Al abrir mi correo me encontré varios archivos, videos, audioa y documentación que son reales y no están hechos para hacer que otras personas piensaran mal. Solo revise tres correos. El cuarto correo que abrí de los diez que había estaba lleno de fotos de Luan besándose con varias mujeres unas con ropa otras sin nada. Yo no quise ver más y salí corriendo de la biblioteca.
Sé que mi padre al igual que mi madre estaba en la sala.
Mi padre fue a la biblioteca, mi madre me siguió. La vi llegar y la abracé, lloré casi toda la noche hasta que me dormí. Supongo que mi padre vio todo, no quería saber nada. En los siguientes días Calec mi informó sobre los archivos.
-Tu padre tiene los archivos, si los deseas ver-
-No, dile que los guarde de algo puede servirnos más adelante-
No quería enfrentarme a mi padre y aceptar que lo que me decía no eran frases vacías. No estaba lista.
-Está bien prima -contestó.
Con las ideas más claras llamé a Luan.
-Ya, estoy en casa quiero verte- le dije.
-Estoy de viaje cariño- contestó.
Saber que no estaba en la ciudad me favoreció.
-Acompáñame, al departamento que comparto con Luan- le dije a mi primo. Él y su esposo fueron conmigo. Saqué mis cosas y le dejé una nota a Luan.
-Luan, llámame cuando llegues, quiero hablar contigo, de algunas cosas que cambiaran entre nosotros-
Teniendo todas mis cosas conmigo, regresamos a casa . Empezar una nueva vida sin él, dolía. Los días la pasé en silencio. Solo estudiando para el próximo ciclo. Mi madre estaba preocupada y me dio la opción de no estudiar.
-Hija, no estudies este ciclo. Mejor viaja toma las cosas con calma y relájate-
-No, madre la vida sigue, y, no seré yo quien me detenga- le contesté.
Empecé mis prácticas en la clínica de un amigo de papá. Cuatro días antes de empezar las clases. Luan me llamó, no sabía cómo actuar. Le contesté y quedamos en vernos en el café de la clínica.
Llamé, a mi primo para que me acompañe. Aunque le dije que se quedara lejos que solo le iba a decir terminemos.
Llegó la hora del almuerzo y fui al café haber algo de comer, él ya estaba ahí. Llegué pedí mi comida y me senté en una de las sillas que había en la mesa donde él estaba. Él me miró.
-No me saludas- dijo, yo le sonreí.
-Luan nuestra relación llegó hasta hoy- le entregué el anillo que me dio hace un año.
Me miró y se rio.
-Es una broma verdad, estás loca, terminar conmigo, mira Tamary, ordena tus ideas luego hablamos- estaba molesto, se notaba, pero yo estaba firme.
Lo podría amar y dar hasta la vida por él, pero no quiero ser la esposa del marido de todas.
-Luan no es una broma ya saqué mis cosas del departamento. A partir de hoy solo somos conocidos. Amigos, no creo, al menos de mi parte no. Así que retírate, este es mi lugar de trabajo y no me siento cómoda con tu presencia-
Luan se fue apretando los puños. Sé que se contuvo por no hacer una escena, pero estoy segura que después me llamará y me hablará como sin nada.
Yo estoy muy segura de mi decisión.
No me di cuenta del tiempo. Vi a la señora con mi comida, ya no tenía hambre.
Llegó mi primo.
-Felicidades por ser siempre mi guerrera valiente- me dijo él. Quise desmoronarme, se dio cuenta.
-Hay muchas cosas que hacer, como ir a ver tu nuevo departamento. Así que nada de tristezas- comentó.
No quería saber nada de trabajo. Así que pedí permiso, podía salir normal, ya que no era una interna. solo estaba aprendiendo de los médicos, para ganar experiencia. Al iniciar mis clases quería ser una practicante oficial se lo comenté a mi padre.
-Padre puede ser posible que tu amigo me acepte como una interna oficial-
Me contestó que hablaría con su amigo.
Salimos del hospital con mi primo.
Calec y yo buscamos varios lugares y no me convencías demasiados lujosos.
Para eso mejor me quedaría en casa y tendría más comodidad y tranquilidad. Ya cuando estaba por darme por vencida, Calec hizo un comentario.
-Prima yo conozco un lugar, está cerca de la universidad. Son departamentos para estudiantes aunque no son muy cómodos, pero estan amueblados-
Había escuchado de esos departamentos no tenía buenas referencia. El vio mi desconfianza plasmada en mi rostro y se rio.
-Linda Tamary, yo he vivido en ellos.
-Hay todo tipo de chicos-
-Es tu decisión como adulta, saber qué camino te conviene y que clase de vida quieres tener en el futuro- aunque no estaba muy convencía nos fuimos a ver si había algunos libres y ver cómo eran y de esa manera tomar una decisión ya que las clases estaban a la vuelta de la esquina.
No quedaba tiempo ya tenía que estar instalada y yo aún no tenía donde quedarme. Estaba la casa de mis padres, pero estaba muy lejos de la universidad. Por ello siempre estaba en departamentos.
Con Calec nos dirigimos hasta los departamentos.
Vimos varios, pero solo dos me convencieron, la cosa era que uno está un poco alejado del campus de medicina y tendría que ir en coche y el otro tenía una puerta en medio de la pared que conectaba al cuarto siguiente.
-Es un chico muy respetoso, las personas que se han estado en el cuarto nunca han tenido quejas- dijo la dueña.
Mi primo estaba desconfiado.
-Es un hombre el que está al otro lado del cuarto y con un ángel como tú cualquiera peca- me dio risa su comentario.
-Se podría poner la cómoda es muy pesada- comentó la dueña.
-Tiene razón, además ya no soy una niña y casi no voy a estar. El mayor tiempo me la pasaré en la universidad y en mis prácticas. Solo lo usaría para dormir- le dije a mi primo.
Sobre la comida, sería en el comedor de la universidad. Bueno solo los fines de semana cocinaría, eso si no me daba pereza y me fuera a un restaurante. Asique con dudas de mi primo firme el contrato y le adelante de tres meses a la dueña.
-Mañana vengo a dejar mis cosas- le comente a la dueña.
Ella me entregó las llaves y nos fuimos de ahí. Mañana sería un día muy largo. Además que conocería a mi vecino.
-El muchacho se ha mudado solo, pero por ahora no está- nos comentó la dueña.
Planeaba ir temprano al día siguiente, para hablar sobre la puerta y evitar tener malos entendido.
Llegué a mi casa cansada por el día tan complicado que tuve. Mi primo fue recibido con abrazos y besos de su esposo lo envidie en ese momento.
Me acorde de Luan me fui a mi cuarto a recordar mi sueño de fantasía que viví con él.
No sabía cómo llevar las cosas. Todos nuestros amigos los compartíamos será difícil, al menos para mí. Porque no se con cuantas de nuestras amistades se acostó con él.
Vi algunas de las fotos, pero no reconocí las caras espero que no sea ninguna de las chicas con las que me habló, no sabría cómo hablarles a ellas.
Con respecto a Tara aaa, no sé qué haré. Quizás la mate jajaja.
Tara, ella solo fingía ser mi amiga. Me mantendré como antes, no quiero que sepa nada. Mi vida será solo mía ya que no sé si podré confiar en alguien otra vez o más bien enamorarme. Me duele el corazón, quisiera salir de esta habitación y correr hasta él. Decirle, que me diga, que no es verdad, que lo han inventado y que él solo me quiere a mí que soy la única en su vida. Que él nunca me engañaría, que nunca lo haría, pero no lo haría. Me quedé en mi habitación con mil preguntas. Llorando otra vez. Hasta que mi madre tocó mi puerta y me dijo que ya estaba la comida que baje a cenar. La verdad no tenía hambre ni ganas de ver a mi primo cariñoso con su esposo y preguntarme ¿Por qué a mí no me pudo querer? ¿Por qué mil beses por qué? Para mí él era mi mundo, mi centro, tanto que no vi las señales de que nunca me perteneció. -madre no tengo hambre- le conteste. Se fue sabía que estaba llorando otra vez. Me dejó sola y se lo agradec
La última persona que quería ver. Estaba frente a mí. Me quede en shock no sabía que decir, mi mente estaba en blanco. Creo que tuvo que hablarme como 100 beses, para salir de mi shock. -Hola- le dije sin saber que decir. -Hola- me contesto sonriente. Fue algo dramático. Me causo gracia y me reí de eso. Había olvidado por que toque su puerta. -Que se te ofrece- dijo el niño bonito que estaba frente a mí. Ahí recién caí en cuenta que un no le decía el motivo por el que vine. -seré tu vecina a partir de ahora. Vine por la puerta que está en medio de nuestros cuartos- Me sonrió con malicia. -La mantendré abierta. Será el paraíso verte caminar sin ropa en tu habitación- Me puse roja y él se rio a carcajadas quería gritarle por tonto se calmó cuando le hablé. -Diego Anghelo- le grite. Paró de reír como si un botón de control remoto hubiera presionado.
Él se preocupó y me cargo hasta la ducha. -Te llevare a que te atiendan. Discúlpame, creo que fui un poco brusco, pero tu querías seguir- lo último lo dijo riendo no sabía si molestar o reír por su descaro. -No pongas esa cara. Lo ciento mi niña, ya no me burlare- decía una cosa, pero hacia otra. Según el serio, pero seguía riéndose. Después de que saliéramos de la ducha. Me llevo a mi cuarto en sus brazos suerte no había nadie por el pasillo, serio muy vergonzoso de lo contrario. Seco mi cuerpo y me vistió. Después me llevo a una clínica privada, donde atendía el doctor que usa su familia. Me sentí más segura de que no se esparcieran noticias. El doctor se veía ya mayor. -Buenas tardes tomen asiento. Díganme en que los puedo ayudar - dijo el doctor amablemente. Yo no quería decir nada estaba avergonzada. Maldecí a Diego por traerme y no solo comprar unas pastillas en la farmacia para el dolor. Diego sin vergüenza alguno le dijo todo a
Al día siguiente Dieguito me despertó. Lo mire con mala cara pues él tenía una sonrisa de burla en el rostro. Me mostro el relej que estaba en la mesita de noche. Era a la 1:00 de la tarde. Me quede helada, había dormido demasiado. No sé por qué cuando él está cerca siempre duermo demás, pero esto era demasiado. -Eres una pastilla de dormir muy efectiva- hizo una mueca que me causo risa. -Seguro tu cuerpo aún está cansado y estas recuperando energías- lo dijo un poco serio aunque a mí me causaba gracia su cara. -Mi niña ya viste la hora verdad _ hice mala cara a eso. -Así que debes saber que tienes que comer y tomar la medicina que te dio el doctor Cleid. -ya sé, no me lo recuerdes- le conteste molesta. Quería seguir durmiendo. Me levante de la cama de muy mala gana y pase por su lado empujándolo. Lo escuche reírse a carcajadas. Al llegar a la cocina busque algo de comer. Encontré yogurt en la refrigeradora
Siempre me ha gustado levantarme temprano y como si mi cuerpo fuera reloj, desperté a la 5:30am. Me dispuse a ver que ropa me pondría, luego fui a la ducha. Cuando termine de alistarme Diego estaba terminando de hacer el desayuno. -Feliz cumpleaños mi niña- me felicito mientras me daba los buenos días. Después de muchos besos se fue a duchar ya para las 7:00am los dos estábamos listos. Terminamos el desayuno y dejando todo en orden. Salimos directo a nuestros coches y hacer nuestras cosas con la promesa de encontrarse a la salida de la universidad. Al llegar a la universidad fui directo a donde sería la reunión, 15 minutos después la reunión. -Alumnos buenos días. Se les ha reunido hoy, para informales que se ha hecho convenios con algunas empresas extranjeras- -Ellos nos piden que los mejores alumnos vallan a hacer prácticas en sus empresas. -Pero antes de eso evaluarán varios aspectos y para ello la universidad abrirá
Diego me miro y le contesto a mi primo con cara juguetona. -Aunque pensándolo bien mejor que tu, no está- - ¿Dónde se encuentra? quiero conocer a la persona valiente que se casó con un diablo como tu ja ja ja- -Mi ángel está dentro de la casa- -No se diga más, vamos adentro necesito conocerlo. Además, me muero de hambre mamá sheshi- Anghelo pedía comida con la mirada a mi madre. Mamá sonrió y se adelantó. Mientras nosotros reíamos y la seguíamos a dentro de la casa. Ya dentro de la casa, Santiago el esposo de Calec, se acercó a él. Diego miraba cada gesto con cara de diversión. -Angelito- diego se refirió a Santiago. Santiago lo miro -Dime como es que te casaste con este. Ya sé, te drogo- La cara de Santiago era una interrogación, estaría pensando quien ese que le habla con tanta confianza. La cara que tenían los tres, era digna de retratar. -Cariño no le agás caso est
La llamada de Anghelo me dejo un mal sabor. Luan estaba loco para decir tremenda mentira. Tenía que hacer algo. Fui a casa de mis padres. Para cuando llegue, a mi padre ya le había llegado la notica. Estaba molesto. -Tamry, Andrés me llamo hace un momento. Quiere que te cases con Luan lo antes posible, para evitar rumores- estaba molesta, Luan había metido hasta nuestra familia -Eso lo más tonto que escuchado padre. A santo de que debería casarme con Luan- papá estaba molesto. Seguro le había dicho que vivía con Luan. -Dime hija estas embarazada. Andrés dice que tú y Luan aún se han seguido viendo- -Es ridículo padre, al estar embarazada de Luan ya se me estaría notando. No me visto con él. Acepto que me ha llamado hasta el cansancio, pero le he cortado no quiero tener que ver nada con él y usted sabe el motivo padre- -Lo se hija, pero hay que demostrar que no estas embarazada porque si no esto se volverá un pro
El médico me miro otra vez y vuelve la vista a la pantalla. - ¡Qué le pasa a mi bebe! - estaba desesperada. - Si están bien- estaba algo atontado el doctor - ¡Qué! – había escuchado bien eran bebes, cuantos eran, que el doctor tenía una cara un poco boba que hasta risa me causo. - Si señorita usted espera cuatro bebe- El doctor más calmado dio la noticia como sin nada. Todos los demás pusieron diferentes muecas en su cara. Me dieron risa, pero después de que entendí de lo que el medico dijo mire mal a Anghelo. El solo, me miro y sonrió. No pude evitar ver la cara de mis padres preocupados. Tanto ellos como yo misma sabía que este embarazo sería complicado. Saliendo de la clínica, Anghelo y yo nos dirigimos a los departamentos teníamos clases en la tarde, además no habíamos comido y fuimos por el camino viendo algo para comer. -Antes de sepáranos de mis padres - Hija le diré a A