No todo está perdido...

—¿Adivina quién está de regreso en la empresa? —pregunta con entusiasmo Blas, a su amiga. Antes de que ella le responda, él se le adelanta— Albert Miller. Acaba de llegar de Francia.

—¿Eso por qué? —cuestiona con asombro— No se supone que su madre estaba muy enferma.

—Sí, geme. Exactamente, pero es que cuando te cuentes te vas a quedar sin habla… —dice y comienza a relatar la corta pero impactante historia de Marta y su viudo.

—No puedo creer que haya hecho eso. ¿Por qué interponerse entre Albert y yo, si nunca lo quiso?

—Vamos geme que debió estar mal de la cabeza, que era una narcisista y manipuladora. ¿Te parece poco haber fingido un embarazo?

—¿Y cómo está él?

—Pues imagínate, frustrado, iracundo. No ha sido fácil para él aceptar que luego de todo lo que ha trabajado ahora deba compartir la empresa con alguien que no tiene no puñetera idea de lo que es un negocio como este, es un simple fotógrafo. —El aspaviento en el rostro de Antonella es notorio— y te dejo porque au
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP