Nigel Valverde.
Nos despertamos por unos golpes en la puerta. Lauren había contratado que nos trajeran el desayuno a la habitación porque ya intuía que la noche sería larga y agotadora. Se levantó, se puso una bata que había colgado y abrió la puerta.
—Espero que tengas mucha hambre. —dijo mientras cerraba la puerta.
—La verdad es que estoy muy hambriento. —aseguré con una sonrisa.
—Necesitas recobrar fuerzas amor, ayer gastaste mucha energía y aún nos quedan muchas cosas por hacer hoy. —afirmó cogiendo un vaso para servirse el jugo de naranja.
—Espero que el plan sea quedarnos en esta habitación y no salir hasta que nos saquen con una grúa. —hablé en tono juguetón.
—Cariño, no necesito nada más que no seas tú, y ya con lo de anoche me siento satisfecha. —mur
Lauren Santander.Las lágrimas caían como cascadas de mis ojos y no tenía muy claro a dónde iba. Empecé a caminar sin rumbo fijo. Por mi cabeza pasaban imágenes de Nigel, sus besos, sus caricias, sus te quiero.<<¿Quién es realmente Nigel Valverde? ¿De quién me he enamorado.?>> —me preguntaba una y otra vez, nunca obtuve una respuesta.No puedo confiar en una persona que no ha sido del todo sincero conmigo. Si la relación que tuvo con Natasha O’Brien había terminado hace tiempo, ¿por qué se habían vuelto a ver? ¿Por qué Nigel no me había contado nada? ¿Por qué no confía en mí?, tantas preguntas y ninguna sin respuestas.El pecho me dolía y el aire empezaba a faltarme debido a las lágrimas y el caminar rápido. Al cabo de unas horas, me senté en un banco exhausta. Me dolía todo el cuerpo y no sabía dónde estaba, había estado dándole vueltas a todos los detalles de mi relación con Nigel y no me había dado cuenta ni donde estaba yendo ni que ya es
Nigel Valverde.—Me voy. —dije en dirección a Giselle. —Lauren estará en casa dentro de una hora para que le explique todo.—¿Estás seguro de que es lo correcto Lauren? Mira como ha reaccionado a Natasha l. ¿De verdad crees que reaccionará bien cuando se entere que le has ocultado algo más grande?. —respondió en tono duro.—Lo tengo que intentar Elle, no me imagino estar un minuto sin ella, ya me has visto estos días. Solo he accedido salir del estudio y venir a esta sesión de fotos porque insistieron demasiado en hablar con Natasha para aclararle que nunca volverá a pasar algo entre nosotros, pero ya está. Jasper puede continuar haciendo las fotos y yo iré a utilizar la última carta que me queda para arreglar las cosas con Lauren. —sentencié mirándola fijamente.—Entonces lo único que me qu
Lauren Santander.De camino a casa, la cabeza me daba vueltas. No me podía creer todo lo que había pasado en los últimos días. Ahora ya sabía porque Nigel no quería cantar ninguna canción de Ángel Montero en público y el porque su voz me sonaba tan conocida. Me alegraba mucho que por fin hubiese confiado en mí para contarme su secreto, ahora solo tendría que acostumbrarme a él.Cuando llegué a casa, tal y como lo pensaba, mis padres me estaban esperando en el sofá.—Hola. —saludé al entrar.—Hola hija. ¿Cómo estás? ¿Qué ha pasado?. —quisieron saber.—Nada, ya está todo arreglado. —respondí sin entrar en detalles.—¿Pero como que todo arreglado y ya está? No has venido a casa por varios días y Helena nos había dicho que es
Lauren Santander.Nigel sonrío con malicia, fue directo a mi boca. Él sabía que lo he extrañado mucho y sé que él también lo hacía tanto como yo, al igual que nuestros cuerpos. Sus besos se hicieron cada vez más apasionados, buscando mi lengua sin tardar en encontrarla. Mis manos paseaban por su cuerpo con desesperación. Empezó a desabrochar mi camisa, besando cada parte de mi piel que se iba descubriendo hasta llegar al último botón, donde miró a mis ojos y sonrío con picardía.Continuó desabrochándome el pantalón y siguió besando cada centímetro de mí cuerpo mientras me lo quitaba. Su lentitud me estaba enloqueciendo y él lo sabía, por que de vez en cuando pasaba su lengua por mi cuerpo y observaba mi reacción. Cuando terminó de quitarle los pantalones, se puso de pie para quitarse la rop
Nigel Valverde.Salgo del aeropuerto tranquilamente, por suerte nadie ha podido reconocerme. Tomo un taxi y le indico la dirección de mi nueva casa; hace tanto tiempo que no venía aquí ni siquiera recuerdo bien como era antes de mudarnos.Veinte años atrás vivíamos aquí en Paraguay pero por cuestiones familiares tuvimos que mudarnos a Los Ángeles, desde entonces no hemos vuelto. Unos días atrás tuve una pequeña pelea con mi familia ya que mi carrera musical esta en jaque y necesitaba urgentemente salir de la caótica ciudad de LA. Aquí todo es tranquilo justo lo que busco para recuperar mi inspiración. Creo que podré sacar el nuevo álbum antes de que termine el año.Me dedico a la música desde que era un niño pero no fue hasta los dieciocho que comencé a componer y grabar mis propias canciones, a l
Lauren Santander.—¡Caramba Nadia! Que ya entendí maldita sea, deja de presionarme.—Entonces por qué carajos no tienes nada aún.—Ya, no quiero discutir contigo te hablo al rato. Adiós.—Pero..— y no la deje terminar, colgué en su cara, acabo de cavar mi propia tumba.Nadia es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón. Ambas somos dueñas de un bar, estamos en busca de un grupo que pueda cantar allí; yo me tengo que encargar de encontrar una banda perfecta, claro que la tarea más fácil.Resulta que el último grupo que terminó siendo un fracaso total, en las primeras semanas nos dejó mucho dinero pero pasando los días comenzaron a ocasionar peleas, acosaban a todas las mujeres que entraban al local y aquello casi acabó con nuestro negocio. Desde una semana que no toca nadie;
Nigel Valverde.Resulta que el bar estaba tan solo dos calles de mi casa. La fachada era oscura y había un gran letrero de neón que decía INFERNUM.Entré y busqué a Lauren con la mirada. De fondo sonaba “Despacito” de Luis Fonsi y Daddy Yankee, tengo entendido que aquí el género que predomina es el reggaetón así que debo enfocarme en ello. A los lejos veo una chica alta, pelirroja atendiendo a un grupo de chicos, y un poco más atrás estaba ella atendiendo otra mesa. Tenía los ojos negros, el pelo castaño atado en una coleta, se movía con gracia que me sorprendió que nadie estuviera embobado mirándola. Me acerqué a la mesa que estaba atendiendo y me senté en la barra esperando que se desocupara.—¿Qué te sirvo?— pregunta mientras se gira hacía a mi— oh, hola&mda
Nigel Valverde.Esta noche llegué a casa con una enorme sonrisa en mi rostro, Lauren es encantadoramente dulce; decidí seguir perfeccionando la canción que escribí desde que conocí a Lauren, cuando dieron tres de la mañana me duché y luego me acosté.Tocar la canción de Ed Sheeran causó que volvería a sentir tantas cosas por dentro, recordar la cara de felicidad que puso Lauren al cantar “Perfect" fue perfecto.A la mañana siguiente salí a trotar, iba tan sumido en mis pensamientos que no pude evitar chocar con alguien.—¡Carajo!— exclamó la chica desde el suelo.—Lo siento, estaba distraído— dije rápidamente tratando de ayudarla a levantarse.—Tranquilo, también estaba distraída. Soy Sandra pero puedes decirme Sandy— se presentó. La observé bien y era sumamente hermosa, con su pelo negro hasta la cintura con mechas de color azul, ojos grises. le sonreí.—Nigel— respondí.—Lindo nombre— murmuró y comenzamos a caminar juntos