En los meses que siguieron, Valentino buscaba a su segundo hijo Demian con frecuencia a escondidas de su esposa Isabella, el CEO no se iba a dar por vencido, debía por lo menos intentar convencerlo de unirse a las empresas Lombardi, cuando terminara sus estudiosPero por más intentos que hacía, el chico se mostraba indiferente, él seguía yendo a aprender de las empresas Ferrer, eso frustraba al gran magnate, a Valentino no le gustaba perder, era un hombre muy competitivoAsí pasaron los años entre los esfuerzos del padre por hacerlo parte de se equipo, Demian, siendo el practicante de su madre e Isabella, haciendo castillos en el aire Emiliano, se fue a estudiar a Harvard se metió de lleno en sus estudios, solo venía a ver a sus padres en vacaciones, Valentino e Isabella, lo recibían felices, mientras que las gemelas Elizabeth y Valentina, no lo dejaban en paz, iba a su habitación por alguna dolencia a qué su hermano mayor las consultaraNo fue hasta que la extrovertida Valentina, le
—Papá, te amo.——Isabella susurró con un hilo de voz que se le resquebrajaba en la garganta. Cerrando la tapa, dejando caer sobre esta el último ramo de flores. El entierro del padre de Isabella Ferrer, se estaba llevando a cabo en un panteón de lujo al norte de la ciudad, la joven que recién se había graduado en administración de empresas, regresó a los Estados Unidos, para ese desafortunado suceso, su amado padre había muerto de un infarto fulminante Demetrio Ferrer, era el único padre que le quedaba a la joven, su madre había muerto desde que ella era muy pequeña de una extraña enfermedad dejándola muy sola, tenía a su hermana Samantha, pero ella nunca la quiso, siempre la trato mal, la despreciaba y parecía odiarla cómo si no fueran hijas de los mismos padres La familia Ferrer, era una de las familias más ricas y respetadas del país, Isabella, no se imaginó lo que de vendría para ella y lo que la muerte de su padre le cambiaría la vida Mientras Isabella lloraba la pérdida de el
Al día siguiente, muy temprano por la mañana, unos hombresde traje tocaban el timbre de la mansión Ferrer con mucha insistencia, Isabellabajó en pijama a abrir la puerta— ¿Qué desean? ¿a quién buscan? —preguntó Isabella.— ¡Somos los acreedores de tu padre,sabemos que murió y queremos nuestro dinero!— ¡Pero señor, yo no tengo dinero,no tengo con que pagarles! además, mi padre jamás menciono que tuviera algunadeuda, ¡así que váyanse de mi casa!— ¡Por supuesto que no nos iremossin nuestro dinero, sabemos que el viejo está muerto, pero esta casa puedesaldar la deuda, así que nos la vas a dar como compensación! — los malencaradoshombres tenían aterrada a Isabella, ella era inocente e inexperta, ellos losabían. y se estaban aprovechando— Por favor señor, esta casa es mihogar, lo único que tengo, no tengo a dónde más ir— Isabella suplicaba por quetuvieran piedad con ella, pero ese sentimiento era algo que esos temibleshombres no conocían.— ¿Crees qué nos vamos a compadecer
Isabella se negaba rotundamente a la propuesta de la viejaCarlota, apenas la escuchó, ella no se iba a vender, no se casaría ni tendríaun hijo con un hombre que ni siquiera conocía, la joven, estaba enamorada de sunovio Juan Carlos, estaba segura de que apenas le contara que había perdido asu padre, y que no tenía donde vivir, la ayudaría por qué la amaba.— Querida Isabella, ¡no te estoypreguntando si te gusta la idea o no, aceptarás el trato de la familiaLombardi, por qué es lo que nos conviene a ambas, hoy mismo iremos de visita asu gran mansión, así que mueve ese lindo trasero si no quieres que en lugar deir a un lindo lugar, te recluten en un asqueroso sótano!— Por favor no me obligues a casarmecon un hombre que no conozco, ¿qué voy a hacer si resulta ser un anciano? ¿o sies un mal hombre o un pervertido? soy tu sangre, no puedes ser tan cruelconmigo — Isabella, suplicó a su tía, pero no fue escuchada, la vieja mujer lasacó de la cafetería y la llevó a presentar a la
Isabella, esperó una hora, después salió de su habitacióncon su maleta en mano, fue recorriendo poco a poco el lugar tratando de no servista, si lograba llegar a la salida podría escapar de su terrible y perversatía.Para su fortuna, la vieja Carlota, estaba tomando una siestay su fiel acompañante había salido a hacer un encargo de su jefa, Isabellaestaba a punto de llegar hasta la puerta cuando escuchó que la llamaban.— Señorita, ¿para dónde va? si laseñora Carlota, la atrapa tratando de huir, le va a ir muy mal — Joana, hablabaen susurros.— Por favor Joana, ayúdame, noquiero quedarme aquí, mi tía me va a vender por qué mi padre le debía dinero yquiere que yo saldré esa deuda, ¡te lo suplico ayúdame!— verse descubiertaaumento el miedo en Isabella.— ¡No, no puedo, si ella se enterame va a regresar a dónde están esos hombre enfermos que nos hacen cosashorribles! no me pida eso señorita, por favor regrese a su habitación.— ¡No, no voy a regresar, me iré deaquí y si inte
Las palabras de la vieja Carlota iban cargadas de irá y maldad, apenas llegaron a su casa su perro fiel, la ayudó a llevar a rastras a Isabella a la baño, ahí fue mojada bajo la regadera con agua helada, ella gritaba y gritaba que pararan, pero los dos demonios del infierno no la escuchaban. Esa noche fue una de las más tristes y desoladas para la joven administradora, el novio que le había jurado amor hasta la muerte, la había engañado de la forma más cruel, se sentía burlada, dolida, devastada, no lo perdonaría nunca, eso se había jurado en el mismo momento en el que se dio la vuelta para salir de la oficina de Juan carlos Salvatierra, para no volver jamás. Debido a la tortura a la que la sometió su tía, Isabella, pasó toda la noche con fiebre, entre sueños recordaba a su padre, la buena relación que llevaban, ella era su princesa y para Isa, él era su héroe, deseaba poder verlo de nuevo abrazarlo muy fuerte, decirle lo mucho que lo quería, pero eso ya no sería posible. En su des
—No, nadie es un monstruo solo por estar sentado en una silla de ruedas, es solo que nadie me lo dijo, es normal que me haya sorprendido — Ida, respondido tímidamente, solo que Valentino, no la iba a dejar ir así de fácil— Entonces, ¿te arrepientes de haber aceptado el contrato que te ofrecía mi familia por qué soy un lisiado? ¡cómo verás, no te llevaré del brazo a los banquetes o fiestas exclusivas que suelen organizar nuestras amistades, tampoco podré bailar contigo obviamente, puedo mencionarte una larga lista de las cosas que un inválido no puede hacer!— ¡basta Valentino! ¿por qué insistes en ser tan amargado y tan despiadado? ¡si estuviera en lugar de Isabella, tampoco querría casarme con un hombre de tan mal carácter como que tienes desde que tuviste el accidente! los dejaré solos para que se conozcan un poco más , iré a ver a tu abuelo Melina, mejor salió de ahí por qué no soportaba la manera en la que su hijo insistía en lastimarse, antes era un joven activo y dinámico, no
Los empleados llamaron al doctor de la familia, por órden de su joven amo, les había sorprendido un poco verlo ligeramente preocupado por la joven que recién llegaba a la mansión, su joven amo se había vuelto amargado, a veces parecía un tirano, no aceptaba el mínimo error, hasta habían llegado a pensar que su humanidad se estaba perdiendo por completo— A Isabella, le había regresado la fiebre, no había comido bien, la tortura que sufrió con el baño de agua helada y el terror que le causaba el hombre de la silla de ruedas que sería su esposo, había sido demasiado para su frágil mente — Valentino, se acercó a tocar su frente cuando vió que sus mejillas se estaban enrojeciendo, tenían el color de una deliciosa manzana que provocaba morderla, le pareció tan hermosa, incluso más que su ex novia Aurora, la mujer que más había amado en su vida y que lo había abandonado apenas se enteró que había caído en desgracia, lo dejó ahí, peor que un perro y se largó del país — El médico, llegó por