Hoy desperté tarde algo inusual en mí, porque a las 6:00 am ya suelo estar lista para empezar mi día. Pero hoy, agosto del 2002, yo, Tamary Jencli, hija única del matrimonio Jencli, miro el reloj de la pared de mi cuarto en la casa de mi padre y es casi el medio día. No sé si es el cansancio de todo y mi mente se está preparando para empezar una nueva vida, una nueva yo. La vida solo seguirá su rumbo, llevando a mí con ella. Ayer recibí un correo con la información que mande a investigar. Quiero confirmar tantas dudas, que hay en mí y también en mi corazón. Yo creo, es más por eso que no quería levantarme de mi cama porque aunque no quiera aceptarlo, yo sé cuál es el contenido y no quiero que cambie mi vida. Prefiero estar en la ignorancia sin saber nada, pero la vida no es fantasía y se tiene que vivir en la realidad y duele saber que nada es lo que uno cree, solo vemos lo que queremos ver. Por las dudas de cómo seguir mi vida hablé con mis padres, ellos siempre han sido mis amigos
Al abrir mi correo me encontré varios archivos, videos, audioa y documentación que son reales y no están hechos para hacer que otras personas piensaran mal. Solo revise tres correos. El cuarto correo que abrí de los diez que había estaba lleno de fotos de Luan besándose con varias mujeres unas con ropa otras sin nada. Yo no quise ver más y salí corriendo de la biblioteca. Sé que mi padre al igual que mi madre estaba en la sala. Mi padre fue a la biblioteca, mi madre me siguió. La vi llegar y la abracé, lloré casi toda la noche hasta que me dormí. Supongo que mi padre vio todo, no quería saber nada. En los siguientes días Calec mi informó sobre los archivos. -Tu padre tiene los archivos, si los deseas ver- -No, dile que los guarde de algo puede servirnos más adelante- No quería enfrentarme a mi padre y aceptar que lo que me decía no eran frases vacías. No estaba lista. -Está bien prima -contestó. Con las ideas más cl
Tara, ella solo fingía ser mi amiga. Me mantendré como antes, no quiero que sepa nada. Mi vida será solo mía ya que no sé si podré confiar en alguien otra vez o más bien enamorarme. Me duele el corazón, quisiera salir de esta habitación y correr hasta él. Decirle, que me diga, que no es verdad, que lo han inventado y que él solo me quiere a mí que soy la única en su vida. Que él nunca me engañaría, que nunca lo haría, pero no lo haría. Me quedé en mi habitación con mil preguntas. Llorando otra vez. Hasta que mi madre tocó mi puerta y me dijo que ya estaba la comida que baje a cenar. La verdad no tenía hambre ni ganas de ver a mi primo cariñoso con su esposo y preguntarme ¿Por qué a mí no me pudo querer? ¿Por qué mil beses por qué? Para mí él era mi mundo, mi centro, tanto que no vi las señales de que nunca me perteneció. -madre no tengo hambre- le conteste. Se fue sabía que estaba llorando otra vez. Me dejó sola y se lo agradec
La última persona que quería ver. Estaba frente a mí. Me quede en shock no sabía que decir, mi mente estaba en blanco. Creo que tuvo que hablarme como 100 beses, para salir de mi shock. -Hola- le dije sin saber que decir. -Hola- me contesto sonriente. Fue algo dramático. Me causo gracia y me reí de eso. Había olvidado por que toque su puerta. -Que se te ofrece- dijo el niño bonito que estaba frente a mí. Ahí recién caí en cuenta que un no le decía el motivo por el que vine. -seré tu vecina a partir de ahora. Vine por la puerta que está en medio de nuestros cuartos- Me sonrió con malicia. -La mantendré abierta. Será el paraíso verte caminar sin ropa en tu habitación- Me puse roja y él se rio a carcajadas quería gritarle por tonto se calmó cuando le hablé. -Diego Anghelo- le grite. Paró de reír como si un botón de control remoto hubiera presionado.
Él se preocupó y me cargo hasta la ducha. -Te llevare a que te atiendan. Discúlpame, creo que fui un poco brusco, pero tu querías seguir- lo último lo dijo riendo no sabía si molestar o reír por su descaro. -No pongas esa cara. Lo ciento mi niña, ya no me burlare- decía una cosa, pero hacia otra. Según el serio, pero seguía riéndose. Después de que saliéramos de la ducha. Me llevo a mi cuarto en sus brazos suerte no había nadie por el pasillo, serio muy vergonzoso de lo contrario. Seco mi cuerpo y me vistió. Después me llevo a una clínica privada, donde atendía el doctor que usa su familia. Me sentí más segura de que no se esparcieran noticias. El doctor se veía ya mayor. -Buenas tardes tomen asiento. Díganme en que los puedo ayudar - dijo el doctor amablemente. Yo no quería decir nada estaba avergonzada. Maldecí a Diego por traerme y no solo comprar unas pastillas en la farmacia para el dolor. Diego sin vergüenza alguno le dijo todo a
Al día siguiente Dieguito me despertó. Lo mire con mala cara pues él tenía una sonrisa de burla en el rostro. Me mostro el relej que estaba en la mesita de noche. Era a la 1:00 de la tarde. Me quede helada, había dormido demasiado. No sé por qué cuando él está cerca siempre duermo demás, pero esto era demasiado. -Eres una pastilla de dormir muy efectiva- hizo una mueca que me causo risa. -Seguro tu cuerpo aún está cansado y estas recuperando energías- lo dijo un poco serio aunque a mí me causaba gracia su cara. -Mi niña ya viste la hora verdad _ hice mala cara a eso. -Así que debes saber que tienes que comer y tomar la medicina que te dio el doctor Cleid. -ya sé, no me lo recuerdes- le conteste molesta. Quería seguir durmiendo. Me levante de la cama de muy mala gana y pase por su lado empujándolo. Lo escuche reírse a carcajadas. Al llegar a la cocina busque algo de comer. Encontré yogurt en la refrigeradora
Siempre me ha gustado levantarme temprano y como si mi cuerpo fuera reloj, desperté a la 5:30am. Me dispuse a ver que ropa me pondría, luego fui a la ducha. Cuando termine de alistarme Diego estaba terminando de hacer el desayuno. -Feliz cumpleaños mi niña- me felicito mientras me daba los buenos días. Después de muchos besos se fue a duchar ya para las 7:00am los dos estábamos listos. Terminamos el desayuno y dejando todo en orden. Salimos directo a nuestros coches y hacer nuestras cosas con la promesa de encontrarse a la salida de la universidad. Al llegar a la universidad fui directo a donde sería la reunión, 15 minutos después la reunión. -Alumnos buenos días. Se les ha reunido hoy, para informales que se ha hecho convenios con algunas empresas extranjeras- -Ellos nos piden que los mejores alumnos vallan a hacer prácticas en sus empresas. -Pero antes de eso evaluarán varios aspectos y para ello la universidad abrirá
Diego me miro y le contesto a mi primo con cara juguetona. -Aunque pensándolo bien mejor que tu, no está- - ¿Dónde se encuentra? quiero conocer a la persona valiente que se casó con un diablo como tu ja ja ja- -Mi ángel está dentro de la casa- -No se diga más, vamos adentro necesito conocerlo. Además, me muero de hambre mamá sheshi- Anghelo pedía comida con la mirada a mi madre. Mamá sonrió y se adelantó. Mientras nosotros reíamos y la seguíamos a dentro de la casa. Ya dentro de la casa, Santiago el esposo de Calec, se acercó a él. Diego miraba cada gesto con cara de diversión. -Angelito- diego se refirió a Santiago. Santiago lo miro -Dime como es que te casaste con este. Ya sé, te drogo- La cara de Santiago era una interrogación, estaría pensando quien ese que le habla con tanta confianza. La cara que tenían los tres, era digna de retratar. -Cariño no le agás caso est