Daren.Ha llegado el momento de marcharme al salón ceremonial, la guardia real del alfa está aquí, han venido por mí. Le beso la frente a mi hijo, él se ha quedado dormido oyendo un cuento de lobos legendarios que le encanta. Me levanto del lado de la cama y me dirijo a la puerta, luego camino todo el pasillo escoltado por una docena de guardias, hoy portan sus trajes rojos de gala.Debo entrar por la puerta principal del salón ceremonial, todas las demás están cerradas, a partir de este momento hasta mi coronación nadie puede entrar excepto yo y los guardias.Hay un silencio sepulcral, de pronto al fondo del salón sonó una campana, la cual rompió dicho silencio, enseguida todos se levantaron de sus asientos, se pusieron de pie y voltearon a mirar hacia donde yo me encuentro.Inicio mi marcha en medio de todos, me dirijo hacia la tribuna, dónde se encuentra el sacerdocio de la luna y los ministros políticos de la manada.Me detengo justo al frente de la tribuna, hay tres escalones
Cuando la mucama salió con el carro, decidí que era el momento de entrar, la niñera se sorprendió, me observó con extrañeza.—Perdón, es que estoy perdida, necesito ir a la sala ceremonial, pero no encuentro el camino, mi esposo debe estar esperándome muy preocupado.—Perdón, jamás la he visto.—Es que vengo de las tierras bajas, de la manada Grauer Mond.—Usted es la esposa del embajador Gabriel Castell. —Sonrió aliviada.—Eh soy, soy yo, Luna Meyer. La niñera es una chica joven, su rostro denota inocencia y nada de malicia, al igual como lo fui en el pasado.—La sala de ceremonias está muy lejos de aquí, un escolta puede llevarla.—¿Un escolta? No vi a ninguno.—Están al otro lado del pasillo, en la puerta de entrada a esta área, es extraño que usted haya llegado hasta aquí sin que la vieran.—Si, la verdad creí que no había nadie, hasta que oí a los niños, supongo que son los pequeños de la familia.—Si, están en el cuarto de juegos, ¿desea verlos?—Si claro, son como
Narrador Después de la coronación, Daren bajó de la tribuna convertido en el nuevo alfa de la manada OchFisnter. Tenía puesta la corona, la capa, el cinturón y portaba en su mano derecha el cetro de la luna. Caminó en medio de todos los presentes con talante erguido, como correspondía al lobo más poderoso de todos sus patriotas. Esto formaba parte de las formalidades del evento. Después regresó a la tribuna y se sentó en el trono. Más tarde empezó la celebración, hubo aplausos, un brindis por el nuevo líder. Daren se mezcló entre la gente, siempre acompañado por un par de guardias reales y otra docena que estaban por todo el gran salón.Llegó el momento de saludar a Gabriel, él miró a Daren, hizo la leve inclinación de reverencia ante el alfa. —Recibe mis felicitaciones , amado alfa, que la manada tenga prosperidad y éxitos en las batallas mientras esté bajo su dominio.—Gracias por sus buenos deseos embajador. Noté que llegó tarde a la ceremonia.—Pido disculpas su majestad, ll
Daren.Mis guardias me rescataron, cuando recuperé el conocimiento, había pasado un rato , me encontraba en la enfermería del palacio, me habían hecho estudios para descartar que tuviera heridas internas. Desperté muy alterado preguntando por ella.—¡Aurora! ¿Dónde está?El doctor me dijo que me tranquilizara y me explicó que me habían sacado del lago.—Tuvo un accidente, sus guardias lo rescataron del lago, casi muere ahogado.Vi a Libeyka y a Valka junto a algunos ministros de la manada, Libeyka se mostró algo molesta y me dijo:—¿Casi te mueres y llamas a esa? ¿Qué demonios te pasa?—La vi, Aurora está viva, ella no ha muerto como me lo han hecho creer. —Libeyka apretó los dientes.—No puedo creer que el día más importante que hemos tenido en nuestras vidas, te hayas lanzado al lago para irte con ella. —Valka agregó:—Mi sobrina tiene razón Daren, por años has insistido en que ella sigue con vida, pero jamás habías intentado quitarte la tuya para irte con ella, esto ya es demasiad
Aurora.Salí al balcón de la habitación donde me escondí después de que estuve con esos tres niños, siento que mi corazón late como un tambor cuando imagino que uno de ellos es mi hijo… o mi hija. Los tres son tan hermosos. Desde este balcón puedo observar el lago que apenas se ilumina con la tenue luz de la luna creciente, mi lobo quiere salir, visitar el bosque que se encuentra detrás de las instalaciones del palacio. Creo que beber agua de ese lago y olfatear el aire del bosque me hará bien, estaré de nuevo conectada a la naturaleza, la luz de la diosa iluminará mi alma, estaré reconfortada, así podré seguir en medio de todo lo que planeo hacer, porque estoy sufriendo por mi hijo, anhelo con todas mis fuerzas recuperarlo, pero también quiero vengarme de los que me hicieron daño.Salí de la habitación y caminé por los pasillos hasta que hallé una salida hacia el jardín, me dirigí hacia el lago, me quité mi elegante vestido y el broche de mi cabeza y también mis zapatillas de tacón,
Aurora.Ya estoy cerca del gran salón donde todos están celebrando. Voy acompañada por mi guardaespaldas, mi corazón aumenta la velocidad de sus latidos a medida que nos acercamos, pues sé que muy pronto veré a Daren, lo tendré frente a mí, seguramente sus ojos querrán salirse de sus órbitas cuando note el parecido de Luna Meyer con la tonta e ingenua Aurora. Le guardo mucho resentimiento a Daren, incluso lo odio, pero mi lobo aún anhela su amor, así como una humana no puede decidir por su corazón, yo no puedo decidir por mi lobo; Daren se desligó de mí mediante un hechizo, pero yo no quería separarme, quizás por ello mi alma aún siente que sigue ligada a él, solo me separa el rencor que siento, porque conocí su maldad, lo que es capaz de hacer por mantener su dinero, su posición social.Respiro hondo justo antes de atravesar el umbral de la gran puerta, me detengo por un momento, observo a todos lados el inmenso y lujoso lugar, con grades e iluminadas lámparas de cristal y detalles
Ese instante en que Daren y yo nos miramos a los ojos se hizo eterno, como si en nuestro alrededor se hubiese detenido el tiempo, los movimientos de las personas, la música, todo se paralizó, solo estábamos nosotros dos.Comencé a temblar por dentro , sentía que cada músculo de mi cuerpo cedía al nerviosismo que Daren me producía, él me envolvió con su mirada, esos ojos que tanto amé, cuando estuvimos solos, cuando creí que él era todo mi mundo, él era mi vida. Aún me atrapa con esa mirada, su rostro es hermoso, su talante, ahora es más bello de lo que recordaba, siento que lo amo, pero no soy Aurora, ella está muerta.Solo pasaron dos segundos, cuando de repente sus guardias apartaron a la gente del camino, entonces bajé mis ojos y vi que él sostenía a Libeyka con su mano, Gabriel agarró la mía y me llevó hacia Daren, los guardias no nos dejaron acercarnos a él, Daren continuó mirándome, Valka también estaba con él, escuché cuando ella dijo:—Daren, deja que la hija del ministro y tu
Daren. Me retiré un rato del gran salón, le dije al jefe de los guardias que buscara a Calíope y le dijera que deseo verlo, es que necesito hablar con alguien acerca de esa loba que se parece tanto a mi mate. Calíope ya vio a Luna Meyer, estaba tan sorprendido como yo, no dijo nada, pero con sus ojos expresó su sorpresa. Fui a la habitación donde horas atrás estuve cuando me prepararon para la ceremonia. La conmoción se ha adueñado de mí, aún me cuesta asimilar el parecido que tiene Luna Meyer con Aurora. Encendí un cigarrillo y comencé a fumar, me siento ansioso, quiero saber más de Luna Meyer, debo saber más de esa loba. Deseo descubrir si además de parecerse físicamente, si también su personalidad lo es, aunque no lo creo, esta mujer no camina como Aurora, no habla como ella, no tiene su voz dulce los gestos de su rostro no poseen ese aire de inocencia que tenía mi compañera. Aprieto mis puños, intento comprender por qué se parecen tanto si no tienen consanguinidad