Al siguiente día Electra estaba como un zombi, tenía unas ojeras enormes y demasiado visibles, se levantó además tarde y llamó a su lugar de trabajo para informarle que no asistiría. Todos encontraron aquello muy extraño, es que ella era una joven adicta al trabajo que hasta asistía aunque estuviera enferma, así que por eso en ese momento Hanna y Derek la veian con cara de poker y como si tuviera monos en la cara, además del genio que se cargaba esa mañana.
–Díganme que me veo terrible, pero ya no vean con esa cara, me tienen hastiada.- le reclamó a ambos y suspirando se sentó en la alacena de la cocina. –Electra, en serio amiga dime, te encuentras bien. - pregunto preocupada Hanna, Electra voteo los ojos y suspiró profundamente y miró a Hanna de reojo y tomó una taza de té y fijo su vista en la taza mientras jugueteaba con ella –Lo estoy, solo estoy cansada. - Hanna no le creía ni una palabra, sabía que algo se traía entre manos. –No se que diablos te pasó, pero sea lo que sea, aquí estoy amiga- Electra sonrió con nostalgia y asintió desganada. Derek se acercó y le hizo ver que el también estaba de su lado. –Sabes que cuentas con ambos, para lo que desees- recordó su muerte y unos escalofríos recorrieron toda su columna vertebral sintiendo un terrible dolor, tenía que evitar aquello a toda costa. –Lo sé, no sé preocupen.- miró a su amiga y le sonrió una vez más-– Solo estoy cansada se me pasará en poco tiempo. En cuantoduerma un poco mas estare como nueva -insistió en lo mismo. –Está bien, voy a creerte por ahora. Prepararé tostadas o pancake para todos- sabía que les gustaban, pero ella solo asintió. –Cual prefieres, haré la que quieras, o ambas. –Te lo agradezco Hanna, pero no tengo hambre ahora.- Se giro a ver a Derek y agrego-– esta noche de ser posible me gustaría hablar contigo, necesito ir a un lugar antes del viernes de la próxima semana. Además hay alguien que conoces y me urge verlo. Derek no entendió ni jota de lo que acababa de exigirle su amiga. –No tengo problemas en llevarte cariño, pero no se de quien me hablas a menos que digas su nombre o de quien más o menos se trata.- Electra sonrió y le dijo algo que solo el escucho –Sabes más que nosotras de ese tema y de ese mundo. Yo sé tu secreto - se paro y se fue a su habitación dejando al pobre con una incógnita en su cabeza. –Amor –Hummmm- respondió Hanna muy concentrada en su preparación de los pancake. –Algo le pasa, tenemos que investigar qué le sucedió anoche que cambió todo su estado de ánimos. –Lo sé, algo le sucede. - Hanna estaba pensativa y aún no tenía ni idea de lo que podría estarle sucediera a Electra. Derek estaba peor,que secreto podría conocer ella de él, era imposible que supiera de su raza y menos de la noche a la mañana. –Sherry, crees podría estar enamorada?- Hanna abrió los ojos como plato y negó, conociendo a Electra era más posible que estuviera enferma que enamorada. –No lo creo amor, ella… - se quedó com pensando y continuó-– digamos que ese mundo aún no lo ha llegado a conocer, dejó de creer en el amor cuando tuvo una decepción amorosa. –Ella?- preguntó extrañado Derek pues estaba muy seguro que sólo era una niña de 17 años y que no había tenido nunca un novio. –Sí ella, porque piensas que es extraño?- pregunto ella sorprendiendo aún más a Derek. Él estaba muy seguro que no había puesto esas palabras en su boca, solo las pensó. –Cómo supusiste que pensaba eso. –La expresión que tenías amor, eres muy fácil de leer. - dijo riendo Hanna y dedicándole una sonrisa picarona . Derek sonrió no muy convencido, pero lo dejo pasar, eso no era tan importante como el tema de Electra, necesitaba hablar con ella y sacarle un poco más de información. –my Sherry debes apurarte, tienes que asistir a clases y me parece que ella también. –Ire sola amor, ella no está bien. Será mejor que descanse. Mejor come y nos vamos en cuanto termines el desayuno, le llevare el de ella a su habitación, me cepillo los dientesy nos vamos. Bien? -- estuvo de acuerdo y empezó a comer los pancake que Hanna le había puesto en la encimera. Que pasaba por la cabeza de esa niña, que la había puesto de ese modo, tan seria y nostálgica? Hanna entró a la habitación y la encontró con la mirada perdida y se preocupo aún más. –Ok, ahora si me dirás que coño te sucede Karleen? Tu no eres así, empieza de una vez a soltarlo todo.- Ella seguía aún sin ponerle atención a Hanna. -– me estas escuchando al menos?- insistió ella. –Te escucho perfectamente, Hanna. No tienes que destruirme los tímpanos de mis oídos. - le respondió desinteresada. –Electra, ya déjate de sandeces y empieza a contarme que esta sucediendo. –Te contaré todo Hanna, te puedes calmar?- Hanna se relajó un poco y tomó asiento a su lado. –No se si me creerás, o si pensaras que estoy loca Hanna, pero todo lo que te diré es así. Ocurrirá tal cual te lo cuente y necesito que estés concentrada cuando te lo diga y ni se te ocurra siquiera interrumpirme. Hanna asintió y se quedó a la espera de que ella empezara Pero al ver que volvió a quedarse callada y con la vista perdida hacia la puerta. –Y entonces, no ibas a contarme lo que te tiene en las nubes? –No hablaré dos veces, lo haré cuando estén tú, Derek y James. - –James, quien es ése?- preguntó con una incógnita en la cara Hanna –Esta noche lo sabrás, tampoco lo he visto pero si hable con él, esta noche conocerás el porque de mi comportamiento extraño. –Vas a contarme?- Electra asintió y al ver que Hanna se dio por vencida se relajó. Necesitaba buscar a todos los chicos y deberiar encontrar la forma de dar con el reino de Ebrerton y para eso necesitaba a Isabella . Se suponía que era su guardiana, por lo tanto debería estar cerca.-– voy a creerte. Me iré a la universidad, supongo que tu no irás. –No, no iré. - Hanna se disponía a salir cuando fue detenida por Electra quien sostenía sus manos con fuerzas. –Sucede algo?- pregunto al ver la expresión de angustia en Hanna. –Solo prométeme que te cuidaras y llegará con bien a casa, prometelo Hanna- le suplicaba, además Electra tenía los ojos aguados lo que parecia ser que luchaba por no dejar salir las lágrimas , podia sentir una angustia en ella, como si ella estuviera cargando un peso muy grande sobre sus hombros. –Prometo que llegaré a casa temprano, no tardaré. - Le hizo saber para que estuviera más calmada –Sí le sucede algo- miró de reojo hacia la puerta y con una expresión neutra-– Te daré una paliza Derek. –Cómo sabías que yo estaba ahí?- Derek extrañado se acercó y empezó a orfatearla haciendo que Electra soltara una sonora carcajada sorprendiendo a Derek y a la misma Hanna quien además se unió a las carcajadas de su amiga. –Por qué la olfateas amor, pareces un perro haciendo eso- Derek gruñó aumentando las carcajadas de las señoritas que se retorsian por las risas que ya no aguantaban-– No me gruñas, recuerdo que hiciste eso mismo conmigo la primera vez y además me proclamaste como tuya. También te gusta Electra? Haaa- exagero al abrir la boca fingiendo sorpresa y que no se creía lo que veía. –Jajajajaja,jaajajajajaja. Con que eso fue lo que pasó. No encontrarás mal olor en mi Derek, sigo siendo yo, pero más adulta mentalmente. Esta noche sabrán el por qué - se dirigió a Hanna, endureciendo su expresión nuevamente -–Es tarde, vístete mientras le pido un favor a Derek. - esta solo asintió y se retiró sin decir nada más. –Por qué Hanna hizo eso? - la expresión de sorpresa de Derek se noto al instante, es que era extraño que Hanna obedecieron de esa forma tan fácil, no era de las que obedecía órdenes. –No te entiendo –Le diste una orden y ella la obedeció sin rechistar –Es tarde, pudo haber sido eso- le dijo Electra ya que ella tampoco entendía a lo que se refería. -– necesito que esta noche traigas a tu amigo, el que busca a su compañera, necesito que estén los tres para poder explicarles lo que sucede, se que tu entenderás y espero que me ayudes a que Hanna me crea, es parte de tu mundo así que sabrás a lo que me refiero. –Mí mundo, a qué… –Amor estoy lista, ya debemos irnos.!- le grito Hanna desde la puerta y con un tenis a la mitad del pies izquierdo interrumpiendo a Derek –Será mejor que se vayan, suerte. Y sabes a quien me refiero, no?- le dijo mientras tomaba un libro se puso a leerlo. –Derek de prisa, llegaré tarde- decía Hanna mientras haloneaba al pobre hombre que sentía un nudo en el estómago, su piel estaba erizada y estaba mareado, esa niña lo había descompuesto con todas esas incógnitas y ese toque de misterio que se guardaba desde esa pesadilla de la noche anterior, solo logró asentir y seguir a Hanna mientras iba muy pensativo, no sabía a qué amigo se refería, cuál de ellos sería de ellos, el que busca su compañera, podría ser Jeremy, Evans o… James? Todo el camino fue pensativo mientras Hanna parecía una cotorra que repetía todo. En cuanto ellos salieron Electra lo hizo detrás de ellos y fue hasta el supermercado a ver si podía encontrarse con él pero no fue así y no tenía idea en donde podría encontrarlo. Se quedó casi gasta medio día y no sintió su presencia ni lo vio por ningún lado. Ya dada por vencida decidió volver a casa antes de que llegarán los chicos a almorzar, pero iba tan distraída que casi fue atropellada por un auto al cual le pidió excusas y continuó su camino. Si no hubiera ido tan distraída al menos se habría dado cuenta que era la persona que más anhelaba y que él mismo se quedó viéndola antes de que subiera al autobús, era una joven hermosa con una cabellera larga y dorada y ese exquisito olor que tenía le recordaba a alguien pero más que nada sabia que ella era su anhelada y más que seguro, adorada compañera destinada.PUNTO DE VISTA DE JAMES James estaba hasta el cuello de trabajo y para colmo también tenía que lidiar con su sobrino Nathan, tenía que recogerlo del colegio porque supuestamente su hermana no podía ir por el. Necesitaba con urgencia una asistente personal, la chica que era su secretaria se había enfermado de pronto y no tenía más ayuda que la de la señora Dennis. Mientras colgaba una llamada tocaron la puerta del otro lado de la puerta –Pase!- autorizó el sin detenerse a ver quien era. –Señor, ya casi serán las 12, necesita que vaya alguien por su sobrino?- le preguntó la señora Dennis. James suspiró y maldijo para sus adentro, había olvidado que tenía que buscarlo a medio día, el tiempo pasó y ni siquiera se dio cuenta. –Gracias señora Dennis, pero sabes como es ese niño. Iré yo por él. Cancela mis reuniones del resto de la tarde, es posible que me tarde.- –C
El timbre de la puerta sonó unas horas después de haber terminado algunos pendientes liberándose de una carga de trabajo ya casi a las 5 de la tarde. Y además había enviado pa descripción de su compañera para que el detective Adams se pusiera a trabajar en su búsqueda –Debe ser sophy, ya vino por su incordio de hijo. Ambos van a acabar conmigo.- pensó en voz altaEn ese momento la puerta de su despacho se abrió de repente. Dejando ver a tres hombres que parecía adolescente y la señora Ana detrás tratando hacerse espacio entre ellos–Joven James, no me dejaron avisarle, solo se me vinieron encima, par de brutos.La señora Ana estaba molesta, y empujaba a los tres para poderlos quitar del medio.Eran sus amigos lo que estaban ahí delante de la señora Ana, siempre le hacían eso. James estaba sonriendo al recordar aquellos tiempos, pero ahora los 4 tenían demasiado problemas de trabajo y de mujeres a la vez.–Dile que no nos regañe James, ya nos conoces vie
En el autobús pensaba que porque se sintió tan extraña cuando iba a ser atropellada, sintió su corazón latir con fuerza y se sintio muy mal cuando el bus areanco para irse, ademas pensaba que posiblemente Isabella la tuviera en la mira pero aún no podía distinguir entre presencia y sentirse vigilada, siempre sintió esa sensación pero nunca dio con los que la seguían Su estómago de repente le gruñó, estaba pidiendo alimentos y ya eran más de la 1 y ella no había comido nada, decidió detenerse en una tienda de alimentos asiáticos y ella amaba su comida. Salió del bus y entró a dicha tienda para comer algo. Pidió unos ramen y un platillo llamado Mandu, era especie de lo que conocemos como domplins pero rellenos de carne y preparada con verduras, la famosa sopa de mandu guk. La verdad es que tenía mucha hambre y se lo acabo todo, pago la cuenta y salió del lugar para volver a casa. Llegando a casa corrió a tomar e
Electra sintió cómo el corazón le latía con fuerza mientras James se acercaba, sus labios casi rozando los de ella. El mundo a su alrededor se desvanecía, y todo lo que importaba era ese momento. Pero justo cuando estaban a punto de sellar la conexión, un estruendo resonó detrás de ellos.–Hanna— pregunto con urgencias Electra y saltándose del agarre de James corrió hacia la sala quitándolo de la puerta –Eres un desgraciado infeliz, debería de matarte ahora mismo— Hanna había golpeado a Derek y seguía haciendo mientras el lloraba al ver su rechazo.–Nena escucha, yo.. –Tú qué, me has estado usando para venirme con esa ... estupidez?–Hanna?— llamó su atención con precaución Electra –Tú...eres una ...mala amiga, desagradecida. Te aliaste con este tonto para esa estupidez— Hanna se paro y agarró el cabello fuerte, sentía que la cabeza le quería estallar— un hombre lobo, que idiotez es esa, creen que vivo en un maldito mundo de fantasía, haaa no me digan tamb
Electra observó las caras de incredulidad ante su revelación. Hanna, aún tambaleándose de la sorpresa, se sostuvo del sofá, mientras Derek y James intercambiaban miradas de confusión y alarma.–Electra, has perdido la cordura. Vienes del futuro, donde está mi amiga entonces—preguntó Hanna en forma de reproche, era totalmente estupido creer algo cono eso–Hanna, se que es difícil, soy yo Electra tu amiga. Decidí volver a reiniciar nuestras vidas, no podía quedarme viendo como los… no podia solo quedarme de brazos cruzados—James y Derek estaban que no lo creian, el poder de esa ave Fénix siempre fue un peligro y cualquiera que naciera con ese poder sería observado por el consejo de magos desde su nacimiento hasta morir y no sólo eso, sino que una vez cumpliera la mayoría de edad, que es cuando el ave despierta, sería sellado nuevamente y así sucedería cada vez que sintieran peligro. James se acercó a Electra y tomó sus manos, si el ave estaba por despertar lo rechazaría y
El ambiente en la sala era denso, cargado de tensión. Electra, aún con el rastro de lágrimas en su rostro, se levantó lentamente. La determinación que la caracterizaba volvió a encenderse en sus ojos mientras se acercaba al ventanal, contemplando el vasto paisaje más allá del pequeño departamento. Cerró los ojos, tratando de sentir la presencia de aquellos magos que, alguna vez, fueron sus aliados.–Tenemos una semana –murmuró Electra, como si intentara convencerse a sí misma–. En ese tiempo, debemos hacer todo lo posible para adelantarnos a Gwyddyon.Derek, observándola con cautela, se cruzó de brazos.–Si solo tenemos una semana, ¿por dónde empezamos? Buscar ese artefacto suena a una misión suicida si ni siquiera sabemos dónde está o cómo activarlo y cómo se ve.–Primero debemos reunir a los demás –respondió Electra con firmeza–. Y luego, llegar a Ebrerton. El artefacto se activará con mi poder James y Derek intercambiaron miradas incr
Electra abrió los ojos, parpadeando ante la súbita oscuridad que los envolvía. Sentía el frío aire nocturno sobre su piel, un contraste marcado con el calor y la luz que los había envuelto momentos antes. Todo estaba en silencio, salvo por el susurro lejano del viento entre los árboles. La sensación de haber sido arrancada de la seguridad de su refugio y lanzada a lo desconocido era innegable.Miró a su alrededor, notando que estaban en un bosque denso, iluminado apenas por la pálida luz de la luna. Las sombras de los árboles se alargaban, formando figuras fantasmales que se movían con cada ráfaga de viento. James, Derek, y Hanna también habían llegado con ella, aunque estaban tan desorientados como ella.–¿Estamos en Ebrerton? –preguntó Hanna, su voz apenas un susurro, como si temiera que cualquier ruido atrajera algo no deseado.Electra negó, la inseguridad se colaba en su pecho. El lugar era extraño y conocido al mismo tiempo, como un eco lejano de algo
El silencio en la sala era sepulcral, las palabras de Isabella fueron dagas directas al corazón de Electra. Sabía las consecuencias de lo que había hecho, pero sólo buscaba salvarlos a todos, no buscaba dañar el curso del tiempo . Las sensaciones de que eran paralizados o aplastados por una fuerza invisible se había roto y ahora todos podían moverse pero al escuchar esas palabras nadie movió un solo músculo, en especial Hanna que moría del miedo y ahora quería saber toda la verdad detrás de las palabras de su amiga Electra. James sintió todas aquellas agustias, preocupaciones y culpas y no pudo evitar sentir pena por ella y ganas de golpear por primera vez a una mujer, esas palabras habían calado hondo en Electra y en verdad el hubiera querido ahorrarle todo aquel sufrimiento, pero no estaba en sus manos y en realidad no sabía casi nada de lo que Electra hizo para salvarlos a ellos.Aun así se acercó a ella y la ayudó a llegar al sofá para sentarse en lo que entendía o