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El Despertar de la Pasión
El Despertar de la Pasión
Por: Angsof
Capítulo 1: La Sorpresa que lo Cambió Todo

Alessia Kent estaba embarazada.

Se dirigió a casa feliz con el resultado en sus manos, mientras pensaba en cómo decírselo a su marido, Paul Brown, pensó en su reacción con cierto nerviosismo, pero era una sorpresa. Su marido había estado fuera por negocios durante dos meses y por fin volvía a casa al día siguiente.

Sin embargo, nada más entrar en su casa, Alessia se fijó en un par de zapatos de mujer que no le pertenecían. Y unas bragas de encaje tiradas en las escaleras.

Frunció el ceño, desconcertada y asustada por lo que podría encontrar…

Fue entonces cuando oyó la voz de su hermana y una voz masculina procedente de la habitación.

Alessia se mordió el labio, nerviosa.

Comenzó a caminar hacia la habitación y al acercarse podía oír los gemidos y susurros que ambos soltaban con jadeos.

—¿Qué vamos a hacer cuando vuelva más tarde? —, susurró Haley entre gemidos.

Alessia se tapó la boca para no hacer ruido, las lágrimas caían libremente y los espasmos del llanto sacuden su cuerpo.

—¿Crees que me importa? Solo te deseo a ti…

Los gemidos continuaron con más intensidad y la cabecera de la cama comenzaba a sonar contra la pared. Alessia se tragó las lágrimas y con cuidado abrió la puerta, para encontrarse con la espalda desnuda de su hermana mientras saltaba sin parar encima de Paul, quien la sostiene con fuerza de la cintura y la mueve al compás de sus movimientos.

Alessia permaneció en shock y dejó caer el papel donde anuncia su embarazo al suelo. Su hermana y Paul aun no se habían percatado de su presencia. Pero Alessia hizo un pequeño ruido con la garganta al intentar tragar sus lágrimas y Haley se giró con disimulo, dándole una sonrisa mientras Paul continuaba con las embestidas.

—¡Vamos, Paul! Ya casi… ya casi… ¡ah! —Haley gimió desesperada sin dejar de mirar a Alessia y sonriendo.

Ambos terminaron y Paul dejó caer sus brazos a ambos lados exhausto y suspirando muy fuerte y sonriendo, aun sin ver a Alessia parada en la esquina de la habitación con las mejillas empapadas.

Alessia recordó las noches en las que Paul la embestía con rudeza y la reclamaba como suya nada más. Su corazón se rompió y ardió en su pecho y comenzó a llorar incontrolablemente, cayendo de rodillas al suelo. Paul se levantó con rapidez asustado al verla apartando de un empujón a Haley.

—¡¡Alessia¡! ¿Por qué llegaste tan temprano?  

Alessia lo mira con cara de incredulidad y dolor, agarrando su pecho y tirando de su cabello.

—¡¿Por qué?! —se levantó y lo golpeó en el pecho. —¡Quería darte una sorpresa! ¡Y me encuentro con que estás follandote a mi hermana en NUESTRA habitación!

El rostro de Paul cambió de uno nervioso y espantado a uno enojado. Es una faceta de Paul que Alessia durante sus 5 años de matrimonio jamás había conocido. La tomó de la nuca con fuerza y la acercó a su rostro intimidante.

—¡¡¡No te hagas la víctima!!! Todo es tu culpa. Si pudieras tener hijos nada de esto habría pasado—le gritó y Alessia vio de reojo la sonrisa satisfecha de Haley.

 —Yo…—la voz de Alessia se quebró, mientras su cuerpo se ponía cada vez más débil—. Estoy embarazada.

Paul la soltó y la miró con una expresión de asombro, y en sus ojos pudo ver una pizca de arrepentimiento.

—¿Qué dices?

—Hermanita, perdónanos—se acercó Haley aun desnuda a Alessia, ella intentó apartarse, pero Haley la tomó del brazo con demasiada fuerza—. ¡No queríamos hacerlo! Te lo juro… pero es que Paul es tan guapo y me trataba tan bien, ¡ahora entiendo porque lo amas tanto! En la cama es todo un animal…—dijo al final con una media sonrisa y mordiéndose el labio inferior con coquetería. —Estas cosas suelen pa…

Alessia le dio una bofetada que resonó en toda la casa antes de que pudiera terminar de hablar. El rostro de Haley se giró con violencia a un costado y tenía la boca abierta, pero soltó una sonrisa y ladeó la cabeza en su dirección.

—Te odio, Paul…—exclamó en un susurro de impotencia mientras su cuerpo tiembla—. ¡Espero que te pudras en el infierno!

Gritó y huyó despavorida, con Paul desnudo detrás de ella intentando alcanzarla pero ella fue mucho más rápida y salió de la villa con la vista borrosa por las lágrimas y los resultados del médico en sus manos.

—¡¡ALESSIA, NO TE VAYAS!!!

Se arrepintió de luchar contra viento y marea para casarse con él. Ya que sus padres no lo aprobaban, siempre le dijeron que era un tacaño, arrogante y antipático. Pero ella lo amaba tal cual era, y no era para nada como lo describían. Pero al verlo embestir a otra mujer con tanto deseo como una vez lo hizo con ella, donde se suponía que se juraban amor eterno, donde cada noche se miraban a los ojos y se decían lo mucho que se amaban… fue lo peor que pudo haberle pasado.  

En sus cinco años de matrimonio, para dar un hijo a su marido, visitó cientos de hospitales y probó todo tipo de remedios caseros. Y ahora que finalmente su sueño se había cumplido, Paul le era infiel y justo el día de su aniversario.

Alessia tenía los sentimientos a flor de piel, incapaz de hacer otra cosa que derramar lágrimas silenciosas. Ignoraba la furiosa tormenta que se avecinaba y, mientras caminaba débilmente, las voces de Haley y Paul resonaban con fuerza en su mente. Habían estado juntos todo este tiempo, habían visto su cara de tonta. Era lo único en lo que Alessia podía pensar.

Sin saberlo, Alessia había caminado un buen trecho bajo la lluvia torrencial hasta llegar a una plaza donde no había ni una sola persona debido al tormentoso tiempo. Permaneció allí sentada un rato, sobre la suave hierba húmeda, mirando al cielo con lágrimas en los ojos, destrozada.

Cuando, de repente, se oye el rugido de un camión de carga a pocos metros de ella, y cuando se vuelve para mirarlo, éste acelera en su dirección, mientras ella, demasiado inmersa en su tristeza y decepción, no reacciona a tiempo.

Y entonces...

El camión golpea con todas sus fuerzas el cuerpo de Alessia, que vuela por los aires antes de caer pesadamente sobre el borde de un pequeño puente que conecta a un río con otro. Siente crujir sus huesos al caer, mientras una gran cantidad de sangre espesa y fresca brota de la parte superior de su cabeza.

En su estado de aturdimiento, vislumbra a un hombre que sale del camión y se acerca a ella para tomarle el pulso. Tras confirmar que seguía viva, el hombre hace una llamada telefónica que pone los pelos de punta a Alessia.

—Señorita, Haley. Sigue viva ¿qué hago? — Preguntó despreocupado. Como si la vida de una persona no fuera nada para él.

En ese momento, Alessia empezó a recordar toda su vida. Desde muy pequeña, cuando asistía a los recitales de piano que eran sus favoritos, la primera vez que consiguió tocar un par de notas. Sus padres estaban muy orgullosos de ella.

Luego, otro recuerdo en el que está Paul. Su amado Paul, la persona a la que había entregado cinco años de su vida, la persona en la que más confiaba había sido capaz de traicionarla de las peores maneras que existían.

Pensó en su hijo, con dificultad apoyó una mano sobre su vientre, dándole ligeras caricias y hablándole tiernamente a su bebé en su mente, esperando que él pudiera sentir el gran amor que ella sentía por él.

—Todo va a ir bien, cariño. Todo va a salir bien — susurró Alessia, el hombre que la había atropellado había desaparecido, ahora estaba sola, tumbada, con la lluvia cayendo sobre su cara y empapando su cuerpo por completo.

Ni siquiera tenía fuerzas para llorar, le dolía el cuerpo y le palpitaba la cabeza. Hasta que, de un segundo a otro, perdió el conocimiento.

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