Esa no era la dirección del hotel.

Fue de lo que se percató Alicia mientras era Vincet el que manejaba. Se preguntó también porque no estaba Lukas. Normalmente era el chofer, pero no lo había visto al salir, así que seguro había ido por Juliana. Se notaba que estaba embelesado con la mujer.

Y era que Juliana era una mujer interesante y dura. Y tenía a Lukas literal comiendo de su mano, y lo más destacable… que a él le encantaba todo aquello. No había dudas.

-¿A dónde vamos?- preguntó ella curiosa.

Los hombros de Vincet estaban un poco tensos y su expresión seria.

-A un lugar donde estarás a salvo de momento. Con lo que pasó en mi casa pues no quiero ponerte en más riesgo.

Alicia inclinó la cabeza.

-No me mires así, no es un lugar en lo más recóndito del mundo. Es una casa que compré hace un tiempo que nadie sabe que me pertenece. Es perfecto para estar de momento y que no nos sigan el rastro.

-Entiendo. Gracias y disculpa todas las molestias.

Vincet estiró su mano y agarró la de ella,