4 Estoy lista

Era el día de la sucesión, Daren recibiría la corona, él y su familia se encontraban en el ala este del palacio, aún faltaban algunas horas para dicho evento que seria realizado en la noche.

Daren y su primo y mejor amigo Caliope, fueron a la terraza a charlar algunos asuntos acerca de la compañía de la familia, puesto que Calíope asumiría la presidencia ahora que Daren se convertiría en el alfa.

Llevaron sus copas de vino y ambos bebieron un sorbo y degustaron, Calíope comentó:

—Así que el tío Gabriel te envió este vino. —Daren puso la copa frente a su rostro y la movió observando el cuerpo del vino.

—Si, envió un barco exclusivamente a traer este vino, quiere que se sirva en la celebración de mi ascenso. Es extraño, mi tío debería estar enojado porque él es quien debería recibir el trono y no yo, en cambio ha enviado este vino para deleitar a todos los políticos y personas influyentes de la manada.

—Quizás es su esposa quien lo tiene apaciguado, la hija del ministro debe ser una mujer muy diplomática.

—Tal vez, pero no me confío del todo, yo en lugar de Gabriel estaría furioso.

—Aunque esté enojado no puede ir en contra de la voluntad del alfa, además se convirtió en un hombre muy poderoso la manada Grauer Mond, y si asumimos que está enamorado de su hermosa esposa, a lo mejor está conforme con lo que la diosa le puso en su camino.

—Quizás él sí sea feliz con su mujer, no como Libeyka y yo, que vivimos en un infierno.

—Ahora que te convertirás en el alfa, vas a estar atado a tu esposa por el resto de tu vida.

—Lo único que me ata a ella es Draco, lo demás no me importa. Pero no es de mi que estamos hablando. —Calíope meneó la copa y bebió un sorbo, luego agregó:

—Yo si creo que el tío Gabriel es muy feliz, me han dicho que Luna Meyer es una mujer muy muy hermosa, que sus ojos son grises, ella es de una raza superior a las de las hembras alfas y omegas de nuestra manada.

—Es evidente, proviene de la élite de Grauer Mond, aunque todos dicen que ella casi no se muestra en público.

—Es cierto, pero —Miró a los lados y se aseguró que nadie los escuchara—. No te lo había contado, pero un amigo que se hospedó en su mansión la vio desnuda en el lago privado de Gabriel, eso fue hace un año.

—No le gusta mostrarse en público pero se baña desnuda en un lago donde cualquiera puede verla. —Calíope sonrió pícaramente.

—Bueno es su lago privado, tiene derecho de bañarse como le plazca, ¿no crees? Fue Sergey quien se dirigió a ese lugar sin pedir permiso., y pues eso sucedió.

—¿Qué sucedió?

—Lo que te dije, la esposa de nuestro tío estaba totalmente desnuda, exhibiendo todo su cuerpo ante la naturaleza, Sergey la describió como una diosa —Suspiró—. Quiero conocerla, no veo la hora de que llegue la noche y ella se presente en este palacio.

—No deberías tener tanto interés por ella, es la esposa de Gabriel.

—Es una loba joven, quizás le guste divertirse al igual que nosotros, y el tío Gabriel no necesariamente es un hombre muy divertido, todos sabemos que es un tipo muy formal, vive achapado a la antigua.

—Como sea, no olvides que ella es tu tía, Luna Meyer, no se incluye en el menú de tus conquistas.

—Ahora resulta que las mujeres casadas son intocables para ti.

—No me refiero a todas las mujeres casadas, es la esposa de Gabriel, esa hembra no se toca, ¿o quieres provocar otra guerra entre manadas, no olvides que Gabriel es casi que el alfa de la manada Grauer Mond, aún no sabemos hasta dónde llega su poder y su influencia, no vayas a causarme problemas, y menos por una loba. —Calíope resopló.

—Ay está bien, yo solo quiero conocerla, nada más.

—Mejor volvamos adentro.

Aurora.

Ya estoy casi lista para marcharme con Gabriel a la gran fiesta de sucesión, esta noche Daren recibirá el cetro de la manada, supongo que ha de estar tan orgulloso, ahora está donde seguramente siempre deseó hacerlo, sentado en el trono. Qué suerte tienen algunos, que todo lo que desean les llega.

Ya estoy peinada y maquillada, me puse un impresionante vestido turquesa, esta noche quiero ser el centro de todas las miradas, sobre todo quiero que mis enemigos se graben muy bien mi imagen y no olviden el día que regresé a sus vidas.

Miro por ultima vez mi rostro en el espejo, mis ojos café ahora son grises, Gabriel pagó una gran suma de dinero, solo para que un médico loco cambiara el color de mis ojos y me convirtiera en la hija de Erick Meyer.

Bajo despacio las escaleras de la mansión que Gabriel tiene en la manda OchFinster, desde arriba se oye el delicioso sonido del piano que él está tocando en este momento, la melodía está compuestas por notas muy tristes, pero tan espléndidas, suaves y armoniosas, son capaz de suavizar el odio que llevo en mi corazón. Cuando Gabriel toca el piano, parece que las ninfas rodean el lugar y hacen que me apacigue… solo un poco, porque nada va a detener mi venganza, voy a destruir a quienes asesinaron a Aurora.

Bajo los últimos escalones y camino hacia la sala, en donde Gabriel está tocando el piano, un imponente artefacto musical color blanco. Él me mira por un momento, veo en sus ojos admiración, sin palabras, solo con una tenue expresión me ha dicho que le encantaba mi vestido. Continua tocando la melodía sin parar, hasta que segundos después llegó a las últimas notas, dándoles un final digno de los dioses.

—¿Qué te pareció el sonido de este piano?

—Maravilloso.

—Fue un regalo de mi tío abuelo, el alfa difunto.

Cerró la tapa y se puso de pie, paseó sus ojos sobre mi de arriba abajo, luego se acercó, creo que demasiado, lo cual me hace poner nerviosa, aun no me acostumbro, odio cuando rompe la barrera y se acerca a mí de manera tan atrevida, no sé por qué lo hace, él sabe que mi lobo lo detesta y yo no puedo sentir deseos de estar con él.

De repente con una voz tenue pero seductora me dijo:

Estás demasiado hermosa, ese vestido le sienta bien a tu cuerpo, resalta tu cintura de avispa, y ese escote en tu pecho, te hace ver como una loba muy atrevida

—…mejor no digas más.

—Sabes que no puedo guardar mis impresiones cuando te pones tan bella.

—Me incomodas. —Se acerca y me susurra al oído:

—Nunca dejaré de decirte cosas, tendrás que soportarme. Esta noche estaré celoso de todos los lobos de la manada, especialmente del nuevo alfa. —Trago saliva, se supone que Gabriel ignora mi historia con Daren.

—¿Por qué del alfa?

—Porque sé cómo son los alfas de mi familia cuando una loba hermosa se atraviesa en su camino, así lo era mi tío, y mi abuelo igual.

—¿Crees que el nuevo alfa quiera propasarse conmigo?

—Puede ser que sí, aunque Libeyka no lo dejará, es muy celosa, pero igual, él le ha pintado el cuerno cientos de veces, Daren, digo, el alfa, es insaciable, se ha acostado con todas las lobas hermosas que han estado dispuestas para él, desde que empezó la universidad se convirtió en un seductor, unas cuantas lobitas cayeron en sus brazos.

Me ruborizo sin pensar, pues yo fui una de esas.

Gabriel extiende su mano.

—Se nos hace tarde, la ceremonia no demora en empezar.

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