Nigel Valverde.
Salgo del aeropuerto tranquilamente, por suerte nadie ha podido reconocerme. Tomo un taxi y le indico la dirección de mi nueva casa; hace tanto tiempo que no venía aquí ni siquiera recuerdo bien como era antes de mudarnos.
Veinte años atrás vivíamos aquí en Paraguay pero por cuestiones familiares tuvimos que mudarnos a Los Ángeles, desde entonces no hemos vuelto. Unos días atrás tuve una pequeña pelea con mi familia ya que mi carrera musical esta en jaque y necesitaba urgentemente salir de la caótica ciudad de LA. Aquí todo es tranquilo justo lo que busco para recuperar mi inspiración. Creo que podré sacar el nuevo álbum antes de que termine el año.
Me dedico a la música desde que era un niño pero no fue hasta los dieciocho que comencé a componer y grabar mis propias canciones, a los veinte ya era todo un galán de la música; tuve que buscar otro nombre ya que no quería que supieran mi verdadera identidad. Si no fuera así no estaría ahora aquí, ni siquiera podía tener una vida normal.
Todo el mundo me conoce como Ángel Montero, nadie sabe mi verdadero nombre excepto mi familia, unos amigos y mi productora. Mi carrera iba viento en popa hasta unos meses que perdí totalmente la inspiración, desde entonces no he podido componer nada cosa que tiene bastante preocupado a la producción.
Tengo fé que podré tener al menos diez canciones para lanzar, obviamente antes de que termine el año. Preservara y triunfarás decía mi padre, pienso ser preserverante.
Estando aquí haré lo posible para evitar que me reconozcan y así poder tener el álbum antes de diciembre. Casi dos horas después llegamos al edificio que se encuentra cerca de la costanera de Asunción, pagó al taxista y me bajo; observó todo a mi alrededor y era perfecto.
Camino hacia la entrada, una vez dentro me acerco a la recepcionista.
—Disculpe señorita— dije y esta alza la cabeza y me mira sonriendo.
—En que puedo ayudarle señor— habló amablemente.
—Tengo reservado el último piso— respondo.
—Oh, señor Valverde ¿no?. —inquirió asombrada.
—Sí, soy yo. —dije cortante.
—Dame unos minutos y ya le tengo todo los papeles— sonrió y comenzó a teclear en la computadora. Me entregó un papel para llenar con mis datos y firmar. — Listo, bienvenido a Paraguay señor Valverde espero que disfrute de su estadía aquí— murmura alegre.
—Muchas gracias señorita— respondo tomando la llave y dirigiéndome hacia los ascensores. Elegí el último piso por que era el más grande además de que era el único departamento. Tenía todo lo necesario, cuartos extras y un salón donde montaré mi propio estudio, he mandado a insonorizar todo antes de venir para evitar inconvenientes.
El departamento venía amueblado, de eso no me preocuparía, una vez instalado decidí salir a caminar un rato y comer algo fuera. Después pasaría al supermercado para comprar algo de comida, etc.
Dos semanas habían pasado y todavía no compuse nada, todos los días me dediqué a recorrer todo Asunción, viajé a otros lugares maravillosos, aprendí hablar el idioma guaraní, probé las comidas típicas del lugar. Lamentablemente no pude crear nada, siento que me falta algo más pero no sabría explicar el que.
He estado muy estresado estos días, desesperado por tratar de encontrar algo de inspiración y estoy fallando considerablemente; estoy en un tipo de bloqueo que no se me quita con nada. Me paso los días recorriendo buscando ese algo que me falta para comenzar a crear una canción nueva, pienso viajar al interior del país, tal vez estar más cerca de la naturaleza me refresque la memoria porque aunque la ciudad es bastante más calmada que Los Ángeles sigue siendo un poco caótico.
Comencé por acampar en cerros, estar completamente en el bosque era tranquilizador, escalar se ha convertido en uno de mis pasatiempos favoritos y sin dudas grabaré uno de los discos aquí, en el cerro tres kandu, el punto más alto de Paraguay. La vista desde la cima es hermosa, desearía vivir aquí lastimosamente no se puede pero vendré a visitarlo muy a menudo. También me han dicho que visite las ruinas de los jesuitas y las dunas de San Cosme y Damián; pronto iré a visitarlos según me dijo Luis quien por cierto es un muy buen guía, prometí ponerme en contacto con el para continuar recorriendo el país.
Un sábado a la tarde bajé a la playa para tratar de conseguir algo de inspiración, busqué un lugar solitario para tocar tranquilo y sin levantar sospechas. Comencé a tocar y cantar una de mis primeras canciones, cuando termine de cantar escuché fuertes aplausos que me dejaron estático en mi lugar; lentamente me gire buscando al dueño de los aplausos encontrándome con una hermosa mujer que estaba mirándome como si yo fuera la última coca cola del desierto, o mejor aún, su salvavidas.
Rápidamente me puse de pie, cogí mi guitarra para irme pero una melodiosa voz me detuvo abruptamente.
—¡Hey! Espera— gritó la chica.
*M****a* pensé.
¿Acaso me descubrió?.
Lauren Santander.—¡Caramba Nadia! Que ya entendí maldita sea, deja de presionarme.—Entonces por qué carajos no tienes nada aún.—Ya, no quiero discutir contigo te hablo al rato. Adiós.—Pero..— y no la deje terminar, colgué en su cara, acabo de cavar mi propia tumba.Nadia es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón. Ambas somos dueñas de un bar, estamos en busca de un grupo que pueda cantar allí; yo me tengo que encargar de encontrar una banda perfecta, claro que la tarea más fácil.Resulta que el último grupo que terminó siendo un fracaso total, en las primeras semanas nos dejó mucho dinero pero pasando los días comenzaron a ocasionar peleas, acosaban a todas las mujeres que entraban al local y aquello casi acabó con nuestro negocio. Desde una semana que no toca nadie;
Nigel Valverde.Resulta que el bar estaba tan solo dos calles de mi casa. La fachada era oscura y había un gran letrero de neón que decía INFERNUM.Entré y busqué a Lauren con la mirada. De fondo sonaba “Despacito” de Luis Fonsi y Daddy Yankee, tengo entendido que aquí el género que predomina es el reggaetón así que debo enfocarme en ello. A los lejos veo una chica alta, pelirroja atendiendo a un grupo de chicos, y un poco más atrás estaba ella atendiendo otra mesa. Tenía los ojos negros, el pelo castaño atado en una coleta, se movía con gracia que me sorprendió que nadie estuviera embobado mirándola. Me acerqué a la mesa que estaba atendiendo y me senté en la barra esperando que se desocupara.—¿Qué te sirvo?— pregunta mientras se gira hacía a mi— oh, hola&mda
Nigel Valverde.Esta noche llegué a casa con una enorme sonrisa en mi rostro, Lauren es encantadoramente dulce; decidí seguir perfeccionando la canción que escribí desde que conocí a Lauren, cuando dieron tres de la mañana me duché y luego me acosté.Tocar la canción de Ed Sheeran causó que volvería a sentir tantas cosas por dentro, recordar la cara de felicidad que puso Lauren al cantar “Perfect" fue perfecto.A la mañana siguiente salí a trotar, iba tan sumido en mis pensamientos que no pude evitar chocar con alguien.—¡Carajo!— exclamó la chica desde el suelo.—Lo siento, estaba distraído— dije rápidamente tratando de ayudarla a levantarse.—Tranquilo, también estaba distraída. Soy Sandra pero puedes decirme Sandy— se presentó. La observé bien y era sumamente hermosa, con su pelo negro hasta la cintura con mechas de color azul, ojos grises. le sonreí.—Nigel— respondí.—Lindo nombre— murmuró y comenzamos a caminar juntos
Lauren Santander.Poco más de cinco minutos ya nos encontrábamos en “La Generala". Entramos y nos sentamos en unas de las mesas vacías. Enseguida se nos acercó mi tío para atendernos.—Olá que surpresa ter você aquí minha garota. [Hola, que sorpresa tenerte aquí niña bonita]—Olá, disculpe por naõ ter vindo mais cedo, eu estava ocupado com o bar. [Hola, disculpa por no haber venido más seguido, estaba ocupada con el bar.]—Quieta minha garota. [Tranquila niña bonita]Iba a seguir hablando pero noté como Nigel nos miraba sin entender nada por lo qué volví a hablar en español.—Nigel él es mí tío Carlo. Tío él es Nigel, ha llegado hace poco a Asunción y es el nuevo cantante de infernum. Gracias a él en dos noches se llenó
Nigel Valverde.Subí a mi habitación y me tumbé en el sofá. “Camilo"—pensé— “Debe de ser su novio o futuro novio”.Me metí a bañar, un baño con agua fría siempre me ayudaba a pensar con claridad. Cuando salí, veía todo mejor. No sabía nada de Lauren, ni siquiera si le gustaban chicos como yo, desde que la vi en la playa no he parado de pensar en ella pero lo mejor será que la conozca bien y disfrutar de su amistad.Agarré el móvil antes de dormir y había un mensaje de Lauren que decía:He pasado una noche maravillosa contigo. Perdón por el final. No me gustaría que me dejes de hablar.Aquello hizo que sonriera y me sintiera aún peor por haber cerrado la puerta en su cara y no despedirme de ella.También pasé genial. Perdóname tu a mí
Lauren Santander.—Perdón Camilo, te he estado dando señales equivocadas. Te quiero pero solo como amigos y el beso que acabas de darme lo ha confirmado aún más. Si quieres podemos seguir hablando pero nada más pasará.Se quedó paralizado. Definitivamente no se esperaba esto. Cuando se recompuso pudo responder.—Oh, bueno prefiero tenerte como amiga a perderte para siempre. No tienes por que pedirme perdón, yo soy el qué debe pedírtelo por haberte besado.—No, tranquilo. Olvidemos el beso ¿Sí?.—Claro. Eres muy importante para mí Lauren— murmuró bajando la cabeza.No pude responder, no sabía que decirle. Retomamos nuestro camino y continuamos paseando el resto de la tarde. Hablábamos sobre los momentos graciosos que compartimos en la universidad, está vez sí pude participar
Lauren Santander.Llegamos antes de que Nigel cantará, menos mal no había mucha gente aún. Busqué a Nadia con la mirada pero no la vi en ninguna parte, le pedí ayuda a Nigel para traer algunas cajas de bebidas. Luego él subió al escenario y preparó todo para su show.Apenas faltaban minutos para que el concierto de Nigel comenzará el local estaba lleno, mucho más que los días anteriores. Se nota que se corrió la voz de lo buen cantante que es Nigel, también me di cuenta que había mayor presencia femenina.Cuando salió, la primera nota de su guitarra, la gente empezó a aplaudir.Él estaba con los ojos cerrados, sintiendo cada nota de la canción, y de repente abrió los ojos y me miró, con una mirada seductora haciéndome creer que la canción iba para mi. Solo una sonrisa y me robaste el corazón solo una mirada y todo cambió de color.Fuiste como un ángel que del cielo descendióTú me sorprendiste y el amor a mí l
Nigel Valverde.No pude resistir más y la besé, ella no tardó en seguirme el beso. Marqué el ritmo del baile mientras masajeaba sus pechos y la besaba con fervor, mordí su labio inferior haciendo que soltará un sonoro gemido que gracias al cielo no se escuchó por la intensidad de la música; la atraje más a mí y profundice aún más el beso dando paso a mi lengua, dejamos de basarnos cuando sentimos que el aire nos faltaba pero solo nos separamos unos milímetros. Podía sentir lo excitada que estaba, sus gemidos se ahogaban en mi boca causando que la desee aún más.Volví a besarla, ella lo necesitaba tanto como yo, me cogió de la cabeza metiendo sus manos entre mi pelo para que no me separara. Mordí nuevamente su labio inferior, a lo que ella respondió con una sonrisa pícara y continuó besándome con m