atenta mientras soltaba cada cosa.Ella había sido la única compañera de baile que había tenido al llegar a este lugar, y se había convertido en una amiga para mí aun cuando solo hablábamos dentro de la instalación.El Middle Night.Hacía tanto tiempo que no pisaba aquel establecimiento que había olvida
Mi cabello estaba recogido en una coleta alta, mientras mi cuerpo no tan lleno de curvas estaba cubierto por tan solo un sostén negro con unas bragas que cubrían solo lo suficiente. Mi piel blanca brillaba gracias al spray de brillos que me había colocado y mis ojos verdes se encontraban perfectamente maquillados con toques dorados que lo hacían ver más profundos.Por lo general este tipo de ropa no era lo que generalmente utilizaba para mis presentaciones, pero esta noche debíamos adaptarnos a las reglas del dueño del local, pues después de todo él nos estaba pagando para que bailaramos esa noche para hombres realmente importantes.Sintiendo mi corazón martillear a una velocidad de vértigo me fui acercando a la parte trasera del escenario.
Las horas pasaron lentamente y lo único que supe hacer fue hablar a veces con Analís y mirar las fotos de mi hijo de casi cinco años en el móvil.Él tenía los ojos negros, diferente a los míos que eran verdes y su cabello era lacio y tan negro como la noche.Suponía que lo lacio lo había sacado de su padre, pues mi cabello era ondulado por todos lados.Al recordar al padre del niño inevitablemente mi corazón se apretó. Se suponía que mi hijo no debía existir, pues yo tenía el aparato en mi brazo que evitaba que saliera embarazada, mi madre me había hecho colocarlo cuando cumplí diecisiete años y mi vida sexual comenzó a ser activa. El pequeño de cabello negro totalmente lacio se removió perezosamente en mis brazos al percatarse de mi presencia.—Mami —sus ojitos se abrieron lentamente al sentir como paseaba mis dedos por su cabello —llegaste —una pequeña sonrisa cruzó sus labios y fue inevitable para mí no correspondérla.—Sí, te dije que volvería en un parpadear —él con cuidado se elevó de mis piernas y se recostó de mi pecho antes de llevar su dedito hacia su boca.—¿Cómo te fue? —Sus palabras eran suaves y aunque siempre había estado sorprendida de su capacidad comunicativa, esta vez no me sorprendió su pregunta.Él siempre me preguntaba Capítulo 4
—Vas a terminar muerta como sigas así —mi mirada severa hizo que ella cerrara la boca.Definitivamente estaba al borde, mi cuerpo pedía a gritos un descanso y mis brazos y pies estaban adoloridos no solo por estar parada durante todo el día, sino también por haberme subido al tubo después de tanto tiempo en el suelo.—No tengo opción, el banco que cubrió los gastos del hospital me está respirando en la nuca, Denise, debo al menos pagar los pagos retrasados.—¿Lo dejo en cuanto se duerma? —quise decirle que no, que se quedara con él hasta que regresara, pero ambas sabíamos que aun no tenía el dinero suficiente para cubrir esos gastos.—¿A las doce
Mi última semana fue un maldito infierno.No había vuelto a ver al hombre de nombre desconocido con mirada oscura y helada, pero que no haya aparecido no quería decir que su incidencia en mi vida había desaparecido.No había podido bailar una sola maldita vez en el club.Había ido a la tarde siguiente para hablar con Liam y que pudiera darme mi dinero sin ningún contratiempo.Me pagó y casi grito al tener tanto dinero en mis manos después de tanto tiempo con ellas vacías, pero cuando me dijo que hoy no podía bailar cualquier emoción se diluyó de mi cuerpo.Habían reservado el club y entre las elegidas para bailar no estaba yo.