Ella resopló en voz baja y se inclinó para susurrar al oído de Amaris.
‘No me extraña que Fernando no pudiera esperar a estar adentro de mí, solo mira como estás’ dijo burlándose.
Amaris cerró los dedos de sus manos en puños mientras luchaba desesperadamente por impedir que Maena se lanzara sobre Jess y agravará la situación.
‘No te quedes ahí sin hacer nada, la p*utita tiene que saber cuál es su sitio. Déjame darle su lección que no olvidará’ gruño Maena enfadada.
‘Maena, no podemos, aún no tiene una loba. Conoces las leyes, no sería una pelea justa, y el castigo…’
‘A la m*eres con el castigo, Amaris, déjame morder un poco de ella, tal vez quitarle uno de sus miembros. Al menos así tendrá menos partes que envolver alrededor de los compañeros de otras personas’ chasqueo la lengua con maldad mientras intentaba avanzar.
Amaris cerró los ojos con fuerza, apretó la mandíbula y luchó contra su loba mientras Jess soltaba una risita.
‘Ahh ¿Qué pasa? ¿Esta molesta tu loba? ¿Celosa? Es patética’
Amaris no tardó mucho en recuperar el control, y su loba se escabulló a un rincón y gruñó amenazadoramente. Al poco rato, la furia de su loba se había calmado y se hizo silencio en su mente.
Amaris abrió los ojos y miro con frialdad y dureza en su mirada a su hermana.
‘¿Qué crees, Jess? ¡Te acostaste con su alma gemela, la que estaba destinada a ser nuestra pareja perfecta! Sé que me odias, pero esto no era necesario’ respondió, con el rostro tranquilo y sereno.
Jess frunció el ceño antes de que sus ojos se oscurecieran y su rostro se torciera en una horrible expresión de irá.
‘¿Innecesario? En realidad creo que era muy necesario. Aunque solo sea para demostrar que siempre seré mejor que tú. Te pavoneas por aquí pensando que eres la pequeña señorita perfecta. Recuerda mis palabras Amaris, me aseguraré de que no seas nadie y no tengas nada para cuando haya terminado contigo. Estoy harta de vivir bajo tu sombra’ Siseó furiosa.
‘¡Amaris! ¡¿Qué significa esto?! ¡¿Por qué estabas fuera tan tarde?!’ una voz pegajosa y dulzona gritó.
Amanda, su madrastra, salió del salón, seguida de cerca por su padre.
Amaris desvió de mala gana la mirada de su hermanastra y centro su atención en Amanda.
Las dos se miraron fijamente durante un rato mientras Jess se paseaba al lado de su madre y ladeaba la cabeza con arrogancia mientras se volvía de nuevo hacia Amaris.
‘Necesitaba ‘necesitaba respondió finalmente con rotundidad, sintiéndose como si fuera una exposición de exhibición con la atención del todo el mundo puesta en ella, solo en ella.
‘¡Ah, pero si te ha llegado el vestido! ¡Que bonito!’ dijo Amanda con una sonrisa venenosa en la cara ‘Me sorprende que no bajarás corriendo a enseñárselo a tus padres antes de desaparecer en la noche haciendo quien sabe que’ continuó de una manera frívola con los ojos llenos de malicia.
Antes de que Amaris pudiera contenerse, resopló ruidosamente.
‘¿Padres? Creo que te equivocas… ¿No querrás decir padre? Mi madre murió hace mucho tiempo y tú no eres digna de compartir ese honor con su recuerdo ‘ contestó con indiferencia.
Amanda soltó un grito ahogado y se tapó la boca mientras se volvía a mirar al padre de Amaris, el rey, con una expresión horrorizada y dolida, claramente fingida.
‘¡Pequeña vaca desagradecida! ¡¿Cómo puedes hablarle así a tu madrastra?! Espetó su padre, le dolió su comentario hacia su mujer.
‘Porque es el tipo de madrastra que lees en los cuentos de hadas. No se merece un lugar aquí’ respondió Amaris.
Estaba cansada de esta fachada impuesta de familia feliz. Se suponía que la familia debería ser cálida y acogedora, con una sensación de comodidad y seguridad, no fría y antipatíca, con la necesidad de tener que cuidarse las espaldas constantemente y estar sin ningún apoyo.
Su padre golpeó con rabia la pared de al lado mientras empezaba a avanzar hacia Amaris, gruñendo una advertencia.
Jess corrió hacia él y le agarro del brazo con una sonrisa socarrona en dirección a Amaris, Jess fingía intentar detenerlo.
‘¡Papa! Por favor ¡Cálmate! ¡No te enfades! No pasa nada, estamos acostumbradas a todos los comentarios que nos lanzan’ se quejó Jess.
Amaris miro furiosa al trío mientras Amanda se unía a su hija en el patético acto de cuidar a los miembros de la familia ¿Cómo era posible que su padre no se diera cuenta de esta farsa?
Mientras la mujer frotaba círculos relajantes en la espalda de su padre, volvió a centrar su atención en Amaris.
‘Por favor, Amaris, sabes que la salud de tu padre no es buena. No provoquemos otro episodio con maldad innecesaria ¿Eh?’ suplico con una voz asquerosamente dulce.
Pero Amaris no se le escapó la sonrisa burlona que apareció en sus labios.
‘Deberias fijarte bien el comportamiento de tu hermana, Amaris. Podrías aprender a comportarte correctamente’ gruñó su padre.
‘¿Aprender que?’ río incrédula ‘¿Aprender a seducir y acostarme con la pareja de otra mujer? Puede ser. Parecía tener talento cuando estaba acostándose con mi compañero en su habitación de arriba’
Sus palabras quedaron suspendidas en el aire antes de que un feroz gruñido escapara de la boca de su padre, uno lleno de rabia.
‘¡¿Cómo te atreves a hablar así de tu hermana?! ¡No hay manera de que ella hiciera algo tan despreciable!’
‘¿Hermana? ¿Has perdido la cabeza, padre? Mi madre solo dio a luz a una hija’ se mofó mientras recorría con la mirada desdeñosa a Amanda y Jess.
‘¿Sabes una cosa? Hay un dicho popular por ahí, a ver ¿Cuál era? ¡Ah, si! «La manzana no cae lejos del árbol» Se ajusta perfectamente tanto a Amanda cómo a Jess. Su madre sedujo a mi padre y rompió el corazón de su compañera, y ahora su hija pretende hacer lo mismo. Es bastante irónico ¿No, padre?’ continuó con el rostro cubierto de desprecio y repudio.
Las palabras que había pronunciado dejaron helados a su padre, a Amanda y a Jess.
Durante años, Amaris había permanecido en silencio y ahora que su vida estaba a punto de cambiar de forma tan drástica ya no había necesidad de seguir fingiendo.
A partir de mañana empezará un nuevo destino, cambiará toda su esencia de ser necesario, seré la Luna de Nocturne y comenzara mi futuro.
Comienza la guerra.
El impactante silencio duro solo unos segundos antes de que su padre estallara furioso, gritando incoherencias, mientras Jess y Amanda hacían todo lo posible por calmarlo.Amaris observó su lucha sin emoción ni temor. Ya era hora de que todos escucharán algunas verdades.‘¡Amaris, ya basta, has ido demasiado lejos! ¡Mira cómo está tu padre! Después de todo lo que he hecho…’ Espetó Amanda mientras forcejeaba con su marido tratando de calmar a su lobo.‘¡¿Todo lo que has hecho?!’ río incrédula.‘¿Dime qué parte debería agradecerte, Amanda? ¿La parte en la que seducías a mi padre para que rompiera su sagrado vínculo de pareja? ¿Quizás, la parte en la que mi madre perdió su lucha y se rindió ante la vida? ¿O tal vez debería estar agradecida por las veces que me has expulsado de esta miserable fachada de familia y me has excluido en favor de tu propia sangre?’ espeto con desdén.Jess hizo todo lo posible por apaciguar a su madre antes de girar furiosa y segui a Amaris deteniéndose a milíme
Amaris se despertó sobresaltada por el incesante vibrar de su teléfono en la mesita de noche.Con el corazón latiéndole desbocado por haber sido despertada a la fuerza de forma inesperada, tanteo el lugar tratando de encontrar el dichoso aparato con la vista nublada.Cuando sus dedos se cerraron finalmente en torno a la familiar superficie de su teléfono, se apresuró a comprobar la pantalla de llamadas y vio el nombre de su infiel ex parpadear en la pantalla.Entrecerró los ojos y pulso el botón de rechazo antes de tirarse de nuevo en la cama. En sus notificaciones aparecieron treinta dos llamadas perdidas y un torrente de mensajes de él a través de SMS y redes sociales. Amaris resoplo de forma burlona ¿Ahora me necesita?Giro la cabeza sobre la almohada y observo su habitación. Una sonrisa irónica se dibujó en su rostro cuando sus ojos se posaron en el vestido de novia desechado y arrugado en un rincón de su habitación, lanzado ahí con desprecio.Se suponía que iba a casarse hoy… El
Los ojos de Amaris ardían con una furia que desconocía y gruñó de forma amenazadora, con un tono que transmitía su intención mortal.‘Esta vez me has presionado demasiado, Jess. Puedes quedarte con el b*stardo. Quédatelo, móntalo a tu antojo, dale tantos cachorros como puedas y vive feliz. Mientras lo haces… ¡Nunca! Pero nunca, vuelvas a acercarte a mi puerta ni a dirigirme la palabra, ¿Me entiendes?’Jess asintió furiosa, adquiriendo un espantoso tono púrpura mientras arañaba desesperadamente el brazo de Amaris.‘Si alguna vez me entero de que mi padre ha sido maltratado o tiene una muerte prematura, que sepas que volveré aquí con una furia que nunca has visto antes y te aniquilaré a ti y a tu madre, ¿Me he explicado bien?’ Rugió Amaris.Jess volvió a asentir irritada, con los ojos en blanco, mientras sus intentos de apartar el brazo de Amaris se debilitaban. Con un bufido, Amaris, la soltó bruscamente y, con una última mirada de desprecio, se encaminó hacia la puerta principal para
'¿No hechas de menos a tu padre? ¿Alguna vez hablo contigo?', pregunto Amaris vacilante. Sintio una punzada de dolor y solto un suave quejido, seguido rapidamente de un gruñido rapidamente por un gruñido de ira. 'Es peor que tu padre. Guarda silencio constantemente y nunca responde a mis intentos de relacionarme con el. Es como si estuviera muerto' se quejo 'Si eso es lo que quiere, que asi sea. Una excusa de m*erda para un padre para ambas' La boca de Amaris se torcio mientras se concentraba en la carretera. En ese momento sono su telefono y la llamada se transfirio al sistema integrado del coche, conectado con la pantalla HUD de diagnostico a bordo. Toco la pantalla para aceptar y respondio a la llamada. '¿Hola?' 'Amaris, ¿Donde estas?', sono la voz preocupada de su mejor amiga. Amaris se estremecio y bajo rapidamente el volumen mientras contestaba. 'Estoy conduciendo en este momento ¿Esta todo bien?' '¡Iba a preguntarte lo mismo! Escucha, estoy en el trabajo en este momento
Esta vez, Amaris sí se rio. Había echado de mucho de menos el humor seco y el ingenio de Minerva.‘Escucha, tigre, ¿qué pasa entre Fernando y tú?’, preguntó, bajando la taza y mirando a su amiga a los ojos.Amaris suspiró y miró por la ventana.‘Las noticias vuelan’.‘Me sorprende que no lo hayas visto, si te soy sincera’, contestó Minerva mientras se inclinaba hacia un lado y empezaba a rebuscar en su bolso.‘¿Ver qué?’, preguntó frunciendo el ceño.Minerva buscó en su teléfono hasta que encontró lo que buscaba y se lo dio a su amiga.‘¿Qué m*erda hace esa cretina casándose con tu hombre?’, siseo enfadada.Amaris miró el informativo que había aparecido en la pantalla en las noticias de entretenimiento.«El heredero de la manada de Cristal deja de ser candidato al próximo Rey Alfa: Deja a su prometida y planea casarse con su hermana. Haz clic aquí para leer la historia completa»Justo debajo había una foto de Jess y Fernando mirándose con adoración en algún acto. Amaris resopló y le d
Amaris frunció el ceño.‘Entonces, ¿quién es y cómo ha conseguido mi número?’, preguntó, quitándose brevemente el teléfono de la oreja para comprobar el identificador de llamadas antes de volver a colocárselo sobre la misma.‘No tengo tu número guardado y este es mi teléfono personal. Entonces, ¿quién es?’, preguntó con altanería, dando golpecitos impacientes con el pie.'Eh... soy Allan, Beta Allan, mi Luna. Alfa Nocturne me pidió que llamara para averiguar tu paradero'.‘Ah...’, respondió ella mientras se le iba el color de la cara y Maena soltaba una risita...‘Ah... Alfa Nocturne ha organizado la ceremonia para mañana por la tarde. Para cuando la misma se haya completado y se hayan llevado a cabo las celebraciones apropiadas para la manada, la luna llena debería haber salido. Los sabios de la manada están listos y dispuestos, y más que emocionados debo añadir, para darte la bienvenida a tu posición oficial como Luna de la Manada de la Luna Oscura’.‘Claro...’‘Irónico que la cerem
Fernando gruñó por lo bajo mientras giraba la cabeza y miraba nervioso a su alrededor, notando un buen número de ojos entrecerrados dirigidos hacia él. Respiró hondo y giró los hombros, obligándose a relajarse mientras se pasaba la mano por el pelo. La furia seguía ardiendo en sus ojos, pero al menos su agresividad estaba bajo control. ‘Escucha, sobre Jess…', exclamó, pero Minerva no se dio por aludida y levantó la mano para silenciarlo. ‘Me importan una m*erda tus excusas y estoy segura de que a Amaris tampoco le interesa oírlas', siseó. ‘Amaris, por favor... ¡Escúchame!’, suplicó mientras se giraba hacia un lado para intentar llamar su atención. 'Creo que deberíamos escuchar lo que tiene que decir’ Intervino Maena Contemplativa. ‘¿En serio? ¿Quieres escucharlo?’, replico Amaris con incredulidad. ‘Si. Entonces podré decidir cuanto dolor quiero hacerle sufrir cuando lo castre a la fuerza a él y a su cobarde lobo’ gruñó, enseñando los colmillos. Amaris suspiro pesadamente y se
‘O tal vez llegué en el momento perfecto', continuó con una pizca de diversión. Los ojos de Amaris se abrieron de par en par. Había reconocido aquella voz. De todos los momentos en que podría haber llegado, Alfa Nocturne eligió ahora. ‘¡No sé quién d*monios te crees que eres, pero esto no tiene nada que ver contigo, así que apártate!’, gruñó Fernando mientras se daba la vuelta lentamente. Amaris oyó un chillido de excitación y, al mirar a Minerva, se dio cuenta de que tenía una expresión de horror mientras miraba expectante a los dos hombres que tenía delante. Deseó que el suelo se la tragara entera mientras se giraba con morboso interés para ver cómo acababa todo aquello. Dave se mantuvo firme, mirando impasible la figura temblorosa de Fernando que se volvía hacia él. Una sonrisa irónica se dibujó en su rostro cuando este lo miró fijamente y se quedó inmóvil. ‘Qué... esto no tiene nada que ver contigo Alfa Nocturne. Es simplemente una riña entre dos compañeros, eso es todo. No