«Te rechazo, te rechazo, te rechazo»
Daren pronunció la inminente frase tres veces bajo la luz de la luna. Un par de grandes lágrimas bajaron por mis mejillas, aunque me esforcé inútilmente por evitarlo, porque esa frase me desgarró el alma, tenía muchas ganas de tumbarme a llorar delante de Daren; no sé de dónde saqué fuerzas para mantenerme firme, pero logré contenerme. Después de que Daren repitió tres veces la frase de rechazo, me correspondía a mí decir pronunciar mi nombre, seguido de la frase “acepto tu rechazo” Me tardé varios segundos, pues los músculos en mi garganta se habían contraído porque yo, a toda costa quise evitar soltarme el llanto, ello no me dejaba articular una palabra. Daren me observó expectante, se notaba impaciente esperando mi respuesta ante nuestra diosa que nos había emparejado. Llené mis pulmones de aire hasta donde pude, luego dije: —Yo, Aurora Braun, nieta de Henry Braun, … Mis palabras se trancaron, solo debía decir que aceptaba su rechazo, pero de repente las lágrimas invadieron mi rostro, mis labios comenzaron a temblar, hasta que de repente un llanto involuntario me salió de lo más profundo del pecho. Mientras eso sucedía miré a Daren a los ojos, vi cómo lentamente emergía en su rostro un gesto de enojo, en su frente se dibujaron tres líneas horizontales y sus ojos claros se tornaron gris oscuro. Después con una voz que denotaba decepción me dijo: —Estás haciendo justo lo contrario a nuestro acuerdo, creí que lo habías entendido todo, te juro que si no aceptas mi rechazo te haré pagar con tu vida, te voy a arrastrar desnuda por todos los caminos que existen en la manada. Sentí que se me estaba quemando la cara, los amigos de Daren y sus compañeras me estaban observando; tenía vergüenza, dolor, tristeza; el rechazo de Daren había comenzado a surtir efecto en mis emociones. Días atrás habíamos descubierto que la diosa nos había emparejado, yo estaba muy feliz, pero Daren no tardó en aclarar sus sentimientos de rechazo hacia mi, mientras yo estaba feliz porque ya conocía quien sería mi compañero, él estaba muy decepcionado porque aspiraba como compañera a una chica de su misma clase. Yo era muy distinta, mi familia no poseía fortuna ni nada que me pusiera en un lugar privilegiado dentro de la manada HochFinster, pues yo provenía de otra muy pequeña y lejana; menos aún, tenía privilegios cerca de la familia Castell, de la cual él era uno de sus herederos. Daren miró hacia el cielo, las nubes estaban cubriendo el panorama, ese día no debía haber luna llena, fue mediante un fuerte hechizo que una bruja realizó por encargo de Daren para ese fin, desligarse de mí para siempre. Él al ver que el cielo se estaba nublado, supo que el hechizo ya estaba por acabar. —Vamos Aurora, haz lo que acordamos hace días, ¡di las malditas palabras! Yo tenía intenciones de decirlo, pero necesita fuerzas y aire que llenara mis pulmones. La dureza con la que él me hablaba, hacía que mi corazón se desalentara, jamás pensé que el rechazo de mi mate fuera a causarme tanto daño. Los ojos se me llenaron de lágrimas, mi alma se vistió de amargura, entonces dije dentro de sí: “Cómo puedes hacer esto después de que nos entregamos el uno al otro.” Si, Darién y yo estuvimos juntos, me entregué a él creyendo que sería para siempre, no necesitaba una boda, yo confiaba en él, creí como una tonta que ambos obedeceríamos a la diosa y seguiríamos sus designios. Daren ya estaba preocupado porque a cada segundo el cielo se nublaba más. Me agarró con fiereza y me sacudió. —¡Di tus malditas palabras! Tenemos un maldito trato y si no lo haces haré que tu familia pague caro. Me empujó con furia, yo caí sobre la hierba y lloré. —¡Basta Aurora, deja tus lloriqueos! Por eso no quiero estar contigo, no me gustan las betas insignificantes y lloronas. Sentí enojo, no se suponía que él fuera a tratarme así, aún estaba llorando, miré hacia el cielo, la luz de la luna ya estaba por desaparecer, nubes grises y espesas vistieron el firmamento, de repente tuve la valentía de decir: —Yo, ahora Braum, nieta de Peter Braum, acepto tu rechazo. Daren me miró con fijeza mientras pronuncié dichas palabras, sus labios se arquearon hacia arriba, tenía en su rostro una expresión triunfante y dio un leve suspiro. —Eso era todo, gracias, creí que se perdería el hechizo. De repente todo el panorama se oscureció, la tarde se convirtió en noche y una fuerte lluvia comenzó a caer sobre Daren y sobre mi; mi cabello se empapó, el agua que caía sobre mi cara borró mis lágrimas y quizas se llevó mi alma, porque desde ese dia no vuelto a ser la misma loba, dulce, alegre, soñadora; ya no. Fuí rechazada por mi mate. Daren me miró con su frialdad por última vez, se dio vuelta y corrió hacia donde su auto se encontraba, sus amigos ya habían subido en los de ellos, todos se marcharon sin mirar atrás, a nadie le importó que yo estuviera allí, sola, en la oscuridad, en medio de esa montaña Con ilusión esperé por tres años que la diosa revelara a mi pareja, no sucedió cuando cumplí diecisiete, yo aún vivía en el territorio de la manada de donde provengo, allá vi como la diosa emparejó a casi todos los chicos del barrio, pero yo estaba en el pequeño grupo que no lo experimentó, cuando supe que mi padre debía mudarse a una nueva manada por asuntos de trabajo, sentí grandes esperanzas, pues estaba segura de que aquí la diosa revelaría a mi compañero. «Te rechazo, te rechazo, te rechazo» Esas palabras resuenan a cada segundo en mi cabeza, siento dolor y a la vez rabia, cómo pudo rechazarme después de que me entregué a él, le di mi pereza, ahora no soy una loba apta para el matrimonio, ningún lobo honorable querrá tomarme como esposa después de que he sido de otro. Me metí bajo un árbol a soportar la lluvia y el frío, aunque la incomodidad que el frío produce sobre tu ropa mojada no significaba nada a la horrible sensación que ese día sentí por el rechazo, no se lo deseo a nadie. Creí que eso sería todo, que al regresar al pueblo todo sería normal como siempre, pero momentos muy difíciles estaban por empezar. Cuando tuve fuerzas para levantarme fui a mi auto, un pequeño y viejo escarabajo, nada comparado al lujoso auto de Daren. Qué tonta fuí, debí suponer desde el principio que él jamás dejaría que la diosa lo uniera a la hija del jardinero de la mansión de su familia, que además hace trabajos de niñera de los pequeños lobos de la familia Castell. Me quedé por un rato sentada frente al volante, lloré con tanta amargura, deseé con todas mis fuerzas desaparecer, jamás volver a casa; lo peor para entonces era que mi familia y yo vivíamos en la pequeña casa del jardinero, en la parte trasera de la mansión de la familia Castell. Huir no era una opción, no podía abandonar a mi familia, tenía una hermana enferma de cáncer, mi mamá y yo cuidamos de ella mientras papá trabajaba intentando proveernos de nuestras necesidades. Además teníamos una deuda grande que pagar al jefe de la familia, Gabriel, el tío de Daren, que le había prestado millones a mi padre para el tratamiento de mi hermana. Papá tenía un trato con su jefe, pagaría la deuda haciendo trabajos de jardinería durante tres largos años sin descansar, o, prestando sus servicios sin descanso los siete días de la semana. Encendí el auto y me marché de la montaña hacia la ciudad de aquella mañana, me dirigí a la mansión, rogando a todos los dioses que Daren no estuviera merodeando los jardines de la mansión cuando yo llegara, no deseaba verlo. por suerte eso no sucedió, quizás se había ido a una disco a celebrar con sus amigos que se había liberado de mi. —Hola mamá. —saludé y pase rápido hacia el cuarto donde dormía junto con mi prima Maite, procuré que mi madre no viera mi rostro, estaba segura que la tristeza de mi alma se reflejaba en mi rostro, no tenía como cambiarlo, pero si pude evitarlo mama me viera, no quería que nadie de mi familia se enterara de que un heredero de la familia castel había jugado con mis sentimientos, ante todos ellos las cosas debían continuar su curso, mis padres ya tenían suficientes problemas con mi hermana enferma. Maite era la única que conocía todo acerca de lo que había sucedido. —¿Qué sucedió? —¿Qué crees que sucedió? —Mi temple se derribó y me solté en llanto. —Fue horrible, jamás me había sentido tan rechazada, quisiera morir y no sentir más este dolor. Maire me consoló. —Lo vas a superar, dejarás de amarlo. —Siento que lo odio, no quiero verlo nunca más.Esa noche no pude dormir, me esforcé en hacerlo, aunque en realidad lo que deseaba era morir y no sentir tan inmenso dolor, un horrible abismo se había abierto en mi pecho, mi rostro estaba tenso en los momentos en que no podía llorar, creo que esa noche agoté todas las lágrimas que habían en mi ser, porque han pasado casi siete años, en los cuales solo he llorado una vez… sucedió cuando me dijeron que mi bebé nació muerto. Cuando Daren rompió conmigo y me echó de su vida, yo no sabía que estaba embarazada. Intenté continuar con mi vida, no le conté a nadie lo que me había pasado, mis padres ignoraban que la diosa había ligado mi alma a la Daren, el heredero de la prestigiosa familia Castell, para quienes ellos trabajaban y formaban parte del personal del servicio de su mansión. Cuando estuve entusiasmada con Daren no les conté porque supuse que ellos me lo reprocharįa, jamás estarían de acuerdo, ellos sabían que las familias Alfas de la manada no solían obedecer a la diosa en cuant
Han pasado 7 largos años, Aurora y Daren nos cuentan todo lo que sucedió y los eventos que cambiaron sus vidas desde que él la rechazó. Aurora Me miro al espejo y maquillo mis labios de color rojo, llevo puesto un costoso vestido que fue diseñado especialmente para mi en la mejor casa modista de la región donde vivo con Gabriel, mi esposo. Se acerca el día de mi reaparición en la manada OchFinster, aunque ninguno sabrá quién soy en realidad, porque ahora me llamo Luna y mi nuevo nombre proviene de una imponente manada llamada Grauer Mond, en la que he vivido por seis largos e interminables años. El único que conoce mi verdadero origen es Gabriel, él sabe quién es mi padre. Nuestro matrimonio solo es un negocio, mi padre le debía mucho dinero, y Gabriel necesitaba aumentar su poder y prestigio en la manada OchFinster y las manadas aliadas. Él aprovechó el fatal accidente donde murió un importante ministro de Grauer Mond, Erock Meyer y su hija, Luna. Yo viajaba con ellos,
Era el día de la sucesión, Daren recibiría la corona, él y su familia se encontraban en el ala este del palacio, aún faltaban algunas horas para dicho evento que seria realizado en la noche.Daren y su primo y mejor amigo Caliope, fueron a la terraza a charlar algunos asuntos acerca de la compañía de la familia, puesto que Calíope asumiría la presidencia ahora que Daren se convertiría en el alfa.Llevaron sus copas de vino y ambos bebieron un sorbo y degustaron, Calíope comentó:—Así que el tío Gabriel te envió este vino. —Daren puso la copa frente a su rostro y la movió observando el cuerpo del vino. —Si, envió un barco exclusivamente a traer este vino, quiere que se sirva en la celebración de mi ascenso. Es extraño, mi tío debería estar enojado porque él es quien debería recibir el trono y no yo, en cambio ha enviado este vino para deleitar a todos los políticos y personas influyentes de la manada.—Quizás es su esposa quien lo tiene apaciguado, la hija del ministro debe ser una
Daren Estoy en una inmensa habitación del palacio, al menos dos docenas de personas me rodean, están aquí para prepararme para la coronación. Me encuentro de pie, hay tres inmensos espejos frente a mí, éstos me permiten ver mi transformación, desde ahora ha comenzado el ritual, me estoy convirtiendo en el alfa de la manada HochFinster. Ya me pusieron una túnica y un cinturón dorado que mide quince centímetros de ancho, con grabados que aluden a las proezas de nuestros ancestros en los campos de batalla por la liberación de nuestra manada de sus opresores. Este cinturón les recuerda al alfa y a todos los políticos que debemos mantener en la memoria los héroes del pasado y seguir como ejemplo su amor por la manada. Intentaré recuperar todo lo que hemos perdido en la última batalla y vengaré la muerte de todos nuestros líderes, las manadas enemigas van a pagar con sangre el daño que nos han causado, eso es lo que tengo en mente hacer ahora que tan de repente me tocó asumir est
Creí que Gabriel y yo iríamos en la limusina como él siempre acostumbra a viajar conmigo a todos los eventos públicos, pero no, esta vez decidió que iríamos solos en su convertible, el último que compró antes de marcharse a Europa, un auto único en el mundo, hecho con especificaciones de su dueño.Subí al asiento de copiloto, el hombre de confianza que Gabriel asignó para que me cuidara abrió mi puerta mientras Gabriel rodeó el auto y subió a su asiento. Mi agudo olfato percibió el aroma a nuevo, aunque han pasado varios años, aun conserva el aroma característico del cuero de los asientos sin usar.—¿Te gusta mi convertible? —él sabe que no me interesan sus juguetes costosos.—Está bonito. —respondí sin fingir especial interés, Gabriel bajó sus ojos hacia mi pecho, le encanta el escote atrevido de mi vestido, fue su voluntad que el diseñador lo hiciera así para mi, para exhibirme en público, pues a él le gusta alardear acerca de todo lo que tiene, de sus juguetes caros, sus casas l
Aurora.Gabriel y yo fuimos recibidos con honores en el palacio, hace siete años, ¿Quién iba a pensar que yo, una chica cualquiera, hija de los sirvientes de la familia estaría entre los invitados. Un par de escoltas nos llevó hasta el salón de ceremonias, hay mucha gente por todo el lugar, todos con sus mejores atuendos y relucientes joyas, parecen estar muy felices, quizás están conformes con su nuevo alfa, a pesar de que hace menos de un año murieron varios miembros de la familia alfa de la manada y hombres del ejército; por eso dicen que a rey muerto, rey puesto; la vida continúa para todos los que pueden, mientras que otros yacen bajo tierra y quedan en el olvido, también hay otros que siguen vivos, pero sus almas están enterradas, como yo lo estuve por tantos años… hasta que supe que mi hijo vivía, ese día mi alma resucitó, emergí convertida en una mujer muy fuerte, y capaz de todo por recuperar a mi bebé; juro por la diosa que nada ni nadie podrá impedir que me lleve a mi hij
Gabriel me acercó a ella y me las presentó.—Querida, ven que quiero presentarte a algunas parientes políticas. Antes de voltear a mirar saqué mi pecho y enderecé mis hombros, asumo un talante erguido como una diosa empoderada. Observo a esas malditas, las miro como si les tuviera admiración y sonrío.—Ellas son Valca y Libeyka, ya te he hablado de ellas. —Me aseguro de hablar con mi acento italiano.—Encantada queridas, mucho gusto de conocerlas.Valka al parecer no se ha percatado de mi parecido con la niña Aurora, a la que desterró. Libeyka en cambio no puede disimular su asombro, sus párpados están tensos, ni siquiera puede parpadear, no deja de mirarme, debe estar llena de dudas, se supone que estoy muerta. Le sonrío de manera muy cordial.—Eres una mujer muy hermosa, supongo que el alfa no deja que ningún lobo se te acerque, me refiero, es familia de mi esposo, Gabriel es muy celoso, supongo que todos los Castell lo son. Veo como agacha la mirada, significa que acerté e
Después del mediodía llegué a mi casa, por el camino había decidido que me marcharía, iba a regresar a mi manada de origen, con todo mi dolor tendría que abandonar a mis padres, tendría que dejarlos junto a mi hermana que estaba muy enferma. También dejaría mi carrera universitaria, tan solo me faltaba dos años para graduarme… lo había perdido todo en un instante, y todo por confiar en Daren, mi corazón se llenó de rencor, tenía tanto dolor.Cuando llegué a mi casa encontré a mis padres en la sala, ellos me estaban esperándome; vi angustia en el rostro de mi mamá, en cambio papá tenía una dura expresión, me miraba con enojo y con una voz ronca me dijo:—Hasta que al fin te dignas a regresar, ¿dónde demonios estabas metida? —Con una voz vacilante respondí:—Estaba en la biblioteca de la municipalidad, es que…—¡Mentiras! —gritó—. Acabo de volver de la universidad, el rector me citó urgente y me puso al tanto de todo lo que has estado haciendo. —Temblé por dentro.—¿El rector?—Si,