Es muy curioso ver cómo el tiempo pasa volando, como los niños crecen y siguen cambiando tu vida, el ocupado empresario Valentino Lombardi, trabajaba sin descanso en la compañía, desde que se recuperó totalmente de su problema en las piernas, el hombre había salido de nuevo a trabajar como lo hacía antes, solo que ahora además de dirigir un imperio, tenía a cuatro absorbentes hijos a los cuales dedicar tiempoUN AÑO MÁS TARDE — ¿Papá, puedo acostarme aquí contigo y con mamá? Elizabeth, ya está despierta y está haciendo mucho ruido con su celular, no me deja dormir — La pequeña Valentina, se apareció en la habitación de sus padres para pedir que le dieran asilo, — Ven con papá — el padre cargo a su bebé y la acomodó a su lado, Isabella, estaba agotada, el CEO le había hecho el amor un par de veces esa noche, el cuidado de los niños, su empresa y su marido, la tenían exhausta— Papá, yo también quiero dormir contigo — llegó Elizabeth, en pijama lloriqueando, las dos nenas eran adorable
El lunes temprano por la mañana, Valentino ya estaba en su oficina su nuevo asistente Jhon Mendoza, había resultado ser muy eficiente en su trabajo y de confianza por lo que el CEO estaba muy satisfecho con su desempeño, ellos revisaban la agenda del día, tendrían un día muy ajetreado, reunión tras reunión y juntas por videollamadaMás de pronto la secretaria entró a darle un recado, una bella señorita lo estaba esperando en recepción, pedía verlo con urgencia— CEO Lombardi, que le digo a la señorita, dijo llamarse Estefanía Cardona, y que usted ya sabía de quién se trataba, ¿le permito pasar o le pido que se vaya? — preguntó la profesional mujer— Dígale que se vaya, estoy a full este día, no tengo tiempo para nada ni para nadie, mucho menos para ella, si creé que lo que le hizo a mi esposa se me ha olvidado, está muy equivocada — dijo el CEO, con molestia evidenteLa secretaria iba a dar el recado, el empresario y su asistente habían vuelto a lo suyo, solo que la rubia entró por la
Cariño, ya no llores, ¿dime qué te pasó? ¿que te hicieron? — el CEO no soportaba ver a su princesa llorar, quería al culpable para castigarlo— ¡Emiliano, Demian, vengan acá que los llama su padre!Los niños dejaron de hacer lo que estaban haciendo para acudir al llamado de su papá, parecía que estaba molesto— ¿Qué pasa papá? ¿para que nos necesitas? — Emiliano preguntó, pudo ver qué su hermanita estaba llorando sentada en el sofá— Papá, ¿por qué llora Valentina? ¿que le sucedió? — preguntó Demian— Eso es lo que quiero saber, ¿quién demonios hizo llorar a mi princesa? — Fui yo — Isabella, venía bajando las escaleras, ella escuchó los gritos de su esposo en la sala de estar, esa pequeña diablilla, no le había contado aún la travesura que hizo— ¿Tú? pero.... ¿qué fue lo que pasó con Valentina, cariño? ¿qué hizo la niña? — el CEO seguía molesto, no le gustaba que tocaran a sus princesas, quería castigar al culpable pero siendo su esposa, no podía actuar— Ven te muestro lo que tú tr
El imponente CEO Lombardi, observaba a su hijo Emiliano, tratando de leer su lenguaje corporal, habían sido muy unidos siempre pero de un tiempo a la fecha el muchacho se había estado apartando de él— Emiliano, ¿dime qué es lo que está pasando? no puede ser que no tengas tiempo para hablar con tu padre, ¿por qué me estás evadiendo? se honesto conmigo — pidió el entrajado hombreEmiliano, en efecto había estado evadiendo a su padre, él no encontraba como decirle que no quería seguir sus pasos y tomar la presidencia del imperio de la familia Lombardi, el joven amo sentía que su vocación era otra, pero temía decepcionarlo Después de pensarlo un poco pensó que no tenía caso seguir ocultando lo que en verdad quería hacer con su vida y por fin tomó el valor para hablarle— Papá, quiero decirte que ya sé que carrera quiero tomar, envié una carta para ver si me aceptaban a Harvard, recién me han respondido y fuí aceptado— ¡eso es magnífico! ¿qué carrera elegiste, administración, comercio in
En los meses que siguieron, Valentino buscaba a su segundo hijo Demian con frecuencia a escondidas de su esposa Isabella, el CEO no se iba a dar por vencido, debía por lo menos intentar convencerlo de unirse a las empresas Lombardi, cuando terminara sus estudiosPero por más intentos que hacía, el chico se mostraba indiferente, él seguía yendo a aprender de las empresas Ferrer, eso frustraba al gran magnate, a Valentino no le gustaba perder, era un hombre muy competitivoAsí pasaron los años entre los esfuerzos del padre por hacerlo parte de se equipo, Demian, siendo el practicante de su madre e Isabella, haciendo castillos en el aire Emiliano, se fue a estudiar a Harvard se metió de lleno en sus estudios, solo venía a ver a sus padres en vacaciones, Valentino e Isabella, lo recibían felices, mientras que las gemelas Elizabeth y Valentina, no lo dejaban en paz, iba a su habitación por alguna dolencia a qué su hermano mayor las consultaraNo fue hasta que la extrovertida Valentina, le
—Papá, te amo.——Isabella susurró con un hilo de voz que se le resquebrajaba en la garganta. Cerrando la tapa, dejando caer sobre esta el último ramo de flores. El entierro del padre de Isabella Ferrer, se estaba llevando a cabo en un panteón de lujo al norte de la ciudad, la joven que recién se había graduado en administración de empresas, regresó a los Estados Unidos, para ese desafortunado suceso, su amado padre había muerto de un infarto fulminante Demetrio Ferrer, era el único padre que le quedaba a la joven, su madre había muerto desde que ella era muy pequeña de una extraña enfermedad dejándola muy sola, tenía a su hermana Samantha, pero ella nunca la quiso, siempre la trato mal, la despreciaba y parecía odiarla cómo si no fueran hijas de los mismos padres La familia Ferrer, era una de las familias más ricas y respetadas del país, Isabella, no se imaginó lo que de vendría para ella y lo que la muerte de su padre le cambiaría la vida Mientras Isabella lloraba la pérdida de el
Al día siguiente, muy temprano por la mañana, unos hombresde traje tocaban el timbre de la mansión Ferrer con mucha insistencia, Isabellabajó en pijama a abrir la puerta— ¿Qué desean? ¿a quién buscan? —preguntó Isabella.— ¡Somos los acreedores de tu padre,sabemos que murió y queremos nuestro dinero!— ¡Pero señor, yo no tengo dinero,no tengo con que pagarles! además, mi padre jamás menciono que tuviera algunadeuda, ¡así que váyanse de mi casa!— ¡Por supuesto que no nos iremossin nuestro dinero, sabemos que el viejo está muerto, pero esta casa puedesaldar la deuda, así que nos la vas a dar como compensación! — los malencaradoshombres tenían aterrada a Isabella, ella era inocente e inexperta, ellos losabían. y se estaban aprovechando— Por favor señor, esta casa es mihogar, lo único que tengo, no tengo a dónde más ir— Isabella suplicaba por quetuvieran piedad con ella, pero ese sentimiento era algo que esos temibleshombres no conocían.— ¿Crees qué nos vamos a compadecer
Isabella se negaba rotundamente a la propuesta de la viejaCarlota, apenas la escuchó, ella no se iba a vender, no se casaría ni tendríaun hijo con un hombre que ni siquiera conocía, la joven, estaba enamorada de sunovio Juan Carlos, estaba segura de que apenas le contara que había perdido asu padre, y que no tenía donde vivir, la ayudaría por qué la amaba.— Querida Isabella, ¡no te estoypreguntando si te gusta la idea o no, aceptarás el trato de la familiaLombardi, por qué es lo que nos conviene a ambas, hoy mismo iremos de visita asu gran mansión, así que mueve ese lindo trasero si no quieres que en lugar deir a un lindo lugar, te recluten en un asqueroso sótano!— Por favor no me obligues a casarmecon un hombre que no conozco, ¿qué voy a hacer si resulta ser un anciano? ¿o sies un mal hombre o un pervertido? soy tu sangre, no puedes ser tan cruelconmigo — Isabella, suplicó a su tía, pero no fue escuchada, la vieja mujer lasacó de la cafetería y la llevó a presentar a la