Aurora.Ya estoy cerca del gran salón donde todos están celebrando. Voy acompañada por mi guardaespaldas, mi corazón aumenta la velocidad de sus latidos a medida que nos acercamos, pues sé que muy pronto veré a Daren, lo tendré frente a mí, seguramente sus ojos querrán salirse de sus órbitas cuando note el parecido de Luna Meyer con la tonta e ingenua Aurora. Le guardo mucho resentimiento a Daren, incluso lo odio, pero mi lobo aún anhela su amor, así como una humana no puede decidir por su corazón, yo no puedo decidir por mi lobo; Daren se desligó de mí mediante un hechizo, pero yo no quería separarme, quizás por ello mi alma aún siente que sigue ligada a él, solo me separa el rencor que siento, porque conocí su maldad, lo que es capaz de hacer por mantener su dinero, su posición social.Respiro hondo justo antes de atravesar el umbral de la gran puerta, me detengo por un momento, observo a todos lados el inmenso y lujoso lugar, con grades e iluminadas lámparas de cristal y detalles
Ese instante en que Daren y yo nos miramos a los ojos se hizo eterno, como si en nuestro alrededor se hubiese detenido el tiempo, los movimientos de las personas, la música, todo se paralizó, solo estábamos nosotros dos.Comencé a temblar por dentro , sentía que cada músculo de mi cuerpo cedía al nerviosismo que Daren me producía, él me envolvió con su mirada, esos ojos que tanto amé, cuando estuvimos solos, cuando creí que él era todo mi mundo, él era mi vida. Aún me atrapa con esa mirada, su rostro es hermoso, su talante, ahora es más bello de lo que recordaba, siento que lo amo, pero no soy Aurora, ella está muerta.Solo pasaron dos segundos, cuando de repente sus guardias apartaron a la gente del camino, entonces bajé mis ojos y vi que él sostenía a Libeyka con su mano, Gabriel agarró la mía y me llevó hacia Daren, los guardias no nos dejaron acercarnos a él, Daren continuó mirándome, Valka también estaba con él, escuché cuando ella dijo:—Daren, deja que la hija del ministro y tu
Daren. Me retiré un rato del gran salón, le dije al jefe de los guardias que buscara a Calíope y le dijera que deseo verlo, es que necesito hablar con alguien acerca de esa loba que se parece tanto a mi mate. Calíope ya vio a Luna Meyer, estaba tan sorprendido como yo, no dijo nada, pero con sus ojos expresó su sorpresa. Fui a la habitación donde horas atrás estuve cuando me prepararon para la ceremonia. La conmoción se ha adueñado de mí, aún me cuesta asimilar el parecido que tiene Luna Meyer con Aurora. Encendí un cigarrillo y comencé a fumar, me siento ansioso, quiero saber más de Luna Meyer, debo saber más de esa loba. Deseo descubrir si además de parecerse físicamente, si también su personalidad lo es, aunque no lo creo, esta mujer no camina como Aurora, no habla como ella, no tiene su voz dulce los gestos de su rostro no poseen ese aire de inocencia que tenía mi compañera. Aprieto mis puños, intento comprender por qué se parecen tanto si no tienen consanguinidad
Narrador.Se acercaba la hora del banquete, Daren se notaba inquieto, y bebía de su copa grandes tragos, cada vez que podía clavaba sus ojos sobre Luna Meyer, él estaba confuso, tenía muchas dudas, pero entre más la observaba, más crecía su presentimiento de que se trataba de Aurora, en sus adentros hablaba consigo mismo.“Si eres tú, ¿qué pretendes haciéndote pasar por Luna Meyer? ¿Atormentarme? ¿Regresaste de tu tumba para atormentar mi alma? Pues hazlo, atorméntame, haz lo que quieras pero no vuelvas a marcharte, no dejaré que lo hagas.”Ella parecía no darse cuenta de que el alfa la miraba con especial celo y que no hacía nada para disimular, cualquiera que hubiese puesto algo de atención, debió darse cuenta. Aunque sí había alguien que se percató de todo, Libeyka, ella siguió a su esposo con sus ojos, estaba en medio de la gente, atendió a casi todos los invitados, pero no dejaba de vigilar a su marido. Valka se percató de que Libeyka miraba al alfa con recelo.—Por qué al meno
Narrador.Pasó un rato, Daren le sonreía a la gente que se acercaba a él, pero no perdía de vista a Luna, Libeyka se encontraba con él, también Calíope. Luego de manera discreta le dijo: —¿Por qué no intentas aunque sea disimular un poco?Daren levantó la copa de vino y la meneó dibujando círculos en el aire, mientras que miró a su esposa con la frente endurecida.—¿De qué me estás hablando?—No te hagas, tengo rato observándote y no dejas de mirar a Luna Meyer.—Por favor, no andes viendo cosas donde no las hay. —Libeyka se cruzó de brazos.—Eres tan cínico.—Y tú eres tan odiosa, no sé cómo te soportó, o cómo te soportas. —Ella apretando los dientes agregó:—¿Dime qué piensas hacer?—¿Hacer de qué?—Luna Meyer está casada, —con tu tío— el embajador de la tu manada en la Grauer Mond; Luna Meyer es inalcanzable para ti.—Exacto, qué bueno que lo sepas, por eso precisamente deberías estar tranquila, ella no está dentro de mis posibilidades, así que deja tus celos enfermizos.—Te conoz
Aurora.Controlo mi lobo, intento esconder mi estupefacción, di algunos pasos y quedé parada frente a a Daren como a un metro de distancia, luego hice mi reverencia e incliné mi cabeza y levemente mi cuerpo, después hablé como si estuviera solo un poco sorprendida, aunque lo estaba de verdad y se manera exagerada, porque no esperaba que se apareciera en el jardín. En ese momento debía mostrarme como Luna Meyer, pero esta vez estaría con él a solas, sin la compañía de nadie más.—Su majestad, me ha sorprendido con su repentina presencia.Daren tiene sobre mí sus atrapantes ojos azules, siento que los adoro a la vez que odio que me mire. Noto que aún conserva su talante de orgullo y superioridad, desde siempre miró a los demás por encima de sus hombros; hoy está frente a mí, mantiene sus expresiones igual que cuando aún era un adolescente.—¿Por qué le sorprende? Me gusta salir al jardín y contemplar la creciente imagen de la diosa —señaló la luna—, sonreí cándidamente y dije:—Lo ignor
Daren.Un gran manto cargado de decepción ha arropado mi alma, observo la luna creciente, la miro con reproche mientras que las lágrimas bañan mis ojos, aprieto los puños porque tengo indignación porque no tengo a mi mate y pienso en mis adentros:“No es ella, no es Aurora, llegué a creer con todas las fuerzas de mi alma, que ella había regresado y que estaba fingiendo ser otra para castigarme. Pero ahora sé que no es así, es otra, solo se parecen, pero que al mismo tiempo son muy distintas. Luna no posee ni su alma ni su corazón, no tiene sus ojos, ni su sonrisa. Hoy que tuve a Luna tan cerca de mí, noté que hay amargura en su alma y en sus ojos hay mucha frialdad, fue como verme a mí mismo en el espejo. Aún negando la fría realidad, quise encontrarla en su piel, pero aún su aroma es muy distinto, no encontré en ella el delicado perfume de rosas silvestres y flor de cerezo que distinguía a mi mate.”Caí en mi dura realidad, Aurora se había marchado para siempre y yo debía continuar
Narrador. Daren ocultó el dolor que estaba sintiendo, se tragó esos sentimientos de pena y de culpa, se ajustó la capa y regresó al gran salón. Aurora por más que intentó ocultar su consternación, no pudo, su semblante había cambiado y sus ojos se veían tristes. Kaisser la acompañó de regreso al gran salón, mientras caminaban le preguntó: —¿Qué sucedió con el alfa? No quiero hablar en este momento, además él viene detrás vámonos rápido, no quiero que nadie note que los dos estuvimos en el jardín. —Te ves consternada, debí intervenir cuando lo vi llegar. —Ya estoy grande y sé cómo defenderme sola, no necesito que andes interviniendo en todo. —Te guste o no, la próxima vez no pienso quedarme de brazos cruzados, voy a intervenir, mírate la cara no puedes disimular que ese alfa te dejó mal, algo debió hacer para que te hayas puesto así. —No te preocupes Kaisser, este solo es el comienzo, esta noche pasé la primera prueba con este repentino encuentro, el alfa me tomó desprevenida