Tara, ella solo fingía ser mi amiga.
Me mantendré como antes, no quiero que sepa nada. Mi vida será solo mía ya que no sé si podré confiar en alguien otra vez o más bien enamorarme. Me duele el corazón, quisiera salir de esta habitación y correr hasta él.
Decirle, que me diga, que no es verdad, que lo han inventado y que él solo me quiere a mí que soy la única en su vida. Que él nunca me engañaría, que nunca lo haría, pero no lo haría.
Me quedé en mi habitación con mil preguntas. Llorando otra vez. Hasta que mi madre tocó mi puerta y me dijo que ya estaba la comida que baje a cenar. La verdad no tenía hambre ni ganas de ver a mi primo cariñoso con su esposo y preguntarme ¿Por qué a mí no me pudo querer? ¿Por qué mil beses por qué?
Para mí él era mi mundo, mi centro, tanto que no vi las señales de que nunca me perteneció.
-madre no tengo hambre- le conteste.
Se fue sabía que estaba llorando otra vez.
Me dejó sola y se lo agradecí y a si me dormí otra vez. Al día siguiente mi primo me levantó temprano lo odie en ese momento ya que tenía mucho sueño había dormido tarde la noche anterior como no le hacía caso me echo agua fría.
-Alista tus maletas que tienes que mudarte niña. Tus clases ya empieza y tu aun sigues con niñerías- dijo, el mal primo que tengo.
Me desperté con pereza, me duché y después de mala gana alistaba las molestas. Según yo iría temprano a hablar con mi vecino son casi el medio día y aún sigo en mi casa viendo la cara de gruñón de mi primo, por mi pereza.
De rato en rato su esposo y yo nos reímos, eso lo pone más gruñón y su esposo le da besos y se calma, pero aun así vuelve a gruñir eso me da más risa.
Sé que tengo la culpa, pero debe entender no estoy con ganas de hacer algo más que dormir y nunca despertar de esta pasadía de mi vida sin él. Aun que será la misma con él, sí volvemos ahora. Asique al mal tiempo buena cara.
Sin ganas termine de empacar todo lo que necesitaba, mis tarjetas, las llaves de mi coche entre otras cosas y después nos dirigimos a mi nuevo hogar.
Calec y su esposo me ayudaron a instalarme y que todo esté listo, para empezar mis clases después de una ducha nos fuimos a mi casa, para cenar con mis padres y despedirme de ellos.
Aunque el lunes los vería seria mi cumpleaños no asistiré a clases. Luan usara mi cumpleaños, para hablar conmigo y la verdad no me siento lista para hablar con él.
Además, es el primer día de clases no creo que me quiten la beca por eso.
Después de la cena y de hablar con mis padres un rato. Mi primo me llevo a mi departamento me despedí afuera de él. Tenía prisa por ir a ver a su esposo, creo que tenían algo que hacer así no lo retrasé más y subí las escaleras.
No quería usar el asesor quería pensar mientras subía. Empezaría una nueva vida sin él.
Dolía, saber que estaré sin él. Tanto, que quería subir al último piso y tirarme desde ahí para que no duela más.
Yo a un tenía en mi mente su sonrisa tan fresca sus palabras de amor, puras mentiras que un duelen.
Subí a mi departamento que era en 6to piso, el edificio tenía 14 pisos.
Mientras tanto mis lágrimas otra vez caían, llega a mi puerta y me di cuenta que le departamento de mi vecino estaba con la luz prendida supuse que estaba ahí, así que toqué su puerta y la persona que vi abrir fue…. No me lo esperaba.…
La última persona que quería ver. Estaba frente a mí. Me quede en shock no sabía que decir, mi mente estaba en blanco. Creo que tuvo que hablarme como 100 beses, para salir de mi shock. -Hola- le dije sin saber que decir. -Hola- me contesto sonriente. Fue algo dramático. Me causo gracia y me reí de eso. Había olvidado por que toque su puerta. -Que se te ofrece- dijo el niño bonito que estaba frente a mí. Ahí recién caí en cuenta que un no le decía el motivo por el que vine. -seré tu vecina a partir de ahora. Vine por la puerta que está en medio de nuestros cuartos- Me sonrió con malicia. -La mantendré abierta. Será el paraíso verte caminar sin ropa en tu habitación- Me puse roja y él se rio a carcajadas quería gritarle por tonto se calmó cuando le hablé. -Diego Anghelo- le grite. Paró de reír como si un botón de control remoto hubiera presionado.
Él se preocupó y me cargo hasta la ducha. -Te llevare a que te atiendan. Discúlpame, creo que fui un poco brusco, pero tu querías seguir- lo último lo dijo riendo no sabía si molestar o reír por su descaro. -No pongas esa cara. Lo ciento mi niña, ya no me burlare- decía una cosa, pero hacia otra. Según el serio, pero seguía riéndose. Después de que saliéramos de la ducha. Me llevo a mi cuarto en sus brazos suerte no había nadie por el pasillo, serio muy vergonzoso de lo contrario. Seco mi cuerpo y me vistió. Después me llevo a una clínica privada, donde atendía el doctor que usa su familia. Me sentí más segura de que no se esparcieran noticias. El doctor se veía ya mayor. -Buenas tardes tomen asiento. Díganme en que los puedo ayudar - dijo el doctor amablemente. Yo no quería decir nada estaba avergonzada. Maldecí a Diego por traerme y no solo comprar unas pastillas en la farmacia para el dolor. Diego sin vergüenza alguno le dijo todo a
Al día siguiente Dieguito me despertó. Lo mire con mala cara pues él tenía una sonrisa de burla en el rostro. Me mostro el relej que estaba en la mesita de noche. Era a la 1:00 de la tarde. Me quede helada, había dormido demasiado. No sé por qué cuando él está cerca siempre duermo demás, pero esto era demasiado. -Eres una pastilla de dormir muy efectiva- hizo una mueca que me causo risa. -Seguro tu cuerpo aún está cansado y estas recuperando energías- lo dijo un poco serio aunque a mí me causaba gracia su cara. -Mi niña ya viste la hora verdad _ hice mala cara a eso. -Así que debes saber que tienes que comer y tomar la medicina que te dio el doctor Cleid. -ya sé, no me lo recuerdes- le conteste molesta. Quería seguir durmiendo. Me levante de la cama de muy mala gana y pase por su lado empujándolo. Lo escuche reírse a carcajadas. Al llegar a la cocina busque algo de comer. Encontré yogurt en la refrigeradora
Siempre me ha gustado levantarme temprano y como si mi cuerpo fuera reloj, desperté a la 5:30am. Me dispuse a ver que ropa me pondría, luego fui a la ducha. Cuando termine de alistarme Diego estaba terminando de hacer el desayuno. -Feliz cumpleaños mi niña- me felicito mientras me daba los buenos días. Después de muchos besos se fue a duchar ya para las 7:00am los dos estábamos listos. Terminamos el desayuno y dejando todo en orden. Salimos directo a nuestros coches y hacer nuestras cosas con la promesa de encontrarse a la salida de la universidad. Al llegar a la universidad fui directo a donde sería la reunión, 15 minutos después la reunión. -Alumnos buenos días. Se les ha reunido hoy, para informales que se ha hecho convenios con algunas empresas extranjeras- -Ellos nos piden que los mejores alumnos vallan a hacer prácticas en sus empresas. -Pero antes de eso evaluarán varios aspectos y para ello la universidad abrirá
Diego me miro y le contesto a mi primo con cara juguetona. -Aunque pensándolo bien mejor que tu, no está- - ¿Dónde se encuentra? quiero conocer a la persona valiente que se casó con un diablo como tu ja ja ja- -Mi ángel está dentro de la casa- -No se diga más, vamos adentro necesito conocerlo. Además, me muero de hambre mamá sheshi- Anghelo pedía comida con la mirada a mi madre. Mamá sonrió y se adelantó. Mientras nosotros reíamos y la seguíamos a dentro de la casa. Ya dentro de la casa, Santiago el esposo de Calec, se acercó a él. Diego miraba cada gesto con cara de diversión. -Angelito- diego se refirió a Santiago. Santiago lo miro -Dime como es que te casaste con este. Ya sé, te drogo- La cara de Santiago era una interrogación, estaría pensando quien ese que le habla con tanta confianza. La cara que tenían los tres, era digna de retratar. -Cariño no le agás caso est
La llamada de Anghelo me dejo un mal sabor. Luan estaba loco para decir tremenda mentira. Tenía que hacer algo. Fui a casa de mis padres. Para cuando llegue, a mi padre ya le había llegado la notica. Estaba molesto. -Tamry, Andrés me llamo hace un momento. Quiere que te cases con Luan lo antes posible, para evitar rumores- estaba molesta, Luan había metido hasta nuestra familia -Eso lo más tonto que escuchado padre. A santo de que debería casarme con Luan- papá estaba molesto. Seguro le había dicho que vivía con Luan. -Dime hija estas embarazada. Andrés dice que tú y Luan aún se han seguido viendo- -Es ridículo padre, al estar embarazada de Luan ya se me estaría notando. No me visto con él. Acepto que me ha llamado hasta el cansancio, pero le he cortado no quiero tener que ver nada con él y usted sabe el motivo padre- -Lo se hija, pero hay que demostrar que no estas embarazada porque si no esto se volverá un pro
El médico me miro otra vez y vuelve la vista a la pantalla. - ¡Qué le pasa a mi bebe! - estaba desesperada. - Si están bien- estaba algo atontado el doctor - ¡Qué! – había escuchado bien eran bebes, cuantos eran, que el doctor tenía una cara un poco boba que hasta risa me causo. - Si señorita usted espera cuatro bebe- El doctor más calmado dio la noticia como sin nada. Todos los demás pusieron diferentes muecas en su cara. Me dieron risa, pero después de que entendí de lo que el medico dijo mire mal a Anghelo. El solo, me miro y sonrió. No pude evitar ver la cara de mis padres preocupados. Tanto ellos como yo misma sabía que este embarazo sería complicado. Saliendo de la clínica, Anghelo y yo nos dirigimos a los departamentos teníamos clases en la tarde, además no habíamos comido y fuimos por el camino viendo algo para comer. -Antes de sepáranos de mis padres - Hija le diré a A
Los hermanos de Anghelo se quedaron sorprendidos ante lo que dijo el mellizo menor, sus padres estaban en trance querían decir algo y no les salía nada. -Hijo eso es verdad, tú eres el padre de los bebes de Tamary- dijo el padre de Anghelo -si padre, por eso vine hablar con ustedes. Quiero que nos permitas vivir aquí durante su embarazo, nos preocupa que su embarazo se complique como el de su madre y sería un problema si ella se encuentra sola, además, puede que sea de mayor riesgo ya que son cuatro. Aunque el doctor Snich dice que su embarazo esta normal, pero aún tenemos que tomar precauciones. Hoy nos enteramos y también la revisaron. -No creen que son muy jóvenes hay tantos métodos para cuidarse. Pero bueno ya está, felicidades si necesitan algo ya sabes dónde encontrarme. Me retiro tengo algunas cosas que arreglar, padre, madre con su permiso mañana vengo a almorzar cuídense y felicidades. Tamary, cuida de mis sobrinos- me dijo Joshi y se retiró.