"Esa… ¡Esa mujer otra vez!"Pensó Miranda indignada, dispuesta a acercarse a reclamar al ver a Leandro junto a Rouse; pero su padre la detuvo del brazo, ella volvió a verlo y el señor de aspecto frío y cabellera oscura negó con su cabeza. Miranda frunció el ceño y se fue en otra dirección. Leandro quién casualmente miró hacia ese lugar, reconoció de inmediato a su pronta ex esposa. Rouse notó que ese hombre estaba algo distraído y ella dirigió su mirada al mismo sector. — ¿Quieres ir a hablar con ella? — Preguntó Rouse seria. Sintiendo un nerviosismo inquietante al esperar la respuesta de ese hombre. Leandro volvió a verla fijamente a esos hermosos ojos azules claros. — No, yo… — En ese momento, Leandro notó en el otro sector que sus dos mejor amigos se hicieron presentes. — No los esperaba. — Susurró él. Rouse se dió vuelta, posando su mirada e
Los minutos pasaban, Leandro había ingresado al interior de la mansión buscando a Rouse sin notar que ella le seguía unos metros atrás. Hasta que finalmente la joven ex modelo notó que ya no había nadie a los alrededores y llamó el nombre de ese apuesto europeo. — ¡Leandro! — Gritó Rouse y él se percató del familiar sonido volviéndose de inmediato hacia atrás. Las miradas de ambos se encontraron. Rouse se detuvo, él continúo caminando a prisa hasta ella. La joven de cabello "rubio" ondulado respiraba agitada, pues aunque no corrió mientras iba tras Leandro, si había caminado rápidamente. Él se percató de la respiración de ella, así como el rostro ligeramente sonrojado de Rouse. — ¿Te encuentras bien? — Preguntó dulcemente cuando quedó frente a radiante ex modelo. Rouse asintió con su cabeza mientras clavaba sus hermosos ojos azules zafiros en los verdes de e
Esa misma noche, en la mansión del CEO Carletti. Él aterrizó el helicóptero, Steven y algunos sirvientes más se acercaron a ayudar a Rouse a bajarse segura. Una vez que Leandro bajó el mayordomo se acercó de inmediato a su joven jefe preocupado. — Señor, sus padres han estado llamando constantemente, tal como me dio la orden, no les he informado de nada. Rouse se acercó a Leandro que escuchaba a Steven atentamente. — Diles que estuve mal, que me siento más cómoda en la mansión de Leandro y le hice volver en contra de su voluntad. — Pidió la hermosa ex modelo, dejándose ella todas las culpas y colocándose como la mala frente a los padres de ese hombre Italiano. Leandro volvió a ver hacia ella sorprendido sin decir alguna palabra, por otro lado Steven negó lentamente con su cabeza. — Señorita Becker, ¿Que cosas dice? No, definitivamente no puede— — Me hice prese
Rouse tomaba el té en un sector especial del jardín donde se había preparado rápidamente una hermosa carpa blanca.Algunos sirvientes se habían quedado a los alrededores, pero a una distancia considerable para no escuchar ni una sola palabra de la conversación de las dos jóvenes mujeres. La bella ex modelo temió que todo eso se saliera de control, ya estaba rompiendo una de las cláusulas del contrato, pero se aferraba a las palabras que anteriormente el CEO Carletti le hizo saber cuándo le dijo que no tenía que salir huyendo de Miranda. "Espero que él no se enoje demasiado, haré que Steven le explique todo por mi… ""No quiero ver la expresión que hará, ya suficiente con haberlo metido en problemas con sus padres por huir de la fiesta" Pensaba la bella mujer de ojos azules claros, mientras tomaba en sus manos la taza de té y veía el hermoso color dorado del líquido. — Escuché del señor Carle
— ¿Tú culpa? — Preguntó Rouse siendo directa. Los ojos grandes y cafés de Miranda Jhons se posaron en la mujer "rubia" que tenía en frente. "No estaría mal contarle, quizá logre obtener su lástima y su ayuda, eso sería grandioso" Pensó la futura ex esposa de Leandro Carletti. — Sí, yo no pude darle hijos. — ¿No? ¿Por qué no? — Me casé con Leandro gracias a nuestros padres, le he conocido por muchos años, sin embargo, él jamás me había prestado atención, claramente yo no le interesaba; hice mi sueño realidad al ser su esposa, pero… — Miranda hizo una expresión llena de dolor mientras cubría su boca ligeramente con su mano. — ¡Lo arruiné todo! Oculté el hecho de que soy estéril por miedo a que cancele la boda, él solo se estaba casando para sentar cabeza y formar una numerosa familia. Rouse se sintió mal por esa pobre mujer, no sabía si creer o no en sus palabras, pero ella lu
"¿Justo?""Ella se atreve a hablarme de lo que es o no es justo, cuando le rogué a ella hacerse un tratamiento y lo rechazó una y otra vez" Pensaba Leandro molesto, pero nuevamente, eligió no decir nada por respeto a su ex pareja. — Pediré a Steven que te escolte de la mansión, por cierto ya ha pasado más del mes que te dí, este fin de semana enviaré tus pertenencias a tu familia, ya no tienes que venir aquí de ahora en adelante. Dicho eso último por el CEO Carletti, él se marchó de la sala, dejando a Miranda sola. ••••••••••Una vez la puerta se cerró, Miranda gritó con todas sus fuerzas. Maldijo una y otra vez a su ex pareja y las decisiones que tomó él en pleno proceso de divorcio. — ¡Desgraciado Leandro! — Gritó ella colocando su mano sobre su pecho izquierdo. — ¡¿Cómo pudo hacerme esto a mí?! ¡Tan humillante! ¡Tan degradante! Yo… ¡Creí que era un buen homb
— ¡Ha roto su palabra! — Exclamó Leandro alterado. — Tú eres mi testigo Steven, así que yo también romperé la mía y a partir de ahora quiero a un vigilante siempre con ella, házlo de manera que no se entere y siempre envíame el reporte. — Exigió el apuesto CEO poniéndose de pie y yéndose molesto. "Él solo quería una excusa para no quitarle los ojos de encima a la señorita Becker" Sonrió el mayordomo tras ese pensamiento. "Ni siquiera han pasado treinta minutos de retraso jaja~ no me quiero hacer ideas incorrectas, pero él señor le presta inusual atención para ella ser vista como solo un vientre en alquiler" Pensó él emocionado. "Es una mujer muy hermosa y bastante buena persona, se ve bien al lado del señor Carletti" ••••••••••Poco más de media hora después, Rouse finalmente había llegado a la mansión del CEO Italiano. — ¿Dónde está él? — Preguntó nerviosa al
— Ya entendimos, que tenga un buen día señora Jhons. — Comentó Alice acercándose a Rouse y tomándola del brazo. — Nos tenemos que ir, vamos Señorita Becker. — Sonrió la mujer asistente de bellos ojos celestes. Rouse asintió y se marchó con sus dos servidores. Miranda que veía como esas tres personas caminaban alejándose, se dió cuenta que había arruinado sola sus planes. "¡Cierto! ¡Debí ser amistosa con ella!" Pensó la mujer de aspecto inocente ahora enojada consigo misma. "Me dejé llevar y la he tomado contra ella, eso solo causará que suba su guardia conmigo, ¿Entonces cómo me voy a deshacer se ese bastardo en su vientre antes de que lo de a luz?" Pensó Miranda Jhons llevando su pulgar derecho a su boca y mordiendo su uña de ansiedad. — Señora Jhons, ya hemos llegado, ¿Cuáles son las indicaciones? — Preguntó él hombre a cargo de los otros que le hacían compañía y la ayudar