Capítulo 112: La fiesta de la tentación.

Los tacones de Tanya chasqueaban rítmicamente contra el mármol mientras bajaba la escalera, Leandra la seguía de cerca.

Alexander estaba al pie de la escalera, con los dedos tamborileando inquietos sobre la barandilla, y sus primos formaban a su lado un coro silencioso de inquietud.

Apenas ella estuvo a su lado, la acercó a él y la abrazó con fuerza.

—Te amo, mi amor ¿A qué hora llegas?

La voz de Alexander cortó el murmullo de la charla preboda. Los labios de Tanya se curvaron en una sonrisa fácil, sus ojos se iluminaron con picardía y emoción.

—Quizá a la una, dos de la mañana —bromeó —, eso depende, aunque no quiero estar mañana como un mapache con las ojeras en mi día especial.

Extendió la mano y sus dedos rozaron brevemente los de él.

—Deberías estar tranquilo, no tengo ojos, sino para ti.

Tanya quería tranquilizarlo, pero Alexander asintió sin convicción. La observó, como un centinela de la preocupación, mientras ella se volvía hacia la puerta y su risa le llegaba como un eco.
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo