Era el día de la sucesión, Daren recibiría la corona, él y su familia se encontraban en el ala este del palacio, aún faltaban algunas horas para dicho evento que seria realizado en la noche.Daren y su primo y mejor amigo Caliope, fueron a la terraza a charlar algunos asuntos acerca de la compañía de la familia, puesto que Calíope asumiría la presidencia ahora que Daren se convertiría en el alfa.Llevaron sus copas de vino y ambos bebieron un sorbo y degustaron, Calíope comentó:—Así que el tío Gabriel te envió este vino. —Daren puso la copa frente a su rostro y la movió observando el cuerpo del vino. —Si, envió un barco exclusivamente a traer este vino, quiere que se sirva en la celebración de mi ascenso. Es extraño, mi tío debería estar enojado porque él es quien debería recibir el trono y no yo, en cambio ha enviado este vino para deleitar a todos los políticos y personas influyentes de la manada.—Quizás es su esposa quien lo tiene apaciguado, la hija del ministro debe ser una
Daren Estoy en una inmensa habitación del palacio, al menos dos docenas de personas me rodean, están aquí para prepararme para la coronación. Me encuentro de pie, hay tres inmensos espejos frente a mí, éstos me permiten ver mi transformación, desde ahora ha comenzado el ritual, me estoy convirtiendo en el alfa de la manada HochFinster. Ya me pusieron una túnica y un cinturón dorado que mide quince centímetros de ancho, con grabados que aluden a las proezas de nuestros ancestros en los campos de batalla por la liberación de nuestra manada de sus opresores. Este cinturón les recuerda al alfa y a todos los políticos que debemos mantener en la memoria los héroes del pasado y seguir como ejemplo su amor por la manada. Intentaré recuperar todo lo que hemos perdido en la última batalla y vengaré la muerte de todos nuestros líderes, las manadas enemigas van a pagar con sangre el daño que nos han causado, eso es lo que tengo en mente hacer ahora que tan de repente me tocó asumir est
Creí que Gabriel y yo iríamos en la limusina como él siempre acostumbra a viajar conmigo a todos los eventos públicos, pero no, esta vez decidió que iríamos solos en su convertible, el último que compró antes de marcharse a Europa, un auto único en el mundo, hecho con especificaciones de su dueño.Subí al asiento de copiloto, el hombre de confianza que Gabriel asignó para que me cuidara abrió mi puerta mientras Gabriel rodeó el auto y subió a su asiento. Mi agudo olfato percibió el aroma a nuevo, aunque han pasado varios años, aun conserva el aroma característico del cuero de los asientos sin usar.—¿Te gusta mi convertible? —él sabe que no me interesan sus juguetes costosos.—Está bonito. —respondí sin fingir especial interés, Gabriel bajó sus ojos hacia mi pecho, le encanta el escote atrevido de mi vestido, fue su voluntad que el diseñador lo hiciera así para mi, para exhibirme en público, pues a él le gusta alardear acerca de todo lo que tiene, de sus juguetes caros, sus casas l
Aurora.Gabriel y yo fuimos recibidos con honores en el palacio, hace siete años, ¿Quién iba a pensar que yo, una chica cualquiera, hija de los sirvientes de la familia estaría entre los invitados. Un par de escoltas nos llevó hasta el salón de ceremonias, hay mucha gente por todo el lugar, todos con sus mejores atuendos y relucientes joyas, parecen estar muy felices, quizás están conformes con su nuevo alfa, a pesar de que hace menos de un año murieron varios miembros de la familia alfa de la manada y hombres del ejército; por eso dicen que a rey muerto, rey puesto; la vida continúa para todos los que pueden, mientras que otros yacen bajo tierra y quedan en el olvido, también hay otros que siguen vivos, pero sus almas están enterradas, como yo lo estuve por tantos años… hasta que supe que mi hijo vivía, ese día mi alma resucitó, emergí convertida en una mujer muy fuerte, y capaz de todo por recuperar a mi bebé; juro por la diosa que nada ni nadie podrá impedir que me lleve a mi hij
Gabriel me acercó a ella y me las presentó.—Querida, ven que quiero presentarte a algunas parientes políticas. Antes de voltear a mirar saqué mi pecho y enderecé mis hombros, asumo un talante erguido como una diosa empoderada. Observo a esas malditas, las miro como si les tuviera admiración y sonrío.—Ellas son Valca y Libeyka, ya te he hablado de ellas. —Me aseguro de hablar con mi acento italiano.—Encantada queridas, mucho gusto de conocerlas.Valka al parecer no se ha percatado de mi parecido con la niña Aurora, a la que desterró. Libeyka en cambio no puede disimular su asombro, sus párpados están tensos, ni siquiera puede parpadear, no deja de mirarme, debe estar llena de dudas, se supone que estoy muerta. Le sonrío de manera muy cordial.—Eres una mujer muy hermosa, supongo que el alfa no deja que ningún lobo se te acerque, me refiero, es familia de mi esposo, Gabriel es muy celoso, supongo que todos los Castell lo son. Veo como agacha la mirada, significa que acerté e
Después del mediodía llegué a mi casa, por el camino había decidido que me marcharía, iba a regresar a mi manada de origen, con todo mi dolor tendría que abandonar a mis padres, tendría que dejarlos junto a mi hermana que estaba muy enferma. También dejaría mi carrera universitaria, tan solo me faltaba dos años para graduarme… lo había perdido todo en un instante, y todo por confiar en Daren, mi corazón se llenó de rencor, tenía tanto dolor.Cuando llegué a mi casa encontré a mis padres en la sala, ellos me estaban esperándome; vi angustia en el rostro de mi mamá, en cambio papá tenía una dura expresión, me miraba con enojo y con una voz ronca me dijo:—Hasta que al fin te dignas a regresar, ¿dónde demonios estabas metida? —Con una voz vacilante respondí:—Estaba en la biblioteca de la municipalidad, es que…—¡Mentiras! —gritó—. Acabo de volver de la universidad, el rector me citó urgente y me puso al tanto de todo lo que has estado haciendo. —Temblé por dentro.—¿El rector?—Si,
Daren.Ha llegado el momento de marcharme al salón ceremonial, la guardia real del alfa está aquí, han venido por mí. Le beso la frente a mi hijo, él se ha quedado dormido oyendo un cuento de lobos legendarios que le encanta. Me levanto del lado de la cama y me dirijo a la puerta, luego camino todo el pasillo escoltado por una docena de guardias, hoy portan sus trajes rojos de gala.Debo entrar por la puerta principal del salón ceremonial, todas las demás están cerradas, a partir de este momento hasta mi coronación nadie puede entrar excepto yo y los guardias.Hay un silencio sepulcral, de pronto al fondo del salón sonó una campana, la cual rompió dicho silencio, enseguida todos se levantaron de sus asientos, se pusieron de pie y voltearon a mirar hacia donde yo me encuentro.Inicio mi marcha en medio de todos, me dirijo hacia la tribuna, dónde se encuentra el sacerdocio de la luna y los ministros políticos de la manada.Me detengo justo al frente de la tribuna, hay tres escalones
Cuando la mucama salió con el carro, decidí que era el momento de entrar, la niñera se sorprendió, me observó con extrañeza.—Perdón, es que estoy perdida, necesito ir a la sala ceremonial, pero no encuentro el camino, mi esposo debe estar esperándome muy preocupado.—Perdón, jamás la he visto.—Es que vengo de las tierras bajas, de la manada Grauer Mond.—Usted es la esposa del embajador Gabriel Castell. —Sonrió aliviada.—Eh soy, soy yo, Luna Meyer. La niñera es una chica joven, su rostro denota inocencia y nada de malicia, al igual como lo fui en el pasado.—La sala de ceremonias está muy lejos de aquí, un escolta puede llevarla.—¿Un escolta? No vi a ninguno.—Están al otro lado del pasillo, en la puerta de entrada a esta área, es extraño que usted haya llegado hasta aquí sin que la vieran.—Si, la verdad creí que no había nadie, hasta que oí a los niños, supongo que son los pequeños de la familia.—Si, están en el cuarto de juegos, ¿desea verlos?—Si claro, son como