Lauren Santander.
—Perdón Camilo, te he estado dando señales equivocadas. Te quiero pero solo como amigos y el beso que acabas de darme lo ha confirmado aún más. Si quieres podemos seguir hablando pero nada más pasará.
Se quedó paralizado. Definitivamente no se esperaba esto. Cuando se recompuso pudo responder.
—Oh, bueno prefiero tenerte como amiga a perderte para siempre. No tienes por que pedirme perdón, yo soy el qué debe pedírtelo por haberte besado.
—No, tranquilo. Olvidemos el beso ¿Sí?.
—Claro. Eres muy importante para mí Lauren— murmuró bajando la cabeza.
No pude responder, no sabía que decirle. Retomamos nuestro camino y continuamos paseando el resto de la tarde. Hablábamos sobre los momentos graciosos que compartimos en la universidad, está vez sí pude participar en la conversación. Me quedé mucho más tranquila después de haber aclarado las cosas con Camilo.
Después de cenar me acompañó hasta casa y nos despedimos con un abrazo. Es un chico maravilloso y esperaba que algún día encontrara una mujer que pudiera hacerlo realmente feliz.
Me metí en la cama, agarré el móvil. No sabía nada de Nigel desde la noche anterior, me armé de valor y le mandé un mensaje.
Hola guapo, espero que hayas tenido un buen día.
Tengo muchas ganas de verte mañana en el bar.
Tardó varios minutos en contestar a pesar de que había leído el mensaje nada más recibirlo. Supongo que son las ventajas de la palomita azul.
Supongo que no tan grandioso como el tuyo.
No entendí el mensaje. Lo releí miles de veces intentando descifrarlo pero fue inútil. ¿Acaso era alguna indirecta de algo que había hecho? ¿Pero qué?
Decidí cambiar de tema.
¿Quieres salir conmigo antes de abrir el bar?
¿Tal vez podamos tomar algo por ahí?
Otra vez tardó, me pareció una eternidad en contestar aunque hayan sido solo minutos.
Vale.
Está demasiado frío.
Bueno, buenas noches guapo. Estoy ansiosa de que sea mañana.
Buenas noches.
El sábado me levanté con mejor humor que el día anterior. Saber que vería a Nigel toda la tarde y noche afectaba en el doscientos por ciento de mi sonrisa.
Puse el tercer disco de mi artista favorito, Ángel Montero, pasé toda la mañana escuchándolo. Tenía canciones en español, inglés y algunos en ruso que cantaba con otro chico de nombre Jasper “El Predicador". Me sabía todas las canciones, bueno casi todas, tuve que tomar clases de ruso para aprenderme esos temas.
Me sentía identificada con ese disco especialmente.
Cuando dieron dos de la tarde, comencé a arreglarme y los nervios hicieron su aparición. Opté por ponerme una falda suelta azul con lunares blancos, una blusa blanca de un solo hombro y unas sandalias blancas, hace demasiado calor por lo que no usaré maquillaje. No quiero parecerme a un payaso, es mejor prevenir que lamentar.
Le pasé la dirección a Nigel. Es una heladerías de una de mis amigas, llegué minutos antes para saludarla.
—Cuando llegué Nigel pediremos los helados— le dije sonriendo. Me gustaba pasar tiempo con Dalila, últimamente la tengo muy abandonada.— hoy tocará en infernum puedes pasarte después para que compruebes con tus propios ojos lo extraordinario que es.
—Nunca te había visto tan emocionada al hablar de alguien Y no tengo problema alguno, cuando cierre me iré. Ah mira, allí viene tú cantante estrella— sonrió con picardía antes de marcharse.
Nigel se veía muy apuesto. Me buscaba con la mirada y al verme sonrió, me levanté de la silla para saludarlo con un beso en la mejilla pero Nigel giró el rostro y nuestros labios rozaron.
—Perdón, no quise hacerlo— dijo rápidamente
Estaba roja, peor que un tomate, hice un gesto con la cabeza y le regalé una sonrisa para indicarle que no había problema alguno.
Ahora no dejaba de mirar sus labios.
—Hola chicos, ¿qué les traigo?— preguntó Dalila con una libreta en mano.
—Helado de chocolate y menta con sirope de frutilla— dije con una media sonrisa.
—Y tú Nigel, ¿no?.
—Para mí helado de frutos rojos y banana.
—Ok. En un momento se los traigo.
—Ella es mi amiga Dalila. Nos conocimos en la universidad y me pareció buena idea que la conocieras por esa razón decidí venir aquí. Más tarde te presentaré a Fabián, su novio. Hacen una pareja muy bonita, ojalá algún día encuentre a alguien que me complemente como ellos.— suelto un suspiro esperanzador.
—¿Las cosas va bien con Camilo o no?
—Eh ¿por qué dices eso?
—El jueves tuvieron una cita y ayer..
Se calló de repente.
—¿Ayer qué?— ¿acaso Nigel me vio con Camilo?— pensé.
—No es nada.
—Aquí les traigo lo que ordenaron chicos— dijo Dalila mientras dejaba una bandeja con los dos pedidos.
—Gracias— respondimos al unísono.
—Nigel— lo llamé tomándolo de la mano— cuéntame por favor ¿a qué te refieres?.
—Bien, ayer salí a dar un paseo por la costanera y…
—Nos viste.— le corté.
—Sí— respondió y apartó la mirada.
—¡Qué vergüenza! Entonces viste todo y cuando lo empujé. Estaba segura que nadie nos había visto.
—¿Qué?— susurró volviendo a posar su mirada en mí
—Mira Nigel, Camilo me besó porque interpretó mal las cosas y creyó que sentía algo por él. Te explicaré bien, Camilo y yo nos conocimos en la universidad, siempre supe que le gustaba ayer salimos para poder aclararle las cosas y no seguir ilusionándolo pero antes de poder hablar me besó, tuve que empujarlo para que se apartará y le dije la verdad.— siento que le estoy dando explicaciones innecesarias pero quiero que sepa que entre Camilo y yo no hay ni habrá nada.
Cuando dije aquello su cara cambió totalmente a una de felicidad, me quedé observándolo embelesada. Pasamos el resto de la tarde hablando y riendo hasta que nos hizo la hora para abrir el bar. Hablábamos como si nos conociéramos toda la vida. Antes de irnos le presenté a Fabián, mientras ellos conversaban animadamente Dalila se me acercó y habló con voz baja.
—¿Cuándo pensabas contarme eh?— preguntó moviendo las cejas de un lado a otro.
—¿Contarte que?
—¡Qué tienen algo!. De aquí a la luna se nota que estás enamorada de Nigel.
—¿Pero que dices Dalia? ¡Sólo somos amigos! No digas tonterías, ya le pareces a Nadia— reproche rodando los ojos.
—Uy sí, “solo somos amigos" y yo soy Batman— dijo con ironía— Lauren, Lauren si fueran solo amigos no lo mirarías con cara de boba enamorada— la mire con molestia y, antes de que pudiera hablar ella lo hizo nuevamente.
—Ya vete, que tu “amigo" te está esperando. Después nos pasamos por el bar.
No estoy enamorada de Nigel solo admiro como canta. Eso es todo
Lauren Santander.Llegamos antes de que Nigel cantará, menos mal no había mucha gente aún. Busqué a Nadia con la mirada pero no la vi en ninguna parte, le pedí ayuda a Nigel para traer algunas cajas de bebidas. Luego él subió al escenario y preparó todo para su show.Apenas faltaban minutos para que el concierto de Nigel comenzará el local estaba lleno, mucho más que los días anteriores. Se nota que se corrió la voz de lo buen cantante que es Nigel, también me di cuenta que había mayor presencia femenina.Cuando salió, la primera nota de su guitarra, la gente empezó a aplaudir.Él estaba con los ojos cerrados, sintiendo cada nota de la canción, y de repente abrió los ojos y me miró, con una mirada seductora haciéndome creer que la canción iba para mi. Solo una sonrisa y me robaste el corazón solo una mirada y todo cambió de color.Fuiste como un ángel que del cielo descendióTú me sorprendiste y el amor a mí l
Nigel Valverde.No pude resistir más y la besé, ella no tardó en seguirme el beso. Marqué el ritmo del baile mientras masajeaba sus pechos y la besaba con fervor, mordí su labio inferior haciendo que soltará un sonoro gemido que gracias al cielo no se escuchó por la intensidad de la música; la atraje más a mí y profundice aún más el beso dando paso a mi lengua, dejamos de basarnos cuando sentimos que el aire nos faltaba pero solo nos separamos unos milímetros. Podía sentir lo excitada que estaba, sus gemidos se ahogaban en mi boca causando que la desee aún más.Volví a besarla, ella lo necesitaba tanto como yo, me cogió de la cabeza metiendo sus manos entre mi pelo para que no me separara. Mordí nuevamente su labio inferior, a lo que ella respondió con una sonrisa pícara y continuó besándome con m
Lauren Santander.Después de hablar con Nigel, miré el mensaje de Nadia. Me había mandado el nuevo horario de infernum, está semana tenía libre martes y miércoles. Nigel tocaría Viernes y sábado. No puedo esperar tanto tiempo para verlo.Rato después me puse a charlar con Dalila por vídeo llamada, hablamos de lo bien que cantaba Nigel, ella insistía que se parecía a un cantante famoso pero no recordaba su nombre. También estuvimos compartiendo opiniones acerca de lo que pasó la noche anterior, no pude decirle mucho; estoy hecha líos no sabía que es lo que sentía exactamente por Nigel, si solo era atracción sexual o me estaba enamorando de él.Decidí cambiar de tema, Dalila me comentó que Fabián la llevaría a Italia de vacaciones por unas semanas. Ella estaba muy emocionada, y yo estaba feli
Lauren Santander.Me quedé completamente paralizada en mi lugar. Después de abrazarse como si no se habían visto en años Nigel se veía muy contento, cundo vi que Nigel puso un mechón de su pelo detrás de la oreja enfurecí de rabia.—¿Quién es la rubia que está pegada a Nigel?— preguntó Nadia acercándose a mí y analizando mi expresión.—No lo sé, pero ahora mismo lo averiguo— respondí entre dientes y me acerqué a la parejita feliz.Cuando estaba acercándome la rubia oxigenada esa me miró de arriba y abajo. ¿Pero quién putas se creía?— pensé, puse mi mejor cara de culo y continué mi camino. Cuando llegué la chica esa ya se estaba despidiendo de él.—No, sabes que tengo prisa. Nos vemos en casa, no tardes mucho por f
Nigel Valverde.Al día siguiente fuimos de compras. Necesitaba pelucas, si usaba pelucas para evitar que me reconozcan, hago hasta lo imposible; todo es gracias a Giselle, es una gran maestra del disfraz, no me traje nada y la necesitaría para la entrevista, normalmente me teñía el pelo pero ahora no podría hacerlo ya que no se me quitará para el lunes. Después del medio día repasamos todas las preguntas que me harían en E40 y cuando miré el reloj me di cuenta que llegaría tarde a INFERNUM. Eran las ocho y media y debía empezar a las nueve.Llegué a las nueve con diez minutos. Nadia ya estaba esperándome en la puerta.—Perdón, perdón mil veces perdón— dije hablando muy rápido.—¡Te llamé unas mil veces!.—Lo siento de verdad, juro que no volverá a pasar.&mdash
Nigel Valverde.Nos despertamos temprano para desayunar antes de irnos y prepararme un poco, debíamos evitar llamar la atención por qué iríamos al centro de Asunción y es una zona bastante concurrida. Giselle pidió un taxi y cuando llegó tuve que salir corriendo para que nadie me viera.Llegamos a la radio y habían muchísimas personas afuera y algunos dentro de la radio, que también será parte del programa televisivo con el mismo nombre de la radio.¿Cómo es que la gente supo que estaría aquí? ni yo lo sabia.La entrevista resultó muy divertida, habían preguntado de los premios que había ganado, del gran tema que compusimos Jasper y yo en ruso e inglés, si pronto lanzaría otro disco y sí actualmente estaba viviendo en Asunción. Todas las preguntas ya la había practicado con Giselle y
Lauren Santander.El día se me pasó como un caracol, súper lento. Fui a la Generala para ayudar un poco y ver si el día podía avanzar un poco más pero fue en vano.A las seis de la tarde fui a casa para alistarme. Estuve parada casi una hora frente al armario decidiendo que ponerme, al final opté por una falda verde, una blusa holgada roja y unas vans negras.A las ocho ya estaba parada frente a la puerta de la casa de Nigel, dudando si debería tocar o no; al final me armé de valor y presioné el timbre. Me quedé admirando el lugar, era hermoso y uno de los hoteles más lujosos de la ciudad no entendía como podía permitirse vivir en un lugar así. Desde no luego no lo paga con lo que le damos en INFERNUM.Unos minutos después la puerta se abrió dejándome ver a un sonriente y sexy Nigel.—Hola belleza— saludó— entra que no muerdo.—Gracias— respondí y le di un beso en la mejilla.—¿Quieres tomar agua, vino, refresco?—
Lauren Santander.De un momento al otro comenzamos a besarnos, con fuerza y determinación. Parecemos tan hambrientos... Hambrientos por probarnos el uno al otro. Nuestras lenguas comenzaron una batalla y al parecer ninguno de los dos estaba dispuesto a perder.En un rápido movimiento estaba a horcajadas sobre Nigel, sus grandes manos agarraron mis piernas, y empezaron a deslizarse por mis muslos hasta llegar a mi culo. Se me escapó un ligero gemido el cual provocó un gruñido de su parte.Me deseaba y yo lo deseaba. Era algo que ambos queríamos.Sin esperar más me separé de sus deliciosos labios para así poder quitarle su remera. Intenté hacer lo mismo con mi blusa, pero él me detiene abruptamente.Lo miré confundida— ¿Se estará arrepintiendo.?— pensé.—¿Estás segura belleza?— preguntó.—Lo estoy, estoy segura Nigel— respondí.Tira de mi cuello y empieza a besarme con mucha más fuerza. Después él mismo se en