Amaris resopló miserablemente mientras miraba a su alrededor. De algún modo, había acabado en el popular barrio de discotecas de la ciudad, conocido por su ambiente nocturno. Los fuertes ruidos que emanaban del interior de algunos edificios no hacían más que recordarle los intensos y rítmicos latidos que oía cuando apoyaba la cabeza en el pecho de Fernando. Esto hizo que la pena volviera a invadirla. Tal vez puedas encontrar un bar más tranquilo, gruñó Maena.
Amaris dio un respingo al oír de pronto una voz ronca en su cabeza y tardó un momento en recuperarse lo suficiente para responder. 'Pero… Maena… Yo no bebo… Nunca lo he hecho' protestó.
'Tampoco los compañeros predestinados se acuestan con la hermana de su compañera… y, sin embargo, aquí estamos. Ahora parece el momento perfecto para empezar a beber' respondió brutalmente sin tacto en sus palabras, duelen, pero es la cruel verdad.
Amaris se mordió el labio, insegura de qué responder, y sintió que Maena suspiraba con fuerza.
'Aunque no quieras beber, quiero algo que nos adormezca a las dos. El fratricidio está mal visto y si vuelvo a ver a esa z*rra, puedes estar segura de que recibirá su merecido. Hasta entonces, busca un sitio tranquilo y bebe hasta que me calle' gruñó.
Amaris respiró hondo y bajó la cabeza, esperando que su pelo le cubriera el rostro de las miradas curiosas que se dirigían hacia ella.
Finalmente, llegaron a un bar muy conocido por su clientela de alto nivel y su compromiso de proteger su intimidad. Era el lugar perfecto para esconderse un rato. El portero la detuvo al instante y se echó a reír.
'Escuche, señorita, sé que nos llamamos La Catedral, pero creo que se ha equivocado de iglesia, no puede casarse aquí'.
Amaris sintió que sus mejillas se sonrojaban intensamente mientras levantaba la cabeza para mirarle desafiante.
El hombre palideció visiblemente al darse cuenta de quien era y se disculpó profusamente.
'Ah… ¡Señorita Anderson! Lo siento es que… con su atuendo… los vestidos de novia no suelen ser… y…' Tartamudeó sin remedio, tropezando con sus palabras mientras Amaris entrecerraba los ojos hacia él y los iris dorados de su loba lo miraban con furia.
'Si quisiera chistes iría a ver a un cómico. Quería un sitio tranquilo para beber donde nadie me molestara' Amaris siseó.
El portero se apresuró a escoltarla hasta el interior y la condujo a una habitación de la última planta, reservada solo a las personas de alto perfil. Ser hija de un rey alfa le otorgaba ese privilegio y, mientras entraba en el lugar, levantándose el dobladillo del vestido para no quedar envuelta en él, agradeció la ausencia de miradas indiscretas.
El gerente del establecimiento no tardó en acercarse a ella y disculparse profusamente por la conducta de su portero. Como muestra de su sinceridad, le ofreció bebidas de cortesía para la velada.
Amaris había aceptado la oferta amablemente y cuando él le entregó la carta de bebidas aceptó las sugerencias de Maena y no se contuvo a la hora de pedir. Después de su cuarta copa de Bellevue Cabernet, tomó la decisión de que de ninguna manera seguiría adelante con la boda.
Si Fernando era capaz de hacerle esto ahora, antes incluso de que estuvieran casados y marcados, lo más probable era que su comportamiento no hiciera más que empeorar.
'Es la peor clase de traición. Deberias seducirlo y dejar que le arranque el p*ne para que nunca más pueda p*netrar a otra mujer' gruñó Maena.
Por alguna razón, Amaris soltó una risita ante su fiereza y una onda de diversión la recorrió desde la dirección de Maena.
'Sería un poco complicado, Maena. Creo que el rechazo estaría bien' dijo con una risita.
'Quizás te lleves a un hombre a casa esta noche y le devuelvas el favor' sonrió Maena.
'Maena' protestó Amaris, cuyo rubor por el vino se acentuó de repente al sentir que se le calentaban las orejas.
Al poco tiempo, Amaris se vio en la imperiosa necesidad de ir al baño y, mientras recorría los pasillos que parecían un laberinto de habitaciones y despachos privados, entró directamente en lo que pensó que era el baño de damas.
Mientras se ajustaba el vestido y tomaba asiento en el cubículo, se oyeron pasos que entraban en el lugar, por lo que ahogó una risita.
Sin duda, el alcohol había tenido un efecto drástico en ella. Aunque tenía una tolerancia naturalmente fuerte al alcohol, las brujas de Bellevue habían hecho maravillas con su línea de vinos fortificados.
Se balanceó un poco al ponerse de pie y se giró al sonrojarse mientras se quedaba inmóvil. Se oían claramente los tonos de los dos hombres que hablaban.
'Alfa, sé que no quieres hablar de esto, pero debes considerar tus opciones' suplicó una voz masculina.
'No otra vez, Ben' Una voz profunda y ronca suspiró pesadamente, cansada de cualquier tema relacionado con esto.
'Parece que hemos adquirido el talento de escuchar a escondidas…' Murmuró Maena divertida en la cabeza de Amaris.
'¡Shhhh! Podrían oírnos' respondió Amaris a través del enlace mental, conteniendo otra rsita.
'Si los demás se enteran de la maldición, sabes que provocará ofertas de adquisición'.
'¿Y qué? ¿Si no tengo una Luna no puedo gobernar bien? Dame un respiro, Ben'. La voz grave resopló burlona.
'¡Si no puedes producir un heredero, el futuro de la manada no está asegurado! Al menos considera tomar una pareja elegida'.
'¿Y si mi compañera aparece mientras tanto?'
'¿Puedes estar seguro de que serán sinceros sobre ese asunto? La maldición te quitó la capacidad de…'
¿Qué maldición?
¿Una maldición? Hace años que no se habla de eso y a un alfa… Sería un delito imperdonable, no solo por el hecho de ser alfa, a cualquier persona que le apliquen una maldición es un delito que se paga con su vida… ¿Quién sería capaz de cometer algo así? Una bruja no veo porque lo haría actualmente, estamos en paz con ellas, incluso estaba tomando uno de sus vinos.
No entiendo qué pasa, tengo que seguir escuchando para ver si entiendo.
'¿Puedes estar seguro de que serían sinceras sobre ese asunto? La maldición te quitó la capacidad de encontrar a tu verdadera pareja. ¿Quién dice que las malditas brujas no enviarán impostoras para intentar apoderarse de la manada? Esto no es algo trivial de lo que reírse' respondió frustrado Ben' Amaris abrió mucho los ojos. ¿En qué se había metido? No reconoció la voz, pero su situación parecía difícil. Cuando se inclinó hacia adelante sobre la puerta para intentar ir mejor, esta se abrió de golpe y ella salió dando tumbos, golpeándose contra la pared de enfrente con un sonoro gruñido. De dolor, dejando ver sus colmillos y el brillo de sus ojos dorados. Maena soltó una risita. '¿Olvidaste cerrar bien la puerta?' 'No estás ayudando…' Amaris replicó mientras se agarraba el punto de la cabeza que había impactado contra la pared y hacía una mueca de dolor, era inevitable que en una pequeña muestra de dolor sus colmillos no saliera, resplandecientes con un blanco perlado perfecto. Cu
'También se te pedirá que no reveles a nadie información sobre este contrato o sobre la maldición de Alfa. Las consecuencias serán inmediatas y brutales si lo haces ¿Esta claro?' 'Me parece bien. Aunque tengo una petición propia' El Alfa Nocturne entrecerró los ojos ¿Que iba a exigirle exactamente? se preparo para unas exigencias desorbitadas y se mantuvo impasible mientras esperaba. 'Puedes pedirlo...' Ben declaro en un tono no comprometedor, mientras le hacia señas para que continuara aunque se veía dudoso en sus movimientos. Ella respiro hondo y sonrió dejando ver sutilmente sus colmillos. 'No es nada importante, no te preocupes. En primer lugar, antes de volver a la manada con ustedes, quiero tener la oportunidad de despedirme de mi familia. Segundo, quiero poder continuar con mi trabajo en la empresa de mi antigua manada si es posible. Tercero... quiero poder seguí viendo a mis amigos' 'Deberías haberle pedido las b*las de nuestro compañero b*stardo en una bandeja de oro' re
Ella resopló en voz baja y se inclinó para susurrar al oído de Amaris. ‘No me extraña que Fernando no pudiera esperar a estar adentro de mí, solo mira como estás’ dijo burlándose. Amaris cerró los dedos de sus manos en puños mientras luchaba desesperadamente por impedir que Maena se lanzara sobre Jess y agravará la situación. ‘No te quedes ahí sin hacer nada, la p*utita tiene que saber cuál es su sitio. Déjame darle su lección que no olvidará’ gruño Maena enfadada. ‘Maena, no podemos, aún no tiene una loba. Conoces las leyes, no sería una pelea justa, y el castigo…’ ‘A la m*eres con el castigo, Amaris, déjame morder un poco de ella, tal vez quitarle uno de sus miembros. Al menos así tendrá menos partes que envolver alrededor de los compañeros de otras personas’ chasqueo la lengua con maldad mientras intentaba avanzar. Amaris cerró los ojos con fuerza, apretó la mandíbula y luchó contra su loba mientras Jess soltaba una risita. ‘Ahh ¿Qué pasa? ¿Esta molesta tu loba? ¿Celosa? Es p
El impactante silencio duro solo unos segundos antes de que su padre estallara furioso, gritando incoherencias, mientras Jess y Amanda hacían todo lo posible por calmarlo.Amaris observó su lucha sin emoción ni temor. Ya era hora de que todos escucharán algunas verdades.‘¡Amaris, ya basta, has ido demasiado lejos! ¡Mira cómo está tu padre! Después de todo lo que he hecho…’ Espetó Amanda mientras forcejeaba con su marido tratando de calmar a su lobo.‘¡¿Todo lo que has hecho?!’ río incrédula.‘¿Dime qué parte debería agradecerte, Amanda? ¿La parte en la que seducías a mi padre para que rompiera su sagrado vínculo de pareja? ¿Quizás, la parte en la que mi madre perdió su lucha y se rindió ante la vida? ¿O tal vez debería estar agradecida por las veces que me has expulsado de esta miserable fachada de familia y me has excluido en favor de tu propia sangre?’ espeto con desdén.Jess hizo todo lo posible por apaciguar a su madre antes de girar furiosa y segui a Amaris deteniéndose a milíme
Amaris se despertó sobresaltada por el incesante vibrar de su teléfono en la mesita de noche.Con el corazón latiéndole desbocado por haber sido despertada a la fuerza de forma inesperada, tanteo el lugar tratando de encontrar el dichoso aparato con la vista nublada.Cuando sus dedos se cerraron finalmente en torno a la familiar superficie de su teléfono, se apresuró a comprobar la pantalla de llamadas y vio el nombre de su infiel ex parpadear en la pantalla.Entrecerró los ojos y pulso el botón de rechazo antes de tirarse de nuevo en la cama. En sus notificaciones aparecieron treinta dos llamadas perdidas y un torrente de mensajes de él a través de SMS y redes sociales. Amaris resoplo de forma burlona ¿Ahora me necesita?Giro la cabeza sobre la almohada y observo su habitación. Una sonrisa irónica se dibujó en su rostro cuando sus ojos se posaron en el vestido de novia desechado y arrugado en un rincón de su habitación, lanzado ahí con desprecio.Se suponía que iba a casarse hoy… El
Los ojos de Amaris ardían con una furia que desconocía y gruñó de forma amenazadora, con un tono que transmitía su intención mortal.‘Esta vez me has presionado demasiado, Jess. Puedes quedarte con el b*stardo. Quédatelo, móntalo a tu antojo, dale tantos cachorros como puedas y vive feliz. Mientras lo haces… ¡Nunca! Pero nunca, vuelvas a acercarte a mi puerta ni a dirigirme la palabra, ¿Me entiendes?’Jess asintió furiosa, adquiriendo un espantoso tono púrpura mientras arañaba desesperadamente el brazo de Amaris.‘Si alguna vez me entero de que mi padre ha sido maltratado o tiene una muerte prematura, que sepas que volveré aquí con una furia que nunca has visto antes y te aniquilaré a ti y a tu madre, ¿Me he explicado bien?’ Rugió Amaris.Jess volvió a asentir irritada, con los ojos en blanco, mientras sus intentos de apartar el brazo de Amaris se debilitaban. Con un bufido, Amaris, la soltó bruscamente y, con una última mirada de desprecio, se encaminó hacia la puerta principal para
'¿No hechas de menos a tu padre? ¿Alguna vez hablo contigo?', pregunto Amaris vacilante. Sintio una punzada de dolor y solto un suave quejido, seguido rapidamente de un gruñido rapidamente por un gruñido de ira. 'Es peor que tu padre. Guarda silencio constantemente y nunca responde a mis intentos de relacionarme con el. Es como si estuviera muerto' se quejo 'Si eso es lo que quiere, que asi sea. Una excusa de m*erda para un padre para ambas' La boca de Amaris se torcio mientras se concentraba en la carretera. En ese momento sono su telefono y la llamada se transfirio al sistema integrado del coche, conectado con la pantalla HUD de diagnostico a bordo. Toco la pantalla para aceptar y respondio a la llamada. '¿Hola?' 'Amaris, ¿Donde estas?', sono la voz preocupada de su mejor amiga. Amaris se estremecio y bajo rapidamente el volumen mientras contestaba. 'Estoy conduciendo en este momento ¿Esta todo bien?' '¡Iba a preguntarte lo mismo! Escucha, estoy en el trabajo en este momento
Esta vez, Amaris sí se rio. Había echado de mucho de menos el humor seco y el ingenio de Minerva.‘Escucha, tigre, ¿qué pasa entre Fernando y tú?’, preguntó, bajando la taza y mirando a su amiga a los ojos.Amaris suspiró y miró por la ventana.‘Las noticias vuelan’.‘Me sorprende que no lo hayas visto, si te soy sincera’, contestó Minerva mientras se inclinaba hacia un lado y empezaba a rebuscar en su bolso.‘¿Ver qué?’, preguntó frunciendo el ceño.Minerva buscó en su teléfono hasta que encontró lo que buscaba y se lo dio a su amiga.‘¿Qué m*erda hace esa cretina casándose con tu hombre?’, siseo enfadada.Amaris miró el informativo que había aparecido en la pantalla en las noticias de entretenimiento.«El heredero de la manada de Cristal deja de ser candidato al próximo Rey Alfa: Deja a su prometida y planea casarse con su hermana. Haz clic aquí para leer la historia completa»Justo debajo había una foto de Jess y Fernando mirándose con adoración en algún acto. Amaris resopló y le d